Stuck In The Past


Capítulos 15 & 16



Capítulo 15


Abro los ojos y me encuentro envuelta por sábanas azul oscuro, con media luz que entre del pasillo, pues la puerta no está del todo cerrada. Busco con la mirada mi ropa interior, y al vestirme, me encamino hacia el baño, donde tomo agua del grifo y la riego en mi cabello, y en mi rostro. Hace un calor horrible. Hay sudor acumulándose entre mis pechos y en mi cuello. 
Hecho la cabeza hacia atrás y coloco agua fría en mi cuello. Cierro los ojos. Si me concentro, aún puedo sentir las manos del Justin en mi cuerpo, sus labios en mis labios, su abrazo especial. Abro los ojos y me doy cuenta de que estoy mordiendo mi labio inferior, y mis ojos brillan especialmente. No entiendo la diferencia totalmente, pero me noto mucho mejor. Creo que puedo ser bonita. Cuando me aman me siento bien. Como si todo fuese perfecto.
Salgo del baño y busco a Justin por toda su habitación. Su ropa no está tirada en el piso como estaba la mía, bueno, no la mayoría. Aún queda su camisa me siento en el piso, mirándola. La tomo y la coloco en mi regazo. Suspiro y me vuelvo instintivamente al buró. Hay una hoja de papel doblada a la mitad con mi nombre.
Estiro mi brazo y la tomo con rapidez. Comienzo a leer y al principio me río, a causa de que pienso que es una broma. Cuando termino de leerla, me levanto y corro hacia el pasillo. Entro a mi habitación y busco a Justin por todas partes. No. Tiene que estar bromeando. 
Lo busco por todos lados y no lo encuentro. A cierto punto, mis lágrimas comienzan a salir. Corro hacia su habitación de nuevo y reviso sus cajones. Hay menos ropa que antes. No se llevó todo, pero se nota mucho lo que hace falta. Cierro el cajón de golpe y me dejo caer al piso, tomando su camisa. La sostengo con fuerza en mi pecho y suelto el llanto que me había impedido soltar. ¿Cómo pudo hacerme esto?
Lo noté extraño al momento de volver del trabajo, pero ni siquiera me dio tiempo de preguntarle nada. Tan solo llegamos y me hizo el amor. Como nunca. Como si fuera la última vez. 
Y así fue. 
Se ha ido.
Me ha dejado sola.
Me ha traicionado.
Escucho la puerta abrirse, y de pronto pienso que es Justin. Tomo su camisa y me la pongo, pera cubrir mi sostén y mis bragas. Corro hacia el recibidor y me encuentro con Addy y Jace con rostros apagados y casi tan dudosos como yo.
No soporto más. Corro a sus brazos de mi amiga y me pongo a llorar como niña pequeña repitiendo que mi Justin se ha ido. Ella se vuelve con Jace y el asiente, dejándonos solas.


—Sé que ustedes saben donde está… —Murmuro casi para mí misma. —Díganme por favor, no tienen idea de cuánto lo necesito. Por favor…
—El me llamó avisando que debía venir a verte. Solo eso ________. No tenía idea de nada, lo juro.
—Debe haber una explicación. —Jace saca su teléfono y marca a Justin. Me tranquilizo un poco en los brazos de Addy y espero a ver el rostro de Jace. —No me responde.
—Trata otra vez. —Exijo doblando mi labio inferior, comenzando a llorar de nuevo. —
—Yo intentaré, mientras ustedes platican con calma. Estaré en la habitación. —Jace suspira y camina hacia mi habitación. Intentando de nuevo. —
—No entiendo nada. —Dice Addy con su voz enferma. —Justin no haría eso, de verdad no tiene derecho, no tiene razón, no tiene porqué hacerlo. 
—¿Entonces porqué lo hizo? —Pregunto sacada de quicio. —Solo pensó en que estaría muy mal y te llama. ¿Es eso correcto? ¿Tiene algo de vergüenza? 
—Vamos a averiguar qué fue lo que pasó. Te lo prometo.


***


—Perdona, estaba conduciendo. ¿Qué ha pasado? —Contesta Darcy cuando recibe la llamada. —¿Jace? ¡Hola!
—Perdona la molestia, pero… estoy buscando a Justin. ¿Se ha comunicado contigo?
—Justin no me llama muy seguido que digamos. —Recuerda ella, algo melancólica. —Pero no, ni he escuchado de él, ni he logrado saber en qué anda. 
—Es muy urgente. Si lo ves, llámame.
—Bien. ¿Es todo? 
—Si, gracias Darcy, te debo una.
—Ya veré qué hacer.


