NOVELA:Una deuda de amor
maraton 3/3


Los ojos de _______ brillaron otra vez y al llegar a la puerta del dormitorio, la abrió.


-¿Te sientes mejor ahora? Tu intención era buena. Hacerlo feliz -le aseguró tranquilizadora mientras entraban.

Justin se la quedó mirando como si de repente se hubiera dado cuenta de algo. Mientras la miraba con intensidad, ________ se olvidó de lo que pensaba decir. Justin le pasó un dedo muy, muy suavemente por el contorno de los labios. Ella sintió que el corazón se le aceleraba y se le cortaba la respiración.

-Nunca confíes en mis intenciones -dijo Justin con palabras suaves como el terciopelo-. Siempre calculo todo, hasta el último punto y coma.

-Probablemente no puedes evitarlo...

De repente, parecía que el mundo se había detenido. _________ notaba cada inspiración que hacía, cada latido de su sangre en las venas. Cuando la besó con una dulzura casi insoportable, sintió que las rodillas se le aflojaban. Él la levantó en sus brazos y empujó la puerta con el cuerpo para cerrarla.

-Quédate conmigo. No quiero estar solo esta noche -confesó con la respiración agitada.

Y luego la besó otra vez con besos duros y hambrientos que la hicieron derretirse como la miel. Quizás hubiera dicho algo más, pero cada vez que dejaba de besarla __________ lo sostenía con fuerza. El deseo se había despertado en ella como un dique roto, arrastrando toda razón con él. Era tan poderoso su anhelo, que no lo pudo resistir

La llevó hasta la cama y se inclinó sobre ella. Le soltó el cinturón de la bata y la abrió, mientras la besaba ardientemente en la base del cuello, haciéndola temblar. Emitió un gemido.

Al oír el delatador sonido, Justin se quedó petrificado.
-No, no estoy sobrio- dijo, con cada músculo de su delgado y poderoso cuerpo tenso-. No deberíamos estar haciendo esto, cara -comenzó con jadeante urgencia-. No estoy en mis cabales.

-¿Quién dijo que tenías que estarlo? -preguntó _______, sin poder evitarlo.

Desconcertado por su inesperada respuesta, Justin le miró los ojos brillantes como estrellas y quitó las manos de los delgados brazos luchando consigo mismo.
-No me mires así -pidió trémulo.

-¿Cómo? -preguntó _______ fascinada. Justin cerró los ojos e intentó controlarse.

-¡Accidenti! -gimió- ¡Te deseo tanto... nunca he deseado a una mujer tan desesperadamente como te deseo ahora!
El reconocimiento de su propio poder femenino fue para ________ como una inyección de adrenalina. Era un poder que nunca soñó poseer. La forma en que se acercó a Justin para encontrar su boca fue totalmente irracional.

Justin reaccionó a su invitación empujándola contra la cama. Al acariciar con sus voluptuosas curvas, un gruñido de placer masculino le brotó de la garganta. Intercambiaron ardientes besos mientras ________ trataba de desabrocharle la camisa sin separarse de él.
Justin hizo un último y desesperado intento por controlar la situación.

-No podemos... -dijo. Pero ella le recorrió el torso con las manos, haciendo que la incorporara en sus brazos para forcejear como un adolescente con el camisón que se le resistía-. No podemos hacer esto -concluyó, después de explorar con su lengua los labios entreabiertos.
-Cállate -dijo _______, rozando con sus labios un liso y duro hombro. Tenía la piel salada. Comenzó a descender por su cuerpo, adorando cada una de las sensaciones que le suscitaba, sintiéndose libre.

-Di mi nombre... -pidió Justin entrecortadamente.
-Justin.
-Otra vez -ronroneó, como un gran gato hambriento, temblando cuando ella llegó a los duros músculos de su estómago.
-Justin... Justin... Justin... -suspiró sensual, ocupada en seguir cada uno de sus instintos, recorriéndole con las manos los largos y sólidos muslos, encontrando en su camino el excitado sexo masculino.

Con un incoherente resoplido de impaciencia, Justin intentó desvestirse mientras la besaba frenéticamente. El corazón de _______ cantaba, su cuerpo hervía. Nunca pensó que existiese una pasión tan fuerte y floreció al sentirla.

