Capítulo. 18

| Narra Abby ||

-¿Por qué me miras así?
-Porque ninguna chica había cocinado para mi desde hace muchísimo tiempo.
-¿Ese 'hace tiempo' son dos días?
-No, son años.
-¿Cuántos?
-13.-Tragó saliva.-13 años.
-Harry...-Insinué.. 
-Mi madre falleció cuando tenía 4 años, pero no te preocupes por eso, nena. Ahora estamos tú y yo aquí. Y lo demás no me importa.

Coloqué mis manos en su cara, acariciando sus pómulos con mis pulgares. Le miré a los ojos y dejé ir una sutil sonrisa, intentando hacerle sentir un poco mejor. Acerqué su cara a la mía y deposité un beso sobre sus labios. 

-¿Comemos?
-Comemos.-Respondió sonriendo.

Me cogió uno de los platos y fue hacia el comedor. Dejó el plato que llevaba en la mesa y segundos después se giró para coger el que llevaba yo y dejarlo también encima de la mesa. Me quedé mirándolo fijamente. Cada vez que hacía cualquier cosa los músculos de su espalda se contraían y empezaba a pensar que me daría algo. Se puso recto frente a mi y me cogió las manos apoyándolas alrededor de su cuello. 

-Gracias.-Susurró rozando nuestras narices.

Un escalofrío me recorrió toda el cuerpo de arriba a abajo y varias veces. Lo que me producía Harry cada vez que me tocaba, me rozaba, me besaba o me miraba no era normal.

-¿Gracias por qué?-Pregunté acariciando su cuello.
-Por estar aquí conmigo.

Sonreí ante su respuesta y acaricié su mejilla delicadamente, como si de un cristal frágil se tratara. Y así era. Harry podría demostrar siempre ser un chico duro, valiente y fuerte, pero detrás de esa máscara estaba el chico sensible, romántico, y payaso que escondía. Utilizaba un propio muro en su vida para que la gente lo respetase como el chico malo.

Acerqué mis labios a los suyos, y los fundí en un profundo beso. Harry sonrió entre beso y beso y eso me provocó una sonrisa a mi también.

-Bueno, va.-Me separé de él y nos sentamos para empezar a comer.

Comimos entre risas y más risas. Cuando acabamos de comer, me estiré en el sofá de manera que mi cabeza estaba apoyada en las piernas de Harry. Él estaba sentado y yo estirada. Cada uno estaba pensando en sus cosas, y a mi lo único que me rondaba por la cabeza era '¿qué somos Harry y yo ahora? ¿estamos juntos? ¿quiere algo serio?'

-¿En qué piensas?-Me preguntó Harry mientras me acariciaba mi cara suavemente.
-En nosotros.-Respondí. Solté un leve suspiro y lo miré.

Me miró interrogativo esperando algo más.

-¿Qué somos, Harry?

Esa pregunta lo pillo por sorpresa porque su cara de no saber que decir me lo demostró todo.

-Voy muy rápido... Lo entiendo.-Giré la cabeza desviando su mirada de la mía.

Harry no contestó. Se dedicó un par de minutos a mirarme sin apartar la mirada. Empezaba a pensar que ni había parpadeado pero ni siquiera podía mirarlo a los ojos. No estaba preparada para enfrentarme a la realidad.

-Abby.-Me llamó con cierta tranquilidad que empezó a ponerme de los nervios.
-Dime.
-No lo sé ni yo el por qué, -suspiró desesperado- sólo sé que me gusta estar cerca de ti.

Mis mejillas tomaron color a medida que iba escuchando esas palabras.

-Me das tranquilidad a tu manera y eso me gusta.
-¿Y eso significa qué...?

Sentí las piernas de Harry moverse y entonces sus brazos hicieron que me levantara hasta quedar sentada. Él giró su cuerpo hacia mi y yo hice lo mismo, cruzando mis piernas. 

-Voy a ser sincero -Tomé aire y asentí-. Eres la persona más pesada, insoportable y cabezona que he conocido nunca. -Le di un pequeño golpe en el hombro, haciendo que perdiera el equilibrio.. Una vez lo recuperó, me dedicó una mirada dulce acompañada por una de esas sonrisas que hacían que te derritieras- Pero al mismo tiempo, eres de las más importantes para mí. Y aunque tenga que aguantarte todo el santo día, me encanta estar contigo. Y me encantaría hacer más cosas que no podíamos hacer antes. 

Sus palabras me dejaron algo confundida. 

-¿Antes? ¿Qué estás diciendo? 

Sonrió de nuevo, esta vez agachando la cabeza y acariciándose la nuca con su mano. 

-Em... quería decirte que si querías llegar más allá de ser... ya sabes... amigos.

Esta vez lo había entendido. Mis ojos se abrieron de par en par y tuve que apretar los labios para evitar una sonrisa.

-¿Qué quieres decir? -Dije, haciéndome la tonta.
-Vas a hacer decírmelo -Susurró, dejando ir una sonrisa. 
-¿Decir el qué? 
-Em... ¿te... gustaría ser mi... novia? 

Notaba que aguantaba la respiración. Cuando vió que no contesté, levantó la mirada hacia mí y vi su cara de desesperación.

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Sorrrrrrrrrrrry, perdón por hacer éste capítulo tan caca después de estar dos semanas sin subir, pero ahora que vendrán las vacaciones podré subir más seguido.

Espero que sigáis leyendo T________________T

Os quiero.