***


Jace sale de mi habitación derrotado. No tiene noticias de Justin. No contesta su teléfono. Posiblemente el idiota lo tiene apagado. Addy me prepara algo de té caliente mientras me lo tomo, me soba la espalda como si estuviera enferma. Me gustaría decirle que mejor yo la atiendo, ella es la enferma, pero no digo nada, porque me pide que lo único bueno que puedo hacer es tomarme el té y esperar. 
Así lo hago. Aún siento ese piquete extraño en el pecho que me dice que no hay nada bien en este momento, y que está de sobra ser positiva. Pero me mantengo callada. Ante todo, solo asiento, dibujo media sonrisa en mi rostro y nada más. 
Jace recibe un mensaje y cuando lo lee, le cambia el semblante. Alza la vista hacia mí y me evita. Dejo la taza en la mesa y lo observo detenidamente. Parece nervioso. Lo escruto más tiempo hasta que se da cuenta.


—¿Pasa algo Jace? —Pregunto esperanzada. —¿Noticias sobre Justin?
—________... —Jace se levanta y guarda su teléfono. —Está en las carreras.
—¿Es… aún se llevan a cabo? —Pregunto confundida. —Ahora no entiendo nada, es solo… debo ir, merezco una explicación.
—Iré por él y lo traigo de nuevo para acá. —Ofrece Jace tomando sus llaves de la mesa y dirigiéndose a la puerta. —No te muevas. Ni tú Addy.
—Quiero ir contigo. —Insisto, caminando hacia mi habitación. —Tan solo me pongo algo y listo.


Voy directo a mi habitación y saco unos jeans deslavados y rasgados, una chaqueta de tela azul oscuro. Me coloco unas botas negras y salgo para encontrarme con Jace y Addy.


—No puedo llevarte allá. —Me dice él algo nervioso. —Es muy peligroso a estas horas de la noche.
—No es tan tarde. —Insisto, doblando las mangas de mi chaqueta. —Ya he ido una vez allá y puedo cuidarme sola. Puedo ir sola si lo prefieren. Solo quiero saber qué pasa en la cabeza de Justin. Solo quiero saber sus malditas razones. 
—Aquella vez fue en la tarde ______. Había luz. —Señala Jace arrugando la frente. —En las carreras nocturnas van toda clase de pandillas esperando ver a cualquier chica confiada para hacerle daño.
—Pero voy contigo. —Me mantengo ingobernable. —Sé que no me dejarás sola. Vamos Jace. Justin se fue si decir nada, lo notaba extraño. Solo quiero saber qué diablos le ocurrió. Solo quiero eso. ¿Está bien? Sé que podrá explicármelo. 
—Addy, quédate aquí, y prepárate algo. —Señala Jace antes de hacerme una seña con su mano para que me acerque. —No tardaremos nada. Solo iremos por Justin, y hablarán todo aquí mismo. No estaremos en ese lugar por mucho.


Addy no protesta. Al contrario, se siente aliviada de no tener que ir a arriesgarse aún más. Se despide de un beso en la mejilla con Jace y me abraza. Me susurra suerte, y asiento, intentando no volver a llorar. 
Al subir al auto de Jace, hay silencio absoluto hasta que llegamos. Solo voy cruzando mis dedos como si de algo sirviera. No creo en la suerte, pero esta noche no sé en qué demonios estoy pensando. Estoy fuera de mi mente y no lo puedo evitar. Lo único que quiero es tener claro porqué Justin me hace esto. 
Al llegar a la entrada del lugar, hay muchos chicos que nunca había visto antes, junto a un contenedor metálico de basura, fumando. Nos miran extraño, y se acercan peligrosamente  pero en cuanto reconocen a Jace saludan amables y vuelven a lo suyo. Completamente cohibidos, puedo notar. 
Entramos de lleno y toda la gente de las grada está gritando y de pié. Me quedo parada justo en medio de la fila de gradas desmontables para lograr ver bien lo que está ocurriendo. Es otra carrera. Jace se posiciona frente a mí y después de un rato terminando de ver la carrera, me dice que irá a buscar a Justin en algún otro lugar alrededor. Asentí y me quedé mirando la carrera. Ésta terminó y tardaron un poco en iniciar otra.


