Otro día, otra oración, otras palabras, pero la mezcla de sentimientos en mi interior sigue intacta... ¿qué hacer?; la confusión, la impotencia, la tristeza.... pero a la vez alegría, emoción, satisfacción... ¿qué hacer?. Acepté cada una de las consecuencias, entendí lo que cada límite significaba, no hice caso a cada una de esas quejas y molestias que rodearon a mi alma por simplemente querer conseguir felicidad, egoístamente para mi, pero sobre todo y lo más importante... para no borrar esa marca que te define, ese oro que nunca dejará de brillar: tu sonrisa. 

Sigue siendo complicado el de no aclarar mi pensamiento y pisar de una vez la realidad que será eterna; sigo coleccionando pedazos de esperanza ya sea en un momento especial repentino o simplemente en la tormenta de mis sueños que sin duda será infinita, sin embargo, cada uno que aparece se esfuma como el viento, desaparece como arena rosando la palma de una mano, como si el destino quisiera jugarme una broma, que genera (increíblemente) lágrimas ridículas por las desesperación de creer algo tan posible, pero a la vez tan... irreal. Desilusión total. 

Aún así con la locura que emite mi corazón, no tendría las agallas de decir: "Quiero olvidarme de ti", "Quiero que esta ilusión se desvanezca de mi vida" o "Te odio" ¿por qué? por simplemente haberme rendido ante cada dulce expresión que tu rostro muestra, ante cada palabra llena de amor e inspiración que resbala por tu labios para entregar felicidad por doquier, ante cada lágrima que cae vagamente por tus mejillas representando tus sentimientos, ante esa tranquila inocencia que tus ojos transmiten... ante tu humilde corazón. No resistí, me dejé llevar por mi inexperiencia, por la ilusión, por mis defectos, por la debilidad a lo sobrenatural o... ¿seguí simple y llanamente, el camino de mi felicidad?... quizá los cielos escucharon mis súplicas, leyeron cada uno de esos poemas que enviaba mediante mis fantasías... ¿quién sabe?. 

No dudaré, de ninguna manera la admiración que te tengo y mucho menos negaré el amor que creció en mi alma hacia ti, hacia cada cosa que realizabas y realizas, hacia tu perfección. Siempre estaré agradecida por esos cambios que causaste en mi... me enseñaste tantas cosas que hacían falta en mi vida, me hiciste ver la vida de otra manera y por supuesto hiciste que la palabra amor se más que sólo una simple palabra, una hermosa poesía que tal vez, no sea recitada en este momento, pero que tendré guardada hasta en que lo necesite. Como siempre dije y diré, Lee Donghae, eres mi príncipe, el más cautivador que se haya aparecido en mi vida.