Capítulo 3

-Bienvenidos a la Universidad de Atlanta. –Es una chica y nos sonríe mostrando los dientes dramáticamente-

Es una de esas chicas que se encargan de dar el tour a los nuevos estudiantes.

Entramos al campus y varios estudiantes se nos quedan viendo como si fuéramos de otro planeta. Las chicas llevan un traje de vestir de falda y chaqueta, cada una en un color distinto, zapatos altos que normalmente utilizan en las fiestas y con sus cabellos entre recogidos y sueltos. Yo llevo un vestido no muy largo, de cinco dedos por arriba de la rodilla, de color blanco y mis zapatos son negros y altos. Llevo una chaqueta corta color negra también. De accesorios solo tengo una cadena y un anillo, mi cabello va suelto y alborotado lo que lo hacía ver salvaje, según comentarios de las chicas. 

Me sorprende la facilidad con que Stephanie, Laura y Payton caminan sobre piedras en tacones, yo voy sufriendo, en un momento Ryan tuvo que sostenerme del brazo. 

Entramos al teatro y nos dirigimos a nuestros asientos enseguida. Varias cámaras de programas conocidos como ABC, BBC, ENews, CNN se encuentran allí, además de sus corresponsales correspondientes que he visto tantas veces por televisión. Fotógrafos conocidos, empresarios de Hong Kong, Corea, China y demás. Hay personas de la Apple, Samsung, Black Berry.... Están varios DJs famosos como David Guetta y Calvin Harris rodeados de muchas cámaras y guarda espaldas también. Y muchos aficionados a la tecnología, invitados de universidades y estudiantes de la misma universidad. 

El teatro es realmente grande, 800 cómodas butacas y un gran escenario. Las exposiciones se encuentran regadas en todo el teatro. Hay televisores, celulares, videojuegos, controles, consolas, lentes 3D, equipos de sonidos, tablets, cámaras y muchas otras cosas más. 

Tenemos que esperar a que nos den el permiso de poder acercarnos a los productos. Según el protocolo, necesitamos esperar a que suene una campana, así lo hacemos, una vez que suena las chicas se van a buscar entrevistas con los empresarios, los chicos, quienes han llevado una cámara, empiezan a filmar y yo voy a ver las nuevas tecnología con la cámara de mi teléfono funcionando.

-Es la nueva cámara Lumix. Contiene una memoria de 80GB, una resolución de 30pixeles. Es perfecta para tomar fotos artísticas, de naturaleza, retratos, en movimiento… Posee flash, detector de sonrisas. Arregla los ojos rojos… -La chica continua hablando con una permanente sonrisa en su cara-

Para un fotógrafo, esta cámara debe ser perfecta, aunque yo preferiría una Nicon o una Cannon, pero da igual. Me alejo de allí y me dirijo ahora a la exposición del nuevo televisor de Samsung; de 50 pulgadas, 3D, con acceso al internet. De control, tu voz y movimientos, con cámara incrustada, con memoria de 1000TB y 1200 mega pixeles de pantalla. Toda una máquina.

Estaba tan entretenida con el producto que ya me había olvidado que estaba grabando; mi mano se encontraba hacía abajo. Reacciono y la levanto, doy un paso hacia atrás y tropiezo con alguien.

-¡Oh! Disculpe – Me dice un mesero-

Le sonrío al igual que él a mí y sigo concentrada con el televisor.

¿Un mesero? Sí. Hay comida y la están repartiendo.  ¡Uf! Tiraron la casa por la ventana al hacer este evento. ¿Cuánta publicidad le dará a la universidad? ¿Cuántos patrocinadores conseguirá después de esto? ¿Cuánto dinero les entrará después?

-¡Emily! –Escucho como alguien me llama-

Me doy la media vuelta y me encuentro con los chicos y la cámara enfrente de mi cara. Me alejo un poco tratando de no salir en la grabación. Ryan me sonríe. Los chicos buscaban mejores ángulos y tomas.