—¿Una bebida cariño? —Pregunta alguien a mi lado. Me vuelvo y es un chico alto, castaño y tiene un cigarrillo en la boca. —
—No, gracias. —Medio sonrío y hago que presto atención excesiva a la carrera. El chico no me vuelve a molestar. —


Entre la multitud distingo a Darcy, quien va a pedir su bandera. Le toca el color negro. Ella la desdobla y la coloca al derecho sobre su brazo. Me quedo atenta a sus movimientos y poco tardo en darme cuanta de que está a punto de correr con Justin. Cuando lo veo a él, me siento de vuelta a lo que era antes. Una manera negativa. La piel se me erizó como cuando lo sentí detrás de mí con esa maldita navaja en mi cuello. 
Mis ojos se sintieron pesados de agonía, tan solo quería irme de ahí. Pero tengo que hablar con él y darle razón a lo que siento. Si el se quiere ir, que lo haga, pero que me lo diga directamente. Estoy cansada de esta clase de mentiras. Si no me quiere a su lado, que lo diga, ya que es mucho peor que diga que me ama y luego se va a vivir un estilo de doble vida que yo ya sabía que tenía. Entonces… ¿quién es el imbécil del cuento? Ya no lo entiendo.



Capítulo 16


Lo veo al final de la carrera. Nuestras miradas se cruzan, pero ya no es lo mismo. Antes no estaba consciente de lo que me hacía. De sus verdades a medias, de sus juegos mentales, de sus posibles cambios de personalidad… tal vez muy en el fondo lo sabía, pero nunca fui lo suficientemente lista para creerlo. Bueno, éstas son las consecuencias. 
Decido esperar a Jace en el auto. Creo que es una idea mejor que soportar ver a Justin actuando como justamente casi prometió no volver a actuar. 
Camino hacia la salida y cada vez apresuro mas el paso. Escucho la voz de Justin detrás de mí y el corazón se me parte en varios pedazos. No importa cuántos. El dolor es insoportable. Me toma de la cintura y me alza sobre su hombro, ignorando por completo mis súplicas  peticiones de que por favor me baje. 


—¿Qué estás haciendo? ¿Esa puta carta de qué se trataba? —Le reclamo con un nudo en la garganta. —Sé un hombre y dime lo que quieres en la cara ¿vale? No mandes a Addy para que intente decirme lo que tú no puedes. 
—________ tienes que irte. —Su mirada es la misma del Justin protector. Pero ya estoy tan confundida, que no sé en qué creer. — Te prometo que te explicaré todo luego. Aquí corres peligro.
—Ya no te puedo creer nada Justin. —Le digo. —O me explicas ahora, o te hago caso y me desaparezco. ¿Qué es eso de que mataste a alguien? ¿Te inculparon? Eres inocente…
—___________. —Suspira nervioso y abrumado. Después me besa. —


Sin previo aviso mis lágrimas corren por mis mejillas y se pasan a la piel de Justin. Tal vez sea nuestro último beso antes de que digamos adiós. Esto está entre mis planes. No siento remordimiento, no siento miedo, no siento molestia. Es solo un jodido sentimiento que no sé como describir, pero que pronto me consume hasta los huesos. Tal vez sea la advertencia de que todo se ha terminado y no hay cambio de hoja. Es cambio de historia completa.

—¿Mataste a alguien? —Le pregunto rápidamente, con miedo a su respuesta. —
—Lorraine. Liz McLaren. —Dice secamente y todo el mundo se detiene. —Una bocona.


Me suelto de su agarre y me largo corriendo. Estoy en manos de un asesino, y no es él lo que más me molesta. Sino yo, que estaba segura de que podría cambiar, pero sigue siendo el mismo y no lo culpo. Es lo que le gusta. Ama hacer sufrir a las personas y actúa como si no se tratara de eso. Aquí la única culpable soy yo. Por enamorarme de Jason McCann. Porque Justin Bieber no existe. Nunca ha existido, y aunque él lo promete mil veces, nunca existirá. 
Me detiene de nuevo y me explica sus posibles razones. Ni siquiera escucho sus argumentos totalmente claros, pero estoy hecha un mar de lágrimas. Es increíble como alguien te puede llegar a enamorar tanto para que puedas olvidar lo que siempre ha sido y le des oportunidades gratis. Oportunidades que claramente no se aprovechas y se echan en saco roto. Es muy injusto. 
De pronto muchos ruidos, que provienen de las carreras no toman desprevenidos y sin que me pase por la mente siquiera, de un momento a otro estoy con Justin tirada en el piso, cuando logro comprenderlo, soy presa del miedo y del pánico. 


