My Sister's Boyfriend

Capítulo 5

Pronto recobré el poder de ser responsable de mis acciones y justo antes de salir corriendo, fingí una sonrisa. Aún más hipócrita que la anterior y saludé con un apretón de manos a Justin y abracé a mi hermana. Respiré hondo, tragándome mis lágrimas y mi debilidad. No. Ahora no puedo ponerme a sufrir. ¿Por Justin? No. nunca sufriré por algún chico. No significa nada para mí… por favor… ¡Solo nos vimos una vez! 


-Un gusto.- miro a Justin asesinamente.- Estoy encantada de conocerte.- miré a mi hermana de nuevo.- Son una pareja hermosa.
-Muchas gracias.- Alicia estaba alegre. Demasiado. Sus ojos brillaban con cierta emoción. Una emoción llamada amor.- Si les parece a todos, hay que pasar al comedor, la cena está lista.- jala a Justin de la mano y de nuevo me siento morir.- Durante la cena les contaremos nuestros planes.


***


Qué rico. Hay espagueti, con crema de brócoli y pollo frito. Miro mi plato, y trato de evitar mirar hacia donde está Alicia con Justin. Mirándose con esas miradas que no logro comprender bien aún. Esas miradas de “apenas es el inicio, no te dejaré nunca” qué asco. No estoy lista para sentir algo tan fuerte, así que me alegro de que esto se haya dado antes de tiempo y haya salido la verdad a la luz antes de que fuera demasiado tarde. 
La comida está rica, pero por algún motivo siento que algo se me atoró en la garganta y el dolor recorre todo mi pecho. Como un hueso de pollo atorado. Y aunque nada es picante, siento ganas de gritar eufórica y mis ojos están llorosos. No entiendo. Pero no me detengo y sigo con mi labor. Eddie hace unas cuantas preguntas a Justin obre equipos deportivos. ¡Oh vaya! Ya son amigos de toda la vida. Qué asco. Mi mamá habla con Alicia sobre los planes que tiene, y ella se pone a reír, recordando algunas ideas que se han perdido en su cabeza. Como siempre. Otra vez. Que asco. 
Terminamos de cenar y me levanto a dejar mi plato en el fregadero. Me lavo las manos y me seco en mis pantalones. Me doy la media vuelta y me encuentro con Justin en frente de mí, con la mano estirada para dejar su plato en el fregadero. Estoy encerrada. Encerrada entre él y el frío azulejo de la barra. ¿Qué pretende hacer? ¿Matarme? Claro, no quiere que le diga nada a nadie sobre nuestra… pequeña aventura en la playa.


-Tu madre cocina muy bien.- dice algo nervioso. Yo diría incómodo.- Oye, ______...- se rasca la nuca y me mira fijamente.- No debemos decirle a Alice lo que pasó en el verano.
-Claro que no.- contesté secamente.- Solo fue una tontería ¿no? un pequeño flirt. ¿No es así?
-Belleza, es decir… ______.- este idiota se está acercando más a mí.- No fue nada sin sentido. En verdad me caíste bien. Es bueno conocer a la familia de mi novia y llevarse bien ¿no?
-Eres un idiota.-musité y me escapé de el encierro.- Alicia te espera. No quieres verla enojada, es un monstro con cabello lindo. 


Subí a mi habitación, cerré por dentro y me quedé ahí, parada a lado de la puerta por un buen rato. Sin saber que hacer, ni a dónde mirar siquiera. ¿Has vivido una de esas incómodas experiencias, que quisieras borrar como si fueran un mensaje indeseado en tu móvil? Bueno, pues así me siento yo. Quiero borrar todo le del verano en adelante. Les conté a Bridgit y a Vanessa con tanto lujo de detalle y con tanta emoción, que pudieron jurar que estaba enamorada. Y casi me convencía a mí misma de eso, cuando Justin me mandó el mensaje esa noche antes de la escuela. ¿Cuándo fue? Ah si, ayer. ¿Qué pretendía entonces? Llego a pensar que él quería acostarse conmigo antes de estar atado de por vida a Alicia. Una aventura, eso es. Y lo comprendo… debe de estar totalmente loco. Yo conozco a Alicia desde hace diecisiete años y es como toda una vida. Mi vida. Así que… pobre él, que ahora si que “hasta que la muerte los separe”. Pero eso no lo salva de mi odio. ¿Acostarse conmigo? Claro… ha de pensar que una chica inocente tres años menor que él, se ilusionaría solo con un CD de su grupo de rock favorito. 
Bueno, que ni se le ocurra pensarlo. Desde ahora, solo apoyaré a mi hermana. Porque, ignorando su forma de ser, ella es parte de mi familia y tengo que estar con ella quiera o no. La apoyo a ella. No a esta farsa. 

