The Faces Of Love
Capítulo 39

De pronto una figura conocida se plantó en frente de él. No era _____. Caminaba a paso lento hasta él sin detenerse. Sin mirar hacia atrás. ¿Dónde había visto esa forma de caminar antes? Esa sonrisa decidida… esos ojos azules. Su corazón se detuvo. Se sintió estúpido. Quería huir y a la vez no. Chanel. Entonces no fue un espejismo. 


Justin:
Me quedé sin moverme ni un centímetro. Su sonrisa me llegó a asustar a decir verdad. Era la misma. Solo que su rostro mostraba ya no a una niña, sino a una mujer. Más adulta, reflexiva… tal vez lo sea. Sacudo mi cabeza y me encuentro de nuevo en la realidad. Es Chanel. Ella nunca será madura, ni honesta… mucho menos reflexiva.


-¿Qué mierda haces aquí?- pregunté a la defensiva.- 
-Oh lo siento…- puso las manos en alto. Aún con una sonrisa.- Nunca me llegó el mensaje de que debía mantenerme lejos de ti por lo menos hasta Marte y evitar los lugares que frecuentas. 
-Como sea.- me dispuse a tomar mi vaso y hacerme a un lado.- 
-Espera un segundo.- su mano sostuvo mi brazo y me hizo volverme hacia ella.- ¿Qué no piensas saludar amablemente? Hace tanto tiempo que no nos vemos, la verdad yo ya no recuerdo ni porqué terminó mal.
-Claro que lo sabes.- evité mirarla a los ojos. Aún no me recupero de su mirada hipnotizante.-
-Perdona…- se dispuso a decir.- Oye, odio recordar esos tiempos. Éramos unos estúpidos niños Justin. A nadie le gustan los masoquistas. Asi que… dime: ¿Aún estás en la Richardson? 
-Si.- contesté secamente sacando un cigarrillo de mi bolsillo. Lo siento ____ pero estoy a punto de ponerme rudo, y es justamente lo que un cigarrillo puede evitar.- 
-¡Vaya!- a ella no parece importarle que yo le conteste de esa forma.- ¿El profesor de Historia sigue teniendo ese peculiar peinado? Aún recuerdo cuando se cortó el cabello. Nadie podía creer que ese intento de Bob Marley pudiera verse elegante.


Solté una carcajada al recordar aquellos tiempos. Miré a Chanel, y parecía divertirse al ver que me había hecho reír. Saqué mi cajetilla de cigarrillos y le ofrecí uno. Aceptó con gusto y se lo llevó rápidamente a la boca. Tomé mi encendedor y encendí su cigarrillo. 


-Como sea…- soltó una bocanada de humo.- Está mucho mejor verte riendo que siendo distante. 
-Me ha funcionado ser distante.- musité, mirando hacia la pista de baile.- De hecho, siendo distante evito personas indeseadas. 
-¿A qué te refieres?- me miró, evidentemente sorprendida.- 
-Solo las personas que en realidad quieren conocerme, se toman el tiempo y la paciencia para hacerlo.- sonreí con seguridad.- No se cansan… y logran sacar lo mejor de mí.
-¿Yo lo he hecho verdad?- preguntó con un tono juguetón.- Mírate. No a muchos les sonríes, entablas una conversación y les ofreces un cigarrillo. 
-Es porque te conozco y sé manejarte.- la miré fijamente. Haciéndole saber que ya no era tan vulnerable como antes.- Desde que te fuiste he sido duro con las personas Chanel. No cualquiera tiene ese privilegio… sabes a qué me refiero.
-Ya lo sé.- de nuevo aventó el humo hacia afuera.- Sé mucho de ti Bieber. Y no es que esté investigando dónde estás a cada segundo. Todas las modelos con las que he trabajado alardean de que ya se han acostado contigo. 
-Tampoco es para tanto.- me burlé.- Chanel Celaya… no has cambiado nada.
-Ni tú Justin Bieber.- se acercó peligrosamente hacia mí.- Bueno… tal vez si. Pero de buena manera.
-¿De una manera molesta?- me volví hacia ella. Estaba más cerca de lo que esperaba.- 
-No…- sonrió.- De una manera excitante. 


Sentí como posaba su mano en mi hombro y acercaba sus labios hacia los míos. Tuve tiempo para apagar mi cigarrillo en el cenicero de cristal que estaba sobre la barra y la aparté con mi mano en alto. 


