#UnCambio

#Capitulo12

Lleno mis pulmones de aire y trato de voltearme con mi mejor cara.

-Hola –Digo algo bajo-

Varios me sonríen entre ellos Ryan quien me saluda eufóricamente con la mano. Veo rápido a Justin; está serio y no puedo descifrar su mirada. Me sonrojo levemente. Suspiro bajo ante la acción que este chico provoca en mí y me abrazo instintivamente. Camino hacia ellos. Vamos Tood, tú puedes. ¡Sí, vamos, yo puedo!

-Jugamos a la botella –Dice Payton sonriéndome-

Asiento, pero la verdad no sé de qué trata el juego. Vuelvo a mirar rápido a Justin que no ha quitado su mirada de mí, me sonrojo y un pequeño y fugaz dobles aparece en su boca, al parecer se divierte mucho conmigo.

-Ven, siéntate –Me dice Payton-

Bueno, vamos por la diversión. Me siento a su lado y todos giran su cabeza hacia Ryan, él se sonroja y sonríe. ¿Qué pasó? No entiendo las señales aquí. Finalmente, luego de varios segundos Ryan ríe y gira la botella. Gira rápido, muy rápido. Veo que todos están ansiosos y atentos a lo que hace la botella. ¿De qué va este juego? La botella va deteniéndose. Uno, dos… y finalmente se detiene. Los chicos empiezan a reírse y a gritar en forma de “Uuuhh”. Los miro a todos y Justin sigue viéndome. Me sonrojo y me doy cuenta que muerdo mi labio, lo suelto y miro hacia abajo para tratar de esconderme. Si no me muevo, no me ven. Si no lo veo, no me ve.

-Bésame- Dice Laura entre risas-

¿Ah? Levanto mí mirada rápido y veo a Laura ¿Qué? ¿Besarla? ¿Quién la va a besar? Miro hacia la dirección que miran sus ojos y me encuentro con Ryan. Está riendo y muy sonrojado. ¿La besará? ¿Pero, qué clase de juego es este? Definitivamente esto va en contra de mis principios… ¿Tú tienes principios? Escucho replicar a mi conciencia. ¡Pues claro que tengo! Frunzo mi ceño. Ryan y Laura se acercan y veo sus labios juntarse. Esto es raro, no pensé que… no… esto es raro.

-Hay una condición –Me dice Payton muy bajo al oído. La miro- tiene que ser con lengua.

La mira asombrada y siento mis mejillas arder. ¿Qué carajo tiene que ser con lengua? ¡Los besos, Emily! Ah, sí, sí, los besos. Concéntrate Tood.

-¿Qué pasa? ¿Nunca has dado un beso con lengua? –Me dice burlonamente-

No. De hecho nunca… he dado un beso. Frunzo mi ceño, se está burlando de mí.

-Creo que no es de tu incumbencia- Le sonrió sarcásticamente-

Ella me mira y me rueda los ojos aun con una sonrisa en su cara. Vuelvo mi vista hacia el frente y los chicos aún siguen besándose. ¿Cuánto más puede durar? Esto es incómodo.

-Y tiene que durar como mínimo veinte segundos –Me vuelve a decir Payton al oído-

No le hago caso y bajo mi mirada para cortar la escena de ellos besándose.

-Ya, tiempo –dice Brandon que tiene un cronómetro en su mano-

Ellos se separan y Ryan termina mordiendo el labio inferior de Laura salvajemente. Me sonrojo y siento pena. Bajo la mirada. ¡Quiero irme de aquí! Laura le sonríe y se limpia la boca. Ahora el que sigue es Caleb, esta vez a él le toca besar a Stephanie. Lo hacen, se separan y ahora es el turno de Justin. Lo miro y siento una extraña sensación recorrer mi cuerpo, una sensación que nunca he sentido antes. Él me mira rápidamente y gira la botella. Gira rápido, muy rápido.

