Novela ‘Desigual’

Capitulo 57.

Lo miré. Él me miraba. Me sonrió. No aguanté más y corrí a él dejando el álbum sobre el sofá en el que estaba. Me abrazó en silencio, solo se oía mis sollozos. Cómo lo quería. Quería demasiado a Justin, es decir, lo amaba. Sí. Lo amaba. Él era lo mejor que me había pasado, era quien me hacía ser feliz. Ahora. Él era simplemente perfecto. 
Levanté el rostro para observarlo. Él tenía los ojos ligeramente húmedos. Su cuerpo a pesar de que recién se había duchado, estaba cálido, sus brazos fuertes y tensos, me brindaron seguridad y protección. Me sentía bien con él, como si no necesitara nada más que estar con él. 

-No llores, es tu cumpleaños, no debes llorar, debes estar feliz. – me dijo tomándome de las mejillas y regalándome una hermosa sonrisa.

-No estoy triste. Estoy demasiado feliz. – lo miré y le sonreí. – eso fue… eso que escribiste fue hermoso, me hizo llorar. –él rió bajito y me tomó las manos.

-Es… es lo que siento.  –mis ojos no iban a dejar de soltar lágrimas si mi mente seguía repasando lo que decía en aquella carta. 

-Justin… no se que decir… - dije, las palabras no me salían, estaba temblando. 

-Tranquila – me abrazó y me hizo inhalar y exhalar hasta que me calmé. 

-No puedo dejar de pensar en esa carta, es es… -el sonrió al ver que de nuevo no me salía nada.

-Ya, ya, no me digas nada si no es necesario – me besó la mejilla. 

-No, sí es necesario. – dije firme y me miró atento. –Haz hecho mucho por mí. No se como pagarte todo. No podría hacerlo. –Yo… no se porque me pongo tan nerviosa y…

Sentí sus labios contra los míos. Lentamente. Estaba besándome con muchísima ternura.  Me derretiría en sus brazos.  Estuvimos así unos minutos.  Mis latidos iban muy, muy rápido. Y la sensación que ese beso me provocaba, lo que Justin me transmitía, me hacía amarlo tanto. 

-Espera – le dije cuando nos separamos un instante. 

-¿Qué pasa linda? 

-Que no aguanto más. 

-¿Qué no aguantas?

-No aguanto… no aguanto decirte que también te amo. – dije demasiado rápido. Estaba tan nerviosa, mi pecho subía y bajaba muy rápido. Y sentí calor en mis mejillas. No sabía por qué, si estaba acostumbrada a besarlo, que él me besara, y no me pasaba eso. 

Él sonrió tan cálidamente, que esa imagen se me grabó en la mente unos segundos, y no quise que se me fuera de la mente, así que cerré los ojos para que durara un poco más. Sentí su mano acariciar mi mejilla mientras me daba un beso en la mejilla. Tan tierno. 

-¿Sabes? Eres tan hermosa que no puedo evitar besarte a cada segundo. – aún sin abrir los ojos sonreí. –te ves tan hermosa con las mejillas rojitas – dijo con dulzura. 

-Justin ¿quieres que me derrita? -él rió e iba a besarme de nuevo. Pero el timbre sonó. –

-Justo en la mejor parte… - se quejó yendo a abrir la puerta. Me reí. 

-Hola Justin – una voz femenina.

-Hola pasa, está en el living. 

Me giré y allí estaba Jen. Con una gran sonrisa. Me paré y fui a abrazarla. 

-Feliz cumpleaños, amiga – me dijo entregándome un regalo.

-Muchas gracias Jen, no te hubieras molestado – le dije sonriendo. 
-Ay, a mi no me digas eso que no me lo creo – se rió y abrí  el regalo. 

-Me encantan, son divinos, muchas gracias – la abracé. Eran unos tacones marrones. Eran preciosos. 

-Me alegro que te hayan gustado, espero que los disfrutes.- me sonrió- te levantaste temprano, pensé que tendría que despertarte. 

-Si, Justin se levantó temprano hoy y bueno, me desperté. 

