Bueeeeenos dias!!!! Siento haber tardado pero bueno aquí lo teneis espero que os guste :)


CÁPITULO 42

[Eve]

La casa era espectacularmente grande, eso sí estaba en el medio de ningún sitio, lo más cercano era un Tesco, al que habían ido Niall y Liam a comprar comida, a media hora de la casa en coche. Así que lo de ir a visitar la ciudad iba a estar más bien complicado, pero bueno tenían la playa al pie de la casa, era pequeñita, claramente se trataba de una playa privada reservada exclusivamente para la casa. Menudos lujos se permitía esta gente, además no habían consentido que pagara nada, se había convertido oficialmente en una mantenida.

- A ver -dijo Celia -hay cuatro habitaciones en la planta de arriba y un sofá cama en la de abajo... -miró a Ian un segundo y apartó la vista intentando contener una sonrisa.

- Yo no duermo sola en la planta de abajo, eso tenerlo por seguro -dijo Evelin rápidamente.
Imagina que entra un violador o un ladrón ¡o un asesino! Inspeccionaría primero la planta de abajo fijo.

- Vale -dijo Louis -Els y yo una de las habitaciones, eso está claro.

- No seas marimandón Lou -contestó Celia.

- ¿Quiere decir eso que tú no vas con Ian? -respondió mirándole con una ceja levantada.

Se puso roja como un tomate, obviamente sí que quería pero el hecho de decirlo en voz alta le daba demasiada vergüenza.

- Yo os cuento -interrumpió Harry -Lou y Ele en una habitación, Ian y Celia en otra -dijo guiñándole un ojo a ésta -Niall y Zayn en otra -fue numerando con los dedos las habitaciones que estaban cogidas -La señorita miedica Evelin en una para ella sólita y Liam y yo en el sofá cama de abajo ¿os parece?

- A no ser -empezó Ian -que Eve prefiera la compañía de otra persona -dijo sonriendo de oreja a oreja.

- Sí -contestó fulminándole con la mirada -la de tu madre. -El resto se echó a reír -yo arriba ¿no? Pues ale, adiós.

Agarró su maleta y subió al segundo piso. Maldita gentuza...

- A no ser que prefiera la compañía de otra persona -repitió las palabras de Ian haciéndole burla -ñañaña. Idiotas. Además que ni siquiera ha venido el muy... Tonto -hablaba para sí misma.

Dejó la maleta en el suelo y empezó a desempaquetar, a lo tonto a lo tonto tenía una habitación con una cama doble para ella sola. Faltaba justamente una plaza, la de Rach. Después de una hora finalmente llegaron Liam y Niall con comida, ni una cosa sana habían comprado, todo era comida precocinada, pizzas, perritos, patatas y cervezas había cerveza como para llenar una piscina olímpica.

- ¿El tomate, la lechuga, la fruta... Supongo que no había? -dijo Eve que le gustaba la comida basura pero prefería comer sano. 

Liam y Niall negaron con la cabeza al unísono, no tenían remedio.

- Pero toma -Niall sacó una bolsa gigante de Skittles y se la dio guiñándole un ojo -para que no te quejes tanto.

Era la bolsa más grande que había visto en su vida ¿donde había estado todo ese tiempo?

- Vale, os lo perdono -contestó abriéndola rápidamente.

Celia, que estaba ayudando a colocar las cosas intentó coger la única bolsa que quedaba en el suelo, pesaba una tonelada.

- ¿Se puede saber que... -al agacharse para ver que había en la bolsa enmudeció -¿vamos a invitar a toda la ciudad a cubatas? -sacó dos botellas de vodka, de las ocho botellas que había ahí. 

- Ah, es que hemos pensado en dar una fiesta -dijo Liam levantando la bolsa sin dificultad y dejándola sobre la encimara de la cocina.

- Vale, ¿pero era necesario tanto? -contestó Cel.

- Es que... Hemos invitado a varias personas en el supermercado -dijo Liam rápidamente.

Evelin y Cel se miraron rápidamente ¿cuanto eran varias personas?

- Sí -dijo Niall -son cinco o seis ¿no?

- Más o menos.


[Raquel]

Cuando llegué a las ocho a casa después de trabajar obviamente, no había nadie y era extraño... Porque nunca había dormido sola en esa casa y ahora tendría que pasar tres días sin Eve e Ian, que seguramente se lo estarían pasando de lujo en Brighton. Suspiré y fui hacia la cocina a hacerme una tortilla de queso, una de las pocas comidas que sabía hacer. La verdad es que con la casa sola podría montar una fiesta, pero ¿qué fiesta sería sí todos mis amigos estaban juntos en otra casa? Era completamente estúpido, había pasado meses en Londres y no tenía más amigos que ellos, cualquiera pensaría que era antisocial, pero no, simplemente solo les necesitaba a ellos. Porque sí, antes de que "los guandis" llegaran, Eve, Ian y yo conocíamos a gente nueva cuando salíamos de fiesta, pero eran tan solo para una noche o un par de días.