-¿Quién será la afortunada de nosotras que besará a Justin Bieber en la boca? –Me dice Payton bajo al oído-

Besar a Justin Bieber, no lo había visto así. Podría besar a Justin, claro si la botella me señala. Miro su boca y veo cuando lame sus labios, humedeciéndolos. ¡Oh dios! Emily, no mires sus labios. Siento que muerdo mi labio y lo suelto rápidamente. Ahora no puedo quitar mi mirada de la botella. ¿Quién será? Espero no ser yo… por favor, no. La botella va deteniéndose. Uno, dos y se detiene. Todos quedan en silencio, supongo que no tienen la confianza suficiente para abuchearle a Justin Bieber. Todos miran a Payton y dejo respirar. Payton da varias palmaditas al aire y sonríe de oreja a oreja. ¡No quiero que la bese! Dice la pequeña diva dando un golpe al piso con su pie, y no sé por qué pero estoy de acuerdo con ella. Siento mi corazón bombear más sangre de lo debido y me vuelvo a sentir incómoda. Miro a Payton y está parándose. ¡No, no! Que no la bese por favor. Miro a Justin que sigue sentado, atónito... o… pensando… no sé, me cuesta descubrir que piensa y eso me desespera. Vuelve a lamer sus labios y sonríe de medio lado, me mira entornando sus ojos y siento nervios, ansiedad y ganas de salir corriendo de ahí. Se para al igual que Payton.

-Esperen, esperen. Esto lo quiero ver –Dice Ryan burlón-

-Desde la altura, bien –Dice Laura-

Todos se paran y soy la última en hacerlo ya que mi cuerpo se ha vuelto gelatina. Tranquila, Emily.

Justin me da otra mirada rápida y soy incapaz de verlo a los ojos. Obligo a mis manos a calmarse e instintivamente me abrazo. No quiero ver esto. ¡Te gusta, Emily, acéptalo! ¡No!, es solo porque es famoso, solo eso… Sí, solo eso. Levanto mi mirada y ellos están acercándose. Me tenso y trato de mirar a todos lados menos a ellos. ¿La besará? ¡No, por favor! La pequeña diva tiene los ojos cristalinos y está atenta de cada paso de Justin. Veo sus caras acercándose y no sé porque todos los chicos quedan detrás de Justin de un segundo a otro, dejándome a mí detrás de Payton. Soy la única que puede ver la cara de Justin ahora. ¿Lo quiero ver? No, no quiero. ¿Por qué me duele tanto? Siento que me están quitando un dulce, siento que me están quitando algo muy preciado. Siento que me están quitando un pedazo esencial sin el que no puedo vivir. Me están quitando algo que nunca ha sido mío. No puedo evitar no verlos y justamente cuando lo hago sus labios se juntan. ¡No! Abro mi boca y dejo salir un poco de aire. ¡La está besando! La pequeña diva se tira al piso a llorar desconsoladamente.  Me siento incómoda y perdida, igual como cuando las dos torres gemelas caían. No me gusta sentirme así, no me gusta recordar eso, no me gusta sentirme perdida, desconsolada, triste, deprimida y sin vida de nuevo y lo peor de todo es que me está sucediendo lo mismo, siento que me están arrancando algo muy especial para mí y muy bruscamente, muy rápido. ¿Por qué me duele tanto? Apenas lo conozco. Los vuelvo a mirar y Justin agarra su cabeza y la gira controladamente. Ahora Payton está un poco doblada hacia abajo y Justin sostiene su cabeza, como un beso romántico. Suspiro bajo y siento una gran decepción, pude haber sido yo. Los veo de nuevo, Justin abre sus ojos y me ve. Quedo paralizada. No puedo hacer que mi cuerpo se coordine. Contrólate, Emily. Lo miro y sus ojos vuelven a cerrarse. ¡Dios! Eso fue muy… 

-Ya listo –Dice Brandon-

Ellos se separan y Payton deja salir un suspiro. Me vuelvo a sentir incómoda y pongo un mechón de cabello por detrás de mí oreja.

-¡Sucia! –Le grita Laura entre risas a Payton-

Ella le sonríe y yo sigo parada como una estatua si poder hacer algo. Me siento como una idiota. Esa es la razón por la que mi mejor amigo es el techo; solo él me escucha, no me replica, me deja decidir, me entiende y no hay decepciones. Todos vuelven a sentarse y vuelvo a ser la última en hacerlo.

-Creo que ya todos hemos pasado –Dice Brandon-

-Emily no –dice Ryan mirándome-

¡Maldición! No, no. No quiero hacerlo. No lo haré. Me reúso a hacerlo.

-Vamos, Emily –Me ánima Stephanie-

La miro y frunzo mi ceño levemente. Niego nerviosa.

