Maratón 1/3.


»Misión para siempre.
Capitulo 82.



Lagrimas caen por sus mejillas, no se esperaba aquello.. pero no la culpaba, él era un traidor. Quita su mirada de Clarisse, quien esta aun en su asiento especial para bebe en los asientos de atrás. Observa a los niños empezando a salir de la escuela, él sonríe, al recordar que años atrás, había ido por _____ al colegio. Había sido lindo ¿Quién iba a decir que iban a terminar así? 
— Bueno nena, vamos a recoger a tu hermano —Clarisse sigue observando a su padre, el la toma en los brazos y sale del automóvil, listo para recoger a Drew.
Camina un poco, buscando entre tantos niños a su hijo, el cual minutos después visualiza, le sonríe tristemente y lo toma en los brazos, el ríe mientras lo abraza, para no caer, ya que en el otro brazo lleva cargando a su hermana.
— ¿Y mamá? —Pregunta Drew, Justin sonríe incómodo y empieza a caminar hacia el automóvil.
— En casa, hoy pasaremos el resto del día juntos ¿Vale? —Le dice, Drew asiente.
— ¡Eso es genial papi!
— Ya lo creo —Ríe un poco y lo ayuda a subir, después coloca a Clarisse en su silla y se sube, listo para pasar el resto del día con sus hijos, ya que con _____ no podía. Aquello era triste, pero no había más que hacer, sabía que por más que hiciera cosas, ella no querría volver con él. Pero, la pregunta era. ¿Habían terminado? Porque ella no había dicho nada de aquello. Ojala todo se arreglara después. 

_____ mira de nuevo aquella fotografía, su familia estaba ahí. Pero al parecer, ahora no lo sería así. Las cosas pasan y no te das cuenta del porqué. ¿Porque lo que quería siempre la dejaba o lo arrancaban de su vida? ¿Porque Justin tenía que hacer aquello? ¿Que había hecho mal? ¿Lo había aburrido? Aparentemente sí, la vida era injusta.. solo quería ser feliz. ¡Vaya, sí que la vida la quería joder siempre! Al parecer, la felicidad de sus 5 años, se iba a ir por el caño.
— Deja de llorar —Murmura Romina, acariciando sus brazos, viendo a su nena llorar. Y a pesar de que ya fuera toda una mujer, ella seguía siendo tan débil como la niña de 12 años que empezó a cuidar.
— Es imposible —Sisea, mientras limpia algunas lágrimas.
— Mi niña, habla con el —Insiste— Justin te ama como no tienes idea. Él tiene una buena razón.
— ¡Es que simplemente no puedo! —Explota, haciendo que sus lágrimas se hagan mayores alrededor de sus ojos, borrando su vista— ¡Él me va dejar! ¡Aunque arreglemos nuestros problemas, él se ira! ¡Y yo solo lo quiero conmigo!
Romina suelta un suspiro y se sienta en la cama de nuevo, mirando a _____ llorar aún más, mientras se hecha a la cama. Llevaba más de 3 horas así y aun no la podía calmar ¿Que podía hacer? No lo sabía. Cuando ella se ponía mal, era muy difícil sacarla adelante.
— No sé cómo calmarte —Susurra apenada, acercándose, mientras acaricia su cabello, ella solloza y se hunde más en su almohada— Creo que iré abajo mi niña. Si necesitas algo, llámame. 
Ella hace un sonido, dándole a entender que sí, Romina sale de la habitación derrotada, no había logrado nada. Tal vez era su edad que ya no le permitía ayudar demasiado.

Había terminado el día. Obviamente iba a aprovechar aquella oportunidad. Justin era demasiado estúpido al aceptar otra misión, pero aquel sería su más grande error. Gregory tira la colilla de su cigarro al suelo y vuelve a soltar una carcajada. Todo siempre salía bien para sus planes. Y estaba deseando volver a tener a _____ entre sus manos. Aquello sería fantástico, había crecido lo suficiente para excitarlo aún más. Era demasiado.. aquellas fantasías las cumpliría de nuevo, pero esta vez, su más grande anhelo seria realidad, ahora si se desharía de ella. Pero antes que nada, le tenía una gran sorpresa, la cual la haría feliz por el poco tiempo que le quedaba. 
Aún seguía pensando que hacer con sus hijos. Probablemente dejaría vivo a Justin para que sufriera la pérdida de su amada, viendo a sus hijos día con día.. ya estaba imaginando como ellos le preguntarían ‘¿Dónde está mamá?’ Para que él les contestara ‘Esta muerta’. Sería totalmente bueno. Pronto aparecería, estaba tan ansioso por destruirlos, ahora sí, para siempre.









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