Apagué el fuego y me llevé el plato al salón para ver la MTV a ver sí con un poco de suerte estaban poniendo música, podría pasarme el día entero viendo solo sus vídeos. Sleepy y Scar, nuestros gatos, se subieron al sofá conmigo nada más me senté, lo que más me gustaba era que aunque Sleepy era una bolita peluda y arisca dejaba que Scar le incordiara como quisiera, yo les veía un poco como una relación de hermanos, aunque nunca pensé que los gatos sintieran amor fraternal, este era el claro ejemplo de que sí.

Después de casi una hora temía que pusieran algún vídeo de One Direction, no me apetecía nada que me los recordaran más. Entonces llamaron al timbre, como alguno de esos vendedores a domicilio me hubiese hecho levantar para nada íbamos a tener un problema. Abrí la puerta para encontrar a la única persona que jamás habría imaginado que vendría aquí y menos ahora que Evelin no estaba, que por cierto ¿que hacía Zayn aquí sí el resto estaba en la playa?

- Hola -dijo.

- Eh... Hola -contesté -¿ha pasado algo? -el único motivo por el que podría darse esta inesperada visita era que hubiese ocurrido algún accidente.

- No, vengó a recogerte -contestó sin más -vamos -hizo un gesto con la mano para que le siguiera pero me quedé pegada a la puerta.

- ¿Pero tú no te ibas por la mañana con el resto? -tuvo que darse la vuelta y volver hacia el pequeño porche ¿de verdad creía que iba a seguirle cuando acababa de ponerme el pijama?

- Tenia unas cosas que hacer pero me iba ahora y he pensado que como no podías ir porque no tenías nadie que te llevara, te podías venir conmigo.

- Am... -fue mi contestación, acaba de joder mi maravillosa excusa -bueno -improvisé -no te preocupes por mi, tú vete que yo no tengo ni la maleta hecha -le sonreí intentando agradecerle el que se hubiese preocupado aunque sólo fuese ligeramente por mi.

- Son tres días, no creo que tardes mucho en hacer la maleta -¿por que no se iba de una vez? ¡Se lo estaba poniendo a huevo! Yo sabía perfectamente que no le caía bien, sí solo quería aparentar ser amable llevándome a Brighton le estaba dando la excusa perfecta para que quedase bien y no tuviese que llevarme - Raquel, no me voy a ir hasta que no entres en ese coche.

Le miré con el ceño fruncido ¿acababa de sonar como un psicópata asesino o era solo mi imaginación? A lo mejor quería aprovechar que todos estaban fuera para acabar conmigo de una vez por todas.

Suspiró al ver que no soltaba el pomo de la puerta.

- Mira, tú y yo no nos llevamos bien -no, perdona, eres tú el que no se lleva bien conmigo a mi me sigues pareciendo un dios caído del cielo, gilipollas, pero un dios caído del cielo al fin y al cabo -pero se que Evelin te quería allí con ella...

Amigo... Todo esto era por Eve, creía que era un buen gesto por su parte llevarme a Brighton, quería ganar puntos vamos. Olvidando el hecho de que no se preocupaba por mi como antes había pensado, me parecía un detalle muy bonito por su parte y sí él podía dar su brazo a torcer conmigo por Evelin yo podía ir y olvidar que allí estaba Niall, no iba a ser menos que el cabezota de Zayn.

- Pasa -le invité a entrar -dame media hora.

Subí las escaleras rápidamente y me puse a organizar una pequeña maleta con lo básico. No quería que Zayn me odiase también por ser una tardona así que cuantas menos vueltas le diese a lo que llevarme menos tardaría. En menos de media hora bajé y enseguida nos pusimos en marcha. Me aseguré de que los gatos tuvieran comida y agua para los próximos días y subí al coche ya en marcha, que conducía Zayn.

- ¿Cuanto se tarda en llegar? -pregunté nada más alcanzamos la autopista.

- Unas dos horas más o menos -contestó sin apartar la vista de la carretera.

- No sabía que condujeses -se me escapó, juro que no pretendía abrir la boca en las dos horas de viaje para no molestar más de lo que ya lo hacía, pero a veces hablaba antes de pensar.

