Capítulo. 19

| Narra Abby ||

-Em... quería decirte que si querías llegar más allá de ser... ya sabes... amigos.

Esta vez lo había entendido. Mis ojos se abrieron de par en par y tuve que apretar los labios para evitar una sonrisa.

-¿Qué quieres decir? -Dije, haciéndome la tonta.
-Vas a hacer decírmelo -Susurró, dejando ir una sonrisa. 
-¿Decir el qué? 
-Em... ¿te... gustaría ser mi... novia? 

Notaba que aguantaba la respiración. Cuando vió que no contesté, levantó la mirada hacia mí y vi su cara de desesperación.

El sonido de unas llaves resonó contra la puerta, y la risa de Michelle se escuchó profundamente. Miré hacia la puerta y seguidamente entraron Zayn y Michelle por ésta. Sonreí.

-¿Tan pronto aquí?-Pregunté.
-Te prometí que ésta noche saldríamos, y lo que prometo, lo cumplo.-Sonrió dejando las bolsas de la compra encima de la mesa y dándole un corto beso a Zayn antes de ir a la cocina.

Harry me miró todavía esperando mi respuesta, pero seguía pensando que todavía era muy pronto para estar juntos. Hacía dos días que lo había conocido y ya estaba ''enamorada'' de él.

Me levanté del sofá y fui a ayudar a Michelle a guardar las cosas de la compra en su sitio correspondiente.

-¿Dónde iremos? 
-No lo sé, pero iremos tú y yo solas. Los chicos no vienen.-Me informó.

No sé por qué, pero sentí un gran alivio al escuchar esas palabras, pero a la vez desilusión. ¿Me gustaba o no me gustaba Harry? Empezaba a pensar que mis sentimientos querían ser forzados a quererle, pero yo me negaba. No lo sabía. Estaba del todo confundida, y suponía que ésta noche también me serviría para aclararme.

-Nosotros sí venimos.-Dijo Zayn entrando a la cocina y rodeando la cintura de su novia con sus musculosos brazos. 

Miré a Harry y él ni siquiera se inmutó.

-¿Podéis dejarnos solas? Estamos hablando.-Dijo Mich lo más amable que pudo.

Zayn y Harry salieron de la cocina. 

Bien. Harry iba a estar también en la discoteca. Sólo de pensarlo me venían escalofríos por todo el cuerpo, de arriba a abajo.

-Harry me ha pedido si quería ser su novia.-Lo dejé caer. Sabía que Michelle me aconsejaría sinceramente, como sólo ella sabía hacerlo.
-¿Qué le has dicho?-Preguntó girándose hacia mi y abriendo los ojos de par en par.
-No he respondido. Has llegado tú.-La miré dubitativa.
-¿Y qué le vas a decir?
-¡No lo sé, Michelle! ¡Si te lo digo es porque quiero que me ayudes!-suspiré- ¡Estoy hecha un lío!-Me apoyé en el mármol y dejé car mi cuerpo contra éste.
-Déjate llevar.-Contestó. Fue lo único que me dijo y en el fondo me sorprendió.
-¿Nada más? Tengo una crisis mental con qué hacer y qué no hacer y sólo me dices 'déjate llevar'.-Dije exhausta.-Perfecto.

Subí arriba y me metí en la ducha. El agua caía por todo mi cuerpo haciendo que mi relajación fuese máxima. Necesitaba unos minutos así.

Salí de la ducha, me peiné y con la toalla rodeada a mi cuerpo fui a mi habitación a vestirme.

Ésta noche, era una noche de chicas: de Michelle y yo, y tocaba disfrutar como en los viejos tiempos. 

Decidí ponerme un vestido corto y apretado a mi cuerpo. Era de un color negro tirando a marrón, precioso. Me puse los tacones a conjunto del vestido y, me miré en el espejo para ver como iba. Me gustaba. No era ni muy extravagante ni muy sencillo. Normal. 

