Finding Myself.

Capitulo 5.

Justin.

Que chica tan malditamente imposible. Siento un odio extraño hacia ella. Es tan…rara y diferente al mismo tiempo. Menos mal que no le confesé que había escuchado la discusión con su madre, me hubiera matado con su lámpara seguramente. 

Suspiro y tomo mi cabello entre mis manos exasperado. Me siento frustrado. Necesito sus labios sobre los míos. La necesito. A ella. Solo a ella.

¿Qué hago en mi casa? Y solo. Mierda, esto apesta. Necesito un buen polvo. Tomo mi teléfono celular del bolsillo trasero de mi jean y me dispongo a llamar al primer número de mi lista de contactos. Abigail. Veo su nombre de contacto otra vez y bloqueo mi teléfono.

Odio este puto sentimiento de necesidad. Necesidad de ella, de sentir su aliento cerca del mío, su tensión cuando me siente cerca.

¿Pero desde cuando empecé a sentir esto? ¿Desde cuándo empecé a necesitar tanto a una chica que solo he visto dos veces? 

Por favor Justin. Tenía que sacarla de mi cabeza, lo tenía que hacer ahora. Tome las llaves de mi auto y salí del apartamento, iría a dar vueltas por la ciudad.

***

______________.

Intranquilidad. Esa era la palabra que mejor describía mi estado en este momento, daba vueltas en mi cama buscando que el dulce Morfeo me llamará, pero nada, nada ocurría, tenía las imágenes de él recorrían mi mente como si estuviera reproduciendo un DVD en mi cabeza. Su aliento golpeando mi oído, su voz, la marca invisible que había dejado al sentarse en mi cama. 
De repente, mis parpados se empezaron a cerrar, al fin Morfeo me llamaba...

- _____ - Llamaba mi hermano del otro lado de la puerta - En veinte minutos nos vamos para la iglesia, alístate pronto. 

Me pregunto si algún día tendré un descanso de todo esto, un descanso de la misma rutina de los domingos con mi familia, a la iglesia. 


Pronto. Me prometí. Demonios, claro que lo haría.

Después de unos cuantos minutos en la ducha, salí y me coloque un vestido blanco por arriba de mi rodilla y baje hacia el living donde mi familia estaba reunida, hablando cosas irrelevantes como, el cambio del padre de la iglesia o lo poco probable que puede ser que le den una pasada de pintura a ésta.

Tome una manzana verde para llevar y salí junto a mis padres que ya estaban en el auto, cuando alcance el auto me di cuenta que había olvidado mi bolso en el lobby, rayos que te pasa hoy ____. Regresé corriendo por él.

En la iglesia, camine cerca de mis padres y me senté en la última banca con mi hermano, aunque mis padres siempre se sentaban en la primera, al menos no nos ponían problema por esto. La gente ya estaba en sus puestos. Y el padre ya empezaba a hablar

Tanteé a mi lado en busca de mi bolso. ¡Demonios! otra vez no, ¿Que era lo que me pasaba? seguro este chico ya me estaba afectando la memoria

Me disculpe con mi hermano y salí hacia el auto que estaba a no más de 10 metros de la iglesia. Abrí la puerta trasera con agilidad y alcance mi bolso. Al fin, parecía una loca como si no pudiera vivir sin ese pedazo de tela con cosas que catalogaba de máxima importancia.

Cerré la puerta y saque mi celular de mi bolso. Como siempre, no tenía nada. Ni un mensaje o llamada perdida. Wow, no sé porque tomaba tanta importancia si no tenía algo digno de llamar “vida social”.

-¿Qué pasa bonita?-me pregunto una voz ronca desde en frente.

Subí mi mirada rápidamente y al instante me arrepentí. Mierda. Mierda. Mierda mil veces. ¿Por qué a mí? ¿Por qué? ¿Tan mala persona era que merecía estar frente a dos hombres mal vestidos con aliento alcohólico, múltiples tatuajes en su cuerpo y con intenciones de hacerme daño frente a mí? Dios, por favor ayúdame.