-¿Por qué no te nos une?-Pregunta Ryan-

-Mmm… no, gracias. Seguiré viendo los productos…-Lo miro rápido-

Él me queda viendo y frunce el ceño. Me doy la media vuelta y continuo a caminar. Me paro al 
escuchar a David Guetta hablar, su intento de inglés con un acento francés es hermoso. Varios fotógrafos al su alrededor, personas con micrófonos y muchos hombres en trajes de negro con auriculares, supongo que son sus guarda espaldas. Me acerco a ellos, me cruzo de brazos y me encuentro con la mirada de David. Sonrío y él también lo hace pero disimuladamente. Escucho con atención a lo que dice. Hablaba de como introducía las nuevas tecnologías en la vida de la música, él respondía cosas como *Bueno, sí. Las uso todo el tiempo. Las consolas de Dj… El internet es una herramienta crucial cuando se refiere a descargar la música. Estos nuevos productos de la Panasonic, Sony y demás nos sirven para poder desarrollar un buen trabajo…* y muchas cosas más. Me canso de escuchar la misma respuesta a todas las preguntas y voy en busca de algún mesero, cuando lo encuentro, tomo una bebida; una suave sevillana de fresa. Continúo con mi camino y observo varias exposiciones más.
*** 

-¡Increíble! –Dice Laura emocionada- 

Ya nos encontramos de vuelta en la vans. Son las 5pm y esta vez me siento en el primer asiento y dejo que los chicos abarquen los demás. Ellos iban hablando de la increíble experiencia que habían vivido hace horas atrás, de las entrevistas, los productos… Excelentes productos ¡claro que sí! Yo solo escuchaba su conversación. Llegamos al hotel y presentamos nuestras tarjetas. Las chicas fueron enseguida a la habitación; según ellas, se cambiarían e irían al spa del hotel. Tenían que aprovechar la oportunidad. Los chicos fueron a su habitación y a la media hora salieron a la discoteca que se encontraba también en el hotel; cuarto piso a la izquierda, al final del pasillo. El pequeño y rápido tour que hice el día de ayer, ayuda mucho. Yo, por otra parte, voy al bar del hotel; Cuarto piso a la derecha y luego izquierda.

Aun llevo la misma ropa con la que fui al festival. Mismos zapatos, mismo vestido, mismos accesorios y misma chaqueta. Entro y la mayoría de los hombres voltean a verme ¡Es incómodo! Ignoro sus miradas y continúo a acercarme a la barra. Me siento y espero a algún bantender.

Pocas parejas en el lugar. Muchas mesas y hombres sentados en ellas. Muchos meseros sexis. El lugar es oscuro. Luces amarillas opacas alumbran gran parte del bar, luces de colores en la parte donde se encuentran las botellas. Sillas y mesas de maderas, sin manteles y varias parejas besándose en las esquinas; ¡Ha, pobres!...

-Bienvenida ¿Qué se te ofrece? –Es un chico; ojos grises, cabello castaño y de un atractivo increíble.

Le sonrío.

-Un Martini, por favor

-Enseguida.

Me dedico a observar como lo hace; coloca el licor en un pote gris, con otro encima lo bate, lo echa en la copa, pulla una aceituna con un palito y lo inserta en la copa. ¡Genial!

Lo miro, me dedica una sonrisa amable y me coloca el Martini enfrente. Él se va a atender otras personas y yo continuo a disfrutar de la bebida. ¡Exquisita! ¡El mejor Martini que he probado en mi vida… oh, espera… es el único Martini que he tomado en mi vida! Después de haber hablado con varios chicos, de beber más de 4 tequilas, 2 vodkas, 3 Martinis y un vino de cereza, me siento un poco… muy mareada. Pido agua y me la dan. No he parado de reír y ya mi chaqueta descansa en mis piernas.

- En serio, Emily. Podrás descubrir muchas cosas si me sigues… 

-Ya Peter… déjate de estupideces –río-

Él queda en silencio.