-Te hicieron para mí, cara -dijo Justin, tomando en su boca un rosado pezón para besarlo y lamerlo reverentemente.
________ arqueó la espalda y jadeó incontrolable, clavándole las manos en los hombros. No la preocupó perder el control cuando la arrastró a un pozo profundo de excitación en el que lo único que podía hacer era responder a la increíble intensidad de sus emociones.

-Respondes a mi pasión con la tuya -murmuró Justin con intenso placer-. Haces que el fuego me consuma, cara.

Le recorrió un tembloroso y delgado muslo, haciendo que su centro más íntimo lo reclamara con una excitación que resultaba casi intolerable. Cuando buscó el húmedo calor de su parte más sensible, ella echó la cabeza hacia atrás y se retorció. Sentía un intenso calor y electricidad recorriéndole el cuerpo.

-¡No lo puedo soportar... no lo puedo soportar! -jadeó sin control.
Justin le capturó los labios enrojecidos con los suyos y la hizo soportarlo más, durante minutos que la hicieron enloquecer. Luego se levantó sobre ella y se deslizó entre sus muslos, levantándole las rodillas. En su febril estado, ________ reconoció que por fin el insoportable dolor que le causaba su propio vacío se vería satisfecho.

-Dios... no puedo aguantar más -rugió Justin. Cuando se arqueó encima de ella, el ardiente y duro empuje de su invasión la tomó por sorpresa. La sensación le resultó tan nueva que se quedó petrificada y luego él la penetró más profundo y el agudo dolor arrancó un grito sorprendido de sus labios. Justin se quedó helado por la sorpresa.

-¿Soy el primero...? -exclamó.
Cuando el dolor disminuyó, ella se movió debajo de él sin querer hablar, deseando gozar de la increíble sensación de tenerlo dentro. Y ese pequeño movimiento destruyó el poco autocontrol que Justin había conseguido al darse cuenta de su inocencia. Con un gruñido la penetró más profundamente todavía con apasionada urgencia, incapaz, igual que ella, de desobedecer a su propio cuerpo. Y juntos capearon la tormenta de sus emociones. Lo que importaba era que él no parase, que satisficiera el anhelo que había desatado en ella.

La llevó hasta un clímax que la hizo gritar de éxtasis, con el convulso cuerpo deshaciéndose en lo que parecieron mil pedazos cuando él dio el último empujón.
Luego _______ sintió que caía y caía en un sinfín de capas de algodón. Y aunque luego recordó vagamente que Justin intentaba despertarla para hablar, no se pudo mantener despierta en brazos de la paz más placentera que jamás había sentido.

_________ se despertó cuando la sirvienta abrió las cortinas.
Pestañeó adormilada y comenzó a sentarse. Entonces se dio cuenta de que no se hallaba en la habitación de Justin

-La comida estará lista en una hora, señorita -le informó la sonriente mujer en perfecto inglés-. El señor Bieber me ha pedido que la despierte.

Una repetición en tecnicolor de lo que había estado haciendo antes del amanecer con Justin la asaltó. Oleadas de vergüenza la recorrieron. No podía comprender cómo, apenas unas horas antes, hacer el amor con Justin le había parecido tan natural e inevitable.

Justin había estado bebiendo, y no era la persona racional y poco emotiva de siempre. Pero incluso en ese estado, Justin había intentado detenerse, más de una vez había tratado de hacerla entrar en razón. Recordó con el corazón oprimido cómo le había arrancado los botones de la camisa, descartando toda inhibición. ¡Oh, Dios mío! ¿Cómo podría mirarlo a la cara otra vez?


El Justin que ella había conocido en la madrugada era un Justin vulnerable. El susto por el colapso de Jasper y su propia conciencia habían derrumbado sus defensas. Al besarla, había sucumbido a una tentación momentánea y ella había malinterpretado la situación totalmente. Lo único que Justin quería era un poco de calor humano, pero, al ser como era, había expresado su necesidad como una invitación sexual. Tendría que haberle dado un abrazo, o hablado... Todo había sido culpa suya.

¿Cómo podía culparlo a él? De ninguna manera podía hacerlo responsable por algo que ella le había ofrecido gratuitamente.

