Ámame.-HOT {Epílogo}

TRES MESES DESPUÉS.

El cielo no podía verse más hermoso mientras los colores naranjas, azul y un tono de rosa se adueñaban de él, dejando ver uno de los atardeceres más hermosos de Nueva York.

Justin había estado bastante ausente toda esa semana. Casi no había pasado tiempo con ella, y cuando estaban juntos se veía muy tenso y ¿Ansioso? Tal vez. Era sábado y la había invitado a cenar. Le había dicho que se vistiera elegante. Un vestido color verde aceituna, ceñido al cuerpo y que le llegaba un poco más arriba de las rodillas rodeaba su esbelto cuerpo. Tenía la piel ligeramente bronceada, por lo tanto el color del vestido hacía gran contraste con todo: cabello, piel y ojos. Se había colocado maquillaje en pocas capas, para verse natural pero elegante.

Hace una semana se había enterado de que estaba esperando un hijo de Justin, pero aún no tenía el valor para decírselo. Tenía miedo de su reacción. ¿Y si no quería hijos aún? ¿Y si la dejaba ahora? ¿Y si lo perdía para siempre? No lo soportaría. Justin era su vida entera, y perderlo sería morir en vida.

Pero había decido decírselo esta misma noche. Pasara lo que pasara. No podría esconder la verdad para siempre. En unos meses se daría cuenta. Era mejor salir de eso ahora. Además, veía que ésta era la oportunidad perfecta.

Hasta ahora, la única que sabía era Clarice. Se había emocionado mucho porque ahora Jake tendría con quien jugar, y ella tendría a su sobrina de una vez por todas.

La bocina fuera de casa sonó y ______ supo que Justin había llegado. Tomando su bolso, salió rápidamente por la puerta, encontrándose con un Justin Bieber bastante arreglado, recostado contra el carro, con las manos en el bolsillo, luciendo bastante sexy. ______ le sonrió y él caminó hacia ella.

Cuando la tuvo al frente, la rodeó por la cintura y sonrió, pegando su frente contra la de ella.

-Te ves hermosa, _____.

-Gracias. Tú también luces excelente.

Él sonrió aún más y le dio un beso en los labios.

______ estaba demasiado nerviosa por la noticia que debía darle, pero se obligó a sí misma a relajarse.

Justin la guió dentro del auto, y cerró la puerta para luego rodear el carro y sentarse en el lado del conductor.

-¿Y a dónde vamos?

-Sorpresa.

Dijo simplemente, y arrancó.


Ya estaba un poco más oscuro y ______ moría de ansias por saber a dónde la llevaba.

Las luces de la ciudad parecían más vivas que de costumbre y había más movimientos en la calle que lo normal. Nueva York era hermoso, sin embargo, nada tranquilo.

Para su suerte, ella tenía una casa un poco alejada de todos los ajetreos de las calles, así que estaba bastante agradecida. Casi siempre era bastante pacífico.

Justin estacionó en un parqueadero cerca del muelle donde se encontraba el yate de Ryan. Ambos se bajaron y tomándose de las manos, se dirigieron al muelle.

-¿Vamos a cenar en el yate?

Justin asintió, sonriendo. Lucía ansioso, nervioso y emocionado. Todo a la vez. ______ sonrió abiertamente al verlo así. Parecía un niño.

Las olas iban una detrás de la otra y el sol estaba listo para ocultarse. La luz del día cada minuto era más opaca y ______ sabía que pronto iba a oscurecer.

Caminando por el muelle, ______ reconoció el yate de los Bieber, más por el gran “Bieber’s” en grandes letras azules, que porque lo recordara, realmente.

Justin la ayudó a abordar, y luego siguió él. Un hombre de estatura promedio se dirigió a ellos, sonriendo y estrechando la mano con Justin.

-John, te presento a mi novia, _____ –dijo Justin, mirándola.

John y _____ estrecharon sus manos, cada uno diciendo al unísono “Mucho gusto” mientras sonreían.

-¿Está todo listo? –preguntó Justin.

-Sí señor. Síganme.

 Los dirigió hacia un pasillo lleno de pétalos de rosas que llegaban hasta un salón a solas, con tan sólo una mesa y dos sillas. Una botella de vino blanco y dos copas estaban sobre la pequeña mesa. El pequeño salón estaba rodeado por algunos pétalos de rosa y el corazón de ______ se aceleró ¿Qué era todo esto? ¿Qué planeaba Justin?

-Esto se ve hermoso –dijo, mientras ambos se sentaban en la mesa.

-Me alegra que te guste –dijo Justin, sonriendo.

-¿Todo esto para una cena? –preguntó, anonada.

Justin sonrió aún más, y dirigió su atención a John, quien estaba parado frente a ellos.

-¿Nos traerías el menú, por favor John?

Él asintió y salió rápidamente.

-¿Lo conoces desde hace mucho? –preguntó ______, mirando hacia donde John había ido.

-Sí. Es quien se encarga de organizar los platos en las cenas especiales de la familia Bieber. Es bueno en su trabajo.

-Oh –dijo ella, guardando la información que acaba de recibir. ¿Cenas especiales?- Entonces… ¿A qué se debe todo esto? –volvió a preguntar _____.

-¿No puedo tener una cena especial con la mujer que amo? –preguntó, fingiendo estar herido y colocando una mano teatralmente en su pecho. ______ rió.

