cap 3 2t Me, Myself and I, Adaptada. 

—Si me conocieras bien… sabrías que no me gusta que me sigan preguntando cuando he dicho la ver dad…— puse mis manos en su cintura, las deslice hasta su espalda para asi formar un abrazo.
—Y tú ya deberías de saber que me gusta molestarte— seguía con sus parsimoniosos besos en mi cuello. Me sentía desfallecer al contacto de su piel con la mía. — ¿No me dirás por que estas molesto? — Se puso frente a mí para verme a los ojos —Además del hecho de que te pregunte por eso— Encantadora. 
—No estoy molesto— la mire a los ojos y rápidamente le robe un beso. Frunció el ceño.
—Pues ahora yo lo estoy— se puso de pie y salió de la sala. Esta mujer había doblegado mi orgullo por completo.
— ¿Tu estas molesta?— la atrape por la cintura, se sacudió rápidamente tratando de liberarse, claramente no lo lograría. —Respóndeme— me fulmino con la mirada.
— ¿Yo si tengo que responder tus preguntas?— hiso un gracioso mohín, retenía todas mis ganas de reír ya que si no se enojaría aun mas.
—Eres tan testaruda— dije posando mis manos en su cuello y me acerque lentamente para besarla pero corrió su rostro.
—Y tú eres tan… tan— dijo con desesperación pero no sabía que decir 
— ¿Tan qué?— susurre sobre sus labios —Dímelo— su respiración se aceleraba, no sé si por mi cercanía o por lo enojada que estaba. La primera opción me convencía más.
—Tan… Tan tú— dijo antes de colgarse de mi cuello uniendo nuestros labios en un intenso beso. Me apresure a pasar mis manos por su espalda nuevamente, glúteos hasta llegar a la parte baja de estos y asi poder tomarla firmemente y elevarla obligándola a hacer un nudo en mi cintura. Al mismo tiempo la besaba con intensidad, mi lengua en automático entro en búsqueda de la suya, la cual no tardo en dejarse encontrar. Me gustaban sus caricias, su forma de jugar con mi cabello y los pequeños gemidos que se esforzaba por retener, al momento de que la recorría con mis manos. Subí las escaleras lentamente, no quería tropezar con ella. Se alejo de mis labios susurrando un sensual ‘me vuelves loca’ sobre estos, cosa que revoluciono mi interior por completo. Cerré mis ojos tratando de controlarme pero hundió su rostro en mi cuello, el cual comenzó a ser víctima de sus besos y mordidas. Leves. Ya que habíamos llegado a un acuerdo ‘No marcas, No explicaciones para Jazzy y Jaxon’
—Solo una ¿sí?…— dijo en tono de suplica. 
—Las que quieras— mi cordura se había esfumado. Simplemente me tenía hechizado.

La recosté con una delicadeza insuperable, era tan exquisita y me daba la impresión que era más frágil que la porcelana. Me detuve un momento para poder observarla. –Definitivamente no es un error. - mi voz interior me apoyo. Ella estaba tan enamorada de mí como yo de ella, y si algo saliera mal, no sería algo que no tuviera solución.

Sus pequeñas manos recorrían mi espalda, mientras yo comenzaba a deshacerme de la última prenda que cubría su cuerpo. 
No nos hice esperar más, ambos ansiábamos esto. Me hundí en ella convirtiéndonos en uno mismo. 


—Te amo Justin— dijo en un suspiro antes de recostarme en su pecho. 
—Y yo a ti— bese sus labios y me dispuse a recuperar el aliento.