Es impresionante como la música puede cambiar tu estado de ánimo de un momento a otro. Estoy con mis auriculares, sentada en el borde de mi cama mirándome los pies, y escuchando a Ed Sheeran, con Lego House. Me siento mejor. La voz de Ed me relaja y me hace recordar a mi hermano Eddie. No solo por los nombres parecidos, sino porque creo que ambos tienen la misma forma de ser. Serios, adorables y románticos. Yo creo que en ese tipo de hombres tenemos que fijarnos. Sin importar su apariencia, me vale un cacahuate lo de afuera desde ahora. Ya no caeré bajo los encantos de una cara bonita, unos ojos preciosos y una sonrisa Colgate envidiable. Eso solo nos trae problemas a las chicas y debemos de hacernos a la idea de una buena vez. 


“Estoy fuera de contacto, estoy fuera del amor…” – Ed Sheeran. 


Me doy un baño rápido, salgo fresca, relajada y con olor a jazmines. Con mi pijama favorita de corazones. Mi padre me la regaló cuando tenía once años y ahora apenas me queda bien de la cintura y me toca los talones. Peino mi cabello y lo recojo con un lazo blanco y preparo mi cama con rapidez. Afortunadamente, no hay deberes para entregar mañana. Estoy por apagar la luz, pero mi hermana interrumpe abriendo la puerta sin tocar. Siento otra vez ese hueso de pollo atorado en mi garganta.


-Pensé que estabas dormida.- pasó, cerró la puerta, se dirigió hacia mí y se sentó a mi lado.- Oye, siento mucho echarte a perder los planes con Eddie, es solo que estoy es muy importante para mí, y quería compartirlo con toda la familia. 
-¿Entonces porqué no avistaste antes?- pregunto con la voz un poco quebrada. La verdad no me importa el tiempo en el que haya avisado.- ¿Y mi padre? Si te acuerdas, él también pertenece a la familia. 
-______, tú sabes con exactitud la clase de situación que estamos pasando.- me regaña, mientras juega con una de mis almohadas.- De todas formas, le he dicho a mi padre, y él está de acuerdo con todo y me va a apoyar.- su semblante cambia, y se pone a sonreír como estúpida.- Oye… Justin dice que quiere hacer algo por él mismo para la fiesta. Tú sabes… en esto, las mujeres son las que más se emocionan y organizan. Pero bueno, él quiere ayudar. Quiere darme una sorpresa. Pero necesita ayuda, y pensé en ti…
-A ver, a ver.- la detengo con el debido pánico en la cara.- ¿En mí? ¡Pero si siempre dices que somos completamente diferentes!
-Ya lo sé.- ríe, la muy hipócrita.- Me conoces muy bien. Sabes lo que me gusta y por eso haces lo contrario a veces para molestar.- su jugueteo con la almohada me está sacando de quicio. Que vaya al grano ya.- El puto es que le he dicho a Justin que busque tu ayuda en los próximos siete meses, para que le ayudes a planear la sorpresa.
-No puedo Alicia.- le comento decididamente.- 
-¿Por qué?- pregunta. Sé que va a utilizar el chantaje.- _______, sabes que desde pequeña he hablado de mi boda, de mis sueños, y hemos peleado tanto, que creo que esto nos puede unir de nuevo.- finge una honestidad tan… cierta.- Solo te pido este favor. Esta vez y ya. 
-Ya, necesito dormir.- me recuesto y me tapo con las sábanas.- Dile a tu novio que cuenta conmigo. Pero por favor… déjame dormir. 