—No te vayas a mover de aquí. —Me indica. —Olvida lo demás y confía en mí. Volveré por ti. Lo prometo. 


No tengo objeciones. Mi mente está en un estado de shock por todo lo que está sucediendo. Me agacho lo más que puedo y me siento en el piso, cubriendo mi rostro, conteniendo las lágrimas. De vez en cuando subo la mirada hacia el camino por el cual Justin se fue. Pero solo logro ver humo, personas corriendo y un cielo oscuro al principio, que se va haciendo rojo por las llamas provenientes de algún lugar no específico. De un momento a otro, esto se ha convertido en el mismo infierno.


***


Me alejo corriendo hacia dentro del lugar, donde todas las personas que salen atemorizadas y en pánico, me mira como si fuera totalmente un loco por aventurarme dentro de ese lugar. Pero no puedo decir nada al respecto. Esto si es mi asunto, y por más que me niegue, tengo que tratar de resolverlo, o por lo menos ganar la guerra. 
Corro hacia la entrada, donde hay personas con miedo, que corren despavoridas hacia las salidas y hacia sus autos. Otras se dispersan hacia otros lugares. Me vuelvo y observo el lugar donde está escondida _______ dudo un momento, y después me doy la media vuelta para seguir con mi camino. Confío en _______ y se que ella confía en mí ahora mismo, aunque no lo quiera. Sabe que soy su única salida de este maldito infierno en el que desgraciadamente yo la metí.
Corro hacia la pista desmantelada, y no logro distinguir nada por el humo denso que hay en todo el lugar. Gracias a las personas corriendo y a la explosión. Tal vez fue un accidente, o tal vez no. Saco mi arma y la escondo debajo de la manga de mi chaqueta. Miro hacia todos lados y no puedo ver nada. Me vuelvo hacia la salida, y aún sigue completamente bloqueada gracias a las personas. Rápidamente subo a las gradas y corro por las escaleras hasta la parte más alta. Contemplo a mí alrededor con cuidado, esperando ver a algún traidor de mi equipo. Un fuerte sonido me ensordece y un dolor punzante golpea mi espalda haciendo que caiga hacia adelante, quedando tirado dos gradas más abajo. Me quejo de dolor. Abro los ojos y me levanto lentamente, antes de ver un par de botas delante de mis ojos. Subo la mirada y me encuentro con la cara de Christopher mirándome lleno de gracia de que yo esté tirado en el suelo con una marca de un golpe de un metal directo en mi espalda. No puedo respirar con facilidad. Cuando estoy completamente de pie, Christopher retrocede y suelta el barrote de metal que lleva en sus manos. Alza los brazos y adopta una actitud altanera y sobre todo, completamente despreocupada. Me acerco hacia él un poco y retrocede, pero en su cara no hay miedo. 


—Te tengo donde te quería McCann… —Murmura en un tono con el cual solo yo podría entender lo que dice. —¿Y tu chica? Escuché que vino por ti porque quería ver en el momento en el que te entregara a la policía… pero pensé un poco. ¿Sabes? ¿Por qué te entrego si puedo darte tu merecido yo mismo?
—Eres un completo idiota. —Me burlo sin moverme de mi lugar. —Para empezar. No entiendo como el equipo pudo hacerte caso a ti. Son unos completos idiotas. Tan solo alguien con valor de más toma el arma y todos los siguen. De verdad que es patético.
—¿Patético? Patético es que tu propio equipo te quiera muerto. —Christopher se acerca paso por paso hasta que está a pocos centímetros de Justin. —Hijo de puta. Eso es lo que eres. Jason McCann… o podría decir ¿Justin Bieber? ¿Qué dirá Jackson desde la prisión si llega a saber tu verdadera identidad?
—Pensé que ese bastardo estaba muerto. —Dije para mí mismo, pero sé que él me escuchó, pues se rió más fuerte. —Si una bala en su jodida cabeza no puede asesinarlo, hay algo mál aquí.
—En eso tienes razón. —Sin decir nada más, Christopher lanza su puño contra mi estómago, dejándome sin aire rápidamente. —¡Trae mi chaqueta, imbécil!— Grita imitando mi voz.— No soy un puto mandadero. Ahora lo sabes.