…

— ¿Qué piensas sobre nosotros?— se acurruco entre mis brazos.
— ¿Sobre nosotros?— rio acariciando mi pecho — ¿Problemas existenciales mi cielo?— carcajeo.
—Sabes a que me refiero— le dije besando su frente. Me miro a los ojos por un momento y sentí ahogarme en la profundidad de estos. 
—Pienso que somos muy diferentes en muchas cosas— bajo la mirada y después volvió a subirla —Pero por eso nos complementamos— acaricio mi nariz con la suya.
—Pero…— estaba nervioso no sabía cómo preguntaría lo siguiente, tenía miedo de su respuesta. Tenía miedo de que mi tía tuviera razón. — ¿Tú no te sientes presionada o algo por el estilo?— solté y su ceño se frunció. Trataba de descifrar bien el sentido de mi pregunta.
— ¿Tu te sientes asi? 
—No me respondas con una pregunta—dije duramente y ella formo una ‘o’ con sus labios y abro los ojos a tope
—No me hables asi— dijo indignada, no debí haberle hablado. Tiro de la sabana que nos cubría y la enredó en su cuerpo desnudo antes de ponerse de pie, alcance una almohada y me cubrí.
—______(tn) espera, vuelve— tome mi ropa que estaba en el piso, ella me ignoro y salió de la habitación. Maldije mientras que rápidamente me ponía los pantalones. — (tapdo) — la llame una vez más, pero lo único que obtuve fue una de sus fuertes miradas para después de eso entro dando un portazo. ¿Qué no podíamos estar veinticuatro horas sin discutir o que algo se interponga entre nosotros?
— ¿Por qué me había preguntado eso? ¿Que él se sentía presionado? Yo desde un inicio le dije que buscaría un lugar para vivir y el mismo fue el que no me dejo irme. Y ¿Ahora se arrepiente?

Entre al baño y abrí la regadera permitiéndole el paso a las gotas de agua, en segundos estaba lleno de vapor. Deje caer la sabana en el piso y entre. Me estremecí un poco al sentir el agua tan caliente, asi que comencé a regularla abriendo de poco el agua fría.

Las gotas tibias se llevaban cualquier rastro del sudor producido anoche. ¿Porque siempre teníamos que estar peleando? Era imposible pasar un día completo sin discutir. 

—Ábreme— la voz y dos golpes en la puerta del baño me sacaron de mis pensamientos ¿Como había entrado a la habitación?
—Já— grite irónicamente —Por favor salte y cuando termine hablamos— utiliza un tono más cortante.
—No me hagas entrar— amenazo —Cierra la llave ya mismo, te espero abajo, tenemos que hablar— mi corazón se detuvo por un par de segundos. No pude responder nada ya que el nudo en mi garganta no me lo permitía. Hice caso omiso a su orden y seguí duchándome con tranquilidad. 

{ http://www.polyvore.com/cgi/set?id=22357382 } Baje las escaleras entre saltos como siempre lo hacía. 
— ¿Justin? — pregunte entrando a la sala pero no estaba.
—…En la cocina— escuche su voz y camine hacia allá.
— ¿Que quieres? — pregunte seria cuando entre
—Que hablemos— dijo con la boca llena —Sin que terminemos gritándonos. 
—No hables con la boca llena— rodé los ojos. Puso su mano en su boca y vacio lo que tenía dentro de esta. — ¡No hagas eso!— grite entre risas dándome la vuelta para no ver las galletas molidas en su mano.
—Quiero que hablemos sin que terminemos gritando.
—Sí, pero…— me gire nuevamente — ¡No, no, no!— volví a darme la media vuelta cuando regreso las ‘galletas’ a su boca. Carcajeo.
— ¿Querías?— seguía riendo, solo me dedique a mirarlo con reprobaron. — ¿A dónde ibas?— pregunto cambiando su mirada.
—A casa de mi madre.
— ¿A?— se acerco a mi
— ¿De qué quieres que hablemos?— cambie de tema 
— ¿A qué vas allá?— pregunto una vez mas 
—Necesito unas cosas— relajo su ceño
—Bien— suspiró —No me contestaste la pregunta que te hice hace rato…
—No Justin…— me incomodaba esa pregunta, tal vez yo lo estaba presionando demasiado. —Yo no me siento asi, pero si tú sientes que es muy… rápido y si te molesta que yo viva aquí, dímelo. Yo no…
—Hey, Hey— alargo riendo. Simplemente no lo comprendo! —Eso es lo que quería escuchar— me deslumbro con su sonrisa —Para mí es más que perfecto que vivas aquí, solo quería saber si tú no te sentías presionada— lo golpe en el brazo y abro sus ojos a tope — ¿Y eso?
—Pudiste haber dicho eso desde el principio— ahora yo fruncí el ceño —Nos pudimos haber evitado la discusión— sonrió
—Pero luego no habría una reconciliación— paso sus brazos rápidamente por mi cintura y me apego a su cuerpo y sin dejarme emitir palabra o sonido alguno capturo mis labios en un profundo beso.