-Caro, voy a vestirme ¿si? Cualquier cosa grítame. – me sonrió desde la escalera. Asentí con la cabeza y le sonreí. Se sonrojó y subió. Jen me quedó mirando. 

-Uy ¿de que me perdí? – dijo al ver como nos mirábamos. 

-Él es un amor Jen. – dije embobada.

-Eso me dices normalmente, pero ¿paso algo más?

-Ven – la llevé al sofá y le enseñé el álbum. Ella lo miró y cada vez que pasaba una foto sonreía con ternura. 

-¿te regalo hoy? –asentí con una sonrisa. –Es muy tierno Caro – dijo pasando las fotos. 

-Sí, y mira la parte de atrás. 

Ella hizo lo que le dije y empezó a leer en silencio. Yo miraba su rostro para ver cual sería su reacción al leerlo. Luego de unos minutos, ya estaba derramando lágrimas conmigo. 

-Es… es tan… - dijo moviendo sus manos sin poder expresarse. 

-Lo sé – dije orgullosa tomando el álbum y admirándolo en mis manos.

-Te puso que te amaba – me dijo mirándome. Asentí. –Y…

-Y yo también lo amo – le saqué la duda. Sonrió. 

-Eso es lo que quería escucharte decir, son tan lindos juntos, estoy feliz por ti amiga. – me abrazó y le correspondí. La verdad aún no podía entender como estaba con Justin, era tan perfecto, tan tierno, tan dulce, tan… Justin.

-¿Dónde está la cumpleañera? – sentí la voz de Julián entrando a la casa. Me reí. –Ahí estás. – corrió a mi y me abrazó. –Feliz cumpleaños pequeña – me dijo besándome la mejilla. 

-Gracias Juli – le sonreí. Me entregó una cajita pequeña. La abrí y era una pulsera de plata, hermosa. –Es preciosa, gracias Juli. ¿La elegiste tú? – le pregunté admirándola. 

-Bueno… recibí un poco de ayuda – miró tiernamente a Jen. Claro, ellos salían ya hace bastante. Me reí. 

-Muchas gracias – los abracé a ambos. 

El día pasó rapidísimo. Luego de un rato llegó Pattie, me saludó y me preguntó si me había gustado su regalo. Le dije que me había encantado. Almorzamos todos juntos, ella, Justin, Jen, Juli y yo. Pattie había comprado un pastel, y todos me cantaron ‘Feliz Cumpleaños’. Fue un momento muy lindo. Estaba rodeada de personas que me querían. Se sentía muy bien. Pero no pude sacar de mi cabeza en ningún momento a… Sara. 

¿Dónde estaría ella? Seguramente estaba en el lugar más seguro. Ella se lo merecía, merecía lo mejor. La extrañaba muchísimo. Pensaba mucho en ella. Rezaba y le pedía que no me dejase nunca. Que aunque se haya ido, que me acompañe siempre. Y sé que lo hace. 

Ahora todos esperan que pida tres deseos, y que sople las velas. Estoy recordándote Sara, estás en mis pensamientos. Cierro los ojos. Te veo. Te veo sonriéndome. Ayudándome. Dándome fuerzas. Sonrío, pero una lágrima sale de mis ojos al darme cuenta de que no estás para abrazarme y desearme feliz cumpleaños. No estás, no estás físicamente, pero siento que si estás a mi lado, queriéndome. Yo también te quiero a ti, y a todos los que están ahora conmigo. 

Pienso. 

-Quiero poder tener una familia. Una familia como la que nunca tuve. La que siempre soñé tener. 

-Quiero que mis amigos, Justin y su familia, incluso tú, Sara, sean felices. Cumplan sus sueños. Logren sus metas. Que no tengan límites al soñar.

-Y por último, quiero que a pesar de todo lo que he vivido este ultimo tiempo, quiero ser siempre la misma, quiero tener presente mi ‘yo’ pasado. Cuando sufría, cuando pasaba mal, cuando no era feliz. Quiero tenerlo siempre presente para tenerlo como aliento, de que debo luchar para salir adelante. 