Estoy paralizada por completo y escasas son las personas en la calle. Todos están dentro y la distancia de diez metros es bastante considerable  teniendo en cuenta que todos deben estar absortos con el canto del coro. Estoy sola fuera del auto de mi padre. Frente a dos hombres que quieren hacerme daño. 

-Deje...déjenme…ir-suplico tartamudeando sin completar la frase coherentemente. Mis piernas son lo más parecido a una gelatina y pensamientos horribles abruman mi cabeza. Por favor, que alguien me salve.
-Tranquila-me susurra el hombre rozando su aliento contra mi oreja haciendo que todo mi sistema respiratorio deje de funcionar.
-Toma todo-le ofrezco mi bolso dejándolo caer justo en su pie lo que provoca un quejido de su parte, por instinto intento correr pero el otro hombre me detiene poniendo sus asquerosas manos sobre mis hombros y grito, pero no como me hubiera gustado.

Tengo la boca completamente seca, no puedo ni gritar empiezo a gemir intento reforzar mi voz pero simplemente estoy estática gritando a mis piernas que en este momento no me abandonen. ¿Por qué las personas no aparecen cuando son necesarias?

-Por…por favor-suplico una vez más sabiendo que todos mis esfuerzo están siendo inútiles. El hombre roda los ojos hacia mí y me empuja fuertemente hacia el auto. Me estrello con el vidrio y siento el espasmo de dolor en mi espalda. Mierda.
-Cállate ¿vale?-me espeta groseramente poniendo una mano en mi cintura, me arqueo en un intento de alejarlo pero no funciona. Me toma con ambas manos y sin preverlo las lágrimas comienzan a inundar mis mejillas. No puedo hablar, ni moverme.

El aspecto del tipo era completamente asqueroso, estaba sucio y apestaba a alcohol. Era repugnante, me siento tan poca cosa. Por favor Dios, no soy mala persona. Ayúdame a sacar un poco de fuerza….

-Cabrón-susurro rápidamente el estúpido  que hacia un momento posaba sus asquerosas manos sobre mi cintura.

Todo pasó en una milésima de segundo. ______ vuelve a la realidad. De acuerdo. No, esto no es esta sucediendo. ¿Qué?

El tipo estaba en el piso siendo molido a golpes por Justin que lanzaba insultos fuertes al aire mientras golpeaba con más fuerza, el otro hombre igual estaba en el piso. No me di cuenta. Wow. Gracias Dios. Justin levanto al tipo y lo estrello contra el poste más cercano. Yo yacía estática pegada en el vidrio del auto sin creer lo que mis ojos divisaban.

Justin murmuro algo y ambos tipos salieron corriendo a la velocidad que les permitían sus piernas lastimadas. Justin escupió sobre la acera y me miro sin expresión alguna. Un escalofrió me recorrió de pies a cabeza y el nudo en mi garganta salió.

No me había dado cuenta de cuánto tiempo había estado reteniendo la respiración hasta que Justin se interpuso frente a mí.

-No llores-susurro en un intento por tranquilizarme pero esto solo provoco que llorara más. Me sentía indefensa y los pensamientos no me dejaban un segundo, ¿qué habría sido de mí si él no llegaba?

Los minutos pasaban y los pensamientos seguían sin dejarme. ¿Por qué todo esto estaba pasándome justamente a mí? ¿Por qué todo desde esa fiesta? Apenas habían pasado unos días y ya todo estaba siendo muy rápido. 

-Nena-me llamo Justin.-Mírame-ordeno tomando mi barbilla delicadamente. El tacto de sus dedos era delicioso. Sus largos y fuertes dedos. 

Lo mire por una milésima de segundo y desvié mi mirada hacia otro lado, me ponía nerviosa aun en estas condiciones.

-No paso nada, ten-me ofreció mi bolso de vuelta y lo tome de inmediato como si de ello dependiera mi vida. Jamás volvería a salir con un bolso. -¿Mejor?

