Vale, no me pregunteis por la foto, porque no tenía ni idea de lo que poner y dije: Starbucks, ah. Y pues eso. Que este capitulo es más largo y que lo disfruteis. Y DEJAD COMENTARIOS HE DICHO.

Capítulo 4

#Narra Lucía

Vale, eso fue muy raro. Que Niall saliera con María en brazos, todavía más. Nos explico la situación rápido: María, desmayo, enfermería. Empezamos a andar todo lo rápido que podíamos. Bea dijo que iría a pedir ayuda a recepción. Mientras caminábamos, me puse a hablar con Niall. No me daba nada de corte porque lo veía como un chico normal. Le dije que María tenía mucha tendencia a desmayarse. Llegamos a la sala y Niall dejó a María en una camilla. 
No se cuanto tiempo esperamos a que despertara, pero Bea ya había llegado. De repente empezó a moverse un poco. Niall se acercó rápido. Se que hablaron de algo, pero no escuché porque estaba pensando en otra cosa ¿Estaría por aquí Liam? Me debe una disculpa formal. Cuando Niall salió de la habitación, María estaba nerviosa. 
Pronto llegaron los otros cuatro para ver lo que pasaba, casi a la vez que Inma y Marina. Dirigí la mirada hacia Liam, para asegurarme de que no me había equivocado, de que él era quien se había chocado conmigo. Efectivamente, estaba totalmente segura. Debía de haberme quedado mirándole fijamente, porque frunció un poco el ceño. Niall volvió con un montón de ropa.
-Eh, Niall, ¿qué demonios está pasando aquí? – Preguntó el chico de pelo castaño y ojos azules, Louis.
- Ya sabes que no nos está permitido interactuar con fans dentro del hotel – Le regañó el chico más alto, con rizos y ojos verdes.
- Lo se, Harry, pero fue mi culpa, se desmayó porque entré a su habitación – Dijo triste, señalando a María.
- Bueno, da igual, voy a por un café – Dijo desinteresado el chico moreno de ojos marrones. Giró el pomo de la puerta y tiró, pero esta no se abrió. Volvió a intentarlo, sin ningún resultado.
- A ver, déjame a mi – Sugirió Niall. Pero tampoco él pudo abrirla. Creo que estuvieron intentándolo por lo menos diez minutos, pero la puerta se había atascado.
- Genial, creo que nos hemos quedado encerrados – Resopló Harry con cara malhumorada. Recorrió la habitación con la mirada y de repente una sonrisa se dibujó en su rostro – Bueno, podría ser peor – Respondió tarareando y dirigiéndose hacia donde estaba Inma.
Me imaginaba una situación menos incomoda, con Niall y Zayn pegándole patadas a la puerta, Harry intentando ligar con Inma, Bea mirando a Louis repetidas veces y Marina y María híper ventilando literalmente. Resoplé, me senté en el sofá que había pegado en una de las paredes y cerré lo ojos ¿Cuánto tiempo íbamos a estar encerrados? Se que para las otras era lo mejor que les había pasado. Estar en la misma habitación que sus ídolos, pero para mi solo eran cinco adolescentes normales.
De repente noté que el sofá se había hundido un poco, por el peso de alguien que se había sentado a mi lado. Torcía la cabeza y descubrí quien era.
- ¿Estas bien? Ya sabes, por lo de la caída - Me dijo Liam preocupado.
- Vaya, genial, me reconoces. Quitando que casi me abro la cabeza contra el suelo, si, estoy bien – Contesté de mal humor
- De verdad lo siento, unas chicas me estaban persiguiendo, miré un momento hacia atrás y no me dio tiempo a frenar. La verdad, me sentía fatal por no haber podido pedirte perdón decentemente – Contestó avergonzado. En realidad era buen chico.
- Bah, no te preocupes. Debe de ser muy duro que te reconozcan allá a donde vayas, ¿no? – Pregunté sonriendo