-¿Sabes qué? –Espero a que responda pero sé que no lo hará así que continúo hablando- Es increíble cómo se comporta un hombre ante una mujer que ha bebido –Digo entre dientes. Bebo agua- Todos son iguales de asquerosos y aprovechadores. Deberías mostrar respeto. Tengo 18 y tú 30 ¿Qué clase de pedófilo eres? Ve y consíguete una vida. Búscate una mujer de tu edad. –Tomo más agua-

Tomo mi chaqueta, pago la cuenta y me paro del banco. Veo a Peter y le sonrío una última vez. Salgo con orgullo de allí. Aunque me tambaleo un poco y el sueño me mata, todavía mi cerebro está algo alerta. Quito mi zapatos y camino descalza por los pasillos hasta llegar al ascensor. Entro y visualizo que alguien también entra conmigo. No sé quién es. Presiono el botón número 24 y sube rápido, lo que causa en mi estómago un choque de todas las bebidas. ¡Horrible sensación y mala idea! Cuando llego al piso salgo y apoyo mis manos sobre mis rodillas para agarrar aire y continuar al baño para vomitar lo de hace minutos consumido. Camino y a dos puertas de mi habitación me apoyo en la pared, no puedo seguir, necesito acostarme ¡Ahora! Me siento doblando mis piernas a mi pecho y tomo mi cabeza con ambas mano. ¡Me duele!, frunzo el ceño y espero que el mareo se pase. Veo que la persona que subió conmigo, se queda varios metros alejada de mí.

Nunca he bebido en mi vida. Solo a mí se me ocurre hacer semejante brutalidad. Sé que mis abuelos y padres no estarían orgullos de mí ahora, pero siempre hay una primera vez y creo que ésta fue la mejor primera vez. Una vez que me recupero, me levanto y busco la tarjeta. Abro la puerta y encuentro a las chicas ya dormidas, dirijo mi vista al reloj en la pared, son las 2:00am. Voy al baño y cierro la puerta. Descargo todos los líquidos de mi estómago. Odio vomitar, sabe horrible. En fin. Termino. Salgo y sin encender la luz, me desvisto, tiro la ropa en mi maleta y saco un gran camisón. Me lo pongo. Voy al baño de nuevo, lavo mi cara, cepillo mis dientes y salgo. Busco en mi maleta alguna aspirina y me lanzo en el sillón, esta vez no recuerdo tener una conversación con mi mejor amigo.
*** 

-Emily, levántate… Te perderás el segundo día del festival –Dice alguna de ellas-

Tapo mi cara con la sábana y escucho toda la actividad de ellas; taconeos, pinturas de labios cayéndose, alguien bañándose, el secador de cabello funcionando y ellas hablando.
Me siento mal, me duele la cabeza y siento un remolino formándose en mi estómago. ¡Es desagradable!

-No iré hoy –Digo tapando mis oídos-

Después de varios minutos escucho como cierran la puerta y la tranquilidad reina de nuevo en la habitación. Me concentro en el silencio y me quedo dormida…

Varias horas después mi teléfono suena, lo busco y lo encuentro dentro de la chaqueta que llevaba ayer; casi lo olvido. Veo la llamada entrante, mi abuelo. Contesto.

-¿Si?

-Emily –Sonríe- ¿Cómo estás?

-Bien, ¿Pasa algo? –Sueno preocupada-

-No… Sí… La verdad es que no sé.

-Escucho…

Presto atención a cada palabra que dice. 

Al parecer mi abuela empeoró. En la cena que tuvieron ayer, hablaban de los años cuando eran jóvenes; su amor y todas esas cosas que viven las parejas. Mi abuelo dice que mi abuela quedó en blanco. No recordó su pasado. Ahora mi abuelo está algo alterado. Detallo que en su tono hay algo de miedo con… desesperación quizá. Me asusta ¿Cuánto durará esto? ¿Podrá aguantar más? Mi abuelo no está bien del corazón y sería horrible perderlos a ambos, a la misma vez, como a mis padres.

-Pero… tranquilo, abuelo. Nada pasará. Sucederán cosas peores; no recordara su nombre y tampoco a nosotros. No te desesperes ¿Sí? Solo cálmate, estaré contigo pronto- Digo tratando de calmarlo-

-Está bien, hija –Lo escucho sonreír-

-Bien. –Hago una pausa y suspiro en el altavoz - ¿Puedes manejarlo? –Pregunto preocupada-

-Sí.

-Ok. Se fuerte ¿Si?

