Buenas tardeeeeeeees!!! Aquí teneis uno nuevooooo espero que os guste :)


CAPÍTULO 49

- ¿Niall? -dije al ver que no arrancaba y yo a cada segundo me ponía más y más nerviosa-¿pretendes hablar hoy...? -no quería sonar borde pero sí quería irme de allí cuanto antes. 

- Sí, sí, vale -suspiró pasándose las manos por el pelo en un gesto nervioso y cogió aire clavando sus ojos en mi -quería que supieras que lo siento, de verdad -se puso una mano en el pecho sin apartar sus ojos de los míos.

Por un momento dejé de respirar y miré para otro lado haciendo un gesto con la mano, intentando quitarle importancia al asunto, aunque en realidad parecía que estaba espantando moscas. 

- Vale -fue lo único que pude decir. 

Arrugó el ceño sin estar muy conforme con mi respuesta, vale, no estaba siendo muy elocuente, ¿pero qué esperaba que dijera? ¿Que todo estaba bien? ¿Que podíamos ser amigos? ¿Hacer como sí nada hubiese pasado? Pues no, estaba bien, no estaba enfadada con él pero tampoco iba a correr a su lado, ni mucho menos. 

- ¿Puedo ir a cenar ya...? -pregunté mirando al suelo, intimidada por sus ojos azules como el hielo y avergonzada de mi misma por parecer tan sumamente borde con él. 

- Supongo -dijo con un suspiro apoyando la espalda en la pared y dejándome espacio. 

Pasé a su lado dispuesta a bajar y unirme al resto, la verdad es que me moría de hambre. Pero cometí el error de levantar la vista un segundo para echarle un último vistazo, mala idea, se me encogió el corazón. Estaba mirando al techo con los brazos cruzados y las manos cerradas en un puño, me sentía fatal por verle así, parecía tan... desolado... y era mi culpa. Al notar que estaba mirándole se incorporó cuadrando los hombros y me dedicó una pequeña sonrisa que ni siquiera le llegó a los ojos, encima intentaba hacer como que estaba bien... Así no se podía hablar con nadie. 

- Yo también lo siento Niall -dije antes de que pudiera pensarlo dos veces -de verdad y -cogí aire para decir lo siguiente -no me gustaría verte así. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi sonreír como solías hacerlo y... no quiero que dejes de hacerlo por mi culpa. Las cosas empiezan y acaban por una razón, pero tan pronto se acaban otra puede empezar -fue a abrir la boca pero no le dejé hablar -entiendo porque me mentiste y de verdad que me encantaría volver atrás en el tiempo, pero no puedo y sólo quiero que sepas que me has hecho mucho daño pero también me hiciste muy feliz y no quiero que lo malo eclipse lo bueno, porque fue muy pero que muy bueno, de verdad -le sonreí ligeramente como pude y una sonrisa más amplia se extendió por su cara iluminando sus preciosos ojos -¡así sí! -dije emocionada de verle sonreír a lo que una carcajada emergió de su garganta haciendo más amplia mi sonrisa. 

Me miró sin quitar la sonrisa y me entró la risa a mi, todo bastante estúpido, pero lo peor fue que se la contagié a él y Niall riendo era demasiado gracioso. Tenía la risa más pegadiza del mundo junto con la de Ashton Irwin de "5 Seconds Of Summer". 

- ¡Para! -dije sin poder dejar de reír haciendo que sus carcajadas fueran aún más sonoras -¡ya por dios! -le puse la mano sobre la boca y su risa se extinguió inmediatamente clavando sus ojos en los míos. 

Me aparté tan rápido como me di cuenta de que estaba tocándole. Que sí, que sólo le había tocado pero me había salido de forma natural, demasiado natural. 

- Perdón -dije apresuradamente dando una vuelta sobre mi misma -bueno, voy a... cenar -sonreí rápidamente -¿sí? Vale, adiós -me di la vuelta para bajar todo lo rápido que pudiera sin que pareciese que huía de él, aunque claramente lo hacía. 

