Bueeeeeeeeeeeenos dias!!!!! Bueno primero de todo felicidades atrasadas a @mybradfordlove siento no haber podido subir el domingo para dedicartelo pero aqui lo tienes :) espero que te lo pasaras muy bien!!!! 


CAPÍTULO 37

La vio desaparecer por la verja todavía con el corazón en un puño. Le había dicho que le quería... No se lo esperaba, no después de todo lo que le había dicho él. Lo último que habría creído que saldría de su boca sería algo como eso. Por eso bajó la guardia un segundo, le pilló completamente desprevenido. Toda esta situación iba a acabar con él.

- ¿Dónde está...? –Niall se giró para enfrentar a Harry. 

No podía odiarle, porque él no sabía nada y nada de aquello era su culpa. Pero en su interior la palabra traidor resonaba por todos los rincones, ¿había traicionado su amistad?
Niall se encogió de hombros sin darle importancia a la pregunta y le quitó la sudadera gris de las manos con un tirón. El único sitio al que podía y quería ir era a la casa de Zayn. Bueno, en realidad quería ir a buscarla pero no podía hacer eso. Condujo hasta que llegó a la casa que Zayn tenía a las afueras. Siempre le había gustado la privacidad por eso era el que más alejado de Londres vivía. Aparcó a la entrada de la casa color blanco y con los tejados de madera. Siempre le había recordado a las casa donde la gente vive en la montaña, excepto porque ésta estaba en el medio del campo. Llamó a la puerta y enseguida abrió su amigo invitándole a entrar.

- ¿Cómo vas? –le preguntó.

- Estaba en casa de Harry –soltó sin más atravesando el amplio recibidor hasta sentarse en uno de los largos sofás blancos que había en el comedor.

- ¿Ella estaba con Harry? –preguntó el otro sin poder creerlo mientras se sentaba a su lado. Niall asintió con la mirada fija al frente –joder... Mira que lo sabía. 

Eso captó la atención del rubio.

- ¿Como que lo sabías?

- No que lo supiese, pero me lo imaginaba –el otro seguía sin entenderlo.

- ¿A ti nunca te cayó bien Raquel verdad? –Zayn no contestó, dándole así la respuesta -¿por qué?

- Porque jugaba con los dos y lo sabes Niall.

- Me eligió a mí.

- Eso lo sabes porque te lo conté yo.

- Por lo que sea, pero es la verdad.

Sí, Harry, al igual que Niall, había ido a contarle toda la historia a Zayn desde el principio. Desde el primer día que fueron al McDonald's hasta el día en que ella le dijo que quería estar con Niall. Por eso Zayn conocía los dos lados de la moneda y por eso también pensaba que Raquel solo jugaba con ellos, aunque la verdad es que en el cumpleaños parecía que realmente se había decidido por Niall. Cosa que acababa de ser desmentida sí es que realmente habían pasado la noche juntos, nada más romper Niall con ella.

Suspiró al ver a su amigo tan destrozado, apoyado sobre sus rodillas y con las manos en la cara prácticamente tirándose del pelo.

- A lo mejor acababa de llegar... –intentó animarle pero el rubio negó con la cabeza.

- Estaba allí antes incluso de que llegásemos nosotros. Te aseguro que ella no madrugaría a posta para llegar a casa de nadie antes de las diez de la mañana. –contestó sabiendo que cada palabra que decía era cierta.

- Lo siento tío –le dijo Zayn apoyando una mano sobre su hombro –se lo duro que está siendo para ti...

- No, no tienes ni idea –contestó levantando la cabeza para mirarle con ojos acuosos –no creo que nadie pueda imaginarse lo que siento. Me paso los días pensando en sí he hecho bien y cada segundo estoy más seguro de que la he cagado y luego pienso que no, que es lo mejor para ella –parpadeó varias veces conteniendo las lágrimas.

- Te voy a ser sincero –dijo Zayn –y eso que sabes que yo preferiría que no estuvieses con ella. –se rascó la nuca pensando sí decirlo o no –todavía no entiendo por qué la has dejado.

- Ya te lo he explicado un millón de veces –le repitió Niall con tono cansado –no puedo hacerle esto, nadie quiere que estemos juntos...

- ¿Nadie para ti son las fans? –Le cortó el otro -¿acaso Raquel se ha quejado de los comentarios en contra de su persona?