Se había sorprendido tanto cuando se dio cuenta de que ella era virgen. ______emitió un gemido frustrado. Seguro que cuando le hablaba y ella se quedó dormida le estaba diciendo que no tenían que haber hecho lo que hicieron. De repente se sintió agradecida por que la hubiese sacado de su habitación y llevado a la de huéspedes.

Se deslizó de la cama y se dio una ducha. Luego se puso un elegante traje azul sin mangas, sintiendo con cada minuto que pasaba cómo aumentaba el torbellino de sus sentimientos.

¿Por qué había tirado por la borda todos sus principios y vivido el momento sin pensar en las consecuencias? ¡No había pensado en Scott ni una vez! Claro que con Scott nunca habían pasado de la amistad. Y era evidente que su propia naturaleza era más física de lo que nunca hubiese sospechado. Seguro que por eso había perdido el control con Justin

Había sucumbido a lo que Justin había descrito antes como «pura lujuria». Se estremeció al recordarlo, pero era la pura verdad. Justin le había despertado el deseo sexual.

Era mejor enfrentarse a la verdad desnuda que tratar de buscar tontas excusas sentimentales, como pensar que se estaba enamorando de Justin ¿Acaso no se le había pasado por la cabeza mientras se dormía en sus brazos?

Pero no se estaba enamorando de Justin. Ella estaba enamorada de Scott, ¿o no? De repente, no supo qué pensar. Pero quería ver a Scott otra vez y reforzar lo que sentía por él. Amar a Scott a la distancia era seguro. Amar a Justin sería suicidio emocional. ¿Cuántas veces se lo había advertido Justin?

Mientras se sentaba ante el tocador arreglándose el pelo, sonó un ligero golpe en la puerta y la morena figura de Justin se reflejó en el espejo. Vestía un par de chinos color marrón claro y un polo negro, que acentuaba su piel. El estómago se le hizo un nudo al verlo tan guapo

Tendremos que decirle la verdad cuando se esté recuperando de su operación -suspiró ____-. Supongo que comprenderá por qué lo hicimos.

Justin le apretó la mano con fuerza.
-Cambiemos de tema un minuto antes de ir a verlo -murmuró-. Cuando hicimos el amor...
_______ reaccionó como un animal acorralado ante el cazador.

-¡Pensaba que no discutiríamos ese tema más!
-Sólo una cosa -la miró Justin reflexivamente con sus penetrantes ojos-. Me dio la extraña y maravillosa sensación de que podía haber algo más que deseo.

________ se ruborizó, humillada por lo que interpretó en esa aseveración, pero decidida a asegurarle que ella no era tan tonta.

-No te preocupes por eso, Justin.
-¿No?
__________ miró sus manos unidas un segundo y pensó con tristeza en qué mentira se estaba metiendo.

-No soy tan tonta como para pensar que es lo mismo estar enamorada que sentirse atraída sexualmente. Scott sigue siendo el único hombre para mí -afirmó con vehemencia.

Justin le soltó la mano y lanzó una carcajada sardónica.
-¡Estabas conmigo, no con él! -dijo.
-Me da vergüenza reconocerlo -murmuró _______ ahogadamente.

-¡Mas te vale! -confirmó Justin en furiosa voz baja-. Permíteme que te diga que si estuvieras enamorada de mí, te pondría un guardia día y noche. ¡No te tendría ni un ápice de confianza!

-Pero si todavía no tengo una relación con Scott -protestó para defenderse.

-¡Y si depende de mí, tampoco la tendrás! -le respondió Justin con frialdad.

Confundida por esa afirmación, _________ logró finalmente reunir el coraje para mirarlo. Justin estaba furioso y la taladró los ojos  agudos y penetrantes como puñales.

-Me has utilizado -condenó Justin con rabia-. Y no permito que nadie lo haga.

-¿Cómo te he utilizado? -preguntó angustiada, luchando por comprender qué era lo que lo había puesto tan furioso.

-¡Santo cielo!... ¡Como un maldito ensayo para Scott! ¡Y pensar que estaba preocupado porque no había tomado precauciones! ¡Ya estás tomando la píldora para prepararte para él! ¡Lo último que querrás es quedarte embarazada, y te lo agradezco, no creas! ¡Pero en cuanto termine este fiasco quiero que desaparezcas de mi vida como si nunca te hubiese conocido! -se alejó a largas zancadas.