Capítulo 14: De citas.



{Narra Zayn}

Lleve a Lea a un restaurante que me recomendó Cristina del mejor amigo de su hermano. El restaurante se llamaba ‘Thirteen’ y estaba en una esquina de una especie de mini plaza. Pasamos una agradable velada, primero hablamos mientras cenábamos y nos conocimos un poco más. Después fuimos a dar un paseo según donde nos llevaba el viento.
- Sabes me lo estoy pasando muy bien, nunca imagine que mi primera cita iba a ser con alguien como tú- atrevió a articular Lea.
- ¿Te refieres a alguien famoso?
- No, que va. A mí no me interesa tu fama. Me refiero no sé, a alguien tan increíble como tú- no pude evitar sonreír.
- Yo también me lo estoy pasando genial, nunca había tenido tanta confianza con una chica tras el salto a la fama.
- No te creo- rió.
- A ver, bueno con Perrie y Cristina me pasa lo mismo pero no es lo mismo. Además… Es que verás… Organicé todo esto para decirte una cosa.

Ya habíamos entrado la urbanización donde estaba el piso de los abuelos de Cris. Estábamos abriendo la puerta del portal y subiendo las escaleras. Nos cruzamos con un joven muchacho, creo que de mi misma religión. Se nos quedó mirando un rato disimuladamente tras saludarnos. Nosotros seguimos subiendo las escaleras.

- ¿Qué me querías decir?
- Quizá sea demasiado pronto para decírtelo.
- ¿A qué te refieres?
- Nos acabamos de conocer a penas hace un mes… No sé si estoy preparado para decírtelo.
- Me asustas un poco- no pude evitar reírme.
Ya habíamos llegado a la puerta de entrada. Saqué las llaves escondidas de la planta de la esquina mientras seguía riendo.
- Me gustas- la dije antes de abrir la puerta y hacerle un gesto de ella primero. Mis palabras la pillaron totalmente por sorpresa.
- ¿Qué?
- Sí, a ver, no te amo, no quiero que te cases conmigo y lo más seguro es que no me gustes para siempre. Simplemente me gustas, igual que me gusta ver las estrellas, cantar o los comics, y podrías gustarme por mucho tiempo o solo hasta mañana.


{Narra Louis}

Era casi media noche y Lucía y yo ya habíamos vuelto de nuestra ‘cita’. La verdad, no sabía ni cómo llamarlo. Ella es mi amiga, pero siento algo por ella, y encima por otro lado está Eleanor, que aunque me haya dejado no sé… Sigo sintiendo cosas por ella, no tantas como antes… No sé. Este verano me ha alejado de ella y me ha abierto los ojos, y ya no la veo todo lo que la veía antes. Era una chica súper dulce, graciosa y guapa, pero Lucía era una chica única, divertida, simpática y ni con todos los adjetivos del mundo podría describirla.
Sin embargo, mi vida amorosa siempre ha sido un tanto rara. Dejé a Hannah después de dos años y planes de matrimonio con la excusa de centrarme en mi carrera musical y dos semanas más tarde conocí a Eleanor y comencé a salir con ella, además tardé más de seis meses en decirla ‘te quiero’. Y ahora que Eleanor me había dejado, a penas al día ya estoy teniendo una ‘cita’ con otra chica.

- Lucía, tenemos que hablar…- decidí soltar antes de ahogarme más en mis propios pensamientos.
- ¿De qué?
- Verás, eres una chica estupenda, divertida, graciosa, alegre, simpática y única…
- ¿Pero?
- Pero no puedo olvidar a Eleanor de la noche a la mañana…
- Entiendo…
- Me gustas, pero también me gusta Eleanor y me vas a tener que ayudar a olvidarme de ella.

Ella sonrió, yo sonreí. La agarre de la cintura, la acerque un poco hacia mí y bajo la luz de las estrellas de aquella bonita noche del tres de agosto, me fui acercando poco a poco a sus labios hasta que podía sentir su aliento sobre mis labios. Ambos se juntaron y nuestras lenguas empezaron a juguetear. Poco a poco separe un poco nuestras cabezas, la miré a los ojos, sonreí, y la di otro beso.