- Me saqué el carnet hace poco -dijo sin darle importancia, cosa que me sorprendió. 

Ahí se acabó nuestra conversación y los siguientes cuarenta y cinco minutos los pasé luchando conmigo misma por no bostezar de puro aburrimiento. Al fin a Zayn se le ocurrió la idea de poner la radio, cosa que al menos hizo que el ambiente no fuera tan sumamente tenso. Pero como no podía ser de otra forma, mi suerte no duró mucho y empezó a sonar una de sus canciones "Midnight Memories", nada más Harry cantó la primera estrofa cambie la emisora rápidamente. Esta vez, Zayn sí que apartó la vista de la carretera para mirarme con cara de pocos amigos.

- ¿No te gusta la canción? -preguntó con tono calmado volviendo a centrarse en conducir.

- No es la canción lo que no me gusta -contesté -es mi mente, que no necesita más recordatorio.

Clara y directa, quizás demasiado brusca pero a Zayn no parecía molestarle aquello.

- ¿De Harry o de Niall? -preguntó.

<Será cerdo> pensé para mi misma, pues no pensaba darle el gusto de no contestarle y que se pensara que me había pillado.

- Ambos.

Una ligera risa sarcástica se le escapó. Y me cabreó, demasiado.

- ¿Por qué eres tan subnormal conmigo? -abrió los ojos sorprendido por mi comentario -¿de verdad sigues creyendo que estoy jugando? ¿Acaso te haces una idea de lo mal que lo he pasado yo con toda esta mierda? Con tu queridísimo amigo Niall, que por sí no lo sabes era él el que jugaba conmigo y no al revés.

Me crucé de brazos y miré por la ventana para intentar calmarme, había hablado con un tono de voz normal pero por dentro estaba al borde de un ataque de cólera. No esperaba que me contestara y sinceramente no quería que lo hiciera, porque seguro que era algo hiriente y no me apetecía tener que bajarme del coche en medio de la nada y hacer auto stop de vuelta a Londres.

- ¿Por que tuviste que irte con Harry después de que Niall te dejara? -eso me dolió -¿No había más tíos?

- No pienso hablar contigo de esto, ni de esto ni de nada, no tengo por que darte explicaciones.

- Y yo no pienso dejar que le hagas más daño a ninguno de los dos.

- ¿¡Cómo que "más daño"!? -dije haciendo el gesto de las comillas con los dedos -mira lo de Harry te lo acepto porque, aunque no lo he hecho a posta, por mucho que no lo creas, no me he portado bien con él. ¿¡Pero el idiota de Niall!? -me fulminó con la mirada -sí, ¡idiota! ¡A ese no le he hecho daño, a ese le da exactamente igual todo! Él es un mentiroso de mierda y sí no lo quieres ver porque es tu mejor amigo a mi me da igual, pero no me vengas con más gilipolleces porque no tienes razón y no sabes una mierda -fue a contestar pero le corté -y sí me fui con Harry después fue porque era la única persona con la que no me pasaba las veinticuatro horas del día llorando, porque me ayuda el estar a su lado. Pero no te preocupes porque ya he cortado esa relación de raíz también. Que no eres el único que sabe que no estaba bien. Eso sí, y que te quede bien clara una cosa, yo quería a Niall, le quería de verdad y jamás en la vida le habría hecho daño a propósito.

Me giré como pude para darle la espalda y me centré en mirar los árboles pasar por la ventana. No tendría porque haberle dado ninguna explicación, pero me sacaba de mis casillas que creyera que lo sabía todo cuando no tenía ni puñetera idea de lo que estaba pasando.
La radio dejó de sonar, con lo que supuse que la había apagado y seguramente lo había hecho porque a mi me gustaba escucharla. Bufé exasperada por tener que pasar más tiempo con él en ese maldito coche.

- Lo siento -espera ¿qué? Me giré hacia él con el ceño fruncido ¿que había dicho?

- ¿Perdona? -le contesté incrédula.

- Que siento como te he tratado desde que te conocí.

- ¿Enserio? -no podía creérmelo.

- ¿Por qué es tan difícil de creer? -una risa sarcástica escapó de mis labios.

- Hombre no se... Podría darte unas cuantas razones...

- Mira, sigo sin fiarme completamente -ahí volvía Zayn -pero, quiero hacer un esfuerzo por intentar que nos llevemos bien. -Le miré con una ceja levantada y una media sonrisa -¿que?

- Esto es por Evelin... -negó rápidamente con la cabeza con el ceño fruncido -¡vamos que sí es por Eve!

- Que no.