Asentí sin pronunciar palabra alguna, me sentía incapaz de hacerlo. Soltó mi barbilla y di un paso atrás quedando debajo de la acera y mire hacia arriba. Era tan…guapo. A la luz del sol su belleza me dejaba aun peor. Pero eso no quitaba que fuera un imbécil. Pero me había salvado. Maldita sea. Una nota más que agregar a la cuenta que ya le debía y que sabía…no sería nada barata.

-¿Te has quedado muda?-me pregunto con el tono arrogante, de acuerdo Bieber volvía y mas imbécil que nunca. Una ola de furia me inundo por completo y en este momento quería plantarle un fuerte pisotón sobre su Supra perfectamente limpia.
-No-respondí cortante, limpiando mis lágrimas y verificando que mi vestido estuviese acomodado. Nada mal después de haber sido casi asaltada y manoseada.

¿Qué debía hacer ahora? Estaba un chico imbécil y ardiente frente a mi  después de haber llegado en el momento justo para salvarme de….mi posible muerte. Bueno, no fue para tanto. 

Subo de nuevo a la acera encaminándome hacia adentro. Es raro que mis padres no hayan salido a verificar que todo estuviera bien. Esto de ser ignorada por al menos un momento no me vino nada mal. 

-Así que… ¿ingrata?
-Gracias-me giro enfrentándolo. 
-Fue un placer-hizo una reverencia a mi sabiendo que estaba siendo completamente sarcástico.
-¿Qué acaso no puedes dejar de ser idiota por un momento?
-¿Me insultas después de haberte salvado de lo que iban a hacerte ese par de cabrones?
-Estas echándomelo en cara.
-No, no lo hago. Pero ugh…eres tan complicada-tomo su cabello con ambas manos.
-¿De qué trata todo esto? ¿De qué me salves cada vez que algo malo va a pasarme y que después quieras cobrármelo con favores que ponen en riesgo mi vida? Porque si es así, prefiero entregarme a la policía y decirles que yo estaba en esa carrera ilegal…
-Eso solo lo haría alguien lo suficientemente i…
-¿Muy qué?-le incite a continuar cuando guardo silencio arrepintiéndose de lo que estaba diciendo.
-_____ deja de ser tan malditamente difícil.
-No soy difícil-le reprocho de inmediato cruzándome de brazos.-Me llamaste idiota. 
-No lo hice.
-Claro que si-la punzada en mi corazón me deja sin poder alguno de seguir siguiendo con esta “discusión”. Odio las peleas.
 
Suspiro largamente antes de comenzar a desahogar este ridículo nudo en mi garganta. ¿Qué demonios hago parada frente a el? ¿Por qué mis piernas nunca me responden en el momento indicado? Debo comenzar a sincronizar mi cuerpo con mi cerebro. Wow, difícil tarea.

Después de unos segundos…o más bien minutos, suspiro una vez y me giro. Justin parece que se quedo en su trance personal. Y no puedo decir que está pensando, el no sabe lo que es eso.

-Detente-me tomo por el hombro bruscamente. Ni siquiera lo vi venir. Me tambaleo y lo miro involuntariamente.
-Déjame. Gracias por el favor, no volverá a pasar-me alejo de él y emprendo mi marcha de nuevo.
-Dije que te detengas. ¿Acaso no entiendes?-su voz es elevada. Esta gritándome y eso de alguna manera hace que mi corazón comience a romperse en mil pedazos. Me siento más intimidada que con esos idiotas tocando mi cuerpo. Trago fuerte y lo miro impasible. 
-No soy de tu puta propiedad. ¿Acaso no lo entiendes?-lo imito y pone mala cara.-Dejame en paz, por bien de los dos.
-Eres una jodida idiota.

“Eres una jodida idiota”. ¿Escuche bien? ¿Lo hice? Si. Eso que ensordece mis oídos son todos mis sentimientos cayendo al subsuelo de la manera más humillante. Acaba de llamarme “jodida idiota”. Duele, y no debería. 

