My Sister's Boyfriend 
Capítulo 24

-¡De nuevo!- ordena la profesora de deportes el lunes por la mañana.- ¡Otra vuelta a la cancha señoritas, se que pueden!


Yo, con aliento cansado y recogiendo mi pulmón del pasto, me decido a terminar esta última vuelta. Yo daría todo por dejar para siempre los deportes. Pero los puntos extra lo ameritan, soy un asco en todo esto, pero tengo que pasar la materia sea como sea. O sea, que debo seguir. Tengo voluntad y hoy estoy feliz. Después de estar con Justin la mitad del fin de semana, se puede decir que he recargado las pilas que me faltaban para rendir bien. Eso no quiere decir que esté participando en todas las clases, no. Solo estoy sobrellevando mejor las cosas. Aún no puedo creer del todo que Justin pueda terminar con su compromiso sin lastimar a nadie, pero también yo me pongo a pensar en eso cada que pueda, solo para darme una idea a lo que me estoy enfrentando. A mi lado va corriendo Mandy, y como no podría ser de otra forma, pasa, rozándome el hombro con el suyo, con una sonrisa maliciosa y burlona. No digo nada, solo me digno a no hacerle el menor caso. No me importa. Es una persona insegura y no tiene idea de cómo soy. No puede juzgar. No puede siquiera pensar. Por eso es así. 
Llegamos a los vestidores y rápidamente entro a las duchas recogiendo mi cabello para solo lavar mi cuerpo. Salgo con mi bata, me coloco ropa interior limpia de mi casillero, mis jeans azules, y una blusa gris. Unos zapatos de piso a juego y salgo con el cabello atado en una coleta alta, directo a tomar el desayuno. Las mesas están llenas, así que salimos a los jardines y por suerte encontramos alguna banca vacía casi al fondo, cerca de la valla de plantas. Unos chicos juegan con su balón de basquetbol y por poco golpean a Bridgit, así que decidimos ir a las gradas a ver al equipo de porristas ensayar. Qué otra cosa…


-Apuesto que la de allá solo se inscribió para que los hombres la toquen.- señala divertidamente Vanessa a la chica nueva de la escuadra, queriendo aprenderse los pasos de una forma rápida.- ¡Oh mira! Debería inscribirme. El calentamiento parecen poses del kamasutra.
-Ya, basta.- aplaude Bridgit con su risa de loca descontrolada.- Miren quién está por allí. El profesor sexy, doble de Christian Grey. 


Noto cómo Vanessa salta para un lado, acomodándose el cabello y sonrojándose a más n poder. El profesor mira para acá y por un momento hasta yo me siento cohibida y ligeramente atraída. ¿Cómo no ver a semejante hombre? Vanessa se levanta y corre hacia él tan obvia como que yo estoy aquí en estado de shock mirándolos. Finge interés y se sienta, apuesto a que preguntándole algo de literatura. Hablando de eso… ¡mierda, mi libro! Me levanto con Bridgit detrás de mí y corremos juntas hacia nuestros casilleros para leer. 


-¿Te fijaste cómo la miraba?- pregunta Bridgit después de un rato, estando sentadas en el piso, delante de nuestros casilleros.- La verdad es que he vito resultados en el método de Vanessa. 
-Vamos… así mira a todas.- me encojo de hombros y sigo leyendo.- Vamos, vamos, no pensemos en el profesor. Solo hay que tratar de terminar este libro ya. 


***


-¿Tus amigas saben sobre lo que pasa?- pregunta Edward sentándose perezosamente en las gradas, a lado de Vanessa.- ¿Les has dicho?
-No. No creo estar lista.- Vanessa muerde su labio inferior y juguetea con su pequeña falda de holanes blanca.- Edward… no tienes idea de lo feliz que me haces. 
-Nena, tú eres la mejor ¿lo sabías?- pregunta el profesor enamorado mirándola a los ojos tiernamente.- Tienes que dejar de hablarme así. Sabes que sacas mi lado cursi y no puedo controlar lo que hago. 


Ambos se quedaron un momento viendo hacia el cielo, y las copas de los árboles. Tan verdes como su floreciente amor. Jóvenes mental y físicamente. Vanessa se puso a garabatear algo en su libreta mientras él le contaba sobre un viaje familiar de hace años, cuando tenía más o menos la edad de ella. Escucha con atención mientras saca de su bolsa un rotulador azul cielo y uno rojo. Dibuja perfectamente. Termina ese hermoso dibujo y para resaltarlo comienza a delinear un margen de hojas verdes. Edward, dudoso de su atención, detiene el relato y la mira con curiosidad, ella le indica que prosiga, pero sigue dibujando en su cuaderno. Al escuchar el timbre a clase de nuevo, se levanta, extiende su mano y la toma, despidiéndose amablemente como una simple relación de profesor – alumna. Ella da la media vuelta al cuaderno y descubre un hermoso corazón rojo con letras azules al fondo con la inscripción “E & V Forever” el sonríe y le dice que la ama. Ella responde igual y se encamina a su clase. Loca de amor, exageradamente feliz. No conoce otra forma de amor que no se relacione con su profesor Smith.


