LOUIS SUMMER LOVE MINI-HISTORIA

Bueno chicas, para empezar voy a hacer una mini-historia dedicada a Louis basada en la canción “Summer Love” http://www.youtube.com/watch?v=djlBreg0vbY 
Espero que os guste y por favor ser buenas, soy nueva en cuanto se refiere a mini-historias y lo hago con mucha ilusión, a ver cuánto me dura. 
Realmente me gustaría tener muchos comentarios / lectores así que si sabéis de alguien que le guste leer este tipo de historias, por favor no dudéis en recomendársela. Ayudarme a que mi sueño de ser escritora se haga realidad porque no sabéis cuanta fuerza tienen vuestras palabras. 
Bueno que no me enrollo más, un gracias a @AbstractLands por la ayuda de siempre.

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Es irónico el poder de la palabra, el poder de una promesa, el poder del amor. Más irónico aún cuando se juntan las tres. Ese momento en el que te susurra al oído con voz inocente que siempre estará contigo pasé lo que pasé, esas palabras expresadas en un susurro que llevan consigo escritas una promesa, dichas por una persona que te robó el corazón o mejor dicho, que dejaste que lo hiciera. 
Cierro los ojos expulsando un suspiro. ¿Qué estará haciendo él ahora mismo? Conociéndole estará persiguiendo a alguna chica por el centro comercial como había hecho conmigo, quien sabe, quizá hasta se ha vuelto a enamorar.

“Eres la única que me ha hecho sentir así, ¿notas cómo late mi corazón? Jamás volverá a latir así por nadie que no seas tú, no lo olvides. Por favor, no me olvides.”

Aún recuerdo el color del cielo aquel atardecer, aquel día tan bonito y tan triste a la vez. Tuve que decir adiós a una persona que me robó tantas risas, tantos suspiros, tantas tardes de verano.
Una lágrima baja por mi mejilla mientras más recuerdos aparecen en mi mente, listos para torturarme. Torturarme recordándole, recordando que en algún sitio no muy lejos de aquí, mi corazón seguía latiendo cerca del suyo.

FLASHBACK

Verano del 2012, Brighton Beach, South England.

Otro año más en Brighton Beach – pensé. Siempre era lo mismo, nada cambiaba. Bueno, eso no era del todo cierto, los turistas que se hospedaban en el hotel familiar cambiaban de cara. Muy pocas veces repetían sus vacaciones en aquel lugar, el cual era fantástico si tenías amigos, casa o simplemente venías a pasar una semana. Pero ese jamás era mi caso. Con el paso del tiempo sí que era cierto que me había hecho algún que otro amigo, pero como siempre después de un año de distancia solía ser bastante difícil retomar contacto con ellos. Difícil aunque no imposible.

Miré hacía la vieja mansión de la familia convertida en un hotel hacía unos años. Mañana se abría y ya había habitaciones registradas desde hacía unos meses aunque no me sorprendía aquella casa era magnífica, una de las mejores que había visto jamás. Muchos de mis recuerdos de la infancia habían transcurrido aquí. Una vez hasta escuché a la abuela decir que mis primeros pasos fueron en el balcón de madera blanca del segundo piso. Sonreí al pensar en mi abuela, ¿qué sería de ella? ¿Volvería a verla sonreír alguna vez? ¿Es cierto lo de la vida más allá de la muerte? 

-Cariño, haz algo y sube las maletas a nuestras habitaciones – me pidió mí madre como siempre ocultando tras sus palabras la frase: eres una inútil. Sonreí falsamente y cogí las maletas lista para darle la espalda nuevamente. Moví un viejo jarrón situado al frente de la casa y ahí estaba, nadie había movido la llave de sitio. Al entrar todo parecía igual, un año más viejo y un poco desolado pero era lo mismo todos los años. Dejé las maletas en la entrada, no me apetecía subirlas arriba, por una vez en su vida que moviera ella el culo y las subiera ella misma - ¡Cariño ya sabes lo que te toca!

