»No tendrás otros dioses además de mí. »No te harás ídolos ni imágenes de nada que esté en el cielo, en la tierra o en lo profundo del mar. No te inclinarás delante de ninguna imagen ni la adorarás, porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy muy celoso, y no compartiré con otros dioses la honra que me pertenece. Cuando castigo a alguien por sus pecados, el castigo alcanza a sus hijos, a sus nietos y a sus bisnietos. (Éxodo 20:3-5)