-Vamos, Emily. No te comeremos –Dice William con una sonrisa de medio lado-

No me comerán, me tragaran y a parte no sé besar. ¡No, no y no! Punto y final. Dale celos a Justin, justo como él lo hizo contigo, escucho hablar a mi conciencia. ¿Me dio celos? No, solo besaba a alguien. Él es libre de hacer lo que quiera.

-No quiero hacerlo –Digo rápido-

Veo de reojo a Justin y ahora está viéndome impasiblemente, con un codo apoyado en su rodilla, la mano sosteniendo su cabeza y su dedo índice rozando su labio inferior. Sus labios… No los mires. Estoy segura que me sonrojo pero no del todo y de nuevo veo el pequeño dobles en sus labios, como tratando de aguantar la risa.

-Que aguafiestas eres, Emily. Hazlo –Dice Payton-

-No –Digo firme-

Me echo hacia atrás y descanso el peso en mis brazos y manos. Respira, Tood, respira.

-Solo una vez –dice Ryan-

Todos me empiezan a sermonear y trato de hacer como si no existieran. Los miro y ruedo mis ojos cada vez que me dicen “Dale. Hazlo”, “Vamos, solo una vez”. 

Hazlo, Emily, me dice la pequeña  diva; ahora luce mucho mejor. Me mira y me sonríe ansiosamente. Impulsándome. Querías diversión ¿no?, sí, pero no de este tipo. Hago un paneo con mi vista a todos los chicos y la vuelvo al frente, veo a Justin apartar su dedo de los labios.

-Una –Dice bajo, más para él que para mí-

Quería que le leyera los labios. Me mira con una mirada que no puedo descubrir lo que siente. Se me hace realmente difícil saber lo que piensa. Miro la botella y sin pensar en mis actos ni tener el control de mi cuerpo, la giro. ¿Qué hice? ¡No!. Culpa a Justin, él te insistió en hacerlo. Frunzo mi ceño y empiezo a sentir nervios. No aparto la mirada de la botella. Bueno, nada más te… intimidó… Ay ya, solo caíste a sus pies. ¡Eres débil! ¡Cállate, no puedo pensar con claridad!. Oh dios me estoy volviendo loca, ahora hablo y peleo con mi conciencia… La pequeña diva sonríe de oreja a oreja. Siento mi corazón latir con fuerza. Inhala, exhala. Todos miramos la botella. Uno, dos y se para. ¡No lo haré! ¡No!

-Ven con papi –Dice Ryan-

Niego y frunzo el ceño.

-No.

-¡Emily! –Protesta Ryan-

-Vamos, Emily –Dice Stephanie-

Vuelven todos a sermonearme pero esta vez me niego rotundamente, y no miro a Justin.

-Emily, giraste la botella y yo fui el elegido, ahora ven- Dice Ryan-

-No

¡No iré carajo! ¡NO!

-Amigo, no puedes obligarla a hacer algo que no quiere –Le dice Justin a Ryan bajo-

Pero no suficientemente bajo. ¿Me está defendiendo? Lo puedo hacer por mí misma.

-Dale, Emily –Dice Stephanie-

-Dale –Dice Brandon-

Veo a Ryan y a Justin hablar muy bajo, tan bajo que no logro ni siquiera oír los murmuros. ¿Lo hago? Sí, Emily, por favor. Hazlo. Solo dale celos a Justin y ya, te permito olvidar este momento, me desmayo por ti, me dice la conciencia.

-Dale, Emily –Me dice Payton- 

Justin y Ryan siguen con una pequeña discusión entre ellos. Están muy metidos en su conversación y la verdad me gustaría saber de qué hablan. Me paro en los tobillos, aun con mis piernas dobladas, con un movimiento rápido.

-¡Oh, aquí va! –Grita William-

Ryan y Justin siguen distraídos. Todos empiezan a animarme. Lo haré. Me elevo del piso y camino bajo hasta Ryan. Ellos paran de hablar de inmediato. Tomo la cara de Ryan con ambas manos, para sentirme segura y junto nuestros labios, escucho que Ryan gime bajo y ahora tengo su boca a mi merced, el problema es que no sé cómo besar… Meto la lengua en su cavidad bucal y él me acepta. Ahora soy puro nervios, lengua, contacto, saliva, pena… y la lista es muy larga. Me dejo caer delicadamente encima de sus piernas y siento como él pasa sus manos por detrás de mi espalda. ¡No me gusta que me toquen! Me concentro en el beso. Vamos, Tood, vas bien. Estoy tan aturdida que no oigo a los chicos. Lentamente siento como algo entre sus piernas va creciendo. Mi corazón se dispara y la palabra “Sucia” aparece de repente en mi cabeza. Concéntrate. Las manos de Ryan empiezan a bajar lentamente por mi espalda y simplemente no puedo aceptar eso. Sin dejar de besarlo, suelto su cara y llevo mis manos hacia las suyas, las tomo y ahora soy yo la que tiene el control. Llevo sus manos hacia detrás de su espalda y ahora soy capaz de oír los gritos de los chicos.