Puse los ojos en blanco y sin dirigir palabra alguna cogí las llaves del coche de su mano y puse rumbo al centro comercial. Como cada año me tocaba ir a por comida, material de limpieza etc etc… sin ayuda porque lógicamente yo puedo con todo lo que se necesita en un hotel con mis dos manos. 
En un semáforo en rojo aproveché para enviarle un mensaje a Ariana. 

“Ariii”
“10 pm. Muelle. ¡No faltes que tenemos ganas de verte!”

Sonreí al mensaje que había recibido y lo guardé justo a tiempo para seguir mi rumbo al centro comercial. Una vez ahí empecé con las compras, hasta necesité que me ayudaran los vendedores a llevarlo hasta el coche. Entré nuevamente al dejar las cosas de limpieza en el maletero y me dirigí al supermercado para comprar la comida que luego mi hermano mayor tendrá que cocinar. Cogí huevos, patatas, aceite… montones de cosas pero en aquella tienda no fueron tan cordiales como en la anterior y tuve que salir de allí con cuatro bolsas de 3 kilos colgando en cada mano. Seguí recto por el enorme pasillo hasta que un niño pequeño se le ocurrió salir pitando hacia mi dirección sin mirar y tuve que girarme para no pegarle una buena torta, aunque eso solo consiguió que la torta me la acabara dando yo.

-¿Estás bien? – escuché que alguien me decía. Alcé la mirada y en ese momento fue cuando lo vi por primera vez. Louis. El chico de la camiseta a rayas y tirantes. El chico de la sonrisa deslumbrante.

FIN DEL FLASHBACK

Esa vez fue la primera vez que vi en mi vida a lo que más tarde se convertiría en ella.  No pude evitar sonreír al recordar lo atento que estuvo desde el sitio que me caí hasta el coche. Preguntándome si me había hecho daño, si quería que me acompañara. De verdad, Louis era como el caballero azul de toda princesa en apuros. Cogió las bolsas de comida como si se tratase de cuatro míseras plumas y no las abandonó hasta que estuvieran bien puestas en la parte trasera del coche.

Juro que aún puedo respirar el olor del mar y notar cómo ésta acaricia mis pies mientras que el sonido de las atracciones inundaba mis oídos.

FLASHBACK

Después del encontronazo con aquel chico del cual aparte de su nombre no sabía nada, volví al hotel dejé todas las cosas en la cocina y me dirigí como si de un fantasma se tratase a mi habitación. Eran casi las 9 y después de vestirme con un corto vestido veraniego de estampado floral me dirigí abajo a coger algo para cenar. Sabía lo que había visto que yo misma había hecho la compra así que me preparé una ensalada y después de comérmela salí pitando de allí. Por muy bonita que fuera la casa desde que la abuela se había ido era bastante siniestra y estar sola en aquel lugar no me hacia especial gracia.

Paseé por la orilla de la playa que se situaba justo enfrente de la casa y dejé que el mar acariciara todos mis sentidos. Eché la cabeza para atrás cerrando los ojos para dejar que aquella sensación inundara todo mi cuerpo y seguí caminando, lento paso a paso como si el tiempo no importara como si jamás fuera a importar de nuevo.

-¿Sabes? Volverás a caerte si sigues así -reconocí la misma voz que a la mañana y sonreí para mis adentros, no sé por qué me hacía gracia la situación.
-Menos mal que estás tú para ayudar a levantarme ¿no crees?
-Puede que no te fuera a ayudar.
-No te creo, lo harías.
-¿Cómo puedes estar tan segura? 
-Lo hiciste una vez, volverías a hacerlo.
-Un vez metí mis manos en un radiador, créeme porque lo hiciera una vez, no volvería a hacerlo.
-No es lo mismo y lo sabes.
-Lo que tú digas – dijo y luego posó una de sus manos en mi cintura como si me protegiera por si volvía a caerme. Me gustaba la sensación – Y dime, ¿qué haces aquí? Me refiero sola y caminando por una playa desierta a las 10:10 de la noche.
-¿Las 10:10? ¡Mierda! – abrí los ojos de golpe y me dispuse a marcharme sin darme cuenta de que aún seguía pegada a Louis – Había quedado con unos amigos a las 10, llego tarde. ¿Te apetece venir?
-Claro, por qué no – sonrió al escuchar mi propuesta y aquel rostro iluminado por la luz de la luna fue el causante de no solo una, pero otras muchas sonrisas mías.