Abrí mis ojos y noté que todos me observaban, pero en especial Justin, me miraba como queriéndome hablar con la mirada. Supuse que era porque había soltado algunas lágrimas recordando a Sara, desvié mi mirada a las velas y las soplé. Se apagaron al instante. Todos aplaudieron y luego me abrazaron. Me sentí como en casa.

A la tarde, los abuelos de Justin vinieron y me felicitaron. Eran grandiosos. Eran realmente divertidos y adorables. Los chicos se fueron en la tarde, prometiendo que volverían a la noche.

Llegó la noche, Pattie y Diane, abuela de Justin, estuvieron hablando conmigo. Supongo que Justin les dijo algo. Me hicieron llorar, pero de emoción, de verdad, no sé como iba a agradecerles a todas esas personas maravillosas lo que hacían por mí. 

-Carolina, sé que hoy debes recordar mucho a Sara pero, estoy segura de que ella quiere lo mejor para ti sea donde sea que esté ahora, y yo a ti te quiero muchísimo. Eres una gran chica. Has ayudado mucho a Justin, y él  también te quiere mucho. De verdad me gustaría que nos consideremos una familia. Queremos que te sientas bien aquí, y sabes que puedes contar con nosotras o Bruce, o Justin siempre que necesites apoyo o lo que sea. 

-Así es, yo también quiero que me consideres tu familia, puedes llamarme abuela si quieres no tengo problema, es más, me encantaría.

Y así es como se cumplía poco  a poco mi primer deseo de cumpleaños. 

A la noche volvieron los chicos. Estaban Bruce y Diane. Y por supuesto Justin y Pattie. Pasamos un buen rato. Un verdadero cumpleaños, es que a decir verdad… era uno de los primeros.

-¿Te vas a acostar ya? – me preguntó Justin entrando a mi habitación. 

-Sí, estoy un poco cansada. – le dije volteándome a verlo. Traía solo sus pantalones de dormir y el pelo desarreglado.

-Está bien. ¿Pasaste bien? – me preguntó con una sonrisa.

-Estupendo. De verdad, me sentí muy bien. – le sonreí. Ambos nos sentamos en mi cama para charlar más cómodos.

-Me alegro mucho.

-Gracias.

-¿Por qué?

-Sé que hablaste con Pattie.

-Ah, eso…

-Gracias- le sonreí y él me miró.

-No quería que te sintieras mal.

-Estando contigo no lo haré nunca. –me sonrió y me abrazó. Hizo que me recostara en su pecho. Quedamos en silencio.

-¿La extrañas mucho? – me preguntó de repente.

-Sí, mucho.

-Yo también. – dijo con la voz algo ronca. – Era grandiosa. Ella no merecía lo que le pasó.

-Es verdad – suspiré – no se merecía nada malo. Pero por algo pasó. ¿no? Sólo espero que…

Esperó a que hablara, pero me quedé recordando.

-¿Qué?

-Espero que ella me cuide.

Justin sonrió y me giró el rostro para que lo mirara. A milímetros de su rostro, susurró.

-Ella está cuidándote minuto a minuto. Ella lo hará siempre. Siempre estará contigo, por más que sientas que no. Va a apoyarte siempre siempre.

Ambos llorábamos.

-Y para que estés más segura, si eso no es suficiente, si aún así alguna vez te sientes sola, estaré a tu lado. Para darte un abrazo, decirte lo importante que eres para mí, para darte un empujón cuando no puedas luchar, para tomarte la mano si caes, para caminar junto a ti cuando triunfes. Siempre, cuando estés triste, feliz, enojada, frustrada, malhumorada, histérica, o lo que sea, siempre estaré Caro no lo olvides nunca.

Y aún seguía pensando como era que aún  me quedaban lágrimas para derramar. Sólo sé que lo besé tan fuerte, tan fuerte, para que nunca me dejara, para demostrarle que no quería que me deje nunca, para demostrarle cuanto lo amo. 

hoy tenía mucha inspiración, y escribí muchísimo.quedan solo dos capitulos, asi que manos a la obra y ¡a comentar! se acaba en nada. espero que comenten lindas y lamento haber tardado, pero creo que se los compensé fue muy largo este, más de lo común! las amo 

den sus opiniones♥