Second Chances Exist || One Shot.


Parte 1.



Es ciertamente desagradable la sensación de recordar que ella se fue hace un mes, de que ella ya no va a venir a contarme las cosas que Justin le dijo o las que no, las cosas que Joshua, su pequeño hijo hizo o las que dejó de hacer, pero es aún más desagradable estar consciente de que ya no está y en esa plena consciencia, imaginar cómo sería que él comenzase a quererme a mí, cómo sería el despertar entre sus brazos, recibir sus besos, sus caricias, que él me hiciera el amor como seguramente está deseando hacerlo con ella o que simplemente me regalara a mí esas sonrisas de hombre enamorado que él le obsequiaba a ella, a Lauren, cuando estaba viva.



—_______, ¿vienes? ­—era él, Justin, desde ese día su rostro nunca fue el mismo.
— ¿Ir, a dónde? —ya ni siquiera oigo lo que me dicen, mi cabeza no da a basto.
— ¿Escuchaste lo que te decía? —su comisura derecha subió, apenas un poco, un intento de media sonrisa, es todo lo que el logra hoy en día.
—Lo siento. No, no te escuché. —quisiera saber cómo hacerlo sonreír, hoy por hoy sólo Joshua lo consigue.
Me mira, con sus ojos cansados, que ya no brillan como antes. —Te decía si vienes a casa, a cenar, conmigo y con Joshua. Él te extraña, me pidió que te invitara a comer, extraña a su madrina.
Una sonrisa se me escapa, yo también lo extraño, los extraño. —Oh, en ese caso, por supuesto.



¿Qué más se supone que deba decirle? No puedo simplemente negarme. Tanto hoy como antes me ha gustado pasar tiempo con Joshua, es mi ahijado, lo amo, es un pequeño realmente adorable y muy inteligente para sus cortos cinco años, pero su rostro, si risa, sus ojos, esa combinación de belleza perfecta entre facciones maternas y paternas no hacen más que recordarme que él es la muestra más pura del amor que había entre Lauren y Justin.
Ellos siempre fueron el uno para el otro.
Yo siempre fui la buena amiga de la pareja feliz.
Y me temo que siempre va a ser así. Yo, la madrina consentidora, la mejor amiga de la esposa fallecida, el buen soporte y la buena amiga para el esposo en luto. Nunca nada más aparte de eso.


Por sobre todas las cosas me parece irrisorio e irónico como es que Lauren y Justin terminaron siendo pareja. Si mal no recuerdo, yo conocí primero a Justin, yo los presenté y hasta antes de que Justin y Lauren se conocieran, pensé que el “nosotros” entre Justin y yo iba perfecto…y lo era, hasta que Justin se dio cuenta que Lauren era la señorita perfecta entre nosotras dos.


***


Si el tráfico no avanza no llegaré jamás. Se supone que debí haber llegado hace diez minutos, aproximadamente, al colegio de Joshua.
Como buena madrina, me ofrecí a pasar a buscar a Joshua todas las tardes al kínder y llevarlo a su casa, luego darle de comer, ayudarlo a hacer sus tareas, jugar con él, bañarlo, darle de cenar o cualquier cosa que a Joshua se le antoje. Tal como hacía Lauren y como debería estar haciendo ahora.

Con tanto trabajo, Justin ya no puede solo, y como yo puedo salir perfectamente de mi trabajo y quedar libre desde las una de la tarde —si es que el resto del trabajo lo hago por la noche, desde mi portátil, por supuesto—, es lo que hago. Básicamente soy una madre que nunca parió a su “hijo”, es lo que dice Justin cada vez que hablamos de esto. Él está muy agradecido.

Me pregunto si quedo como un fraude de madrina si llego veinte minutos tarde a buscar a mi ahijado, es sólo que este maldito tráfico no avanza nada y no ayuda de mucho mi falta de auto propio.


***


—Tía _______, ¿tú querías mucho a mi mami?