-Ryan, te está controlado. Amigo, estás perdido –Es la voz de alguien, pero no puedo descifrar de quien-

Estoy tan aturdida y perdida que no logro caer en cuenta de que en verdad esto está pasando. Estoy besando a un chico. ¡Bravo, Tood!

-Dale Brandon, di. Ya se han pasado los veinte segundos- Le grita Laura-

-¿Ah? Sí, sí. Ya, tiempo –dice Brandon desorientado-

Me separo de él y miro a sus ojos. Él luce perdido, desorientado. Suelto sus manos y le doy unas pequeñas palmaditas en el hombro. Me paro y me vuelvo a sentar en mi lugar.

-¡Uau Emily! No sabía que podías besar así –Me dice Payton bajo al oído en forma de burla-

Le doy una mirada matadora y ruedo mis ojos. Lamo mis labios y con mi mano seco disimuladamente alrededor de mi boca. Busco la mirada de Justin. Está mirando hacia el piso. Está… ¿Nervioso o pensativo o frustrado…? No sé, luce ausente, perdido y vulnerable. Nunca lo había visto así. Me siento culpable… ¡Oh, no! ¿Por qué?

-No entiendo ¿por qué todos los chicos están como fuera de órbita…? –Pregunta Stephanie burlonamente-

Todas los miramos y… tiene razón, todos están perdidos en su mundo. La cara de asombro y… de ¿deseo?, de William es épica. Ryan aún sigue sin reaccionar  Brandon tiene los ojos bien abiertos y no logra decir nada. Caleb muerde su labio y se pasa la mano por el cabello una y otra vez y Justin… Siento una punzada en el corazón. ¿Por qué me siento así?

-Ese. Ha sido. El beso más… excitante que he visto en… toda mi vida –Dice Caleb jadeando y por fin reaccionando-

Lo miro seria. Bien. Lo hiciste bien Tood. ¡Uf, que bien!. La pequeña diva tiene una sonrisa de oreja a oreja y tiene puesto un disfraz de garota, está bailando samba como toda una profesional. ¿Los excité? ¿A todos? Busco la mirada de Justin, aún sigue sin subir su cabeza. ¡Mírame. Amo tus ojos!

-Ni la porno, amigo –Le responde Brandon en el mismo estado-

¿Quieres que borre este recuerdo de ti, Emily?, aparece mi conciencia. ¿Quiero? No, no lo hagas por favor.

-Eh… -Ryan intenta hablar pero no lo logra. Se sonroja-

Las chicas empiezan a reír y yo trato de mantenerme seria, no porque quiera sino porque, por alguna estúpida, inútil, incoherente y extraña razón, el estado de Justin me preocupa. Los chicos empiezan a reaccionar y todos, excepto claro, Justin, miran a su “amiguito”. No puedo seguir aguantando la risa y con las chicas nos vamos en carcajadas. Primera vez desde hace mucho tiempo que rio así. Por fin veo que Justin levanta su mirada y no logro descifrarla. Lo miro. Calmo mi risa pero las chicas siguen. Ahora solo sonrío. Nos sostenemos la mirada, me intimida y lentamente mi sonrisa va desapareciendo. Está serio. ¿Está bravo? ¿Celoso? Por un momento veo un pequeño dobles en sus labios… ¡No los veas! Pero no sé si es porque está pensando en algo, porque le doy risa o porque algo le parece muy divertido. ¡Esto me frustra!

Como podemos pasar de una conversación intensa y corta en un restaurante a solo ser miradas y pensamientos e incomodidad y… ¿Sentimientos? a las horas. Bien, creo que ya sabes cómo se sienten las personas al intentar hablar contigo, Emily. Pobre Ryan… debe de ser difícil seguir mis cambios de ánimo… pero en este caso no aplica, así soy yo… lo que no entiendo y me parece raro es que seamos los dos. ¿Podemos dos obsesos del control estar juntos?... ¿él es un obseso de control? Aparece mi conciencia. ¿Lo es?... no… ¿Si? Creo que sí.