FIN DEL FLASHBACK

Jamás pensé que volvería a verlo, sí, es cierto, Brighton tampoco era muy grande pero era mucha casualidad ¿no? Aunque si lo ves de esa manera, tampoco pensé que fuéramos a acabar como acabamos. Sonreí de nuevo esta vez alzando mi mano hasta el cuello, jugando con lo que era algo más que un simple collar. Era otro recuerdo, otra promesa, otro deseo.

FLASHBACK

Ya había pasado poco más de tres semanas desde que mi familia y yo llegamos a Brighton, desde que conocí a Louis. Me giré en la toalla y lo miré. Tenía los ojos cerrados por la fuerza del sol y su cuerpo se estaba bronceando haciendo que luciera aún mejor de lo que lucía el primer día de playa.

-¿Qué miras? – dijo riendo.
-¿Yo? Nada – me sonrojé.
-Mentirosa, me estabas mirando. Sé que te gusto, le gusto a todo el mundo.
-Déjame dudarlo un momento.
-Sabes que es cierto.
-Más te gustaría. Soy demasiada mujer para ti Lou.
-Eso es lo que te gusta pensar para no tener que admitir la verdad.

Me callé. ¿Qué le digo a alguien que le gusta enredar todo lo máximo posible? Es como si tuviera respuesta para todo lo que le dijeran. Aunque en este caso no sabía si andaba muy desorientado.

-¿No sabes que decir? ¿Te has quedado sin palabras eh? Suele pasar, no te asustes – yo solo me giré y volví a mirar para el otro lado mientras soltaba un bufido. Pasamos un momento en silencio hasta que noté que alguien se apoyaba en mí, como si dejaran peso en mi espalda – No te enfades peque, es que tengo el poder de volverte loca – dejó un besó de bebé detrás de mi oreja.
-¡Quítate de encima Tomlinson! – exclamé riéndome, no pude evitarlo.
-Llegará el día en el que me pidas que me ponga encima.

Abrí los ojos como platos al escuchar aquello y cuando noté que se había quitado de encima me dispuse a mirarle con una mirada incrédula aunque él simplemente reía sin control. Louis tenía que ser.

-Porque eres tú sino ya tendrías dibujada el contorno de mi mano en tu cara.
-¿Tan agresiva eres? – alzó una ceja, dejando claro la segunda intención de su frase.
-Eres imbécil Tomlinson – me levanté de mi toalla y me dirigí a la orilla roja de vergüenza pero en realidad, ¿a qué tendría que tener yo vergüenza? ¿Por qué la sentía? Era estúpido.
-Sabes que era una broma peque.
-No me hace gracia, me da vergüenza cualquier cosa relacionado con…
-Que inocente.
-¡No estás ayudando Lou!
-Lo siento, lo siento. Sabes cómo soy, no puedo evitarlo. Cuando estoy nervioso tiendo a decir más estupideces de lo normal.
-¿Nervioso por qué Lou? – dije andando con él a la par por la orilla.
-¿Querías saber si… saldrías conmigo esta noche?

Seguí caminando por un rato, torturándolo. Era mi venganza.

-No sé no sé. ¿Irán los demás? 
-Yo… - empezó pero no le dejé terminar.
-10:00 pm. Puntual en el vestíbulo.