- No... Pero porque se mete en Twitter cada cien años, pero yo sí los he visto y las fotos y los artículos de las revistas. ¿Crees que puedo hacerla pasar por todo lo que nuestro éxito conlleva? No sería justo. Mira a Danielle y a Liam, como acabaron por lo mismo y eso que Dani sí que es un poco más conocida. Pero Raquel es una persona normal y estoy seguro de que no podría hacer oídos sordos como hace Eleanor, no creo que sea tan fuerte la verdad.

- ¿Por qué no dejas que ella decida?

- Porque diría que le da igual –contestó –pero estoy seguro de que no lo aguantaría mucho tiempo. A nadie le gusta no tener una vida privada y para nosotros es lo que hay por vivir nuestro sueño, pero ella no tendría nada bueno a cambio.

Y no había persona a la que le doliese tanto como a él todo eso, dejar pasar a la chica que podría haber sido “La Chica”.

- ¿A ti? –dijo Zayn al final -¿no crees que ella estaría más que dispuesta a renunciar a parte de su vida personal por ti?

No tuvo que pensar la respuesta mucho.

- Sí, no tengo ninguna duda –contestó Niall al final –pero soy yo el que no está dispuesto a que lo haga. No merezco tanto la pena.



Había llegado a lo alto de Primrose Hill, bueno, los últimos metros casi había tenido que arrastrarme para llegar a la cima. No era muy deportista y el carrerón había sido importante. Huir de Niall se estaba convirtiendo en una costumbre. Cada vez era peor, verle no hacía más que acabar con lo poco que creía que había superado. No le había importado que le dijese que le quería, pensaba que sí, que por un segundo había vuelto pero no, tan solo imaginaba cosas, que era lo mío. No quería verle nunca más. No podría enfrentarme a él otra vez.

Suspiré arrancando unos cuantos hierbajos. La verdad es que tampoco me apetecía ver a Harry, me sentía mal solo con mirarle. Odiaba que ellos dos estuvieran enfrentados y estaba segura de que ahora lo estarían. Así que no podía volver a su casa, aunque ojalá pudiese ir a algún sitio donde nadie me encontrase. Mi casa estaba descartada porque todos sabían donde vivíamos, sólo se me ocurría una persona a la que llamar que pudiera y estuviera dispuesta a esconderme.

- ¡Rach! –dijo contenta obviamente sin saber que estaba pasando.

- Cel ¿puedo ir a tu casa?

- Claro, te voy a buscar ¿dónde estás? Iba a salir con Liam así que te puedes...

- No, no, no –le corté –no le digas a nadie que estoy contigo...

Se hizo el silencio en la línea por unos segundos. Podía imaginar a Celia sin entender que era lo que estaba pasando.

- Vale... Te pregunto cuando llegue entonces.

La dije donde podía recogerme y a los veinte minutos estaba a la entrada del parque en el que me encontraba. Entré en su coche algo destemplada y me encontré con sus grandes ojos marrones mirándome fijamente. Obviamente estaba esperando a que le contase todo lo sucedido.

- Mira que eres cotilla... –se rio ante mi comentario.


- Sí te voy a esconder en mi casa tengo que saber el motivo –sonrió de oreja a oreja -¿no crees?

- Supongo que es lo justo, sí.

De camino a su casa le expliqué todo lo que había pasado y sorprendentemente no lloré. La cara de Celia cuando al final aparcó frente a una casa más grande que el resto de las de la calle, estilo victoriana de barrio residencial era un cuadro.

- ¿Estamos hablando del mismo Niall? ¿De orejas puntiagudas? –asentí.

Podía entender lo difícil que podía llegar a ser creerse todo lo que Niall había soltado por esa bocaza, cuando era uno de tus mejores amigos. Por eso Celia estaba completamente anonadada por la revelación. Fue en ese momento que dudé, ya no estaba tan segura de que me creyese y de que me fuera a esconder. Pero Celia abrió la puerta con un ligero bufido de disgusto y entró con el ceño fruncido.

- Idiota –dijo por lo bajini –es tonto –siguió murmurando más para sí misma que para el resto del mundo –seguro que se ha emparanoiado con cualquier cosa que se le ha ocurrido –dejó su bolso y las llaves en el recibidor de madera caoba de la entrada y al final se giró a mirarme -¿pretendes entrar en algún momento? –preguntó con una sonrisa divertida.

Se la devolví, contenta de que me creyese y poder contar con una amiga como ella. Era increíble la confianza que se podía coger con una persona en tan poco tiempo, y con Celia eso era así.