Estoy agachado, intentando recuperar el aire respirando repetidas veces mientras toso. Cada movimiento es difícil. Cada exhalación me cuesta sangre, la cual sale por mi boca. Siento otro golpe un poco más arriba del anterior y me incorporo. Saco mis fuerzas sobrantes y me abalanzo sobre él, haciendo que pierda el balance y caiga por las gradas conmigo enganchado por intentar lastimarle su brazo. 
Caemos hasta el último escalón de las gradas y comenzamos a golpearnos. En un momento, tomo del cuello a Christopher y lo lanzo hacia unos contenedores de basura. Tomo rápidamente mi navaja y la encajo en su pierna. La saco de su piel rápidamente y la guardo. Corro hacia la salida, y logro pasar, pues la gente casi ha desaparecido. Miro hacia el maizal, donde sé que _______ está esperando. Corro hacia allá, entro y justo en medio me detengo. Entre la oscuridad logro verla agachada, temblando de miedo. Cuando mis manos la toman, se sorprende. 


—Tranquila nena, estoy aquí. —Digo cuando ella se esconde en mi pecho y la rodeo con mis brazos, besando su frente. —Esto no ha acabado, no puedo dejarte sola.
—Tengo miedo. —Dice al acariciar mi espalda. —
—No te voy a dejar. —Prometo. —Aunque me cueste la vida, te voy a sacar de esto. A ti y a mi familia. ¿Vale? Pero tendrás que seguirme. Tienes que confiar en mí. Por favor hazlo. No tienes ninguna salida. Te buscarán. Y a mi familia también. Debemos irnos. Pero nada de esto nos va a salir si es que tú no cooperas. Debes creer en lo que digo.
—Te creo. —Me dice mirándome a los ojos. —Confío en ti.


La tomo de la mano y la guío hacia el auto.  Nos quedamos algunos metros antes de salir del maizal, dado a que tengo que verificar que no haya nadie. Miro hacia la desértica pradera que fue usada como estacionamiento. Está mi auto y algunos más que posiblemente se quedaron tirados gracias al pánico de sus dueños. Todo está muy tranquilo.


***



Un segundo. 
Dos segundos…
Tres segundos.


—Vamos a salir. Correrás rápido y no te soltarás de mi mano. ¿Entiendes? —Ella asiente, mirando hacia su objetivo. —Lo más rápido que puedas. Vamos.


La toma de la mano con fuerza y salen corriendo del maizal. Los primeros metros los recorren a salvo, pero al casi llegar al auto, detrás de él aparece Rob, el chico del arete del antiguo equipo de Justin. Trae consigo una especie de chacos. En su cintura lleva atada una pistola y una navaja. 
Justin se coloca detrás de ________ extendiendo sus brazos para protegerla. Ella tiene que soltarse de su agarre y unas manos la toman por los brazos haciéndola retroceder. Se vuelve y el rostro conocido es el de Mark. Su barba descomunal cubre un poco su sonrisa venenosa, pero su mirada da los mismos resultados. Ella grita, Justin se vuelve, y recibe una patada en el estómago de nuevo.


—Mierda… ¿qué no saben que hay otros lugares, hijos de puta?


Rob y Mark se ríen. Aparece el resto de la pandilla. Un nuevo chico y Christopher. La pandilla está incompleta. Taylor le dijo que eran todos, pero….


—¿Tus traidores amigos son como tú? —Pregunta Justin levantándose, mientras lanza un puñetazo a Rob, mandándolo directo al suelo. —Se echan para atrás, te dejan tirado. ¿Te suena eso?
—No tenían las agallas. —Musita Christopher. —Cuando acabe contigo podré poseer a ese bombón que tienes como chica. 
—Ni siquiera te atrevas a tocarla. —Amenaza Justin. —Esto de que no se atreva todo el grupo a enfrentarme me dice una cosa. No tienen agallas, exactamente lo que tú dices. Pero bueno. Esto que tú haces es más cobarde que lo que ellos hicieron.
—Mírate ahora, y luego decides lo que quieras.