-Vete a la mierda.

Me doy la vuelta con mi corazón arrastrándose detrás de mis pies gritándome lo estúpida que era. ¿Por qué me salían las lágrimas sin control? ¿Por qué me sentía como una jodida idiota? Maldito Justin Bieber. 

Estúpida mil veces. Sí, yo.

Justin.

Mierda. ¿Qué tienes en el cerebro Bieber? Nada. Me siento como el pendejo más grande del mundo. Odio estar molesto, desesperado. Esta chica me puede subir a la cima en un segundo y hacerme enojar como el infierno en otro segundo más. 

_____ no es una jodida idiota. No lo es y ahora he cagado lo poco que llevábamos. ¿Qué hare ahora para resolverlo? ¿Por qué no fui detrás de ella si estaba llorando? Tal vez porque soy una escoria sin corazón. Y es algo que no puedo evitar.

Bah, es una chica mas, pero no…______...bueno….una chica mas y punto. 

Voy hacia mi auto cruzando la calle y entro en el haciendo rugir el motor a una velocidad que cualquiera tacharía de “descontrolada” pero amo la libertad de poder conducir como un demente. Soy mayor de edad.  Nadie puede detenerme. Hago lo que quiero cuando quiero porque puedo.

Así funcionan las cosas.

***

__________.

Otra semana más. Pero la misma rutina de siempre. Que mierda. Odio esta jodida clase de biología, nunca usare esto de manera útil en mi vida. Ni loca seria bióloga o algo relacionado con las ciencias. ¿Por qué todo tiene que ser tan jodido de todas las formas?

¿Por qué hay idiotas que se creen con el derecho de insultarte por no tener nada que decir? La vida es mejor cuando no hay nadie más en tu vida más que tu primer amor platónico imposible, en mi caso: Zac Efron y tu, chocolates y posiblemente algunas aventuras románticas plasmadas en películas que me hacen llorar en mis peores e incómodos días. Ugh. Odio sentir esto, me odio por ser tan malditamente débil y por no dejar de pensar en un cabrón que no merece ni un escupitajo mío. Pero de acuerdo, se acabo. Se acabo algo que gracias al cielo no comenzó y que no tiene vuelta atrás.

Si, lo hago bien. De vuelta mi vida aburrida, pero segura y sin nada de diversión. No suena nada mal, así ya no corro ningún peligro. Viviré soltera en casa de mis padres junto con los próximos ocho gatos que planeo adoptar. Seré tan feliz.

-¿Qué tanto piensas?-me interrumpe Amy lanzándome un proyectil asesino, hecho de papel.
-Solo quiero irme-le digo riendo regresándole el proyectil.
-¿Algo que quieras contarme?

Oh, oh. Levanto su ceja de manera picara. Tranquila muchacha, yo no voy a ese ritmo tan rápido. ¿O de que habla?

-No hay nada interesante-esquivo su pregunta hábilmente.- ¿Y tú?
-Tuve un fin de semana maravilloso…

Y así es como comienza a contarme su aventura en la playa del domingo por la mañana, al parecer el chico del que habla vive a dos cuadras lejos y es caliente. Wow, nada nuevo. ¿Quién no se fijaría en la hermosa Amy? Sigo aun sin comprender porque me habla pero, me agrada y siempre ha estado ahí para mí, para sacarme de mi mundo monótono. Aprecio tanto sus inútiles intentos.

-¿Qué piensas?-me pregunta emocionada y le sonrió.
-Deben conocerse más, parece buen chico.
-Lo es, no puedo esperar a….

¡Al fin! Adiós infierno, por hoy. Amy me sonríe dejando de lado su conversación, ambas salimos del salón y nos dirigimos hacia nuestros casilleros a dejar nuestras cosas para poder salir. 

-¡Viernes!-me abraza Amy festejando.- ¿Vendrás esta noche?
-No lo creo, estoy muy cansada.-le soy sincera.
-________ vendrás y punto.

