NOVELA:Una deuda de Amor
Capitulo 1


Justin Bieber cortó la comunicación telefónica con gesto de preocupación. Conque la salud de Jasper fallaba. Ya que su padrino tenía ochenta y dos años, no tendría que resultar una sorpresa, sin embargo...
Se levantó de detrás de su escritorio y cruzó el espacioso despacho en el moderno edificio de cristal y acero que albergaba las oficinas centrales en Londres del Banco Mercantil Bieber, una construcción tan elegante como su dueño.
Pero a Justin le daba igual su entorno. Su mente estaba en Jasper Dysart, su tutor desde que tenía doce años, un verdadero excéntrico inglés, un solterón que se había dedicado toda su vida al estudio de mariposas raras, y el hombre más adorable del mundo. Mentalmente, Jasper y Justin eran polos opuestos, como si procedieran de distintos planetas, pero Justin lo quería. De repente se dio cuenta de que lo único que Jasper le había pedido quedaba aún por hacer y el tiempo no esperaba.
Unos golpes en la puerta precedieron la entrada de su ayudante ejecutivo, Bruce Gregory. Aunque normalmente era el modelo de la eficiencia, Bruce se quedó en el umbral indeciso, sujetando en la mano una hoja de papel con los dedos agarrotados.

-¿Sí? -preguntó Justin con impaciencia. El rubio joven carraspeó.
-El chequeo aleatorio de seguridad ha descubierto un empleado con problemas financieros.
-Ya sabes las reglas. Las deudas son motivo de despido inmediato. Tenemos demasiada información confidencial para correr tal riesgo.
En todos los contratos de los empleados figuraba esa cláusula.
Bruce hizo una mueca.
-Esta empleada ocupa un puesto de poca importancia, Justin.
-No veo que eso cambie nada -dijo, sin tiempo ni conmiseración para aquellos que rompían las reglas. Justin despreciaba la debilidad y la utilizaba sin miramientos cuando la descubría en sus adversarios.
-En realidad... es _______
Justin se quedó quieto. Bruce se concentró en mirar la pared para no verle la sonrisa de triunfo. Todo el mundo sabía que ____, un auxiliar administrativo en la última planta, sacaba a Justin de sus casillas.

No tenía ni una sola cualidad que no irritase a su frío y sofisticado jefe. En las últimas semanas lo había oído censurar su aspecto desaliñado, su torpeza, su alegre charla, sus constantes colectas para caridades desconocidas, y, había que admitirlo, su nivel de incompetencia en el negocio, que la había convertido en la mascota de la oficina. Justin era el único a quien no había afectado la cálida y cariñosa personalidad que la hacía tan querida por todos.
Lo cierto es que si se hubiese presentado a una entrevista nunca habría conseguido el trabajo. No tenía titulación. Fue Jasper Dysart quien le pidió a Justin que le diese el trabajo. El departamento de personal se había ocupado de ello, pero habían encontrado la tarea un poco difícil, ya que _______ era totalmente incapaz de comprender la tecnología. Había ido pasando de departamento en departamento hasta llegar al último piso, algo que le había encantado a su protector, pero que desgraciadamente la había acercado al radio inmediato de Justin

Justin extendió la mano y Bruce le dio el papel con manifiesta reticencia.
Mirando la hoja, Justin levantó lentamente una negra ceja. Era evidente que _______ Robinson llevaba una doble vida. La lista de acreedores incluía una conocida decoradora de interiores y el tipo de gastos que sólo podían corresponder a fiestas con alto consumo de alcohol.
Conque su apariencia inocente era una fachada... Durante un segundo pensó en lo horrorizado que estaría Jasper, que la creía una chica decente de costumbres hogareñas.

-Es evidente que ha sido bastante estúpida, pero si la echamos, se hundirá como una piedra-dijo Bruce-. Ella no se ocupa de nada confidencial, Justin...
-Tiene acceso.
-Realmente no creo que tenga la suficiente inteligencia como para usar ese tipo de información- dijo Bruce tenso.
Justin lo miró.