Asomé mi cabeza por el pasillo y chillé a Michelle para que subiera. Ella ya iba arreglada. Preciosa. Vestía un vestido blanco de tirantes y con un bonito escote. Nuestros vestidos eran similares, sólo que el mío era de palabra de honor y el suyo de tirantes.

-Me haría lesbiana por ti.-Dijo Michelle mirándome de arriba abajo. Reí y la acerqué a mi para que nos miráramos las dos en el espejo.
-Vamos a romper de todo menos corazones.-Susurré mirando al espejo.
-¡Estás hecha una guarra! ¡Ya se te ha enganchado la mente pervertida de Harry! ¡Por Dios! ¡Fuera!-Contestó Michelle exagerando la escena y yéndose de la habitación como un cohete.

Escuché unos silbidos por parte de Zayn y Harry abajo, en el comedor. Supuse que fue por Michelle y sonreír ante el acto.

Bajé hacia el comedor para reunirme yo también con ellos tres. Cuando fui bajando las escaleras, noté cierta mirada encima mía. Harry. Estaba nerviosa. En realidad, no lo estaba hasta que él me empezó a analizar de arriba a abajo como un mono de feria. 

-Vaya dos pivones, madre mía.-Dijo Zayn abrazándonos a Michelle y a mi.-¿Orgía?-Dijo riendo mientras le daba un beso a Michelle.
-Oye, que yo no te comparto.-Se quejó Michelle.

En esos momentos me sentía condenadamente mal. Harry no se limitó a decirme nada y me sentó como una patada en el culo.

-¿Vamos?-Le dije a Michelle.
-Vamos.-Dijeron Zayn y Michelle sonrientes. 

Harry cogió su abrigo y se lo puso tranquilamente. Su tranquilidad para todo empezaba a desesperarme.

Salimos de casa y fuimos dirección a la discoteca.

Entramos a la discoteca y nos perdimos entre la multitud. Estaba lleno de gente y el ambiente era bastante agobiante. Humo era lo único que podías respirar.

Michelle y yo nos pasamos la noche entera bailando sin parar, mientras Zayn y Harry, sinceramente, no sabía ni donde estaban. Habían desaparecido del mapa. Fui a la barra a pedirme una copa de cualquier bebida fuerte. Quería algo fuerte y sabía que aquí me lo podrían dar. Apoyé mis frente en mis manos arrastrando mi pelo hacia atrás. Bufé exhausta de tanto agobio y segundos después el camarero me dio el vaso. Me lo bebí de golpe. La garganta me ardía y mi cuerpo se tambaleó un poco. Giré mi cabeza a la derecha intentando despejarme y vi a Harry hablando felizmente con una rubia. Mis celos salieron a la luz de golpe y mis ojos se cristalizaron nada más verle. Sonreía de oreja a oreja y eso era lo que más me molestaba. Que en esos momentos, el motivo de su sonrisa no fuera yo.

Harry dejó de mirar a la chica que tenía delante para mirarme a mi, que lo miraba con los ojos llenos de rabia. Negué con la cabeza y fui rápidamente al lavabo. Me encontré a un grupo de chicos riendo animadamente delante de la puerta del lavabo de chicas. 

-Permiso.-Dije sin mirarlos. Bajé la cabeza e hice el amago de entrar al lavabo pero un brazo me lo impidió.-¿Me dejas pasar por favor?
-¿Qué hace una chica tan guapa y tan sola por aquí?-Preguntó acariciándome la mejilla.

Ahora éramos solo el chico éste y yo.

-Me estoy cagando. ¿Te vale?-Le dije borde.
-Que carácter, mujer.
-Con gilipollas como tú, es normal que sea así.-Sonreí falsamente.-Ahora, si me permites, paso.
-No, no te lo permito.-Dijo serio.

Me cogió del brazo y me empujó hacia el lavabo. Ahora estábamos él y yo solos en el lavabo. No sabía quien cojones era pero estaba cagada de miedo.

El chico me cogió de la cintura y me chocó contra su pelvis. Bajó sus labios hasta mi cuello dejando besos por éste. Por más que intentara que me quitara las manso de encima, era imposible. Su fuerza era mucho más potente que la mía. 

