SUEÑOS ADOLESCENTES

Capítulo anterior...

En ese momento, nada importaba. Sólo estaban ella y él, él y ella. Entonces deseó que aquel instante no acabase nunca.

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Capítulo cuarenta y siete.

Niall suspiró. Aquella situación lo iba a volver loco, y eso que llevaba sólo un par de horas metido en aquella casa. A ver, la casa estaba bien. Era espaciosa, bien cuidada, luminosa… Y el español –y su familia- que se habían ofrecido a acogerle después del incendio de la casa de Iván eran muy amables y simpáticos. 

Todo sería perfecto si no fuera por el detalle de que Liam, que era el único inglés que originalmente se hospedaba en esa casa, llevaba esas dos horas sin dirigirle ni una palabra, ni siquiera una mirada. No había querido dejarle explicarse y a Niall le estaba poniendo enfermo la idea de que uno de sus cuatro mejores amigos parecía odiarle. No iba a poder soportarlo.

Se dejó caer en la cama color azul pastel de su habitación y miró al techo sin verlo en realidad. Y encima estaba lo de que Blanca se había ido de allí al enterarse de lo suyo con Mary, seguramente también enfadada, Ya que parecía que la cosa empezaba a ir por buen camino…

Se preguntó por qué Zayn fue tras ella cuando Blanca se marchó esa tarde. “Bueno, él es muy inteligente, seguro que lo que sea que le haya dicho no es más que la verdad. Sólo espero que ella no haya cambiado de opinión sobre lo que insinuó con aquel beso”, pensó.

De repente, vio que alguien pasaba por la puerta del dormitorio, que Niall no había terminado de cerrar. Supo quién era porque reconoció el sonido de sus pasos.

-¡Liam! –le llamó, aunque no creía que fuera a molestarse en responder.

Sin embargo, el joven apareció unos segundos después, abrió del todo la puerta del cuarto y se quedó allí, en el quicio, mirando a Niall.

-Liam, te pido que me escuches –rogó, sentándose en la cama-. Y si a mí no me quieres prestar atención, préstasela a ella. Ella te quiere.
-Claro, y por eso estuvo contigo, ¿no?-ironizó él.

Niall pensó que estaba dramatizando, que su amigo veía las cosas peores de lo que eran, que en realidad todo tenía menos importancia de la que él le estaba dando. Aunque no sabía si él mismo sería capaz de reaccionar mejor si se tratase de Blanca, él, y otro amigo suyo. Probablemente no.

-Joder, la gente suele tener más de una relación a lo largo de su vida.
-La gente no suele esconder esas otras relaciones –Liam seguía exactamente en el sitio en el que se había puesto al llegar. 
-No es esconder. ¿Has visto que hayamos intentado negarlo? No. Lo hemos admitido-. Se puso de pie. Simplemente no dijimos cosas que no merecía la pena decir.
-Ya, claro –puso los ojos en blanco.
-Mira, Liam, lo siento. Yo ya no sé qué más hacer. No puedo ir atrás en el tiempo. Estoy intentando que nuestra amistad no se rompa por una tontería, pero tú no pareces por la labor…
-A lo mejor sólo es una tontería para ti. ¡Dios, Niall, te follaste a la chica de la que estoy enamorado! 

El irlandés quiso decir algo, pero para entonces Liam se había marchado. Suspiró y encendió un ordenador portátil que le había dejado su nueva familia; necesitaba escuchar música.

Las últimas palabras de Liam le habían herido bastante. Dicho así, parecía que… que él la hubiera forzado o algo por el estilo, y no fue así. Solamente eran dos jóvenes que se habían sentido atraídos el uno por el otro, y que disfrutaron durante unos meses de su juventud. ¿Tan malo era?

Fue a YouTube y buscó ‘Paradise’ de Coldplay, le encantaba esa canción, solía escucharla cuando se deprimía, y este era uno de aquellos momentos en los que necesitaba refugiarse en la música. Quizás podría ponerse a tocar la guitarra, pero… le recordaba demasiado a cuando, después de pasar un rato con Mary, se ponía a enseñarle algunos acordes. 

Se conectó a Facebook para ver si estaba su hermano, le habría gustado hablar con él, pero no vio su nombre entre los contactos conectados. Sin embargo, sí que había alguien con quien necesitaba hablar, y ese alguien era Blanca Martín.

Niall dudó. Quizás por chat no era la mejor forma de hablar con ella, pero era viernes, y no era menester pasar por su casa a hablar con ella para ver si estaba o no enfadada, pero tampoco podía esperar hasta el lunes; quizás fuera demasiado tarde entonces. Así que al final se decidió. En la barra del chat pulsó su nombre, y apareció un cuadro en la parte baja de la pantalla, en el que escribió:

-Blanca, hola, me gustaría hablar contigo.

Esperó un poco y apareció al lado de sus palabras el símbolo de ‘visto’, o sea, que la joven había leído su mensaje, pero no recibió de ella palabras de contestación. El irlandés suspiró: estaba enfadada. O quizás sólo molesta. Quizás.