-Ok. Ya que todos han salido de su trance de excitación –Dice Payton-

Y le da una mirada rápida a Justin, él se la devuelve. Frunzo el ceño. Me siento incómoda que la vea así. ¡Quítale los ojos a mi hombre! Dice la pequeña diva. ¡No es mío! Le replico. Ruedo mis ojos.

-¿Qué hacemos ahora? –Continua- Aún es temprano.

Todos los chicos me miran y se sonrojan. Ruedo mis ojos y trato de esconderme lo más que pueda entre mis piernas que ahora tengo abrazadas y pegadas a mi pecho. Esto es incómodo, nunca me ha gustado llamar la atención y ahora no puedo hacer nada para que dejen de mirarme.

-No sé ustedes, pero yo me voy –Digo parándome-

-No, Emily. Quédate –Dice Ryan desesperado-

Niego. Lo miro y ruedo los ojos levemente. Me despido con un movimiento de mano y doy varios pasos hacia atrás. Los veo a todos y de último veo a Justin. Sus ojos ya no están del color que los recuerdo; color miel, ahora están oscuros. ¿Qué está pensando? Me volteo y bajo la mirada a mis pies. Me siento rara, como si le debiera explicaciones a alguien.

Camino hasta la puerta, la abro y paso. La vuelvo a cerrar y me apoyo en ella. Me siento realmente exhausta. Cansada. Dejo caer mi cabeza hacia atrás apoyándola también en ésta. Suspiro alto y me vuelvo a incorporar. Bajo la primera escalera y oigo la puerta abrirse y cerrarse de nuevo. No le presto atención, sigo bajando, pero siento una mano tomando la mía y de un segundo a otro estoy pegada en la pared, jadeando y con todos mis sentidos alertas. Tengo las manos por arriba de mi cabeza y su cuerpo me aprisiona contra la pared.

-¿Qué querías lograr allá arriba? –Me pregunta con su respiración agitada pero serio-

Está muy cerca de mí. Puedo oler su perfume; fresco, algo dulce y un perfume caro que no logro reconocer ¡El perfecto aroma de Justin Bieber! Mi respiración empieza a cortarse, tengo nervios. Me siento pérdida y siento mis mejillas arder. Nuestras caras están juntas, si se acercara más a mí, tan solo diez centímetros más, nuestros labios chocarán ¡Oh sí!, vamos Emily inclínate, me suplica la pequeña diva. ¡No, estás loca!

-¿De qué hablas? –digo con mis sentidos alterados-

-Sabes perfectamente de lo que hablo, Emily –Levanta levemente una ceja-

¡Oh! Control, Tood, control. Jadeo bajo y tengo los nervios de punta. Pienso.

-Solo me divertía –Respondo rápido y dirijo mi mirada a sus labios-

¡No mires sus labios, Emily! Ah, sí. Regreso mi vista a sus ojos oscuros y llenos de… no sé. Estar en esta posición me desconcentra, es obvio que le gusta el control y… a mí también… y estoy aquí permitiendo que él me controle y toque. Su contacto me descontrola, solo su mirada me descontrola ¿Cómo puede ser eso posible?

-Emily, deja de morderte el labio –Me dice demandante-

Me sonrojo y lo suelto lentamente.

-Si querías darme celos, lo conseguiste.

-No me importas –digo negando levemente-

Siento una punzada en el corazón. Su expresión cambia y ahora logro ver ese sentimiento de decepción a través de sus ojos. ¡SÍ TE IMPORTA, IDIOTA! Me regaña mi conciencia. ¡Sí, si mi importas!

-¿A qué juegas? –Frunce el ceño-

-Yo no juego, Justin.

Me mira serio y se pega más a mí. Siento que la sangre ya no me fluye por el cuerpo. Se inclina hacia a mí pero en vez de acercarse a mis labios se acerca a mi oído. Escucho su respiración entrecortada.

-Yo tampoco, Emily, y si no quieres jugar este juego es mejor que no entres, entonces – Me dice con voz ronca-

Me remuevo debajo de su cuerpo y ejerzo fuerza para poder bajar mis brazos, pero no lo consigo. ¿Eso fue una amenaza o una advertencia? ¡A mí nadie me amenaza!

