Novela ‘Desigual’

Capitulo 54.

-¿a… a tu casa? – el corazón casi se me sale.

-sí. Mi mamá quiere conocerte y… me mandó un mensaje de texto hace rato para darme la idea. ¿quieres? – sonrió ilusionado. 

-¿conocerme? ¿tu… tu le dijiste? 

-no… bueno, si. Algo – levantó los hombros.

-me da pena – me mordí el labio nerviosa. Él tomó mis manos. 

-no tengas pena, de verdad me harías feliz si vas – me sonrió cálidamente – yo… yo quiero que se conozcan.

Me quedé observando su mirada de esperanza.

-está bien – suspiré vencida. – pero quizás deba ponerme algo más apropiado – miré mi ropa. 

-no, no, no. Así me encanta – hizo un puchero mientas abrazaba mi cintura. Me reí. 

-está bien, está bien.

-¿eso es un sí? – me tomó el rostro.

-ajá – rodé mis ojos por la expresión de su cara, sonrió ampliamente y me besó los labios con impulso. 

Luego de eso, le avisé a Mark que cenaría con Justin y no hubo problema. Creo que al fin se llevaban bien, y eso me tranquilizaba. Tomamos un taxi y luego de unos minutos, llegamos. 

Mi primera impresión de la casa de Justin me agradó. Se veía bonita, elegante, y confortadora. Era totalmente otro estilo a la casa de Sara. Pero me agradó. Tenía muchas flores en la entrada, un camino, una gran puerta de madera oscura, ventanales grandes, me encantaba. 

Justin tanteó la puerta, pero estaba con seguro, así que tocó el timbre y me observó. 

-estás nerviosa – me sonrió.

-mucho – tomé con más firmeza su mano.

-no lo estés, estoy seguro de que tu y mamá se llevaran de maravilla. Esto es algo que quería hacer hace mucho – me sonrió y yo igual. 

Abrieron la puerta  y detrás de ella apareció una mujer no muy alta, castaña, ojos claros, y una hermosa sonrisa. 

-Hola chicos, pasen – dijo amablemente, ambos pasamos. La casa por dentro era más bella de lo que pensé. Si bien no era una mansión, era bastante grande. La madre de Justin se acercó y me tensé. 

-Hola Carolina, me llamo Pattie, soy la mamá de Justin.

-Hola, mucho gusto, soy… amiga de Justin – dije un poco nerviosa, y supe que Justin se había sonrojado. Pattie me sonrió.

- me alegra que hayas aceptado la invitación, Justin me habla mucho de ti. –sólo sonreí. Seguramente ya estaba roja también. – bueno, Justin, si quieres muéstrale la casa mientras termino de cocinar, ¿si?

-de acuerdo – asintió él y ella se fue a la cocina.

-tu casa es muy linda – le dije.

-gracias. He vivido toda mi vida aquí. Ven te mostraré mi habitación. – tomó mi mano y subimos unas grandes escaleras, caminamos por un pasillo, y la segunda puerta era el cuarto de Justin. 

Era de color azul. Todo lleno de cosas de deportes. En los estantes, en las paredes, pelotas, recortes de diarios, posters de equipos de fútbol y más. 

-wow. – dije al ver un gran trofeo en el estante más alto. -¿es tuyo?

-es del equipo. Decidieron que lo guardara yo, por ser el capitán. –explicó tirándose en la gran cama redonda. 

-debes jugar muy bien – sonreí. 

-no juego mal – levantó los hombros y me reí. Egocéntrico. –deberías ir a ver uno de los partidos, es decir, verme a mí. 

-O puedo ver a Julián, ¿también juega?

-Juega en otro equipo. – dijo cortante. Me reí, se había girado dándome la espalda. Me acerqué lentamente y lo sorprendí lanzándome encima de él haciéndole cosquillas, o mejor dicho, intentando, porque no se rió. 

-¿acaso no tienes cosquillas? – dije frunciendo el seño. 

-las tengo, pero no son justamente ahí – dijo. Rodé mis ojos. -¿tu tienes?

-no. – dije rápido. No quería que me  hiciera cosquillas, porque no puedo parar de… -¡No por favor! Empecé a reírme mucho, siempre que me hacían cosquillas no podía parar de reírme. Me revolcaba en la gran cama de tanta risa, Justin seguía haciéndome reír, y yo intentaba detenerlo pero era en vano. 

-¡ya basta, por favor! – dije calmándome un poco, Justin se detuvo.

-sólo si me das un beso.

-Justin…

-¿quieres cosquillas?

-no – dije como un bebé.

-entonces mi beso. – levantó las cejas. Me acerqué a él y lo besé. Él tomó mi cintura y me inclinó e hizo que yo cayera encima. 

-bueno vamos que si tu mamá nos ve así, tendremos problemas – dije levantándome. Él bufó. 

Salimos del cuarto y en el pasillo habían más puertas, me explicó que una era el cuarto de Pattie, otro el baño, y otros dos cuartos para huéspedes. 

Bajamos las escaleras y fuimos a la cocina, Pattie estaba cocinando pasta. 

-mmm. Dime que son ravioles – suspiró Justin sonriendo.

-lo son  - sonrió ella mirándolo. 

-¡sí! – festejó. 

-Carolina, ¿te gustan los ravioles, cierto?

-supongo que sí, no he comido nunca – dije un poco apenada. 

-van a encantarte – Justin besó mi mejilla. 

-Es la comida favorita de Justin  - me contó Pattie. 

-se ve delicioso – le halagué.

-ven, te mostraré el jardín – me dijo Justin, y salimos. 

Era enorme, todo verde, reposeras, alumbrado con faroles pequeños por la oscuridad de la noche, y una enorme piscina que me dejó perpleja

-wow, esa piscina es enorme – dije asombrada. 

-¿quieres entrar?

-no tengo traje de baño Justin – me reí. 

-mmm… - lo interrumpí antes de que hablara. 

-mejor no – le sonreí para que se quitara la idea.

-no me molestaría – dijo levantando los hombros. 

-a mi sí 

-¿por qué? No le veo nada de malo. –rodé los ojos. –está bien.

Nos sentamos en el pasto mirando el agua reflejando la luz de los faroles.

-¿te puedo preguntar algo? 

-sí, ¿qué pasa? -  me miró.

-¿crees que Sara va a mejorarse? –él me miró en silencio por varios minutos, lo que me alarmó. ¿por qué no me respondía? – Justin.

-Caro… - empezó a decir. 

HOLA HERMOSAS, FELIZ NAVIDAD ATRASADA, Y FELIZ AÑO NUEVO PARA TODAS ADELANTADO. ESPERO QUE EMPIECEN UN AÑO GENIAL, QUE DISFRUTEN CON TODOS SUS SERES QUERIDOS, Y TODO ESO.

LAS AMO Y NO ME ABANDONEN, NO DEJEN DE COMENTAR POR FAVOR LAS AMO