#IDOLOS- EL PRIMERO ENZO FRANCESCOLI: 
El Príncipe, nacido el 12 de noviembre de 1961 en Montevideo, fue uno de los grandes ídolos recientes para el hincha de River. Su consagración definitiva se produjo cuando levantó la Copa Libertadores de 1996 como capitán, pero mucho antes se había ganado un lugar de privilegio en el escalafón de la gente.
Hay dos imágenes que siempre quedarán inmortalizadas con el transcurso del tiempo a la hora de buscar una foto de Enzo Francescoli. Una de ellas pertenece a un encuentro donde River ganó 1-0 sobre Ferro, en Caballito. El único gol de la tarde lo marcó mediante un tiro libre brillante preciso, bajo una lluvia torrencial que permitió que un fotógrafo inmortalizara su festejo. La otra postal inolvidable pertenece a la noche del 26 de junio de 1996, cuando alzó el trofeo más importante de Sudamérica.
Doscientas treinta y siete veces se puso la camiseta de River en partidos de características oficiales, con 136 conquistas (cinco a Boca). Era un especialista en la pelota parada, así como también en la ejecución de los penales e incluso en el juego aéreo. Sin embargo, otro de sus momentos más significativos vistiendo la banda roja se produjo en un amistoso de verano, cuando el 8 de febrero de 1986 hizo una chilena perfecta para vencer 5-4 sobre la hora a la Selección de Polonia, en Mar del Plata.
Francescoli llegó a Núñez en 1983, tras un sinfín de negociaciones con Montevideo Wanderers. Rafael Aragón Cabrera, presidente de River en ese entonces, se encargó de llevar a cabo las gestiones. Pese al rechazo de los socios del club uruguayo, la operación se concretó en 370.000 dólares. Al principio, Enzo actuaba como volante por derecha, sin demasiada relevancia. De todas formas, el Príncipe se adaptó al fútbol argentino y como atacante mostró su repertorio al ser artillero del Metropolitano de 1984.
Campeón y goleador con 25 tantos en la temporada 1985/86, Francescoli fue transferido al Racing Matra de París. Volvió a River en 1994, luego de haber jugado en Francia e Italia. Enseguida volvió a dejar en claro toda su categoría: fue la figura del equipo en el Apertura 1994, con una docena de conquistas. Se convirtió en el símbolo de aquella época dorada, donde dio la vuelta olímpica en la Libertadores y obtuvo un tricampeonato local (Apertura 1996, Clausura 1997 y Apertura 1997), además de la Supercopa, unos días antes de colgar los botines, pese a que su homenaje recién se realizó el 1º de agosto de 1999, ante una multitud en el Monumental.
Sus números en River
Partidos jugados: 237 (198 locales y 39 internacionales)
Goles: 136 (115 locales y 21 internacionales)
Títulos: 7 (Temporada 1985/86, Torneo Apertura en 1994, 1996 y 1997, Clausura en 1997,  Copa Libertadores 1996 y Supercopa 1997)