Supongo que no tengo nada más que discutir además de que mi mente ruega por olvidar toda la semana de mierda.

***

-¡Woo!-grita Lisa totalmente eufórica abrazada por el ambiente enloquecedor.

Esto definitivamente es el paraíso, una vez más me dejo llevar por el ritmo. Esta noche ha sido perfecta. Me escape con facilidad, me siento hermosa y realmente estoy pasándola bien incluso mucho mejor que la primera vez. Esto es magia. Felicidad. Descontrol. Libertad.

Diviso a Amy bailando en uno de los rincones con el chico apuesto que me había mencionado en clase, sonrió y vuelvo a lo mío. Esto es vida.

-______, ven-me llama Lisa encima de todo el ruido.

Asiento y voy tras ella. Salimos del club que esta al full de gente, aire fresco. Ahora me doy cuenta de lo que es el aire puro. Wow, que cambio. Respiro hondo y dejo salir todo el aire lleno de humo de cigarrillo y de los efectos especiales dentro.

-Señoritas.

Jodida mierda. Me congelo y de repente toda la furia fluye dentro de mí como fuego. Tengo ganas de estrellar mi fuerte puño en su asquerosamente hermosa-sexy-preciosa-irritante cara.

-¿Escuchaste algo o pisaste alguna mierda? Huele espantoso.

Lisa muere de risa pero esta vez me contengo. No tengo ganas de reír y hable porque realmente me nació hacerlo. Miro retante al pedazo de imbécil que se atrevió a llamarme “jodida idiota” no puedo ni pensar ni mucho menos pronunciar su nombre.

-¿Podrías callarte?-le espeta rudamente, Lisa se calla y se cruza de brazos recobrando la postura.-Ahora vete.
-No eres nadie, estoy con mi amiga. Así que mejor lárgate tú-se defiende Lisa y le echo porras internamente. Me siento apoyada.

El muy idiota ríe sínicamente y la toma por los hombros bruscamente dejando sus labios justamente en su oreja, pronuncia algo que no puedo escuchar y Lisa se gira para darme un abrazo junto con un susurro de “estaré esperándote dentro”.

¿Eso es todo? 

Me quedo mirando como una completa tonta mientras veo a Lisa desaparecer. No puedo creer que me haya dejado sola con un imbécil…pero… ¿Qué sigo haciendo aquí? No lo quiero más en mi vida. Me giro hacia el otro lado dispuesta a irme por mis propios pies. Por primera vez no siento ese temblor en mis piernas y mi luchadora interior saca pompones y comienza a festejar. Bien hecho.

-Luces caliente-me habla por detrás y sé que esta pisándome los talones.
-Luces como toda una garrapata.
-Nena, ¿podrías dejar de joder esto aun más?

¿Joderlo? ¿Yo? ¿Qué mierda hace este imbécil delante de mí? 

-No estoy jodiendo nada, deberías dejarme en paz.-hablo con tranquilidad dispuesta a terminar todo lo que no es nada.
-¿Quieres que te dejes?
-Ridículo-bufo-No te conozco, solo vienes a molestarme e insultarme ¿y preguntas esto?
-No me has respondido-se sale por la tangente.
-Déjame.

No, no me dejes. Te odio pero algo dentro de mí me dice que te necesita. Quiero sus labios sobre los míos, sus manos sobre mi cuerpo. Su cabello, es tan sexy. 

-Solo acompáñame a la carrera y después no te volveré a molestar.
-No Justin, esto no es un trato. Déjame y ya. Gracias.

Me giro y me toma del brazo bruscamente acercándose demasiado. Puedo sentir su aliento en mi cara y de repente todo en mí alrededor da vueltas.
-Vas a venir. Porque yo lo digo. Ahora, vamos.

Me toma por las piernas alzándome por el aire. ¿Qué se cree? Comenzó a gritar y a dar patadas. Pero claro, nadie va a escucharme porque encuentran más importante sus bebidas y cigarros. Una vez más, que jodida suerte tengo.