-¡Suéltame, joder!-Chillé intentando que me soltara, pero era imposible.
-Cállate.-Dijo mordiendo mi cuello.-Sé buena.

El chico me rompió la cremallera del vestido dejándome básicamente en ropa interior.

Mis lágrimas empezaron a salir disparadas. Me sentía débil, indefensa y no sabía que hacer. Estaba en shock. 

-Por favor, ayuda.-Dije sollozando.
-Nena, cállate.

| Narra Harry ||


-Mich, ¿sabes dónde está Abby?
-Creo que me había dicho que iba a por algo de beber.-Contestó sin dejar de reír a causa de los continuos besos que le daba Zayn en el cuello.
-No, ahora ya no está.
-Mira si está en el lavabo o fuera. Muy lejos no debe haber ido.-Dijo sin darle importancia.

Asentí y fui a mirar a la terraza de la discoteca, pero nada. Fui directo al lavabo para ver si estaba. Y lo que ví no fue de mucho agrado.

| Narra Abby ||


-Por favor, déjame..-Sollocé.
-Cállate.-Dijo mientras besaba mis pechos contínuamente.
-Hijo de puta...-Oí una voz ronca en la puerta. Oí su voz.

El chico se giró de golpe y miró a Harry sin ninguna expresión facial.

-¿Qué quieres? ¿Te apuntas?-Le dijo el chico a Harry sonriendo.
-Ven.-Le contestó Harry sonriente.-Tengo algo planeado.

El chico rió y fue hasta Harry sonriente.

Harry le rodeó los hombros con sus brazos y lo miró sonriendo falsamente.


-Ahora mismo, irás al guardarropas, cogerás tu abrigo y te irás a toda hostia hasta donde vivas.-Susurró Harry cogiéndole de la camiseta y arrastrándolo contra la pared. Al chico se le cambió la cara de golpe.-Escúchame bien hijo de puta, vuelve a tocar un solo centímetro de su cuerpo y te rajo la cara, ¿me oyes?


Empecé a recoger mi ropa y me metí en el lavabo rápidamente. Iba escuchando todo lo que hablaban, mientras me iba vistiendo y yo no dejaba de sollozar. 

-¿Lo has entendido?-Por lo que supuse el chico asintió.-Vete.

Cuando el chico se fue, me acerqué sigilosamente hasta donde estaba Abby.

-Abby, sal.-Susurré apoyando mi cabeza en la puerta.-Por favor.

Pude oír como abría el pestillo y la vi tan indefensa que me dieron ganas de cuidarla de por vida. Ella era todo lo que quería. Y hacía unos minutos la habían destrozado. Maldito hijo de puta.

Salió agachando la cabeza sin poder mirarme a la cara ni siquiera.

Me acerqué más a ella y rocé la yema de mis dedos con la piel de su brazo derecho. Abby se separó de mi brusca, como si también tuviese miedo de mi. 

-Abby, soy yo.-Susurré acercándome a ella.-Estoy aquí contigo.

Aparté el pelo que le caía haciendo que su cara quedase medio tapada y lo coloqué detrás de su oreja. Abby levantó poco a poco la mirada y se quedó mirándome débilmente. Su mirada estaba fría, congelada y me dolía verla así.

La cogí de la nuca y poco a poco la acerqué a mi hasta tenerla pegada a mi. Apoyó su cabeza en mi pecho y sus manos las dejó apoyadas en mi abdomen, como si yo fuese la única persona que la protegiera. Acaricié su pelo levemente.

-No vuelvas a separarte de mi nunca más...-Dijo entre sollozos.

En ese momento entendí, que ni yo quería separarme de ella, ni mi corazón me lo permitiría. Estaba hecho solamente para ella. Y nunca me perdonaría dejarla ir. Ella era todo lo que necesitaba.

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Hello. 

No os podréis quejar que éste capítulo es bastante larguito eh.

Gracias por leer. Oskm <3