-Lo haré, Emily

-Está bien -Asiento como si él pudiera verme-

-Colgaré. Iré a atender a tu abuela, está cocinando y necesita algo de ayuda –Ríe-

-Ok

Sonrío y espero que me abuelo cuelgue. Tiro el teléfono a un lado y me dedico a salir del sillón. Voy al baño y repito la rutina de siempre; sentarme en el inodoro, lavar mi cara y cepillar mis dientes. Salgo, busco algún short en mi maleta y enciendo el televisor. Me relajo. Paso de arriba a  abajo, de canal en canal. Me canso de idiotizarme y busco los libros que había metido en mi maleta, saco uno, pero antes de decidir leerlo pienso que es mejor hacerlo en otro ambiente. Agarro en una cola mi cabello alborotado, busco una camisa mejor, me coloco unas sandalias y salgo. Me dirijo a la terraza; está sola, ¡Perfecta! Me siento en una butaca debajo de un gran paraguas y me concentro en la lectura. *50 sombras de Grey*, un libro interesante; habla del sexo de una manera…, existe amor entre los protagonistas, me encanta el trama. Algunas veces pienso, ¿Mis padres pudieron ser así en su época de oro?… Me refiero, ¿Cuánto sexo tuvieron antes de que yo naciera? ¿Cuántos secretos ocultaban alguno de ellos? ¿Era mi madre virgen cuando conoció a mi padre? ¿Mi padre tenía un “Cuarto rojo del dolor” como lo describe Ana? ¿Con cuantas mujeres lo habrá hecho mi padre, o, mi madre fue la única? ¿Cuánto dinero ganaba mi padre? ¿Qué regalos le dio a mi madre? ¿Si mi padre era un Christian Grey, era mi madre una masoquista? ¿Cuántas veces se desearon y no pudieron tocarse? ¿Cuántas horas al día tenían sexo? ¿Algunos de los dos sabía de bebidas, Quién? ¿Tuvieron sexo encima de algún escritorio? ¿Mi madre fue a visitar a los padres de mi papá, es decir, mis abuelos, sin ropa interior? ¿Quiénes son mis abuelos maternos? ¿Mi madre se le negó a mi padre? ¿Era mi padre un controlador? ¿Tocaba mi padre el piano? Claro que lo tocaba, por eso mi obsesión a la música ¿Quién era la mejor amiga de mi madre? ¿Cuán impenetrable podría ser mi padre? ¿Cuán molesto podría ponerse si mi madre no le hacía caso con respecto al sexo? ¿Alguno de ellos pasó hambre de pequeño? Quizá por eso siempre me obligaban a comerme todo. Como sea… esas y muchas preguntas más y… ninguna respuesta. Estoy muy agradecida con mis abuelos y con alguna energía poderosa. Gracias a eso, estoy en donde estoy. Sé que mis padres no están aquí pero sé que de algún lado me están viendo.

Mis pensamientos son interrumpidos cuando una chica me habla.

-Disculpe ¿Se le ofrece algo de comer? –Es una mesera del lugar. Me sonríe-

La miro, le sonrío y cierro el libro delicadamente.

-¿Qué tienen?

-Mmm… cereal, sándwich, panqueques, ensaladas, frutas…

-¿Puedes traerme panqueques? Por favor.

-¿Con miel?

-Sí, y de bebida un frozen pequeño de fresa.

La chica anota, me sonríe y se va.

Abro de nuevo el libro y continúo leyendo. Después de varios minutos llega la chica con la comida. Le doy las gracias, ella se retira y continúo a comer. ¡Sabe rico, mis felicitaciones al chef! La terraza empieza a llenarse y me distraigo con las personas; niños riendo, parejas sonriendo, personas comiendo, otras tomando fotos… 

-50 Sombras de Grey… ¡Cochina!

Volteo a verlo.

-Hola, Ryan –Vuelvo mi vista al frente. Quedamos en silencio viendo la actividad de la zona- Estoy segura que tengo una mejor excusa que tu –Lo miro-

Él me mira y sonríe.

-Me trasnoché gracias a alguien –Hace énfasis en la última palabra y me mira intensamente- Tratando de alejarle cualquier hombre que se le acercara, aunque fallé con ese tal Peter

Lo miro confundida ¿Me siguió?

-Sí, Emily, te seguí –Ladea su cabeza-

¿Cómo mierda hace eso?

-¿Por qué lo hiciste? Puedo cuidarme sola.

