Sexto capítulo: Evasión de la realidad. 

Nota: Hola guapis, antes de continuar con la novela, quería disculparme por el retraso al subir capítulo, estoy hasta arriba de exámenes y apenas tengo tiempo. Lo siento. Y muchas gracias por leer y por todos los comentarios y tweets que me dejáis, qué asdfghjklñ sois. 


Seguía sin explicarme a qué se debía este cambio. Justin cada vez salía menos con nosotros, por no decir que ya ni venía al descampado ni nos acompañaba a las fiestas. Ahora llenaba todo su tiempo con Ashley, con ella y con la banda de la calle. No me había atrevido a llamarle, y mucho menos a ir a buscar explicaciones a su casa, dado que la última vez que fui no obtuve una buena reacción. Tampoco estaba dispuesta a dejarlo pasar. Había barajado miles de posibilidades y ninguna me encajaba para dar razón al golpe que Justin lucía en la cara. En la fiesta que tuvimos anoche en casa de un grupo amigo nuestro, al que también fueron Justin y sus nuevos amigos, Justin me dijo “Ya hablaremos.” cuando se cruzó aposta conmigo para susurrármelo al oído. Sus palabras parecían mostrar interés, pero su cara reflejaba desgana, como si todo le diese igual, que es lo que siempre le pasaba, pero en modo superlativo. Quizás sí que tenía una excusa para ir a verle, el “ya hablaremos.” No  puedo esperar a que venga él a casa, o a que me envíe un mensaje, porque puede que eso no ocurra. He aprendido a ir a por las cosas que quiero en la vida, nadie se la va a buscar por mí, así que no dudé en tomar la decisión de ir a su casa. 

Con un jersey oversize,  unos vaqueros ceñidos incoloros y mis botas militares, salí en dirección suya. Como días antes, también me le encontré tocando la guitarra, pero ya no alzaba la vista como lo hacía aquel día, ahora estaba más relajado. No notó mi presencia hasta que me senté enfrente de él en el muro. Me sonrío.

-	Me debes una explicación, ¿no? – Dije devolviéndole el gesto.
-	Creo. – Tocó dos últimos acordes. – Sí, quizás debería.
-	Yo te escucho. 
-	No tengo ni idea de cómo empezar a explicártelo. – Levantó la vista de la guitarra y la fijó en mí, frunciendo un poco el ceño debido al Sol. 
-	¿Qué tal si lo haces desde el principio? Desde el día en el que te fuiste.
-	En realidad ese no es el principio, Dani. – Hizo una breve pausa para apartar la guitarra. – El día antes, por la tarde, pasé por delante del bazar donde solemos comprar el alcohol, como no tenía dinero, robé botellas por un precio de… ¿cien euros y pico? Ya sabes, algo normal en mí. El caso es que los dependientes se dieron cuenta y salieron de la tienda. Los de la calle estaban allí fuera y vieron todo lo que pasó, Paul, el cabecilla del grupo, vino hacia mí y me dijo que era una situación divertida, y que lo sería más aún si me desvelase antes los dependientes. Y yo no estaba dispuesto a pasar otra noche en el calabozo, ni a hacer servicios sociales. Le ofrecí la mitad de las botellas con tal de que no dijese nada, pero no se quedó conforme. Me dijo que le consiguiese algo de droga de diseño, también accedí. Cuando lo hice seguía pidiéndome más cosas, me dijo que saliese con su hermana pequeña, con Ashley. Le dije que ni de coña, que ya había hecho bastante y que se jodiese si no estaba contento, entonces me pegó con los nudillos en la cara. 
-	¿Qué? ¿De qué narices va ese imbécil? ¡Dame su número, le teng…
-	Dani. – Me cortó. – No. ¿Quieres escuchar lo que ha pasado o no? 
Asentí con la cabeza, con una mueca de desaprobación. 
-	Entonces siguió pegándome hasta que le dije que sí, justo antes de que sacase la navaja. Me dijo que me fuese con su panda al día siguiente, y eso es lo que hice, por eso no me visteis por aquí. Y ya apenas me junto con vosotros porque Ashley pasa de separarse de su hermano.


Antes de que pudiese preguntar algo, un chico se situó delante de mí, dándome la espalda.

-	Justin, tío, ¿qué tal te va? – Dijo con un tono en el que se podía distinguir ironía. Como si no le importase lo más mínimo su respuesta. 
-	¿Qué coño quieres ahora, Paul? – Justin escupió al suelo, sin dirigirle la mirada. 
-	Mañana es el cumple de Ashley, así que más te vale darla algo bonito si no quieres otro adorno en tu cara de marica, ¿entiendes? 
-	¡Eh, idiota! Si no le dejas en paz vas a ser tú el que…
-	Daniela, cállate. – Me escupió Justin. – Paul, lárgate de aquí.
-	Oh, mira, si tenemos a la pequeña rebelde algo valiente.
-	Paul, qué te pires. 
-	¿O si no qué? 
-	O si no te largo yo. – Salté del muro y me encaré delante de él, sin el más mínimo rastro de miedo.


Paul musitó una carcajada burlona, riéndose de mí. Me dio un repaso de abajo a arriba, pausando su mirada en mi pecho, humedeciéndose los labios con la lengua. Justin bajó del muro y sin apenas detenerse, le propinó un puñetazo a Paul en todo el pecho, haciendo que el dolor le obligara a caer al suelo, una vez tendido, empezó a darle patadas por todo el cuerpo, Paul tiró de él en una oportunidad que tuvo, y le dejó también en el suelo. Paul era proporcionalmente de igual tamaño que Justin, pero no iba a permitir que le hiciese daño. Me agaché y tiré de los hombros de Justin, dejándole totalmente apartado de la pelea, le empujé hacia casa, resistiendo toda la fuerza que este emitía. Paul se levantó, pero no se dirigió a ninguno de nosotros. 


-	Esto no va a quedar así, a mí no me vais a dejar en el suelo. Justin, o tienes cuidado, o como te vea por la calle te descuartizo vivo. ¡Ah! – Dijo señalándome a mí. – Y la piba tampoco va a salir muy bien como me tope con ella. 
-	¿¡Qué le vas a hacer, gilipollas!? – Justin escupía sangre por la boca, pero no paraba de subir el tono.


Empezó a gritar toda clase de groserías que se le pasaron por la cabeza, incluso consiguió asustarme. Justin cerró la puerta de su casa por detrás de él, y le seguí hasta el salón. Me lanzó una mirada enfurecido. 

-	¿Para qué le dices nada, Daniela? – Notaba el tono enfadado en su voz.
-	¿Has visto cómo te estaba hablando? ¡No estabas haciendo nada para defenderte!
-	Joder Daniela, no soy idiota. Si no me he enfrentado a él es porque sé con qué me ha amenazado. 
-	¿Sí? ¿Y qué es eso tan importante que haya hecho que te tragues todo tu orgullo?
-	Tú.