Joshua sabe que Lauren se fue al “cielo de las personas bellas”, o así es como se lo explicó Justin, explicando la necesidad de un Dios por su bella esposa allá “arriba” más que aquí “abajo”. Joshua no lo tomó tan mal, sólo alegó que el necesitaría más a su mami que Dios, pero habiendo pasado ya casi cinco meses desde la muerte de Lauren, a veces olvida que la necesita. Yo lo atribuyo a sus cortos cinco años. Los niños olvidan las cosas.

—Por supuesto que si campeón, ¿cómo no iba a quererla si tu mami era tan buena?

Muchas veces me cuestioné que tan buena era Lauren a mis ojos. Nunca fue una chica vive-la-vida-loca; era amorosa, responsable, bella. Ella definitivamente era el tipo de mujer me-saqué-la-lotería-contigo, pero mi corazón en varias ocasiones decía lo contrario. Sus atributos me quitaron la atención de Justin, no sé hasta qué punto ella era consciente de eso, creo que de hecho nunca se dio cuenta de que yo amaba a su hombre, nunca lo dije, no había razón para hacerlo. Después de todo, si realmente Justin hubiese sido el hombre para mí, él me habría escogido aunque hubiesen aparecido miles de Lauren’s, pero no fue así, yo era la chica que le presentó al amor de su vida.


—No lo sé, yo sólo quería saberlo. —El parecido de Joshua con Lauren era irremediablemente grande. Tenía su cabello rojizo oscuro, casi negro, ese brillo enceguecedoramente cautivador en sus ojos, aunque respecto al color de los ojos, sólo puedo decir que son exactamente del color que los tiene Justin; pero sigue teniendo esa sonrisa grande y adorable de Lauren.
—Pues en ese caso, no vuelvas a preguntarlo, porque siempre te voy a dar la misma respuesta. La quería, la quiero y siempre la voy a querer. —Sus ojitos brillan de admiración, sé que está feliz de oír eso.
— ¿A quién se supone que siempre van a querer?, ¿eh? —Vaya, no me había dado cuenta de que ya eran las nueve de la noche, el tiempo pasó rápido. Se supone que a estas horas llega Justin del trabajo.
—A mami. —Se me adelanta Joshua, antes de que yo siquiera pueda voltear para mirar a Justin y contestarle algo.


***


—Bien, Joshua ya está dormido. —Le digo a Justin al llegar a la sala, lo veo sentado en un sofá, en absoluto silencio. Él se voltea al oírme. Sonríe, sólo un poco. Está cansado, puedo verlo en su mirada.
—Gracias por esto _______, sabes que no es necesario que te quedes a hacerlo dormir, yo puedo hacer eso una vez que he llegado. —No voy a dejarlo sólo en esto, creo que él no ve eso.
—Digas lo que digas, lo hago porque me gusta pasar tiempo con él. No quiero que se sienta solo. Necesita una figura femenina en su vida y yo soy su madrina, ¿no se supone que las madrinas somos las segundas madres? —El sonríe, un poquito más que antes. Es todo lo que puedo lograr. Quiero verlo sonreír como antes, siempre he amado su sonrisa.
—Gracias. Realmente aprecio esto.


No sé cuándo es que se levantó del sofá, lo rodeó y ahora se encuentra aquí, con sus brazos a mí alrededor. Oh. Dios. Yo podría rogar de rodillas por un abrazo suyo, definitivamente podría hacerlo. No voy a desperdiciar esto, le devuelvo el abrazo y así nos quedamos en silencio, no sé por cuánto tiempo. Segundos, minutos, no lo sé realmente. Su olor es embriagador.





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¡Hello there!

Bien, ahí queda la primera parte, yo sólo espero que les guste mucho.
Si quieren que sea sincera, subí este one shot a foro un día antes de
subirlo aquí y...todo salió muy bien, a las chicas les gustó mucho.
Yo espero que a ustedes les guste tanto como a ellas, enserio.

El shot es realmente corto, tiene sólo una parte más y luego el epílogo,
pero como todo está saliendo tan bien, para no perderlas (ya que planeo,
algún día, cuando la tenga lista, subir una novela), estaré subiendo otros
shots, a ver como las voy enganchando de a poco y si se suman más
chicas, mucho mejor. Realmente me gusta hacer esto y aprecio el apoyo.

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Silvana.