— ¿Te puedo acompañar?— pregunto acariciando mi mejilla 
—Si— sonreí —Pero pensaba ir de ahí al centro comercial— mordí su labio inferior provocándolo.
— ¿Y?
— ¿Crees resistir?— levanto una ceja 
—Tengo que acostumbrarme ¿no?
—Buena respuesta— junte nuestros labios nuevamente.

Si por él fuera, nos hubiéramos quedado en casa. Pero ¡ya no tenía ropa! Asi que tenía que ir por unas cuantas prendas más a casa de mi madre, y después a comprar otras más. Ya que la mayoría eran vestidos y digamos que ya me estaba esforzando un poco más en cambiar mí forma de vestir. 

Todas las trabajadoras se sorprendieron al verme, afortunadamente mi madre no estaba. Si me interesaba verla, saber cómo estaba. Después de todo es mi madre. Pero al parecer, bueno con lo que me contaron… no parecía afectarle mi ausencia. Ambas estábamos mejor asi.

Narra Justin.

Vi a _____(tn) salir de la casa con una maleta llena, a penas y podía con ella. Rápido baje y le quite la maleta.
— ¿De verdad necesitas ropa nueva?— pregunte al sentir el peso de la maleta

—Si— sonrió y arrugo la nariz —Esa solo trae zapatos y bolsos— por suerte la habitación que le había asignado en casa tenía un gran armario.

Cargado con cerca de diez bolsas estaba sentado frente a los vestidores de una tienda. Agradecí no ser el único ya que unos tipos más estaban igual que yo, unos fuera de la tienda esperando, otros sentados en los pequeños sillones esparcidos por el lugar.
Enfoque mi mirada al vestidor número tres, donde estaba (tapdo). Solo podía ver de un poco mas debajo de las rodillas ya que la puerta blanca no estaba hasta abajo.
Vi como quitaba sus botas, reí por dentro al ver sus calcetines rosas. Jamás había conocido a alguien que le gustara tanto ese color. 
Ver su short caer a la altura de sus tobillos, me saco de mis pensamientos. Seguido de esto su blusa cayó al piso. Siendo sincero me moría de ganas por entrar.
Mordí mi labio inferior y me rete a mi mismo por tener esos pensamientos, en este momento. Sacudí un poco mi cabeza y logre despejarla un poco. Regrese mi mirada hacia el probador, estaba en la punta de los pies, se giro hacia la puerta y una vez más giro dándole la espalda a la puerta. La cerradura giro y rápido desvié mi mirada hacia el techo. Estúpido, lo sé. Escuche su suave risa, volteé y vi que solo su cabeza salía del probador.
— ¿De qué te ríes?— pregunte curioso
— ¿Y tú que miras en el techo?— volvió a reír. —Ven, necesito que me ayudes— mis ojos se abrieron a tope, pero trate de disimular.
— ¿Y-Yo?— indague y me miro con reproche 
—Si no quieres llamo a alguien más— la mire serio y deje todas las bolsas en el piso.
Me pare frente a ella, bueno frente su cabeza que era lo único que podía ver. — ¿Con que te ayudo?— pregunte y se hiso a un lado 
—Entra— dijo pero me quede paralizado, no era buena idea que me dejara entrar. — ¡Justin me verán!— oh no, eso no. Entre al pequeño cubículo y cerró la puerta. —Súbeme el cierre— me dio la espalda, dejándome ver el cierre que venía desde la parte baja de su espalda. Subí en contra de mi voluntad lentamente el cierre. Rápido se dio media vuelta para verse en el espejo. Se veía con detenimiento, no parecía convencida. ¡Y como no iba a estarlo! Era un vestido negro.
—Se te ve hermoso— di un beso en su hombro, en realidad se le veía perfecto.
— ¿De verdad?— pregunto insegura —El color no me convence— lo sabía. 
—Si de verdad— sonrió —…Pero no lo llevaras. — su sonrisa se esfumo y una mueca de incomprensión se formo.
— ¿Por qué no?— nos mirábamos por el espejo.
—No saldrás a la calle con eso— la abrace, no quería que se enojara y empezáramos una discusión —Es muy corto— carcajeo y quito mis brazos. 
—Justin no está corto— al menos no había gritado. 
—Oh si lo está— me cruce de brazos y ella lo hizo también. Ninguno pensaba ceder. Ella aseguraba que lo llevaría y yo aseguraba que no lo haría. 
—Yo no te digo que puedes usar y que no— replico molestándose un poco, había que reconocerlo ambos estábamos haciendo un gran esfuerzo por no gritarnos.
—Perfecto— le guiñe un ojo —De todos modos no lo llevaras— me di la media vuelta y escuche como gruñía, no tardaba en explotar.
—No Justin, espera — su tono de voz cedió. La verdad yo no tenía planeado entrar y discutir. —Baja el cierre— lo baje, al parecer esta vez yo había resultado victorioso.
Me acerque para besar su cuello pero se hizo a un lado – ¡Mierda!- grite por dentro. Como si ella fuera a dejarme ganar. 
—Gracias ya puedes salir— dijo cortantemente. 
Salí y me senté donde estaba anteriormente, Esta mujer simplemente no sabía dar su brazo a torcer. 
Salió del vestidor con una mirada seria y un montón de ropa en su brazo derecho, me puse rápido de pie y la aborde quitándole todo de las manos para que no cargara, no me convenía tenerla de enemiga. 
Aun cargado de bolsas y ropa quise tomar su mano pero se hizo a un lado. Bien Hecho Justin…

