Call it love.
Capítulo 3.
‘-A que tus labios lleguen a los míos de una vez.’ 
Esa frase, esa frase me hizo pensar muchas cosas y sin pensármelo dos veces, lo hice, no lo podía creer, lo había echo, lo besé, puede que fuese un error o puede que no, pero lo que sentí cuando sus dulces labios rozaron los míos fue la sensación mas bonita que había experimentado nunca, dulzura, amor, todo junto en un apasionante beso. Sentí como Niall me acariciaba por encima de mis orejas, ese cosquilleo suave me hacía temblar y el lo notaba.
-Oficialmente te puedo llamar princesa? Dijo Niall enrojecido.
-Depende, por cierto, me llamo Amy.
-Ya lo sabía. Dijo riendo.
-¿Como? Pregunté irritada.
-Ayer tuve tu móvil en la mano y me llegaron mensajes que lo decían. Eres poco lista.
-Y tu tonto. Dije dándole un pequeño golpecito en su hombro derecho.
Esta vez no hizo su mueca de dolor falsa, que a la vez me parecía tan dulce, agarró el cambio de marchas y el volante. Nos dirigimos hacia un lugar bastante oscuro, casi no se veía nada, lo único que se apreciaba era una pequeña luz al fondo de la carretera, después de diez minutos llegamos al restaurante, era precioso, tenía unos pequeños focos en la entrada con los que se podía apreciar el precioso color de los ojos de Niall. 
Aparcó el coche, estaba a punto de salir cuando se acercó, abrió la puerta con tremenda dulzura, me agarró suavemente la mano y me ayudó a salir.
-Gracias. Dije abrumada.
-Por cierto, estás preciosa, bueno, siempre lo estás. Dijo sonrojándose cada vez más.
-Gracias. Contesté.
-Solo sabes decir gracias? Preguntó con una amplia sonrisa en la cara.
-No tonto. 
El problema no era decir solo gracias, mi problema era que me perdía en su preciosa mirada.
-¿Vamos? Preguntó amablemente.
-Claro guapo. Dije chistosamente.
-¿Guapo? ¿Me acabas de hacer un cumplido? Esta fecha tiene que ser recordada para toda la vida.
-No será recordada solo por eso tonto. Dije abrazandome a el.
-Hueles bien. Llevas colonia?
-No… 
-Entonces es que eres demasiado perfecta. Dijo mirándome.
Caminamos hacia el restaurante. Llegamos y nos pusieron en la mesa 74. La silla era muy cómoda, pero, no todo era perfecto, me sentía observada, y no por Niall, sinó por las demás personas que estaban cenando alrededor nuestra. En cuestión de segundos vi a una imponente chica rubia situarse cerca nuestra.
-Hola guapo. Dijo dirijiendose a Niall.
-E-e hola? Contestó este.
¿Acaso yo era invisible? ¿No se daba cuenta de que tenía novia?
-Podemos salir a divertirnos, supongo que a tu hermanita pequeña no le importará quedarse aquí sola… Dijo mirándome con cara de superioridad.
No me lo podía creer, me había durado veinte minutos un novio, ella era perfecta, así que Niall no tardaría en irse con ella. ¿Iba a perder a una chica tan perfecta por mi? No lo creo. Todos mis amigas comentaban que su fama era de ligón, así que arrastré la silla hacia atrás para irme, me levanté de la mesa y cogí mi bolso.
-¡Amy! ¿A dónde vas? Dijo Niall preocupado.
-¡No quiero ver esto! Grité mientras salía por la puerta.
Niall salió detrás de mi, yo no podía parar de caminar enfadada y frustrada al mismo tiempo, comenzó a correr hasta alcanzarme.
-¿Que te pasa cielo? Dijo preocupado.
-¿Niall, estás de broma? ¡No pienso quedarme ahí viendo como un montón de chicas te miran, y que a ti no te importe! Dije mientras dejaba caer una lágrima.
-No quiero a ninguna de esas chicas, yo solo quiero a mi princesa. 
Niall me abrazó tan fuerte como nunca lo había hecho. Me sentí mucho mejor después de eso, pero seguía estando mal…
‘Punto de vista de Niall’
Fue horrible, la cosa más horrible que vi en el mundo. No pude soportar la forma en que Amy me miraba, estaba dolida y lo peor es que yo era el culpable de todo, tenía la mirada apagada y triste, estaba llorando, nunca había visto a alguna chica llorar por mi, ninguna chica me había llegado a gustar de esta forma, normalmente me habría ido con la otra chica que viniera, sin importarme con cual estuviera cenando, pero con Amy era diferente, no era así, sentía la necesidad de besarla y abrazarla fuerte.
-¿De verdad me quieres? Dijo mirándome a los ojos.
-¿Cómo no te voy a querer? Eres mi princesa, ¿recuerdas? Dije abrazandola aún más fuerte.
-Pero tienes a muchas más princesas a tu alrededor, ellas son perfectas, yo no. Sinceramente, no creo que yo sea para ti, solo soy una chica más de todas las de tu lista, no quiero sufrir. Dijo mirándome fijamente con los ojos lloros.
Sus palabras me habían hecho pensar. Es cierto, normalmente ella sería una más en la lista, estaría durante una noche con ella y no volvería a hablarle ni mirarla, pero con ella no era así, ella me hacía sentir cosas que ninguna otra chica me había hecho sentir, me hacía feliz de verdad, sentía la necesidad de estar con ella, de abrazarla, de sentirla cerca…
-Ven, vamos hacia el coche, no quiero dejarte en este sitio. Dije amablemente.
-Está bien. Dijo secándose las lágrimas.
-Quiero que sepas una cosa, no existe persona más preciosa que tu, no existe persona que me haga sonreir como tu lo haces, no hay otra princesa, tu eres mi única princesa. Dije mirándola a los ojos. 
-¿Y cómo sé que eso es verdad y que no te vas a ir con nadie más? Preguntó intrigada.
-Confía en mi, nunca nadie me había hecho sentirme tan bien y cómodo como tu. Dije.
-Te quiero. Dijo después de darme un gran beso.
Te quiero, nunca nadie me había dicho eso, ninguna chica había conseguido que me levantara de la mesa a buscarla, pero lo más importante de todo, nunca nadie me había hecho sentir realmente especial.  Estaba empezando a querer de verdad a esta chica. No era como las demás, ella era especial.