“Te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz.” - George Sand.


***


Nanana. My Chermical Romance. Voy escuchando por medio de mis auriculares a la hora de regresar a casa. Miro a los lados y cruzo la última casa antes de llegar al final de la cuadra. Doy la vuelta en la esquina y finalmente después de dos puertas, saco mis llaves (mi mamá ya me confió las suyas y les saqué copia) entro a casa, y pregunto si hay alguien. Eddie grita desde su habitación. Subo a la mía y dejo mi bolsa en la cama, salgo corriendo de nuevo a su pieza y lo veo eligiendo qué ponerse. Me vuelvo loca, salto de alegría y me aviento a su cama, aplastando algunas prendas que tiene tendidas ahí. 


-¡Mi muchachote tiene una cita!- lloriqueo dramáticamente.- ¡Oh por favor dime que es Taylor!
-No lo sueñes siquiera.- contesta serio mientras quita mis pies de su ropa. Pero después suelta una carcajada y se acuesta a mi lado, ambos miramos hacia el techo, pero nos hablamos el uno al otro.- Es esta chica… Rosie. La conocí en el trabajo ¿sabes? Es simple, divertida, inteligente… hermana. Ella es la indicada.
-¿Cómo lo sabes?- pregunto mirándolo a él. Sigue con sus ojos clavados en el techo. Relame sus labios y rasca su nuca.- 
-Solo lo sé, es todo.- suspira.- No lo entiendes, es simplemente divertido verla, pero al mismo tiempo es una cosa seria. Por simples cosas me hace feliz, la conozco desde hace mese y justamente hoy le he pedido que salgamos y ha aceptado. Es como comer todo lo que quieras gratis. 
-Tú todo lo relacionas con comida.- me quejo levantándome y brincando en la cama con entusiasmo.- ¡Vamos! Claro que yo si sé del amor, solo que lo interpreto de manera diferente. 
-¿Ah sí?- pregunta Eddie jalándome un pié y haciéndome caer sobre el acolchado. A su lado.- Veamos… dime tu definición de amor. 
-Bueno… el amor es como una montaña rusa de aquí a las galaxias.- expreso dramáticamente.- A veces estás tan alto, que te hace tocar por completo las estrellas, ya sean fugaces o simples. Pero otras veces te hace estrellarte sobre la tierra y sientes de camino algo parecido. Un ataque de nervios o adrenalina. La misma que te hace gritar cuando bajas de las alturas. Eso es lo que yo siento exactamente. 
-Creo que en eso eres más madura que yo.- se queja mi hermano levantándose y comienza a guardar sus cosas en el clóset.- ¿Puedo saber quién te ha hecho penar así?
-Es un asunto difícil.- contesto, poniéndome de pié y arreglando la cama un poco.- Ya lo sabrás cuando llegue su debido momento. Ahora no. Hay muchos problemas. 
-Está, bien. Dame una sorpresa.- Eddie me toma de los hombros y me empuja hacia la salida.- solo que ahora necesito soledad para alistarme. 
-¡Dios pareces niña!- me burlo mientras él cierra la puerta frente a mí.- ¡Sí, claro…! Te deseo suerte.- grito antes de irme a mi habitación.-


“El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto.” - François de la Rochefoucauld


