#IDOLOS- NOVENO ENRIQUE OMAR SIVORI:
Sin dudas, uno de los jugadores más exquisitos que vistieron la banda roja. El Cabezón forma parte de la lista FIFA que reúne a los mejores futbolistas de la historia. Con su venta a la Juventus de Italia, River terminó la construcción del Estadio Monumental.
Sívori nació el 2 de octubre de 1935 en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Santa Fe. Llegó a River a la edad de cuarta división y desde un primer momento demostró que su futuro no podía ser otro que brillar en la Primera del Millo. Debutó profesionalmente el 4 de abril de 1954, en un partido ante Lanús reemplazando nada menos que a Ángel Labruna y convirtió el cuarto gol de su equipo.
Sívori tardó muy poco tiempo en ganarse el cariño de los hinchas y el reconocimiento internacional. Ocho fechas después de su primer partido en River, llegó el turno de enfrentar a Boca, en la Bombonera y el juvenil brilló en la cancha junto con su amigo y otra gloria millonaria, Norberto Menéndez. Ambos tuvieron una jornada soñada y fueron la pieza clave para el triunfo de su equipo por 1 a 0 con gol de Eliseo Prado. Su máximo logro con la camiseta millonaria fue el tricampeonato de 1955, 1956 y 1957, de la mano de José María Minella. En River jugó 63 partidos y convirtió 28 goles.
Sus buenas actuaciones en la institución de Núñez llevaron a que la Juventus compre su pase en 10 millones de pesos, una cifra récord para esa época. Con ese dinero, el club terminó la construcción del estadio Monumental, que dejó de tener su tradicional forma de herradura, y se construyó la tribuna que actualmente lleva su nombre.
En Italia se convirtió en un verdadero ídolo, tanto en la Juve donde ganó tres títulos de Liga (1958, 1960 y 1961) y dos Copas de Italia (1959 y 1960) como en el Nápoles, equipo al que llevó a obtener un subcampeonato, el logro más alto conseguido por ese club hasta ese momento. Luego de obtener la doble nacionalidad, recibió el Balón de Oro como mejor jugador europeo en 1961.
En la Selección Argentina se coronó campeón de la Copa América de 1957, en la que formó parte de la famosa delantera denominada “Los carasucias” junto con Corbatta, Maschio, Angelillo y Cruz. También vistió la camiseta del seleccionado italiano con el que disputó el Mundial de 1962, en Chile.
Una lesión en una de sus rodillas lo llevó a dejar el fútbol profesional el 1º de diciembre de 1968, en el Nápoles. Tras su retiro, fue director técnico de Rosario Central, River, Estudiantes de La Plata, Racing, Vélez Sársfield y de la selección Argentina en las eliminatorias para la Copa Mundial de Fútbol de 1974. Falleció el 17 de febrero de 2005 , a los 69 años.