Narras Tú.
Me pare frente a la caja junto con Justin quien dejo todas las cosas en el mostrador.
— ¿Tarjeta o Efectivo?— pregunto la castaña tras el mostrador
—Efectivo
—Tarjeta— corregí a Justin, todas las demás compras él las había pagado en contra de mi voluntad. Era mi novio, no mi esposo. No tenia por que mantenerme ni siquiera aun que fuera mi esposo. Me miro desaprobatoriamente, lo ignore y entregue mi tarjeta. —Ese no lo llevare— le dije antes de que marcara el vestido negro. 
—Es muy lindo, ¿No te gusto?
—Sí, es lindo— sonreí forzadamente —Pero no me convence. — siguió marcando las cosas y guardándolas en bolsas.
—Gracias por su compra— dijo con una gran sonrisa mientras me entregaba todas las bolsas.

— ¿Te ayudo?— hablo Justin para ayudarme con las bolsas, pero me negué. —Vamos ______(tn)— alargo —No seas chiflada— lo mire fulminantemente, estaba más que enojada. Pero estaba haciendo un enorme esfuerzo para no gritar. —Elige otro vestido, el que quieras— se acerco a mi —No estés enojada— dio un rápido beso en mis labios. Mire hacia abajo.

Narra Justin.
Levanto su mirada un poco mas risueña —Me vuelve loco tu sonrisa— la alague y una pequeña sonrisa comenzaba a asomarse. Como pude la abrace ya que era algo difícil hacerlo con tantas bolsas. 

Paso sus brazos por mi espalda abrazándome también antes de unir nuestros labios. Al parecer había sido más fácil de lo que pensaba.
—Y si mejor yo escojo algo para ti…— ese tono de voz, esa mirada. Mi novia era una manipuladora de primera.
—No lo creo— le dije divertido mientras trataba de besarla de nuevo pero me empujo.
—Entonces vámonos ya— nuevamente cambio su tono a uno más duro. 
— ¡_____(tn)!— la tome de la mano 
—Suéltame.
— ¿Estarás asi todo el día?— pregunte con fastidio. Sabía que quería estar con ella y utilizaba eso para aprovecharse de mí.
—A menos que me dejes comprar el vestido o algo para ti— su tono de ‘convencimiento’ volvió. 
Pensé con detenimiento las opciones que me daba, si le compraba el vestido todos los imbéciles del campus lo disfrutarían y no sería divertido tener que golpear a cada uno de los que tuvieran la valentía de mirarla.
La segunda opción ¿Qué podría comprar para mí? ¿Una camisa? Sin duda esa era la mejor, si no me gustaba simplemente lo desaparecía. Era más fácil, ya que ella no me perdonaría que dañara algo de su armario. 
—Está bien, elige algo para mí— una perversa sonrisa se apodero de su rostro.