Cierro la puerta y enciendo el ordenador para empezar a hacer mis tareas. Los profesores creen que somos súper humanos o algo así. Nunca había imaginado que el último año fuera tan estresante. Solamente tenía una ligera idea de que tendría que esforzarme más. Paro parece que estos métodos están hechos para personas sin vida que se la pasan en casa. Por descontado, creo ser una de ellas. Y agradezco tener tiempo para terminar mi trabajo como a mí me gusta. Escucho la puerta cerrarse y sé que Eddie ya se fue. Entro a darme una ducha, me pongo mi pijama (aunque son solo las siete de la tarde) y salgo a la sala a ver un poco de televisión. Mi madre llama para avisar que mañana llegan del viaje ella y Alicia. Suspiro con pesadez. No quiero que vuelvan. Por dos razones súper egoístas. No tendré la casa así, para mí sola y no tendré a Justin a mi lado, para mí sola, tan seguido. 
Subo a mi habitación y me pongo los auriculares. Las ocho de la noche. Cierro los ojos y me pongo a escuchar a James Blunt con Shine On. Una canción tan preciosa queme hace querer amar de nuevo. “¿Nos están llamando para nuestro último baile?” tan triste, tan romántico. Abro los ojos y me encuentro con Justin parado en la entrada de mi habitación agitando unas llaves. Claro… Alicia se las dio. Salto de la cama y voy a abrazarlo. Lo beso con todo mi amor y escucho cómo se ríe un poco sobre mis labios. Acaricia mi cintura con rapidez y atrapa mis labios con voracidad. Al terminar el beso, tomo su mano y lo guío a mi cama. Entro en las sábanas y el se quita sus Supra y entra a mi lado. 
Me recuesto en su pecho y siento sus labios acariciar mi frente y sus manos retiran mi cabello de mi rostro. Siento su respiración normal en mis mejillas y su aroma dulce y atractivo me llena los pulmones. Platicamos casi en susurro. Su voz así algo ronca y relajada me hace estremecer. Subo mi rostro hacia el suyo y lo beso nuevamente. Me aprieta un poco más a su cuerpo y me siento tan protegida, que soy capaz de hacer lo que sea. Me hace cosquillas en mi cuello y recuesto de modo que cago de nuevo en su pecho, muerta de risa. Ha encontrado mi punto débil. Envuelve sus manos alrededor de mi cintura y yo tomo sus manos. Recuerdo que antes, al ver a personas así tan juntitas, me causaba cierto asco, molestia… pero bueno… ¿Yo que sabía que se sentiría tan bien? Entre más cerca estoy de él, mejor me siento. Siento arruinar el momento, pero es hora de decir algunos pensamientos que me he planteado a lo largo del día.


-Alicia me va a odiar.- digo sin mirarlo directo a su rostro, jugueteando con su dedo meñique.- ¿Porqué tengo que ser odiada por amar? Es estúpido. 
-Siento haberte llamado loca.- interrumpe, besando mis labios.- Eres una dulzura.- me besa de nuevo.- Siento haberme burlado de ti cuando mandaste mi celular a la mierda…- ambos reímos.- Y siento hacerte pasar por esto. Si te hubiera conocido antes, te juro que tú serías mi prometida.


Silencio. Sonrío y me vuelvo a esconder en su pecho. Siento su aire protector y tranquilo rodearme por completo. Trazo con mi dedo, pequeños corazones en la piel de su brazo y después me dedico a ver todos y cada uno de sus tatuajes. Mi madre odia a las personas con tatuajes, apuesto lo que sea a que él se las ingenió para caerle bien. Dice que yo soy una dulzura y él tiene la palabra en la frente. Claro, no literal. 
Mierda, no puede ser. El me conoció cuando ya estaba comprometido. Y yo nunca pude haber sido más tonta. No hay vuelta atrás. Me ha atrapado y no creo salir de esto con vida. Se me ocurre una idea increíble. Espero que no lo tome a mal. 


-¿Quieres ir a una fiesta de disfraces?- pregunto de improviso.- Será el viernes en casa de mi amiga Bridgit. Esa chica que te miraba como loca aquel día que fuiste en tu moto por mí. 
-¿Celosa?- preguntó. Yo le di un codazo en su pecho, e hizo una mueca de dolor. – Está bien, está bien. ¿Debo de ir disfrazado? 
-Es de disfraces.  Claro.- me burlo ahora yo.- Puedes ir de tenista, yo iré vestida de jugadora de golf.- bromeo.- Basta… tú sorpréndeme. Será buen momento para estar juntos en público sin ser reconocidos.
-Lo haré.- sonrió.- Te prometo que tendré un plan para ese día. 


No me lo puedo creer. El en verdad quiere que esto salga bien. Y yo haré todo lo que esté en mis manos para preparar de alguna forma a mi familia para la noticia que les tengo. Es nuestra meta. Y si estamos juntos, no hay nada que no podamos vencer. 


“Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.” - Antoine de Saint-Exupery.


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No sé ustedes, pero amé eso del kamasutra. Ah kdslnfklsdnl 

Bueno chicas, sé que ustedes saben poco de esto, pero
hace como un mes mi perro enfermó y bueno...
no respondió a los tratamientos y después de casi once años
a mi lado... se ha ido. Pensé que no podría hacer un capítulo 
decente hoy, pero ya veo que obtuve buenos resultados a pesar 
de todo. Siento la tardanza. :)

#MuchLove #AMitadDeSemana (ya le tocamos los tobillos al fin de semana)

#GraciasPorLeer 


Quería tambien agradecerles por el capítulo... eh, creo que fue el 22 (no recuerdo bien)
en donde hemos tenido más cantidad de visitas y comentarios. De verdad,
se los agradezco muchísimo. 

*Si no te avisé o te avisé dos veces, regáñame bonito, ah. 
*Tu comentario es importante.
*Si eres nueva lectora pon un #NL para avisarte.
*Si cambias de user, avísame para seguirte mandando el link del capítulo.


Mafer.