-De eso me di cuenta cuando mandaste a la mierda a Peter, de igual manera no me caía bien. –Levanta sus hombros-

-¿Por qué lo hiciste? –Me siento mejor para verlo directamente-

-Me mira nervioso- Tengo novia, Emily…

-¿Y?

-Cuando fuimos a la discoteca, los chicos enseguida se fueron con una chica cada uno y me dejaron solo en la mesa. –Niega con su cabeza y hace un gesto- No tenía nada que hacer –Levanta sus hombros levemente-

-¿Y te pareció buena idea seguirme? –Digo calmada y rápido. Lo veo directamente a los ojos- Ocúpate de tu vida ¿Sí?, de Sarah, de tus amigos, tu familia. Por el amor de Dios ¿Qué te pasa conmigo? –Mantengo mi tono, sereno-

-Solo trato de ser amable, Emily. ¡Dios, solo cálmate! –Dice volteando su mirada de nuevo al frente-
 





#Capítulo 4

Ruedo los ojos y continuo comiendo. ¿Por qué se interesa tanto en mí? Si le molesta tanto como soy ¿Por qué me sigue, entonces? No cambiaré, no ahora, ni siquiera por él. Fin de la historia.

Termino de comer, dejo el plato y vaso a un lado y tomo el libro, que estaba al frente de Ryan. Lo miro rápido y me paro pero antes de que pueda alejarme por completo, agarra mi muñeca delicadamente.

-Disculpa si te molesto tanto –Sube su mirada para encontrarla con la mía- 

Me suelto de su agarre y sigo caminando; buscaría otro lugar en donde leer tranquilamente. Salgo de la terraza y subo al ascensor, miro el teclado de botones y pienso; a la azotea está prohibido subir. Aprieto el botón que me llevaría a un piso más abajo, llego y tengo que subir dos escaleras. Llego, abro la puerta y paso. El sol no está fuerte, varias nubes lo tapan. Busco un lugar cómodo y con sombra en donde sentarme. Una vez lista comienzo a leer. 

Varias horas después ya me he leído más de la mitad del libro.  Al llegar a Canadá tendré que comprar el segundo, me estoy volviendo adicta a la historia de E. L James. Escucho como alguien abre la puerta y camina varios pasos. Pongo atención y me tenso, si es un vigilante quizá tenga problemas y no quiero más, aparte de los míos. Escucho que suspira y camina; se acerca al borde del edificio. Enfoco mejor mi vista y es Ryan. Tiene sus manos metidas en los bolsillos y luce pensativo. Desvío mi vista hacía el piso y busco mi teléfono. Veo la hora, 3:25pm. Ya entiendo por qué siento hambre. Pienso varios segundos antes de pararme y salir a comer. Me paro, dirijo mi mirada a Ryan, aún no se ha dado que estoy  allí. Camino sin hacer el menor ruido posible pero al abrir la puerta, ésta suena lo que hace que Ryan voltee.

-¡Hey, chica rompe reglas!

Quedo paralizada en frente de la puerta semi abierta. No quería que me viera, ahora se empeñará en acompañarme. Me volteo lento, seria. Espero a que continúe hablando.

-¿Ya comiste? –Pregunta acercándose a mí-

Pienso antes de contestarle, estoy a punto de decirle que “si” pero mi estómago se adelanta. Él me sonríe.

-¿Vamos? –Pregunta-

Lo miro directamente a los ojos. Él se acerca a la puerta y la abre por completo. Me hace un movimiento con su brazo, esperando a que continuara. Camino y salimos de allí. Bajamos las dos escaleras y entramos al ascensor, presiono el botón número cuatro y enseguida estamos bajando. Llegamos. Trato de no acercarme mucho a él, prefiero la soledad.

-¿Subway? –Me pregunta-

Asiento.

Nos acercamos a la barra y pedimos. No hay muchas personas por lo que podemos elegir en donde sentarnos. Lo hacemos y empezamos a comer. Estoy metida en mi mundo. No estoy interesada en saber de la vida de Butler. Ambos estamos en silencio, comiendo, viendo a diferentes partes del lugar. Doy un sorbo a mi refresco y Ryan rompe la tranquilidad.