- Raquel -me llamó y me di la vuelta por quinta vez, ¡parecía un perro dando vueltas sobre mi misma! Estaba demasiado nerviosa, le miré expectante y con el corazón acelerado -gracias -dijo al final sonriendo a lo que le devolví el gesto -sí tan solo... -se acercó un paso poniéndome aún más nerviosa ¿que hacía? No, no, no, ¡que se aleje! -no te apartes -contuve la respiración justo cuando sus brazos me rodearon en un cálido abrazo, cerré los ojos con fuerza conteniendo las lágrimas -puedes hacerlo mejor Rach -susurró a mi oído, a lo que como sí de una orden se tratara levanté los brazos rodeando su cintura con un suspiro -tienes que saber una cosa -dijo con un tono de voz más bajo, me mordí el labio haciéndome hasta daño, definitivamente no quería saber esa cosa -yo también te quería -dijo en un suspiro acariciando mi espalda de arriba a abajo con suavidad -y lo sigo haciendo -refugié mi rostro en el hueco entre su cuello y el hombro, sintiendo su pelo rubio en mi mejilla, inhalé su aroma antes de separarme definitivamente.

Sentía como mi corazón se rompía en millones de pedacitos por enésima vez, ¿¡pero cuántas veces se podía romper aquello!? ¿No había un tope o qué? ¡No había suficiente esparadrapo en el mundo para volver a unirlo todo!

La mano de Niall se posó en mi mejilla a lo que me aparté sin muchas ganas mirando hacia otro lado. ¡Que dejase de tocarme ya!

- Rach ya sé que...

- Me voy a Los Ángeles con Harry. -lo dije, justo en ese instante para que dejara de hablar de una vez, aunque desde luego no había sido ni el momento ni el lugar -te lo quería decir antes pero...

- Vale -me cortó, cogió aire profundamente hinchando el pecho y lo soltó lentamente -está bien -dijo al final. 

<Estaba bien pero casi acabas con el aire de toda la casa> pensé. Que tensión. 

- Tenías que saberlo antes de que siguieses diciendo... bueno... cosas -conseguí decir tragándome el nudo que tenía en la garganta. 

- No me importa Rach, ósea, sí me importa -rectificó -pero por mucho que te vayas con él no va a cambiar lo que siento por ti -bufé exasperada, ya ni siquiera se enfadaba -y eso tenías que saberlo tú, antes de irte. 

- Ya -dije pasando al sarcasmo -porque a ti eso de dejarme vivir tranquila no te gusta... 

- Me preocupo por tu salud mental y tu memoria, no querría que se te olvidasen las cosas importantes -dijo siguiendo el juego con una sonrisa de suficiencia a lo que se llevó una mirada asesina por mi parte. 

- Tengo hambre -dije al final dándome la vuelta. 

- Hasta en eso nos parecemos -contestó poniéndose a mi lado y sin quitar esa sonrisa arrogante que me estaba crispando los nervios. 

- El día que tú no tengas hambre Niall, será la señal de que comienza el Apocalipsis. 

- Tienes mucha razón -dijo riendo a lo que tuve que contener una sonrisa -te vas a hacer daño en las mejillas sí sigues...

- Y que sepas -le interrumpí ignorando su estúpida broma -que sigues sin poder llamarme Rach -dije levantando un dedo en su dirección en señal de amenaza -Raquel para ti. 

Se puso una mano sobre la frente imitando el saludo de un soldado. Le fulminé con la mirada al segundo, ¡no quería ese tipo de confianzas con él! Y como no, se echó a reír, iba a matarle, mientras dormía. 

- ¿Sabes que vamos a quemar unos marshmallows ahora?

Me quedé petrificada en la escalera, a la vista de todos ya. 

- ¿Cómo? -¡siempre había querido hacer eso!

- Sí, exacto, para comer -sonrió de oreja a oreja, orgulloso de su propia broma y bajó el resto de las escaleras soltando una carcajada. 

¿Qué estaba pasando? ¿Quién era ese y qué habían hecho con Niall NoHeRotoUnPlatoEnLaVida Horan? ¡Jesús!