Las manos grandes de  Mark la sostienen con fuerza y lastiman sus brazos. Ella ha dejado de forcejear, pero tiemble de miedo y no sabe cómo, pero ambos se mueven de un lado al otro, ella intentando escapar y Mark solo sosteniéndola, mirando la escena que tienen en frente. Justin se gira, manteniendo el contacto visual con Christopher. Ambos con el arma en sus manos. Justin aún con su navaja, y Christopher tiene la suya, pero aún no se apuntan siquiera. La mirada de Justin se centra en la de ________. 
Algo le dice.
Algo quiere que sepa.
Pone atención.
Se tranquiliza.
Los ojos de Justin la miran a ella, y después al suelo. Ella mira hacia abajo, pero no encuentra nada con significado. Vuelve a mirar a Justin, discute con Christopher, pero sigue mirándola a ella. Vuelve a bajar la mirada y deletrea “abajo” cuando su enemigo se ha despistado.
Ella asiente, pero no está segura de lo que le ha querido decir. ¿Abajo? ¿A qué se refiere? No lo pierde de vista a él ni a sus movimientos. De nuevo ve algo inusual en los labios de Justin y pone atención. 
“Uno”
“Dos…”
“Tres.”
“Abajo”.
Las manos de Justin se mueven rápidamente, después de tanta charla sin sentido con Christopher y saca su arma de fuego rápidamente. Apunta hacia donde están _______ y Mark  y ella logra soltarse, dado a que Mark reacciona y pone las manos en alto, soltándola y se tira al piso. Segundos después escucha un disparo y Mark cae muerto a su lado. Ella coloca sus manos sobre su nuca y se queda tirada en el piso, temiendo por lo que se avecina. 
Alza la mirada y Justin está siendo golpeado por Christopher, y Rob. Éste último lo sostiene por la espalda, y él logra darle una patada a Christopher en la mano, logrando que se le zafe su arma. ¿Qué debe hacer? Se levanta un poco, pero se vuelve a dejar caer, al escuchar un grito de dolor de Justin. Cierra los ojos al escuchar cómo lo golpean. Mira hacia donde cayó el arma de Christopher y se levanta rápido. Corre y la toma. Rob logra mirarla y deja caer a Justin, malherido al suelo. Los dos enemigos se vuelven hacia ella, quien tiene el arma temblando junto con sus manos. Apuntando a ellos. 


—Estoy harta. Me han cansado. —Dice ella, no muy segura de sí. —Si alguno de ustedes se mueve, juro que les vuelo la puta cabeza. ¡Lo juro!
—Uy, basta, tranquila preciosa. —Se burla Christopher, pero aún así no da ni un solo paso. —Volvemos a la misma lección. Agallas. Nena, no estás hecha para vivir una vida con… —Da un paso adelante y ________ aprieta el gatillo sin apuntar y cierra los ojos. El disparo se escucha y Rob cae al suelo, sosteniéndose la hemorragia de su hombro. —¡Eah! Relájate. Vaya, que puntería… es decir… ¡Guau!
—¡No me hagas hacerlo de nuevo! ¡No te muevas!
—Podrías estar de mi lado si quisieras. —Christopher no le hace caso y sigue caminando lentamente hacia ella sin bajar las manos. No se atreve a dispararle de nuevo. —Sé mucho de ti. Justin me ha contado muchas cosas ¿Sabes? Ah, claro… todo lo contable. Me dijo que le parecía gracioso intentar ser un chico bueno con una bailarinita de ballet. Después de visitarte se encerraba con Darcy en su habitación. No jugaban Monopolio, eso está claro. Puedes vengarte. Puedes desquitarte de todas esas mentiras.
—¿A ti que más te da?
—Bueno, sí. Eres linda, pero puedo respetarte. Solo piénsalo. —Le toma el hombro, y baja el arma. —¿Me vas a decir que no te dolió saber que Justin es un asesino?
—Dolió. —Susurra ella mirando hacia abajo. —Lo odio ahora mismo.
—Desquita ese odio ¿vale? —La toma de la cintura y la hace acercarse a Justin, que aún está hincado a cierta distancia, sosteniéndose con una mano en el piso, y la otra la tiene en su estómago. Se nota que no puede respirar muy bien, y tiene sangre en el rostro. —Míralo. Es tu blanco. Solo tienes que apuntar la pistola hacia él. Con esas bonitas manos.


Susurra detrás de ella y toma sus manos. Guiando el arma hacia Justin. Él mira impactado la facilidad con la que ________ toma el arma. Ahora él es el que está del otro lado del arma. Es la víctima y no se lo puede creer. 
Ella duda, tanta es la confusión y la rabia, que podría dispararle ahora mismo. Pero tiene miedo. Mira los ojos suplicantes y cansados de Justin y no se atreve a disparar.