Se ríe sensualmente en mi oído y mi sentido común ya me ha abandonado. No logro reaccionar, eso fue como un Ctrl-Alt Suprimir para mi cuerpo. Empieza a soplar delicadamente por debajo de mi oreja y me estremezco. Se siente bien y… excitante. Siento mis músculos del vientre tensarse y un enorme cosquilleo en mi estómago. Deja de soplar y lentamente se separa. Nos miramos y ahora soy yo la pérdida. Lenta y delicadamente me va bajando los brazos. Por fin vuelvo a sentir la sangre fluir por esas extremidades. Nuestras respiraciones están agitadas, descontroladas. ¡Yo quiero entrar en el juego, Emily! La pequeña diva me mira atenta aun con su disfraz de garota. ¡Pues, yo no! Oh, vamos, Emily.

-¿Y si quiero entrar? –murmuro-

¿Eso acaba salir de mi boca? Control, Tood, control. Ah… ahora si te dignas a regresar ¡Maldita!

-Bueno, en ese caso, felices juegos del hambre y que la suerte esté siempre de tu favor –Me dice bajo con voz ronca-

Me sonríe. Oh Dios. Este chico es mi perdición. Jadeo bajo. ¿Juegos del hambre? Eso es una película en donde se matan entre sí. Yo no quiero matar a nadie. ¡Se refiere a la trama, Emily! Tienes que darlo todo por el todo. ¿Quiero hacerlo?...

Se aleja de mí y ahora soy libre de nuevo. Aun siento la presión de su agarre en mis muñecas y disimuladamente las sobo. Me sonrojo. Soy la primera en bajar la mirada, no puedo aguantar más. Su mirada me descontrola.

-Deja de morderte el labio –Dice cansado y ladeando su cabeza-

Lo miro de nuevo y suelto el labio rápido. Nos sostenemos la mirada y… empiezo a sentir mariposas en mi estómago.

-Deja de hacer eso –Digo frunciendo el ceño-

-¿Hacer qué? –Suena divertido-

-Eso –digo molesta- Mirarme intensamente –Me abrazo-

-Solo te estoy mirando normal, Emily –Bufa-

Ruedo mis ojos y me dispongo a seguir bajando la siguiente escalera antes de subir en el ascensor… ¡Oh… el ascensor!

-¿Qué acaso eres ilegal que no te puedo ver? –Dice siguiéndome-

¡No! Quédate en donde estás. Quedo en silencio. Frunzo el ceño pero sé que no me ve.

-Exacto. Soy libre de hacer lo que quiero ¿no?

Esto es raro. ¿Cómo sabe que pensé eso? Mi corazón vuelve a dispararse y ya me encuentro al frente la puerta del ascensor. Respiro. Presiono el botón y finalmente Justin llega a mi lado. Paso mi brazo izquierdo por al frente de mi pecho y me tomo el otro brazo; me siento incómoda cuando se acerca mucho. Trato de no mirarlo, ni tocarlo. Hago de cuenta de qué estoy sola. De hecho, esto me recuerda…

-Aún sigo molesta por lo del teléfono –Digo viendo hacia al frente-

El ascensor llega y las puertas se abren. Entro.

-¿Qué? –Pregunta atónito- Ya te lo devolví –Ríe-

Me acomodo en una esquina y de nuevo estamos solos, en un ascensor, en un mundo aparte. En nuestra burbuja. Presiono el botón de mi piso, él no se mueve ¿Me seguirá? Él se acomoda en la otra esquina y ambos nos paramos de frente, viéndonos las caras. Me cruzo de brazos… Por cierto no me mando las sábanas. Lo miro y su mirada es indescifrable. Lo miro con más atención, él sube su mirada y nos la sostenemos. Me sonrojo y bajo mi cabeza. Oigo cuando sonríe. ¡Que baje rápido, por favor! Subo mi mirada y veo hacia la pequeña pantalla; número veintiséis. Siento la mirada de Justin encima y llevo mis manos a la cara tratando de tapármela disimuladamente.

-No te tapes –Me dice bajo-

Subo mi mirada hacia él. Tiene una sonrisa tímida en su cara y su cabeza un poco ladeada.

-Eres muy linda como para que te andes ocultando –Me dice con ternura-

¡El teléfono! Sí, estoy molesta contigo. Bajo mis manos y me remuevo en el lugar, algo incómoda.