{Narra Harry}

Cristina vino a recogerme, me despedí de los chicos y de todas las chicas, bueno, menos Cris… Desde lo de esta mañana no había vuelto a hablar con ella. Me evitaba y cuando intentaba hablarla o me ignoraba o se encerraba en una habitación. No la entendía, tenía que hablar con Gemma, Louis, o alguien que me explique qué demonios la pasaba, porque hablar directamente con ella no me dejaba…
Cristina me llevó a un restaurante que estaba bastante lejos. Tuvimos que bajar todo el pueblo hasta pasar un enorme parque y descampado hasta llegar al lado de la carretera. Se llamaba ‘Blue Back’. Al parecer los dueños tenían un hijo que era uno de los chicos que nos presentó Cris la otra noche, que hablando de ella, apareció por la puerta con una chica y unos cinco tíos. Llamaron al chico y se fueron. Cristina estaba de espaldas a la puerta, así que no vio nada, pero yo pude ver como Cris entró riendo, me miró, dejó de sonreír, miró al suelo y después se volvió hacia sus amigos y se fue. Decidí pensar en otra cosa y centrarme en mi cita con Cristina. Ella me parecía una chica guapa, simpática, agradable, no entendía el odio que le tenía Cris y por qué decía que era una ‘guarra y manipuladora’.
Hubo unos minutos de silencio debido a nuestra dificultad para entendernos así que ella aprovechó y fue al baño. En ese tiempo un chaval se sentó en su sitio.

- Hey, ¿Harry, no?
- Sí. ¿Y tú eres…?
- Eso no importa. Mira Harry pareces un tío, como decirlo, legal. Tienes fama, dinero, millones de chicas muriéndose por ti, no es bueno que elijas precisamente a Cristina.
- ¿Por qué?
- Al principio podrá parecerte una chica guapa y simpática pero acabará haciéndote daño si es que no te lo está haciendo ya.
- ¿Por qué todos decís cosas así sobre ella?
- Yo solo te he avisado. Luego no me obligues a decirte ‘ya te lo dije’.
- ¿Eso es todo?
- Eso y si puedes pasarme el teléfono de Cris. Ya sabes para que no se sienta sola mientras pasas de ella y te vas con otra.
- ¿Interrumpo algo?- dijo Cristina.
- Genial- dijo entre dientes el chico antes de irse.
- ¿Qué quería?- preguntó Cristina.
- Nada, preguntarme el móvil de Cris. Una cosa, entiendo que sepa mi nombre, ¿pero cómo puede saber que la conozco?
- Esto es un pueblo, las noticias vuelan. Haces algo y a la mañana siguiente mínimo lo sabe medio pueblo.

Acabamos de cenar sin mucho hablar. Después me acompañó a casa y nos fuimos a despedir con un beso, como yo siempre hago en las citas pero ciertas personas me interrumpieron.


{Narra María}

Salí con Liam a dar una vuelta sin alejarnos mucho de la urbanización para no perdernos. Empezamos hablando de nuestras penas y acabamos en un banco, tomándonos un flash y riendo. Al sentarnos Liam sacó el móvil y al leer algo, se le borró la sonrisa de la cara.

- ¿Pasa algo Liam?- me atreví a preguntar.
- No, es solo un mensaje de Danielle diciendo que me echa de menos y no aguanta sin verme…
- Cuanto antes la llames y le digas todo, mejor será para vosotros dos.
- Supongo que tienes razón...

Liam desbloqueó su iphone. No pude evitar fijarme en su código, 1311891. ¿Cómo podía acordarse de aquello? Al principio pensé que podría ser una fecha pero sobraban números. Luego me di cuenta de que era una tontería intentar descifrar su código. Mientras yo pensaba en mis gilipolleces él desbloqueó el iphone, fue a contactos, se deslizó hasta la letra ‘D’ y llamó a ‘Danielle <3’. Liam puso el móvil en modo altavoz para que pudiese escuchar pero en cuanto Danielle lo cogió y pronunció un ‘hi love’ Liam colgó.

- ¿Qué haces?
- No puedo, la voy a romper el corazón.
- ¿Pero no querías dejarla? ¿Y todo lo que me has contado de que crees que con esto solo sufrís los dos?- y entonces el tono de llamada de Liam. Era Danielle. Él colgó y la volvió a llamar.
- Hey Liam ¿qué pasa por qué cuelgas?- dijo Danielle al coger el teléfono.
- Fue sin querer, lo siento.
- ¿Estás bien?
- No. Verás tengo que contarte algo…
- Me estás asustando.
- Te estoy haciendo sufrir.
- ¿A qué te refieres?
- A que estoy haciendo que sufras separándome de ti. Te hago daño y lo sabes pero no le quieres dar importancia. ¿Crees que no me doy cuenta de que hay noches que cuando te llamo más tarde de lo normal has estado llorando? ¿O qué no sé leer entre líneas?
- Pero a mí eso me da igual.
- Pero a mí no. Y en el fondo sé que a ti tampoco. Ya no es solo por la distancia, es por todo, por nosotros. Estoy seguro de que encontrarás a alguien mucho mejor que yo y no te hará sufrir y seréis muy felices juntos.
- ¿Eso es que me estás dejando?- preguntó Danielle tras una pausa.
- Es lo mejor para los dos.
- Estoy de acuerdo- dijo al borde de romper a llorar- pero no te olvidaré tan fácilmente.
- No quiero que esto acabe mal.
- Tranquilo Liam. Te entiendo. A penas nos conseguimos ver, sentimos el mismo dolor al llegar a poder pasar un mes sin vernos. Tú lo has dicho, es lo mejor para los dos. Además, tú estás destinado a estar con una directioner, no con una bailarina profesional que conociste en un programa. Cuanto antes hiciésemos esto, mejor.
- Me alegro que todo quede bien. ¿Amigos?
- Amigos. Adiós Liam.
- Adiós Danielle.