- Si, en realidad es un asco, pero son gajes del oficio – Dijo aliviado de que hubiera cambiado de tema y le hubiera perdonado.
No se cuanto tiempo me quedé hablando con él, pero hacía ya un rato que Niall y Zayn habían dejado en paz la puerta y se habían ido a hablar con las demás. Harry por lo menos había conseguido que Inma le dejara sentarse a su lado. La luz que entraba por la ventana significaba que ya estaba anocheciendo ¿No deberían haber notado la ausencia de la boyband más famosa del momento?
- Pensaran que estamos de fiesta, ¿sabes? – Dijo como si hubiera leído mis pensamientos – Por la noche suelen dejarnos a nuestra bola, pero mañana por la mañana se darán cuenta de que no estamos en nuestras habitaciones
- ¿Mañana por la mañana? No, no, no, no. Paso de dormir en un incómodo sofá de una enfermería – Bufé indignada. Liam se levantó riéndose y rebuscó en el armario. Encontró siete mantas, así que por lo menos tres personas tenían que dormir destapadas… o acompañadas.
- ¿Quieres que compartamos? – Me preguntó Liam con una manta en la mano.
- Ah, no, no comparto mantas con chicos que casi acabo de conocer – Contesté
- Pues por lo menos tú tápate, yo dormiré sin nada – Dijo dándome la manta. Me sentía mal, no quería que se resfriase por mi culpa.
- Bueno, pero no te acerques mucho – Desistí, no muy convencida. Liam sonrió un poco y se sentó al lado mío. Eché la cabeza en el brazo del sofá y el hacia atrás, sentado. No se como lo hicimos, pero todos acabamos durmiendo con uno de los chicos, aunque no era para nada necesario.
Me desperté a mitad de la noche y me percaté de que tenía mis piernas encima del regazo de Liam. Las aparté rápidamente, pero él las sujeto y las volvió a poner como antes.
- Puedes quedarte así, si estas más cómoda – Dijo con un hilo de voz. Sonreí, aunque creo que él no lo notó.
Dormimos el resto de la noche hasta que se escuchó un ruido en la puerta. Alguien estaba golpeándola
- ¿¡Chicos, estáis ahí!? – Preguntó una voz grave.
- ¡Es Paul, estamos salvados! – Dijo Louis emocionado.
- ¡Si, somos nosotros!- Contestó Liam levantándose y dejando el sitio demasiado vacío-La puerta está atascada, ¿puedes abrirla? – En un abrir y cerrar de ojos, la puerta estaba en el suelo. El tipo ese, Paul, la había tirado abajo.
- ¿Pero que os pasa? ¡En 20 minutos tenéis una entrevista y no hacéis otra cosa que encerraros en la farmacia! – Reprochó cabreado. De repente en la habitación entró un gran grupo de mujeres con rulos para el pelo y maquillaje. Empezaron a ponerles cosas en la cara a los chicos, y una empezó  embadurnarme de crema.
- ¡Quita, bicho, a mi no me eches de eso! – Dije quitándome la crema con las manos. La mujer se dio cuenta de su error y siguió a lo suyo. Paul reparó en nuestra presencia.
- ¡Vosotras! ¿Qué hacéis aquí? No se permiten personas ajenas al equipo, salid.
Antes de que pudiéramos decir nada estábamos fuera de la habitación cerrándonos la puerta en la cara. Todas nos quedamos en silencio y nos miramos. Empezaron a gritar.
- ¡Aaaah! Dios, ¡ha sido la mejor noche de mi vida! ¿Habéis visto lo guapo que es Harry? – Dijo Inma
- ¿¡Pero y Zayn!? – Reprochó Marina
- No, el mejor era Louis – Aseguró Bea
- ¡Niall me llevó en brazos, os lo podéis creer! – Dijo María, corriendo en círculos como loca.
- No se vosotras, pero yo me vuelvo a mi habitación – Informé, pero seguían gritando - ¿Chicas?– Insistí. Estaba claro que no iban a hacerme caso, así que avancé por el pasillo hasta la puerta de mi habitación. Había sido una noche de locos, aunque extrañamente, no podía evitar sonreír al pensar en ella y en Liam.