- Que sí, que tú quieres ganar puntos...

- No quiero ganar puntos pero sí eres su mejor amiga supongo que será por algo.

No sabía sí era por Eve o por qué, pero la verdad es que me gustaba demasiado la idea de que Zayn quisiera arreglar las cosas o al menos intentarlo, así que no podía decirle que no.
- ¿Entonces vas a dejar de juzgarme sin conocerme?

- Depende de sí tú vas a ser una de esas personas sarcásticas que te recuerdan todo el rato los errores.

Sonreí contenta, así que ahora el trato que me había dado durante todo este tiempo lo consideraba un error...

- Prometo que no -contesté levantando la mano como sí hiciese un juramento.

- Pues yo prometo no juzgarte.

Sonrió ligeramente en mi dirección, claramente no estaba del todo convencido, pero al menos lo iba a intentar y eso era de agradecer.


[Eve]

Niall y Liam habían invitado a lo que según ellos eran "cinco o seis chicas" pero allí solamente había dos. Una pelirroja, mona, para que negarlo pero un tapón, literalmente, no debía de llegar al medio metro. Y la otra era rubia con las puntas azules, pero por mucho que le gustase ese estilo esa tía no las llevaba bien, tenía el pelo estropajoso, pero eso sí, un cuerpo con unas curvas que ni una montaña rusa.

Celia se dirigió hacia Liam con paso firme y le agarró del antebrazo alejándole de la pelirroja que había decidido que quería asfixiarse con sus propias tetas.

- Discúlpanos un segundo -le dijo a la chica antes de llevarse a Liam. 

- ¿Qué pasa Cel? -preguntó éste colocándose el gorro negro, sí, lo llevaba dentro de casa, incomprensible.

- No me mientas ¿vale? Pero ¿habíais invitado a más gente o sólo van a venir estas... -se mordió la lengua para no llamarlas petardas -chicas?

- Eh... -se rascó la cabeza en un gesto nervioso.

- Ósea que no -le cortó Celia cruzándose de brazos molesta.

Liam se rio y le agarró por el cuello con un brazo.

- ¿Y a ti que más te da Cel? -le preguntó mientras ella intentaba librarse de su amarre.

- ¿A mi? ¡Me da igual! Pero no quiero que... -no sabía que era lo que no quería -¿y sí nos roban algo?

Liam se echó a reír a carcajada limpia.

- ¿Robarnos? -no podía dejar de reír -¿nuestra colección de sellos, dices?

- Bah, vete a la mierda -le contestó ella apartándole de un empujón -este es gilipollas -se dijo para sí misma mientras se iba donde estaba Eve con Ian.

- ¿Por que esa cara? -le preguntó el rubio con una media sonrisa.

- Es la que tengo. -contestó seca.

Eve miró a Ian oliéndose problemas y le dio un trago a su copa sin decir una palabra.

- Perdón -dijo rápidamente -es que no entiendo que hacen estas petardas en "nuestras vacaciones".

- Ya somos dos -contestó Evelin.

- Yo me alegro de que no haya venido Raquel -añadió Ian -no creo que le hiciese ningún bien ver a Niall con la rubia esa.

- Esta es una de las cosas por las que te aprecio Ian, eres una más -dijo sonriendo aunque a él no le hiciese ninguna gracia.

- Pero en guapo -añadió Cel -y tío, gracias a dios.

- Así que ¿guapo? -dijo este levantando una ceja insinuante.

- Oh dios... -se lamentó Eve al ver a Ian en modo "ligón".

- No hay mucho donde elegir por aquí... No te lo tomes enserio -le contestó Celia.

- Bueno, venga, adiós -dijo la rubia notando que ahí ya solo estaba de sujeta velas. 

Se dirigió hacia Harry que al verla llegar se puso a mover los hombros en un intento de baile, haciéndola reír, le agarró la mano y le hizo dar una vuelta sobre sí misma derramando parte de su copa.

- Harry no hay música -dijo cuando recuperó el equilibrio.

- Pero me la imagino -contestó levantando los brazos intermitentemente mientras giraba sobre sí mismo.

- ¡Ya vas borracho! -dijo esta riéndose a más no poder.

- ¿Y tú qué? -dijo al final apoyándose en la barra que separaba la cocina del salón -¿esperando a tu príncipe?

Justo en ese momento sonó el timbre Eve miró a Harry un segundo que rápidamente echó a correr para abrir el primero. Ella le empujó justo cuando llegó a la puerta estampándole contra ella.

- Menuda leche -dijo riendo y llevándose una mirada fulminante por parte de Harry.