-¿A ti también te ha engañado, eh?
-¿Engañado? -se dibujó en su cara un gesto de extrañeza.
-Ahora me doy cuenta de por qué siempre parece dormida. Será la resaca.
-Supongo que el señor Dysart se sentirá consternado cuando no la encuentre aquí en su próxima visita -dijo Bruce quemando su último cartucho en defensa de _____
-Jasper no está bien. Dudo que venga a Londres en un futuro próximo.
-Lamento oírlo -dijo Bruce, estudiando la cara fría en la que no podía leer nada-. Le pasaré la información de ______ a Personal.
-No, me ocuparé de ello personalmente -lo contradijo Justin-. Veré a la señorita Robinson a las cuatro.
-Se sentirá muy mal, Justin.
-Me parece que soy capaz de ocuparme de ello -dijo Justin, con un tono de voz que hizo a Bruce ruborizarse e irse.
Solo otra vez, Justin estudió la lista de acreedores con los ojos entrecerrados. Jasper quería mucho a la pequeña _______. En realidad, en apariencia _______ era el tipo de mujer que su padrino le encantaría que le presentase como la futura señora Bieber, la clase de chica que no intimidaría a un inocente y viejo solterón totalmente al margen de los retos que presentaba la cercanía del nuevo milenio.

Así que ahí estaba. Por fin admitía que había desilusionado a su padrino, Justin se dijo con reticencia exasperada. Jasper siempre había deseado que Justin se casase y tuviese una familia. Y fuesen felices y comiesen perdices, añadió para sí, recordando con ironía a su volátil padre español y aún más volátil madre italiana, que sumaban ente los dos media docena de matrimonios fallidos antes de morir jóvenes e infelices.

Haciendo una mueca ante la idea de compartir su vida para siempre con una mujer, a pesar de que la conciencia le remordía un poco, Justin meditó el problema de la desilusión de Jasper. La experiencia le había enseñado que todos los problemas tenían solución. Una vez que se lo despojaba de los factores inhibidores de la moral y la emoción, lo imposible casi se convertía en posible.
Seguro que Jasper pensaba que sus veladas insinuaciones de lo feliz que _____ podría hacer a algún hombre afortunado habían sido demasiado sutiles como para ser reconocidas como tales. En realidad, Jasper tenía la sutileza de un martillo hidráulico y cuando Justin se dio cuenta de los comentarios de su padrino, no les había encontrado la gracia. Pero reconocía que si le dijese a Jasper que se había comprometido con _____, éste no cabría en sí de la alegría. Y como hacer feliz a Jasper era el único objetivo de Justin, no valía la pena persuadir a nadie más que hiciese el papel de su prometida. Lo que Jasper quería, decidió Justin en ese momento, era lo que se merecía recibir.

Mientras se imaginaba cómo convencerlo de la necesidad de un compromiso largo entre dos personalidades tan dispares, a Justin le comenzó a gustar la idea. Hacer feliz a Jasper. Y Jasper no pretendería que su ahijado se lanzase al matrimonio sin pensárselo.
¿Y _____ Robinson? Se hallaba entre la espada y la pared. Haría lo que le dijese. Cuando estaba cerca de él, se quedaba silenciosa y acobardada, lo cual le venía muy bien, porque Justin estaba convencido de que en caso contrario la estrangularía. Haría que adelgazase, se vistiese más elegante... Todo lo necesario para que este falso compromiso fuese creíble. Lo haría a conciencia.

-¿A las cu... cu... atro? -tartamudeó _____, pálida como una sábana junto a la fotocopiadora mientras trataba de esconder la pila de fotocopias que le había salido con letra tan pequeña que era imposible de leer-. ¿Pero por qué quiere verme el señor Bieber? ¿Es por la llamada del árabe que se me cortó?
-No sabe eso -Bruce se envaró.
-¿La ficha que saqué accidentalmente?
Bruce palideció al recordarlo.
-Te la trajiste de la compañía de autobuses.
-He intentado tanto no cruzarme en el camino del señor Bieber -tragó con un esfuerzo ____- pero siempre aparece en los sitios más inesperados.
-A Justin le gusta hacerse ver. ¿Qué tipo de sitios? -no pudo evitar preguntar.