- ¿Como que no viene a trabajar? –preguntó Evelin a Matt con cara de pocos amigos.

- No se encontraba bien y he dejado que se tome unos días libres –le contestó sin más –tranquila Evelin que no tendrás que hacer su turno.

Eso no era lo que le importaba, lo único que le molestaba era que su mejor amiga no cogía el teléfono y ahora resultaba que iba a faltar al trabajo y Matt se enteraba antes que ella. Fuera como fuese, sí, estaba molesta con Raquel, entendía que no estaba en su mejor momento pero precisamente por eso debería contar más con ella. Para algo estaban las amigas y ella quería estar tanto en lo bueno como en lo malo.

Cuando acabó su jornada y llegó a casa su teléfono empezó a sonar con la canción de "When a Fire Starts to Burn", el nombre de Harry apareció en la pantalla y descolgó preocupada por su amiga.

- ¿Que ha pasado? –preguntó con urgencia.

- No sé, ¿dónde está?

- ¿¡Cómo que donde está!? –dijo alterada -¡pero sí estaba contigo!

- ¡Se fue esta mañana! –Resopló al otro lado del teléfono –pensé que habría vuelto a casa o que estaría contigo.

- Pues no, no está ni conmigo ni en casa ¡la has perdido!

- Niall tampoco está en su casa –contestó Harry –he ido a verle y...

Su tono de voz triste se apagó, claramente estaba disgustado con toda la situación y a Evelin se le encogió el corazón al imaginarse a Harry, siempre tan alegre y amable, triste y desolado.

- ¿No creerás que el rubio estúpido la ha raptado? –dijo eso para intentar relajar el ambiente, la posibilidad ni siquiera se le pasaba por la cabeza.

- No. Niall estará con Zayn probablemente.

<Zayn> pensó ella un segundo, olvidándose del resto. Ni siquiera le había visto desde que habían llegado.

- ¿Por qué no vas a buscar a Niall y yo busco a Raquel? –propuso la rubia dirigiéndose hacia la habitación de Ian.

- Porque Niall me odia. –Contestó sin más –pero a ti no...

- No me jodas Styles –dijo ella parada en medio de la escalera -como me encuentre con ese, probablemente le arranque cada uno de sus pelos rubios antes incluso de darle la posibilidad de hablar.

Y el verdadero problema ahí sería encontrarse con Zayn. No se había preparado para eso. Es más, pensaba que no le volvería a ver en una larga temporada, aunque nadie dijo que eso le gustara.

- Eve, esto tiene que terminarse. Yo tengo que hablar con Niall y él conmigo, sinceramente. Y Raquel tiene que estar contigo y no perdida dios sabe dónde, estoy seguro de que estás igual de preocupado que yo.

- Que te quede clara una cosa –contestó –yo estoy más preocupada que tú ¿sí?

Una ligera risa escapó de los labios de Harry.

- ¿Entonces le vas a buscar?

Dudó unos segundos aunque la respuesta estaba clara en su mente, ya no se trataba de Niall, se trataba de Zayn.

- Sí, pero tú busca a Raquel y cuando la encuentres no la pierdas, otra vez.

- Hecho, llámame con lo que sea.

- Lo mismo te digo –colgó y en ese instante volvieron a llamar -¿y ahora que Harry?

- Um... Yo no soy Harry –la voz de Rach le tranquilizó –estoy en casa de Celia, Eve. Quería que lo supieras por sí estabas preocupada o algo... –cuando se ponía nerviosa o se sentía culpable empezaba a hablar demasiado rápido –siento no haberte llamado antes, después de esconderme en el armario, Niall volvió y me vio y discutimos. No sabía a dónde ir para que ninguno me encontrase así que llamé a Celia, pero no es su culpa porque la hice prometer que no diría nada... ¿Estás muy enfadada...?

- No muy... –dijo ella algo orgullosa pero aliviada de saber donde estaba –pero esto te va a costar unas cuantas bolsas de Skittles.

- Todas las que quieras –contestó la otra más animada.

Se oyó un ruido al otro lado del teléfono y un "¡déjame a mí!".

- Eve –Celia estaba al teléfono -¿por qué no te vienes a mi casa y pasamos una noche de chicas? –Eso sonaba demasiado bien –ah y dice Rach que no le digas a nadie donde está. ¿Vienes o qué? –preguntó con tono alegre.

- Primero tengo que hacer una cosa... Pero luego me tenéis allí –contestó animada.