[Eve]

Íbamos a hacer una hoguera... <¡miedo me da!> sobre todo después de haber visto el estilo que tenían para hacerla en su película "This Is Us", no iba a permitir que se hiciese al estilo "Tommo" de Louis, ese chico era un peligro con patas. 
Estaba en la habitación cogiendo un par de mantas, era verano y estaba haciendo muy buen tiempo para lo que era el Reino Unido pero por la noche refrescaba bastante y además lo de estar entre las mantas haciendo una hoguera quedaba aún más americano y de película. Genial. Estaban en la parte de arriba del armario y no llegaba sin una silla, <¿para qué narices hacían esos armarios tan sumamente altos? No había dios que llegase ahí por su propia altura>. Agarró una silla que había junto al tocador de madera lacado en blanco y se subió para alcanzar las condenadas mantas. 

- Ey -se giró instantáneamente al oír la voz de Zayn.

Le había pillado justo en el mejor momento, de puntillas con los brazos en la parte de superior del armario y medio asfixiada por lo que pesaban las mantas. 

- Espera, te echo una mano -dijo éste rápidamente acercándose a ella. 

- No, espérate, quédate ahí -contestó sacando una de las mantas -cógela eh -le dijo a lo que él colocó los brazos en posición para agarrarla. 

Tiró de una de ellas sin darse cuenta de que había otra encima y las dos cayeron encima de Zayn y no precisamente en lo brazos. 

- ¡Hostia! -dijo desequilibrando y casi cayéndose de culo al suelo. 

- ¡Sí es que estás muy delgaducho! -dijo Eve sin poder para de reírse -un poco más de ejercicio...

Zayn le fulminó con la mirada, odiaba profundamente cuando le vacilaban y sobre todo con razón, porque había quedado fatal delante de ella. Genial, como con Evelin las cosas eran tan sencillas... Esto ayudaba mucho. 

- Como encima me ponga cuadrado no creo que pudieras apartarte de mi, lo hago por ti -le contestó sonriendo con suficiencia y ofreciéndole la mano para que bajara de la silla. 

- Tienes toda la razón -dijo Eve aceptando su mano y bajando de un pequeño saltito, hizo como que perdía el equilibrio y apoyó la mano sobre su pecho, dejando sus labios a escasos milímetros del cuello de este -pero de momento funciona al revés -susurró en su oído mientras posaba sus labios ligeramente sobre su cuello. 

Zayn agarró la mano que estaba sobre su pecho y giró la cabeza en su dirección para enfrentarla. Sus ojos azules eran una de las cosas más bonitas que había visto y al ser tan grandes era todo lo que podía ver. 

- Sinceramente -dijo pasando el dedo índice por la clavícula de Evelin, esta se estremeció, ahí estaba su punto débil -creo que estamos en igualdad de condiciones -le dio un ligero beso en la comisura de los labios y el corazón de Eve se aceleró por su toque

Cerró los ojos acercándose a sus labios, Zayn era irresistible, era un hecho. Pero justo en ese momento empezó a hacerle cosquillas. 

- ¡No, no, no, no, no! -gritó intentando apartarse de él pero el le agarró por la cintura con uno de los brazos mientras con el otro seguía con la tortura -¡Zayn para! ¡Odio las cosquillas!

- ¿Sabes que pierdes credibilidad sí no dejas de reír Eve? Así no parece que las odies tanto...

No podía dejar de retorcerse, las odiaba a muerte, se sentía tan sumamente indefensa cuando se las hacían. No quería reírse pero no podía no hacerlo, pero eso sí, así misma no se las podía hacer. ¡Todo genial!

Le metió un codazo en el estómago y cogió las mantas echando a correr al salón donde estaban los demás. Suficiente. 

- ¡Te vas a arrepentir! -le gritó Zayn desde la habitación. 

Encima con amenazas, con lo que le gustaba que le pusieran a prueba y al límite. Maldito Zayn perfectamente provocador.