Y el ‘pi pi pi, pi pi pi’ se empezó a escuchar. Yo estaba emocionada, casi se me escapa una lágrima tras presenciar esto. Liam se quedó mirando unos segundos al suelo, nostálgico. Después me miró, sonrió y me dio las gracias.
- ¿Gracias? ¿Por qué?- me perdí sinceramente.
- Por todo. Quería que estuvieseis todos aquí en este momento pero al parecer todos están de citas. Gracias por ser buena amiga.

JODER. Si es que soy gilipollas. Yo pensaba que estaba teniendo una cita con Liam Payne y en realidad solo he salido a dar una vuelta con un amigo para que deje a su novia y ahora sentirme culpable de que Liam la dejara. Si yo no le hubiese dado ánimos no la habría dejado. ¿O tal vez sí? AGH, no sé. Ahora tenía un gran dilema en la cabeza.
Al cabo de unos minutos estaba tan absorbida en mis pensamientos que hasta que Cristina no dijo ‘en fin, adiós Harry’, no me di cuenta de que ya estábamos en la puerta del piso les había fastidiado todo el beso.


{Narra Niall}

Ya era bastante tarde, era casi media noche, y en vez de salir a un restaurante Laura y yo, fuimos al bar que había en la entrada de la urbanización. Estuvimos tomando algo, comiendo, hablando y pasando un agradable rato hasta que se nos hizo tarde. Nos conocimos un poco más, nos echamos unas risas y en un momento de incómodo silencio, me lancé y la besé. Y así acabó nuestra ‘cita’, quedada de amigos o yo que sé qué era eso. Después de besarla y ver que no reaccionaba, decidí que era ya tarde y nos volvimos al piso. Fueron unos minutos realmente incómodos y de silencio… Y al llegar al piso, no es que mejoraran mucho… Se metió en la habitación de María y Lucía a ver la tele y no nos dijimos nada.

Decidí aclararme la mente respirando aire fresco y mirando las estrellas, pero para mi sorpresa me encontré a Louis y a Lucía besándose en la terraza. Me quedé unos segundos flipándolo y después me volví a meter dentro. Aun sin creer lo que había visto, pensé que la mejor forma de ordenar todo lo que mis ojos habían vivido y mi mente no había procesado sería consultarlo con la almohada.
Me estaba quitando justo la camiseta cuando alguien abrió la puerta, ¿sería Laura? Me giré. No, no era ella, ella hubiera llamado. Era Zayn. Me preguntó qué tal mi cita y le explique lo que había pasado. Después yo le pregunté por su cita y me explicó lo que le había dicho a Lea y que después la había besado. Contándonos esto, todos fueron llegando. Todos menos Cris. Eran casi las tres y decidimos no esperarla despiertos, así que todos nos fuimos a nuestras respectivas camas, colchones hinchables y sofás camas y nos dormimos.


A las seis de la mañana me levanté porque me entró hambre. De repente, escuché unos ruidos por las escaleras y decidí despertar a Zayn porque era él que más me protegía. Al escuchar que los pasos se acercaban hacia la puerta Zayn cogió un paraguas. Se escuchó como la persona al otro lado de la puerta intentaba abrirla sin éxito. Poco a poco Zayn abrió la puerta. Tras descubrir lo que había detrás de la puerta Zayn y yo nos asustamos porque vimos a una chica con cara de mapache que casi se cae al estar apoyada en la puerta. Aunque más bien los tres nos asustamos y pegamos un grito ahogado que nadie salvo nosotros pudo escuchar. Al mirar más detenidamente a la chica zombie, Zayn y yo caímos en la cuenta de que era Cristina.
Estaba totalmente, no sé cómo decirlo… Tenía todo el rímel y la raya corrido por toda la cara, especialmente las mejillas y, ¿se había hecho flequillo? El caso es que aquí había pasado algo raro y por desgracia malo. Además parecía que estaba un poco borracha… Algo realmente sorprendente. Algo extraño y por desgracia malo había pasado. Cris seguía llorando y se me hacía raro verla con ese cambio de look así.
Zayn y yo estuvimos en la habitación de las literas en la que dormían Cris y Zayn para no molestar a nadie. Estuvimos allí un buen rato hasta conseguir que se desahogara y durmiera.
De momento el secreto de lo que había pasado esa noche estaba entre nosotros tres.