~.~

Creo que ya me había arreglado lo suficiente. Ni siquiera sabía por qué me estaba arreglando tanto solo éramos Louis y yo, saliendo, a cenar y luego como mucho daríamos una vuelta. Sí, eso era todo ¿por qué estar nerviosa? No, enserio. ¿Por qué? Me miré en el espejo una última vez antes de bajar y esperarle en el vestíbulo. Casualmente Louis se hospedaba en mi hotel, lo cual facilitó bastante el hecho de conocernos cada día un poco más. Vestía un vestido blanco de tirantes anchos  que llegaba hasta pasadas mis rodillas por atrás pero por delante las dejaba al descubierto. El escote no era muy pronunciado y le salían como un par de vuelos. Todo aquello estaba complementado con unos pendientes y un cinturón de color dorado y unas sandalias. No era nada de otro mundo.

Para cuando bajé Louis ya estaba ahí vestido con una camisa formal pero sus tirantes y sus pantalones cortos no podían faltar, en él no. Me sonrió y sin decir nada me dio dos besos y fuimos cogidos de la mano hasta el restaurante. Aparte de lo de las manos cogidas la cena transcurrió como si nada, como si al lado nuestro estuvieran sentados Ariana y Adam. La verdad es que no pensé que fuera a ser así pero, ¿mejor así no?

Después de cenar Louis me invitó a dar una vuelta por la playa visto que sabía lo mucho que me gustaba pasear por ahí a la noche. Era un poco raro pero supongo que yo en parte era algo rara y sin ofender, me gustaba.

Después de estar andando un rato por la arena mojada Louis me cogió de la mano e hizo que me parara. 

-Tengo algo para ti – dijo nervioso y metió su mano en bolsillo de su chaqueta – No es nada del otro mundo, pero sé lo mucho que te gusta la playa y tal y pensé que… bueno, que te gustaría.

Cogí la caja de entre sus manos y la abrí. Dentro había un collar con un colgante de una concha, como las que solíamos coger de vez en cuando en la playa. Sonreí y miré la parte trasera “Para que no me olvides” En ese momento juro que me entraron ganas de llorar, era realmente bonito. Miré a Louis y vi que me miraba esperando alguna respuesta que en aquel momento era incapaz de dar. Las palabras no salían de mi boca además, yo siempre pienso que las palabras pueden estropear bastante las cosas así que simplemente me acerqué y le di un suave beso en los labios que él gustosamente me respondió. Mi perdición acababa de empezar. Jamás podría olvidar de nuevo aquellos labios.

FIN DEL FLASHBACK

Sin ni siquiera quererlo me lamí los labios. Ya era como un instinto cada vez que pensaba en él y sus labios me pasaba. Ansiaba demasiado aquellos labios, era como la pieza que faltaba para completar un puzle. Sus labios y los míos parecían sellarse a la perfección. Él era la pieza que me faltaba ahora mismo, aunque yo ya sabía que perdería la pieza a finales de aquel mismo verano.