Permanezco en silencio y siento sus movimientos. Cuando escucho la puerta susurro algo que ni yo misma entiendo.


-Estúpida.


Y no es para ella, sino para mí. 


***


El siguiente día en el desayuno, Bridgit y yo estábamos hablando de las ventajas de salir con alguien mayor. (Para variar) pues mi amiga llegó con la nueva noticia de que estaba saliendo con un chico que es aspirante a modelo. Su tía lo contrató, ya que es fotógrafa y se conocieron durante la sesión. 


-Me llevó a comer a un restaurante genial y de ahí fuimos a ver una película, nada del otro mundo.- se encogió de hombros.- Tiene veinticinco. 
-Es mucho.- niego con la cabeza.- Apenas puedo soportar que el chico sea un año mayor que yo.- intento no pensar en Justin y sus tres años extra.- Siento que tiene más experiencia, que han estado con muchas chicas.
-Yo, por lo contrario, lo creo más maduros.


Tiene razón. Tampoco me atrevería a salir con chicos de nuestra clase. Para nada. Solo los miro y me doy cuenta de que son demasiado inmaduros. No me lo planteo nunca. Ni con el más inteligente de la clase. Tienen algo, una vibra tan joven que me hacen sentir que estoy con niños de primaria. Completamente fuera de órbita para mi mundo. 

De un momento a otro llega Vanessa saltando como loca, de nuevo enfundada en sus pantalones de color verde mar, una de las muchas blusas bonitas que tiene y sus converse blancos de bota. Toma su yogurt cerrado aún y lo usa como micrófono. 


-Chicas… vean aquí a la chica más afortunada del mundo.- aplaudimos, riendo eufóricas y le dejamos hablar.- ¡Edward y yo tenemos una cita!- se aclara la voz y se sienta en frente de nosotras.- Bueno… de estudio. Mañana a las cuatro de la tarde en la biblioteca. 
-Pero ve a estudiar, por favor.- ruega Bridgit.- No seas tan… atrevida, sino lo asustarás y hará que te corran.
-Eso no pasará.- sonríe con seguridad.- Confíen en mí.


***


Las clases pasan tan rápido, que apenas me doy cuenta. Bridgit se ofreció a llevarme a casa, pues esta vez no traje mi bicicleta. Pero me niego, porque quiero bajar algunos kilos y caminar es un buen paso para hacerlo. Al pasar por la puerta principal y sentir el aire fresco y de libertad nuevamente, suspiro de alivio. Camino recto, para llegar a atravesar los jardines de la escuela y caminar por la acera. Justo en frente mío está Justin. Recargado en un auto negro,  muy bonito y moderno. ¿Qué hago? ¿Me escondo? No… eso no. Me armo de valor y paso a su lado obligatoriamente y lo ignoro por completo. Pronto él me da alcance y me detiene del hombro. Suspiro y me doy la vuelta y le pregunto a la defensiva.


-¿Qué quieres?- me cruzo de brazos.- Tengo mucho que hacer, así que por favor que sea rápido.
-Vamos, sube a auto.- se da la media vuelta y se dirige a su auto, abre la puerta del acompañante y me mira.- ¡Es una orden ____!
-¡No iré!- contesto. Mi mal genio está ganándome.- No viajo con extraños.


Justin suspira y camina rápida y peligrosamente hacia mí. Se agacha y me toma de las piernas, alzándome hacia su espalda y cargándome hacia el auto. Yo grito, pataleo y me creo más drama y vergüenza en frente de los chicos que van pasando, y el no hace caso. Solo me deposita en el asiento del auto, y cierra la puerta.

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klnlkdsnfklndklg próximo capítulo será divertido, ah kldnfklndsk
yo que rayita, no hubiera accedido a la idea, pero bueno...

#GraciasPorComentar

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gracias por recomendar mi novela,
les debo una y la pagaré con maratón, yo les avisaré cuando
lo tendré listo ;)

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Mafer.