Las puertas del ascensor se abren y me dispongo a salir. Justin me sigue. Ruedo mis ojos y llego a mi puerta. Él se queda detrás de mí. ¡Ja! Piensa que podrá entrar. Me volteo y lo miro. Levanto una ceja y él hace lo mismo. Una sonrisa aparece en su cara ¿Se burla de mí? Le coloco una mano en el pecho y lo empujó hacia atrás, él ríe bajo y… de nuevo suena sexy.

-No entrarás –le digo seria-

-Quizás no hoy –dice con una sonrisa de medio lado-

¡Oh!. Siento mi corazón dispararse. Su pecho debajo de mi mano se siente… bien formado. Me dan ganas de tocar su cuerpo, no la ropa. Tienes a Justin Bieber al frente de ti, lo estás tocando y… ¿Aun así pides más? Trato de que mis pensamientos no se descarrilen. Aún sigo molesta.

Sigo mirándolo a los ojos cuando retiro mi mano de su pecho lentamente. Su mirada me pierde, es como si cada vez que lo viera, estuviera muy cerca del sol apunto de quemarme. ¡Sí, como Anastasia Steele! Cuidado Tood, ella se quemó y mira como terminó, me replica mi conciencia. Ese fue el final del primer libro, aún faltan dos más, quizás las cosas cambien.

-Emily… -Justin se acerca tanto que quedo pegada a la puerta- No. Muerdas. Tú. Labio. –Me mira-

Mi corazón amenaza con salirse por la boca y empiezo a sentir nervios. Me pasa la mano por la mejilla, acariciándola y termina con su dedo índice y el pulgar tomándome por la barbilla, me acaricia. Me desmayaré, no aguantaré otro contacto de él.

-No te imaginas cuanto quiero… -Mira mis labios- Saber qué piensas –Me dice con voz ronca-

Su voz ha sido como un detonante. Siento mis manos temblar y mis piernas igual. Mi respiración cambia y ahora es descontrolada pero controlada a la vez. Rueda levemente sus ojos y los vuelve a colocar en mí. ¡Oh!. Control, control; me repito una y otra vez.

Lo miro a los ojos, ahora están oscuros. Lame sus labios e instintivamente los veo. ¡Ya, colapsaré! Mira mi boca ¿Me besará? ¡Oh, Dios!, le pequeña diva sale de un brinco de la cama y pone en sus labios la forma más graciosa de besar. Se acerca a mí y cierro los ojos. Soy incapaz de moverme o hacer o decir algo. ¿Qué te pasa, Emily? Se acerca a mi oído de nuevo y lo oigo reír bajo y… otra vez sonó sexy. Abro mis ojos y siento que él airé se ha esfumado, porque siento mucho calor.

-Suéltate el labio –Me dice con voz ronca y bajo, muy bajo-

Se vuelve a su posición anterior y nos sostenemos la mirada. Me mira con… ¿deseo? ¡Oh, no puede ser! ¿Justin Bieber me desea? ¡Jajajaja! Siguiente broma, por favor, me replica mi conciencia. Claro ¿Quién podría desearme? ¿Quién podría enamorarse de mí? Espera, espera. ¿Es Emily Tood? ¿Es Emily Tood la que habla? Esa a la que no le importa las opiniones de las persona y menos de un chico, la que nunca se enamora, la que tiene como mejor amigo el techo, la que acaba de darle su primer beso a una persona que ni siquiera conoce bien, la que decía que no quería novio, la que no tiene padres… ¿Es ella? ¡Oh! Eso ha sido cruel, le respondo mentalmente a mi conciencia. ¡La vida es cruel, Emily! Aprende a sobrevivir.

-Emily… –Justin interrumpe mis pensamientos- Sé qué tu labio debe saber muy bien, pero por favor, deja de morderlo. No puedo concentrarme.

No puede… concentrarse… ¡Le gustas, le gustas! Grita la pequeña diva. Parpadeo y lentamente suelto mi labio. Él lame los suyos y nos sostenemos las miradas. ¿Puede ser esto posible? Yo, Emily Tood con el magnate de la música, Justin Bieber. ¿Esto está pasando?

-Así está mejor. Ahora entra, quiero asegurarme de que te encontrarás bien si me voy –Me dice demandante-

De sexy, provocativo, sensual y divertido a demandante, controlador y serio. ¡Lo entiendo!... pero que difícil soy. Aun así no puedo dejar que me controle, no él, no ahora.