-Chanel…- la miré directamente a los ojos. Ya no podría manipularme.- He cambiado. En todos los aspectos. Ahora prefiero salir con una sola chica. Y si es que no me seguiste, te diré que es mucho más decente, inteligente y seria que todas las chicas con las que me he acostado. Y no voy a permitir que vengas a arruinar lo que con trabajo he construido yo solo.


Perfecto. Solo repetía eso en mi mente. La verdad, Chanel no pudo llegar en mejor momento. Porque tenía a ______ y tenía que poner a prueba lo que sentía por ella. En verdad me ha cambiado. Solo quiero estar con ella. Solo quiero tenerla a ella. Ya no me preocupan las demás chicas. Fue solo un pequeño flirt. Como aventuras. Como inmadurez. Como sexo. Y con _____ es totalmente distinto. Me encaminé hacia nuestra mesa, en donde divisé a mi chica mirando hacia todos lados. Tal vez buscándome a mí o al resto del grupo, pues se encontraba sola. En cuento me vio, una sonrisa invadió su semblante. Se removió en su asiento, algo incómoda. La tomé de la mano, hice que se levantara, tomé sus mejillas y la besé. La abracé con fuerza y me dieron unas ganas increíbles de no soltarla nunca más. Seguramente ya notó que fumé. No me importa. No me importa porque realmente amo a esta chica.


-Vámonos de aquí.- susurré después del beso, y la guié hacia la salida del lugar. Quiero evitar que conozca o siquiera vea a Chanel.- 


*+*+*+*+*+*



-¿A dónde vamos?- preguntó inocentemente mirando por la ventana mientras yo conducía.- Los demás se van a preocupar.
-Ya le mandé un mensaje a Ryan. Se encargará de avisarles.- sonreí sin dejar de ver hacia el frente.- Y respondiendo a tu pregunta, señorita… iremos a dormir. 
-Claro… a dormir.- rió mientras subía sus pies al salpicadero.- Ya en serio Justin. ¿A dónde vamos?
-A tu lugar especial.- me encogí de hombros como sin nada.- O debería decir… quiero sentirme libre de nuevo.


*+*+*+*+*+*+*


El viento fresco golpeó mi cara al instante en el que bajé del auto. Corrí hacia el lado del copiloto, y abrí la puerta para que _____ saliera. La tomé de la cintura y la encaminé hacia el lugar que ella me había mostrado tiempo atrás. Al llegar, contemplamos unos minutos las luces de la ciudad. Yo, con una sonrisa, apoyé mi barbilla en el hombro de _____.


-Así me gusta estar.- susurró ella recargando su cabeza en mi pecho.- Contigo a solas, con ese toque de romanticismo y silencio en el que solo me puedo sentir cómoda contigo. 
-¿Has leído mis pensamientos o que?- pregunté besando su cuello.- Amo estar así también. 


Ella volvió su mirada hacia mí, le dediqué una sonrisa tranquila y juntó nuestros labios una vez más. Mierda… esto es una maldita adicción hacia ella. Deslicé mi lengua dentro de su boca y ella dejó salir un pequeño gemido, casi insonoro. Mis manos que estaban en su cintura, empezaron a ascender hacia su estómago por debajo de su blusa, proporcionándole caricias que la hicieron reír sin apartarse de mis labios. 


-Ven.


La llevé hacia mi auto, donde hice que recargara su espalda contra la puerta cerrada. Mordiendo su labio inferior, comenzó a jugar con mi cabello. Casi con la intención de provocarme. Lo logró. Tomé sus piernas e hice que quedara a horcajadas enrollando sus piernas en mi cintura. Presioné un poco y atrapé sus labios de nuevo sin esperar a sentir siquiera su lengua. Pero esta vez fue diferente. Ella fue la que tomó la iniciativa, y no me molestó. Quería hacerlo. Allí mismo. Pero sería una tontería. Maldita sea. 
Bajé mis besos hacia su cuello, pasando mi lengua por su delicada piel y por ese lunar que es de mi obsesión. Me detuve ahí mismo. Succioné su piel, mordí un poco, haciendo que ella susurrara mi nombre y empezara a mover sus caderas en contra mía. Era suficiente… me había llevado a mis límites y no me iba a parar. 
Un sonido. Abrí los ojos mientras seguía besándola y justo en frente nuestro, del otro lado del auto, estaba un oficial mirándonos mal con una lámpara en su mano. Mierda. 



Continuará... 

No... suprazo al poli, ah lksdnfklsdnflkdsnfk
me imaginé a Justin quitándose su supra y aventándoselo al
señor ese lkdsnflkndflnks ok ya ._. 

#AlFinViernes #MuchLove

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Mafer.