-¿Qué te pasa? –añadió dos puntos y un paréntesis de principio de oración, es decir, una carita triste-. Es por toda esta historia con Mary, ¿no?

De nuevo el ‘visto’, pero tampoco obtuvo respuesta.

-Blanca… -intentó él, impotente; cuando hablas cara a cara con una persona, al menos es más fácil evitar que te ignoren.

Nada.

-Oye, sé que estás leyendo esto. Y… mira, no sé por qué te pones así por algo que ocurrió en el pasado, pero no te estoy pidiendo tus motivos. Sólo quiero… saber qué sientes con todo esto. Y bueno, a lo mejor te interesa saber cómo me siento yo. Lo que yo siento es que Mary es parte de mi pasado, y eso es así, pero eso no significa que siga sintiendo algo ahora. Créeme, lo que sentí por ella entonces no era ni la mitad de fuerte de lo que siento por ti ahora.

Ni siquiera esperó al ‘visto’, sabía que no le contestaría. No comprendía por qué todos se tomaban tan a pecho lo que había pasado, pero ahora su prioridad era arreglar las cosas.

-Blanca, tú también has estado con otra gente. Iván, por ejemplo. Y sí, me moría de celos cuando os veía tan juntos y felices, pero ya no estoy celoso, porque lo vuestro ha terminado. No tendría sentido estarlo. Pero yo creo que… que tú lo estás, o al menos sientes algo así. Y sólo quiero que me expliques cómo te sientes, y poder aclarártelo todo. Mira, ahora mismo, entre unas cosas y otras, la mitad de mis amigos me odia y la otra mitad prefiere no decidir de parte de quién ponerse. Tú también no, por favor.

Lo envió y esperó un rato. Miró la foto de perfil de la joven. Aparecía ella con unos vaqueros desgastados y una camiseta de tirantas de color celeste con algunos dibujos blancos. La foto parecía tomada mientras ella prestaba atención a otra cosa, pues su mirada no se centraba en la cámara, y esa cosa parecía graciosa, ya que tenía una leve sonrisa que dejaba entrever sus dientes blancos. Era preciosa. Niall podría haberla contemplado –en persona o en fotos- durante horas y horas. Estaba enamorado de ella, y sabía que la muchacha sentía lo mismo, pero ahora estaba confusa. Por eso quería hablar con ella, explicárselo todo.

No entendía cómo podía haber ocurrido todo tan rápido. Llevaba en España poco más de quince días, y desde el primer momento habían crecido en él sentimientos que no había experimentado nunca con anterioridad. No llegaba a comprender por qué había ocurrido eso, pero ahora no podía evitarlo, y necesitaba por todos los medios hacerle entender eso a Blanca, aunque ya no sabía cómo, pues la chica parecía bastante enfadada. Y con todo el jaleo en que se había convertido su vida en las últimas horas, necesitaba intentar arreglar al menos una cosa de las muchas que se le habían puesto patas arriba. 

Se le ocurrió algo, pero lo vio demasiado arriesgado, aunque… tal vez esa fuera la única forma de hacer que Blanca le escuchase, porque si lo dejaba mucho tiempo sería aún más difícil arreglarlo. Cerró los ojos con fuerza y lo pensó durante un minuto. Los abrió y escribió rápidamente para no tener tiempo de pensar lo que estaba haciendo y no poder echarse atrás.

-Blanca, no quiero que estés así, quiero hacer que lo entiendas todo, pero no me estás poniendo las cosas nada fáciles –respiró hondo-. Mira, voy a ir al Parque del Olmo dentro de una hora. Te estaré esperando para contarte todo lo que quieras saber con total sinceridad. Estaré allí durante un rato, y tranquila, que si no vienes lo entenderé. No voy a seguir insistiendo, me demostrarás que seguir con todo esto no tiene sentido si no estás allí, dejaré de molestarte, no volverás a saber de mí más de lo que te cuenten otros; jamás. Te lo prometo.

De nuevo apareció el símbolo ‘visto’.

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En el próximo capítulo...
"-¿Tienes pensado hablar? -preguntó Niall. -Sí, cuando sea necesario -respondió la chica en tono monótono."
"Era la primera vez que sus labios no derramaban dulzura, sino frustración y anhelo."


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Lo sé, el capítulo no ha sido muy interesante, pero a veces tiene que haber capítulos así para que luego pasen cosas como las que van a pasar en el próximo asdfghjklñ. Uf, por muy enfadada que Blanca pueda estar, irá, ¿no? Porque no puede ser que vaya a acabarse lo que tiene con Niall, ¿o sí? Todo lo sabréis en el próximo capítulo, y os aseguro que a partir de ahora todo va a cambiar :3 

Como siempre, POR FAVOR, COMENTAD EN TWITPIC O MENCIONADME si leéis la novela, es algo realmente importante para mí. 

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Ah, y sé que a veces llego a los 30 pero tardo un par de días en subir, porque estoy ocupada y demás, lo siento, pero es que no doy más de mí misma. 

Muchísimas gracias por leer, por estar ahí, sois las mejores, os quiero <3



AbstractLands.