-¡Déjame, voy a vomitar!
-No importa-me dice riendo y de repente me baja. Estoy recargada, en su auto. Me aprisiona entre sus musculosos brazos y abre la puerta del copiloto.
-¿Entras tu o hago que entres?
-Imbécil.-me meto dentro del auto y es igual de cálido que la última vez, hay indicios de humo de cigarro pero no me molesta. Entra el por el otro lado y emprende marcha.

¿Qué….? Hasta ahora noto a todos frente a nosotros, a una distancia considerable. ¿Tanta distancia pudo cargarme? Mierda…la carrera. Mi piel se eriza y comienzo a sentir un mareo mortal. 

Justin calienta su motor o lo que sea que hace que todo en el auto ruja como una jungla. No puedo creer que este en el asiento del copiloto poniendo en riesgo mi vida. Vaya manera de morir. Respiro hondo y siento un hueco en el estomago.

Odio la velocidad, también odio los autos. Contaminan demasiado y son como armas mortales. Miro a Justin que esta impasible mirando a la carretera y por un segundo me distraigo mirando su perfecto perfil, es como un dios griego. No puedo comprender como es tan…Justin. Trae unos vaqueros azules jean con una ajustada camisa negra y obviamente, sus Supras negros. 

Lamento todo lo malo que alguna vez hice, si fuera una buena persona ahora mismo estaría acostada en mi cama sumida en alguna hermosa historia, pero no. Estoy en el auto de un desconocido idiota a punto de emprender una carrera mortal de autos.  

-Nena-me llama.

Lo miro y me encuentro con dos avellanas perfectas y brillosas. Qué manera de morir lentamente. Me sonrojo sin desearlo y sonrió de lado.

-Todo va a estar bien.

Me toma la mano entrelazando sus largos y delgados dedos con los míos. Su tacto es tan caliente y suave. Me siento protegida. Acepto su apretón y el no la retira al instante, siento todo mi cuerpo arder. Y le sonrió de verdad. ¿Qué tan malo puede ser?

-Todo pasara rápido, solo toma el cinturón con fuerza. Iremos rápido, pero vamos a ganar.
-De acuerdo-tomo el cinturón de seguridad y me lo pongo, tomando mis manos como si mi vida dependiera de ello. De hecho, ahora mismo mi vida depende de este cinturón y del chico caliente de ojos mieles.

Veo como una chica con poca ropa se pone entre el auto de Justin y del contrincante, no tengo idea de quienes pero tampoco me interesa. No veo a los chicos por ningún lado pero sé que están ahí, seguramente saben que estoy aquí dentro y no vienen a salvarme. Vaya, debo aceptar mi muerte de una vez por todas. 

Justin toma mi mano una vez más y aleja cualquier presión de ellas, están blancas por la fuerza con la que estaba tomando el cinturón.

-Estaremos bien-me promete dando un beso rápido en el dorso de mi mano y un toque eléctrico cruza todas mis terminaciones nerviosas. 

Todo pasa tan rápido, que no logro comprenderlo. Justin suelta mi mano y avanza despavorido por la carretera. Me hundo en el asiento tomando con una fuerza increíble el cinturón. Esto es velocidad y posiblemente mi entrada a la perdición oficial.


CONTINUARA…

Lamento haber tardado una eternidad en subir, pero es que enserio he estado ocupada.

-Venta de Believe Tour.
-Exámenes.

Muerte total, pero estoy de vuelta y creo que el capitulo quedo largo, ahora si les prometo por Heartbreaker que ya no tardare en subir.

Y quiero pedirles su ayuda para que me ayuden a difundir el concurso que estoy haciendo, regalare entradas para ver a Justin en México y seria increíble que me ayudaran a pasar la voz, todo está en el link.

http://twitpic.com/d1llmw

Gracias por la espera y espero sigan comentando y llegando nuevas lectoras.

Me comprometo a subir en menos de una semana, gracias de nuevo.

#muchlove.