-Oh por supuesto que sí, señor, no quería herirlo –se burló.

John volvió rápidamente y dejó dos libretos con diferentes platos al frente de cada uno. _____ tomó el suyo y comenzó a observar. Habían muchos platos, pero ______ se decidió por un Moussakka griego 



-¿Qué pedirás? –preguntó Justin, mirándola.

-Un Moussakka griego 


Él asintió.

-Yo quiero un Foie Gras francés, por favor.

John asintió una vez más y salió. Justin sirvió vino en ambas copas mientras esperaban por su comida.

Se veía totalmente sensual en aquel traje. Sus ojos brillaban y ____ podía sentir su nerviosismo. ¿Qué le sucedía? ¿Por qué estaba tan nervioso? Él le sonrió cálidamente y ella le devolvió la sonrisa.


**
Durante toda la cena hablaron normalmente, mientras el nerviosismo los consumía a ambos. Al terminar de comer, Justin se levantó y extendió su mano hacia _______. Ella lo tomó y él la dirigió hacia la gran ventana que daba una vista hacia el mar y parte del muelle. También se podían observar las lejanas luces de la ciudad. Todo se veía hermoso.

Justin rodeó a ______ desde atrás y plasmó un beso en su cuello, mandando corrientes eléctricas por todo su cuerpo.

-Hueles tan bien –susurró él contra su piel.

_______ suspiró y decidió que ya era hora de decirle que estaba esperando un hijo suyo. O una hija, ¿Quién sabe?

-Justin…

-_____...

Hablaron al unísono. Acto seguido: ambos sonrieron, divertidos.

-Habla tú primero –sugirió Justin.

-No, tú.

-Las damas primero. Es una regla.

_______ suspiró. Su pulso se aceleró aún más y cerró sus ojos fuertemente, haciendo una oración silenciosa. Que todo salga bien. Que todo salga bien. Rogó.

Se dio la vuelta para estar cara a cara con él, lo miró a los ojos y puso las manos sobre sus bíceps.

-Justin, estoy… estoy embarazada.

Justin se quedó en silencio un minuto, lo que pareció una eternidad. Estaba en claro estado de shock. El miedo y el nervio de ______ se elevó mucho más, sobrepasando los límites.

-¿Desde…cuando? –preguntó. Sus ojos descendiendo hasta su vientre.

-Me enteré hace una semana pero no sabía cómo decirte. Tenía miedo.

Él la miró, frunciendo el ceño.

-¿Miedo a qué?

-A tu rechazo.

Justin la miró unos segundos y luego se arrodilló frente a ella, colocando ambas manos sobre su vientre; luego, besándolo. _____ se quedó sin respiración. Inmóvil. Había esperado todo menos eso.

-Jamás podría rechazarte _____. Ni a ti, ni a mi hijo. Nunca. Te amo, nena. No podría dejarte y mucho menos rechazarte. Soy tuyo y eres mía, _____. Siempre estaré contigo –él metió una de sus manos en su bolsillo y sacó una diminuta cajita color rojo. La abrió y había un precioso anillo dentro de ella. Era de oro y tenía muchas incrustaciones de diamantes. Era perfecto- Cásate conmigo, ______. Formemos nuestro propio hogar. Nuestra familia. Sé mía para siempre y permite que Dios sea testigo de nuestra unión. Cásate conmigo, nena.

______ se quedó sin respirar. No había esperado esto. No había esperado nada de esto. Pensó que se desmayaría por tantas emociones juntas. Esto era… sólo era increíble. Ella jamás lo imaginó.

Con lágrimas en los ojos, asintió con la cabeza sonriendo. No tenía ni fuerzas para hacer salir palabra alguna. Estaba totalmente anonada.

Justin sonrió y sus ojos se llenaron de alivio. Metió el anillo en su dedo anular de la mano izquierda. El anillo le quedaba perfectamente. Era totalmente hermoso.  Justin se puso de pie, besándola fervientemente en los labios.

-Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo.

-Las gracias debería darlas yo. Por todo. No tengo palabras Justin. Sólo… te amo. Te amo y deseo estar contigo cada día restante de mi vida. Lamento si no deseabas el embarazo, lamento si he arruinado todo. Yo…

Justin volvió a besarla.

-Deja de decir “Lamento” ¿Bien? Es perfecto. Todo esto lo es. Ahora tenemos a otro ser con quien debemos compartir nuestro amor y cariño. No va a faltarle nada, _____. Prometo ser un buen padre y un buen esposo.

-Sé que lo serás –ella sonrió y rodeó el cuello de Justin con sus brazos.

-¿Mía para siempre? –preguntó él, sonriendo y envolviéndola en sus brazos.

-Tuya para siempre.

Y se besaron como si fuera a ser la última vez, aún sabiendo que lo que tenían apenas iba a comenzar

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¡FINAL DE LA NOVELA!
Primero que nada quiero dar gracias por siempre haber estado ahí dispuestas a leer, y por haber aguantado todos los días que no subí capítulo, ah sksdjf)):
Espero la hayan disfrutado mucho, y que les haya gustado bastante.
Si en algún momento llego a hacer otra novela, quienes quieran, pues les avisaré.
Aquí mi ask por si quieren pasarse http://ask.fm/ANDREAVPVARGAS
Y mi instagram por si quieren seguirme, ah andreavpvargas.
QUE DIOS LOS BENDIGA<3.