-¿Qué tanto piensas, Emily? –Me pregunta interesado-

-Mmm… -Lo miro extrañada- Cosas… -Bufo-

-¿Qué clases de cosas? –Pregunta rápido-

-Ruedo mis ojos y me apoyo en el espaldar de la silla- Cosas, Ryan –Digo calmada-

-¿No podemos hablar…? –Pregunta tímido levantando sus hombros levemente-

Suspiro y me acomodo en la silla, continuo comiendo. No respondo la pregunta.

-¿Ni un poquito? –Ríe bajo-

Lo miro rápido y me convenzo de que la conversación puede ser corta.

-Pero no de mí. Habla tú.

Asiente.

-Esta vez ¿Qué quieres saber de mí? –Me mira atento-

Subo mis hombros, en realidad no quiero saber nada de él.

-Juguemos a las 10 preguntas ¿Sí?

Asiento y doy un sorbo a mi bebida.

-Comienza –dice-

-Presto atención y pienso- ¿Vives con tus padres?

-Sí.

-¿Tienes abuelos?

-Sí.

-¿Te gustan los supras?

-Me mira extrañado- ¿Por qué lo preguntas?

-Tienes una colección de esos-

-Sonríe- Sí.

-¿Cuántos amigos, reales, tienes?

- Tres

Quedo callada y me viene a la mente la vez que dijo que Justin Bieber era su mejor amigo.

-Sí, Emily. Son Justin Bieber, Charles Sommers y Caleb… No lo conoces.

Asiento y pienso.

-¿Cuánto tiempo llevas con tu novia?

-Ah… -Baja su mirada- No quiero hablar de eso.

-¿Terminaron?

-Ah… Emily, por favor.

-Es una pregunta, es solo un juego. Responde.

-Está bien. Sí, terminamos hace horas atrás.

-¿Lloraste?

-No

-¿Te decepcionaste?

-Ah… Sí.

Sonrío. Esto se está volviendo divertido.

-¿Qué clase de música te gusta?

-De todo un poco

-¿Es verdad que Justin Bieber es tu mejor amigo?

-No me crees ¿Cierto?

Niego.

-Sí. Estará aquí mañana. Te lo presentaré

-¡Oh, gracias! Siempre he querido conocerlo –Digo con sarcasmo. Él rueda sus ojos-

Quedo en silencio pensando la siguiente pregunta. Ryan queda en silencio, analizando mi reacción. ¡Esto se pondrá caliente!

-¿Has tenido sexo?

-Eh… ya preguntaste las 10 –Me sonríe de medio lado, victorioso. Sube sus hombros- Mi turno.

-Ruedo mis ojos- Oye, te dije que no quiero hablar de mí.

-Solo 5 preguntas, Emily

Lo miro.

-Solo 5 –Dice desesperado-

Acepto y doy el último mordisco al pan, ya se ha acabado.

-¿Mejor amigo?

-El techo

Me mira extrañado.

-¿Qué pasa con tus padres?

-Mmm… paso.

-No puedes, lo siento. Responde.

-No, si, si puedo. Siguiente.

-Suspira cansado- ¿Has tenido novio?

-No.

Apoya su espalda al espaldar de la silla, al parecer no lo cree. Piensa.

-¿Qué tal tu niñez?

-Triste, rara… -Lo miro. Me mira extrañado-

-¿Cuántos problemas tienes en tu vida?

-Bufo- Muchos.

-¿Los nombres de tus padres son…?

-Listo, ya, cinco preguntas.

Me paro de la mesa, agarro el libro y continúo caminando. Siento como Ryan lo hace detrás de mí. Subo al ascensor y él también lo hace. No hablamos durante toda la subida. Llegamos al piso y saco mi tarjeta, Ryan se dirige a su puerta y hace lo mismo.

-Stefan Tood y Elizabeth Kavannak –Digo rápido-

Abro la puerta y entro a la habitación, pero antes de cerrarla visualizo a Ryan paralizado en frente de su puerta.



ESPERO LES HAYA GUSTADO, INTENTARÉ SUBIR MÁS SEGUIDO. ME IRÉ DE VIAJE POR DOS SEMANAS Y LES COMPENSARÉ EL TIEMPO QUE NO HE SUBIDO. GRACIAS POR LEER Y NO DEJARME. COMPARTAN LA NOVELA, SI QUIEREN. GRACIAAAAS