-Entraré al cuarto cuando yo quiera –Le sonrío sarcásticamente y salgo de su aprisionamiento de la puerta-

Me paro a un lado y lo miro. Al parecer ya mi cuerpo vuelve a ser normal. Veo que se tensa y se coloca en su posición normal, parado, no inclinado. Intenta decir algo pero queda en silencio. Veo su mandíbula tensa y mete sus manos en los bolsillos. Me mira y entorna los ojos. Me siento intimidada y como una niña descarriada que acaba de robarse un dulce. ¿Por qué me pone así? ¡Porque te gusta! Me dice la pequeña diva como una porrista, agitando los pompones en el aire. ¡Cállate!

-Y… aquí vamos de nuevo –Me dice Justin ladeando su cabeza y algo cansado-

Suelto mi labio de nuevo y lo miro.

-Puedes irte, retirarte, desaparecer, esfumarte… -Digo haciéndole una seña con mi mano hasta el ascensor-

Me mira impasiblemente y vuelvo a sentirme mal. Culpable. Es como si con él tuviera que portarme bien todo el tiempo. El ambiente queda en silencio y creo que mis latidos del corazón se oyen muy fuertemente.

-¿En serio quieres entrar al juego? –Ladea su cabeza y me mira atentamente-
¿Quiero?...

-Creo que no te importa si entro o no –Le sonrío sarcásticamente-

Me sonríe de medio lado y asiente lento. Bien, ya ha entendido. Da cuatro pasos y queda un poco lejos de mí, se voltea lento y siento mi corazón detenerse.

-¿En serio quieres que me vaya? –Me pregunta con una sonrisa de medio lado-

No. ¡Está coqueteando contigo, Emily! Me grita la pequeña diva. Concéntrate Tood.

-Sí.

Se voltea y vuelve a caminar, esta vez llega al ascensor y presiona el botón. Se voltea a verme.

-¿En serio quieres que me vaya? –Grita para que lo escuche-

¡No! Emily, haz que se detenga.

-Sí –digo rápido-

Me sonríe mostrando sus dientes y quedo hipnotizada con su sonrisa. ¿Cómo puede ser una persona como él, legal? Las puertas del ascensor se abren y él entra. ¡Emily! Me grita la pequeña diva. Se va, se va, haz algo. Lo miro y veo cuando las puertas se cierran. Me dejo caer al piso y por fin respiro. Lleno mis pulmones con todo el aire que dejé de aspirar cuando él estaba aquí. ¡Ven aire, ven! Controlo mi respiración y mis latidos del corazón. Duro varios minutos sentada en el piso. Me paro ya tranquilizada y vuelvo acercarme a la puerta, toco mi bolsillo para buscar la tarjeta y… ¡No está! ¡Maldición! ¡No, no! ¿En dónde puede estar? Qué raro, Emily. Dime algo nuevo. Vives perdiendo las cosas, me replica mi conciencia. En estos momentos estoy molesta contigo, idiota. Sí, al igual como lo estabas con Justin ¿verdad? ¡Oh!… Touche.

Reviso en los cuatro bolsillos. No la tengo, debió haberse caído en algún lugar… espero. Camino de derecha a izquierda el pasillo viendo hacia el piso. No está. Presiono el botón del ascensor y de inmediato las puertas se abren. Entro y reviso el piso. No está. Voy hacia la azotea, entro y no encuentro a los chicos, ya no están aquí. Reviso el piso y me devuelvo en mis pasos. No está. Salgo y… ¿Justin la tiene?... ¡Ah, Imbécil! ¿Qué más puede hacer para hacerme enojar? Regreso al piso de mi cuarto. ¡Llámalo! Claro, es mejor que verle la cara. Pero… ahora ¿En dónde está el papelito?... ¡Ah! Exclama la pequeña diva ¡Emily! Tranquila, tranquila, resolveré.
¿Qué hice después de llegar? Guardé mi bolso, mi cartera… ¿estaría ahí? ¡Oh, demonios, ahora si tengo problemas! Saco mi teléfono para sentarme en el piso al lado de la puerta de mi cuarto. Piensa, Emily. Piensa. Veo el forro de mi celular… Oh, espera… creo que... Quito el forro y el papelito sale volando, lo recojo del piso y veo el número. Siento nervios. ¿Lo llamo?