FLASHBACK
 
-No quiero irme.
-Yo no quiero que te vayas – me miró a los ojos con fuerza transmitiendo con ellos más de lo que mil palabras podrían transmitir – Prometo que te escribiré, te llamaré siempre que pueda…
-Shh – le corté – No te mientas, eso no pasará. Puede ser que nos separemos y que estemos bien el primer mes, con suerte hasta el segundo pero luego… luego las cosas se torcerán, acabarás olvidándome y te enamorarás de otra chica – una lágrima se escapó por mis ojos. Al segundo él ya estaba quitándolo con su pulgar y luego simplemente se quedó mirándome sabiendo que tenía razón. Me cogió de la mano y la puso en su corazón. Lo único que pude pensar es: No Louis, no me hagas esto.
-Eres la única que me ha hecho sentir así, ¿notas cómo late mi corazón? Jamás volverá a latir así por nadie que no seas tú, no lo olvides. Por favor, no me olvides. Por mucho que digas que no aguantaremos, yo sé que podemos, podemos si los dos lo intentamos.
-No Louis, las cosas no funcionan así.
-No funcionan así porque tú no quieres que así sea. ¿No lo ves? Yo te quiero más que nada y aunque lo intentes negar sé que tú también lo haces. ¿Por qué no intentarlo?
-Porque prefiero dejarlo todo en un bonito recuerdo que estropearlo todo dentro de dos meses, no querer verte más. Yo… no lo soportaría.
-¡Mierda! ¡¿Enserio prefieres que simplemente desaparezca?! – gritó y no pude contener las lágrimas, esto estaba siendo más difícil de lo que jamás me había esperado. ¿Por qué se tiene que enamorar la gente? ¿Por qué es la vida tan complicada? – Mírame a los ojos, por favor – dijo en un tono mucho más suave – Sé que tienes miedo, que lo único que te hace pensar lo que piensas es que nadie jamás te ha demostrado que por amor las cosas se pueden hacer. Sé que nadie te ha enseñado cómo funciona el querer a una persona pero eso no quiere decir que no puedas aprender. 
-Yo… Yo no puedo Louis, no es tan fácil. ¡¿Por qué no aceptas de una vez que esto no es más que un amor de verano?! – se quedó callado. Me lo suponía, en realidad no era más que eso.
-Como quieras. Haremos lo que tú quieras. ¿Cómo prefieres despedirte? ¿Con la mano, un abrazo o un beso? ¡No mejor! ¿Por qué simplemente no nos despedimos? Todo sería mucho más sencillo – se le empezaba a notar los ojos acuosos a él también.
-No es eso lo que quiero Louis.
-¡¿Qué es lo que quieres?! Pero decídete rápido porque tu familia te está esperando – me quedé callada, no sabía que decir, esto era el final.
-Yo… me tengo que ir – me di media vuelta y escuché como Louis maldecía algo en susurros. Estaba casi llegando cuando hizo que me volteara y sus labios se aplastaron junto a los míos.
-Mientras lleves ese collar puesto creeré que sigues queriéndome, que aún quieres que vuelva a por ti. Quítatelo en dos meses si lo nuestro estaba destinado a ser como tú has dicho pero que sepas que yo te quiero por muy lejos que vayas a estar, siempre lo haré y no me voy a rendir, por mucho que tú quieras que lo haga.

Y después de un último beso, no volví a verlo.

FIN DEL FLASHBACK

Fui una estúpida, ¿por qué no lo intenté? ¿Cobardía? Siempre pensé que era bastante valiente pero él tenía razón nadie jamás me enseñó cómo funcionaba el tema del amor. Mi abuela murió, no sé nada de mi padre y odio a mi madre. Jamás supe lo que era luchar por amor y ahora he perdido la oportunidad.
Suspiro y vuelvo a mirar por el cristal de mi habitación. Era un día gris que acompañaba perfectamente mis pensamientos.

-Señorita, acaban de dejar esto para ti – dijo una limpiadora que solíamos tener.
-Muchas gracias Lucinda.
-De nada.

Cogí lo que Lucinda me acababa de traer y lo abrí. Era una carta blanca con una concha dibujada. ¿A qué venía eso? Abrí la carta aún sin creérmelo.

“¿Sigues pensando que es imposible querer a alguien aun no estando con ella? 
PD: Bonito collar, fácilmente se puede divisar que aún lo llevas puesto por la ventana de tu habitación.
                                                                                                                                 -Louis.”

¡¿La ventana de mi habitación!? Corrí hacia ella y miré hacia abajo, no me lo podía creer. Baje corriendo las escaleras sin importarme que estuviera lloviendo y yo estaba descalza abrí la puerta y me lancé encima suyo. ¿Cómo era posible? No me dio tiempo a preguntárselo porque me besó como si lo hubiera estado esperando estos últimos 4 meses, al igual que lo había estado esperando yo. 

-No te has rendido – susurré y el negó divertido.

Louis fue el mejor amor de verano que pude tener, veamos en qué más se puede convertir. 


~.~

NovelasDream

Por favor comentar a lo grande, decirme qué os ha gustado, qué no para que pueda arreglarlo para la próxima historia. Por cierto, ¿de quién queréis que sea la próxima mini-historia? #IMPORTANTE ponerlo en vuestro comentario y quien gane, bueno, ese será.

Si queréis otra mini-historia escrita por mi ir aquí: http://twitpic.com/chq4em <----- HARRY, THEY DON´T KNOW ABOUT US

MUCH LOVE!