—¡Hazlo de una jodida vez! —Grita Christopher en su oído. —Se llama karma. Practícalo.


Su voz se aleja. Ella se vuelve hacia atrás y ve a Jace tomando a Christopher por la camisa, haciéndolo caer. Mira sus manos, aún sosteniendo el arma, pero ahora hacia abajo. Mira a Justin. Hace una mueca de dolor y se deja caer al suelo. ¿Qué estaba pensando hacer? Se vuelve hacia Jace y le arroja el arma.


—¡Jace! —Arroja el arma por el asfalto y su amigo la toma. —
—Toma a Justin y llévatelo. —Le ordena Jace al poner un pie sobre la espalda de Christopher. —¡Vamos! ¡Vete!


Ella asiente, saliendo de su shock, corre hacia donde está Justin y lo ayuda a ponerse de pie. Él no puede. Intenta de nuevo.


—¿Qué ibas a hacer? —Pregunta él en un quejido. —
—Cállate y ayúdame por favor. —Pide ella tomándolo del brazo. —Vamos, no hay tiempo. Levántate por favor.


Al tercer intento, logra levantarlo. El se queja de dolor, y comienzan a caminar hacia su auto. Justin no puede evitar quejarse y apretar los ojos a causa del dolor en su estómago y en su pierna. Lamentablemente no puede conducir.


—¿No puedes conducir? —Pregunta ________ sacando las llaves del auto de los pantalones de Justin. —Pero yo no…
—Entra. —Ordena Justin. —No. Ayúdame a subir, primero.


Rodean el auto, y abre la puerta para él, ayudándolo a sentarse en el asiento del copiloto. Le abrocha el cinturón y lo mira. Él evade su mirada y solo ve al frente. Está molesto. Debería de estarlo. Estuvo a punto de traicionarlo. Cierra la puerta y corre a su lado del auto. Cierra la puerta y mira el tablero. 


—¿No sabes conducir? —Pregunta Justin impaciente. —¡Mierda ______ no me jodas! ¿Sabes encenderlo siquiera?


Ella duda, pero con movimientos tensos y torpes, logra encenderlo. Mira a Justin y él duramente le indica que meta primera velocidad. Señala lo que debe de hacer y ella lo hace. Pronto se alejan del lugar, dejando a Jace gritándole algo a Chrisopher, aún tirado en el suelo. 
Durante todo el camino no emiten ninguna palabra que no sean instrucciones de manejo de parte de Justin. De una manera fría y de vez en cuando lanzando maldiciones a su condición. Lo mira y él la regaña, gritándole que debe mirar al frente. Sus manos se retuercen sobre el volante y le duelen los nudillos. De reojo lo mira y sabe que está pensando en algo, hace muecas de dolor, pero lo nota molesto. Tiene razones. ¿En qué mierda estaba pensando?
Llegan a su casa, donde él le ha indicado. Lo ayuda a bajar y tardan demasiado en subir las escaleras. Abren la puerta y encuentran a Addy preocupada, quien rápidamente va a buscar el equipo de emergencia. _______ ayuda a Justin a entrar en su habitación y se meten al baño. Lo sienta a lado del lavabo y espera a que Addy llegue con una bolsa de algodones, gasas y alcohol. 


—Te vas a poner bien Justin. —Susurra ______ frotando un pedazo de algodón con alcohol en la herida de su cien. —Lo prometo.
—¿En serio ibas a disparar? —Pregunta Justin en tono serio. Ni siquiera la mira. —Dímelo _____. ¿Me odias tanto ahora como para matarme?




----------------------


SI. Ah dsklnfklsd 
muy bien chicas, no es lo que yo llamo maratón, pero
fue algo interesante
y comenzamos de nuevo con la acción.
No esperan lo que viene ;)

Gracias por seguir leyendo, significa muchísimo.
Un abrazo. 

#FelizDia #FelizNoCumpleaños #LOVEANDROCKETS 


*PRIMERA TEMPORADA (Stuck In The Reality) AQUÍ: http://twitpic.com/dhdwej 
*Si cambias de username avísame por favor.
*Si no te avisé, o lo hice dos veces, regañame.
*Amo que comentes. ;)
*#NL si eres nueva y quieres que te avise. 

Mafer.