SUEÑOS ADOLESCENTES.

Capítulo anterior...
Blanca miró a Laura con furia y luego al irlandés con frustración. Su sueño de ser protagonista tenía muchas posibilidades de verse destrozado, al igual que el resto de sus nuevas ilusiones, aunque esto último ella no podía saberlo.


_
Capítulo cuarenta y tres.

Al final de la clase, en la que se habían dedicado a representar fragmentos de obras clásicas, Blanca se rezagó un poco para poder hablar con los profesores.

-Señorita, no pueden hacernos esto –dijo en tono casi de súplica-. No están siendo justos.
-Blanca, sentimos mucho que esto sea así, pero vuestros compañeros tienen razón. Dijimos que no era la prueba definitiva. Fue un error nuestro, y lamentamos de verdad que os haya afectado a Niall y a ti de esa forma.
-¡Pero no…! –tomó aire- El papel, o más bien los papeles, ya eran nuestros. Ya preguntaron si había alguien disconforme, y ellos no dijeron nada.
-Eso es cierto –concedió la señorita Montes.
-Sí, pero tú sabes que muchas veces los alumnos no se atreven a contradecir a los profesores a menos que tengan un argumento razonable –le dijo el profesor a su compañera-. Y es probable que entonces ellos no lo tuvieran. 

Blanca se cruzó de brazos, enfadada, pero sobre todo impotente.

-En cualquier caso... Si fuiste capaz de salir seleccionada una vez... bueno, estoy segura de que sabrás cómo hacerlo para que te volvamos a escoger -la mujer sonrió amistosamente.
-Más me vale -murmuró la chica al darse la vuelta para marcharse.

Cuando Blanca salió del auditorio, vio a Niall apoyado en la pared, esperándola.

-¿Por qué no has intentado tú también hablar con ellos? -preguntó molesta.

Él se encogió de hombros.

-Es tontería, no nos van a hacer caso.
-Pues a ella le han hecho, y bastante -bufó.
-Sí, pero ella tiene unas pestañas postizas muy grandes que le ayudan a parpadear inocentemente, no sé si me entiendes. Su capacidad de convicción es muy grande.
-Recuérdame que me compre unas de esas pestañas postizas -suspiró Blanca.
-Tú no las necesitas, eres preciosa como eres.
-Pues por lo visto no parpadeo inocentemente lo suficientemente bien -dijo con resignación.
-No seas tonta -le reprendió el irlandés.
-¿Es que no te preocupa esto? ¿No te fastidia? ¡Joder, nos han quitado los papeles protagonistas! -exclamó la muchacha ante la pasividad de él.
-Te corrijo: nos los pretenden quitar. Con una actuación para escoger a la mejor pareja. Nadie dice que no podamos ganar de nuevo... Bueno, si quieres hacerlo conmigo. 
-Claro, idiota, sin ti me saldría un churro de actuación -Blanca resopló.
-No estoy de acuerdo, pero tampoco voy a discutir contigo por eso. Eres muy buena en esto, que lo sepas.
-Bla, bla, bla -la joven movió la cabeza hacia los lados, negando lo que Niall le decía.
-Vamos a ganar.
-Pareces muy seguro de ti mismo.

Un brillo centelleó en los ojos de Niall.

-Vale, replanteo la frase: sé que vamos a ganar.

Blanca no pudo evitar sonreír al ver al chico tan pagado de sí mismo.
En ese momento, la pareja llegó a la puerta del instituto, donde la gente comentaba lo ocurrido. Niall fue directo a donde se encontraba Harry, que estaba solo y parecía esperar a alguien.

-Eh, ricitos de oro -el irlandés llamó su atención en un tono no muy amistoso, era normal que se sintiera dolido por la traición-. ¿Por qué narices has hecho eso?

Harry puso los ojos en blanco.

-Vamos, Niall, no es para tanto.
-Sí, sí que lo es.

Blanca se preguntó por qué de repente el irlandés parecía tan furioso, cuando hacía unos minutos no lo estaba. ¿No sería por... lo que a ella le había afectado la noticia? No, eso era imposible. Además, en ese momento, el hecho de ya no ser con seguridad Ginebra en la obra de teatro parecía algo irreal; se sentiría mucho peor cuando llegase a su casa y fuera consciente de que aquello era real.

-...y no entiendo por qué. Los amigos no se hacen estas cosas -escuchó cuando paró de dejar vagar sus pensamientos-. Si tú me hubieras dicho que querías ese papel, podríamos haber encontrado una forma de arreglarlo, dejando el papel de Blanca en paz, pero no. ¡Los amigos están por encima de todo y tú...!
-No quedan por encima de las novias -le interrumpió Laura, que acababa de aparecer como salida de la nada.

La expresión atónita de los presentes ante esas palabras fue más que obvia. Blanca habría jurado que hasta Harry parecía sorprendido.

-Sí, ¿a qué vienen esas miradas? -apostilló ella- ¿Es que no podemos estar juntos o qué?

Sin previo aviso, le plantó al inglés un beso en los labios.

-Pues ya veis. Sólo apoya a su amor, y quiere que ella, o sea, yo, sea feliz. Me quiere casi tanto como yo a él -sonrió angelicalmente.
-¿Tú? ¿A él? -Blanca fue la única que logró articular palabra a pesar de la sorpresa- Cuéntame otro chiste.

Harry la miró con rencor y Laura con odio.

-Ya tuvo que saltar la princesita destronada -se burló.

Blanca hizo caso omiso a su alusión a que había dejado de ser lady Ginebra y contestó:

-En respuesta a la enamorada rechazada. Porque todos los españoles aquí presentes saben que tú no has superado tu ruptura con Iván y que aún le quieres.
-¿Y tú? ¿Has superado tú tu ruptura? -preguntó con autosuficiencia.
-Más de lo que tú lo has hecho -las miradas de ambas destilaban odio-. Pero Harry no se merece que le engañes de esa forma. Y sigues sin haber respondido a mi pregunta.
-Aquí nadie está engañando a nadie. Lo que hay entre Harry y yo es algo totalmente sincero, ¿es o no?

El aludido no podía evitar que en su cara se viera la sorpresa. Todo aquello de su relación con Laura era tan nuevo para él como para los demás. Aunque la idea le gustaba. ¿Pero qué era aquello de que si Laura había superado una ruptura? No entendía nada.

-Cariño -dijo la joven a Blanca-, te recuerdo que fui yo la que acabó lo que había entre él y yo.

Blanca miró a Niall en busca de auxilio, pero éste se encogió de hombros, sin saber qué decir o hacer, porque tampoco sabía de qué hablaban.

-Harry, no hagas caso de lo que Laura te diga -pidió la chica-. Se le da muy bien mentir, te usará en su propio beneficio, y luego...

No llegó a terminar la frase, pero no fue ni por la mirada asesina de Laura ni por la expresión enfurecida de Harry ni por la actitud curiosa del resto de los presentes. Fue porque en ese momento aparecieron dos personas cuya ausencia nadie parecía haber notado y que, por lo visto, se habían quedado aún más rezagados que Blanca y Niall.

Eran Mary y Liam, y por sus caras no parecían estar teniendo una conversación precisamente amistosa.

-¡Sí! ¡Niall y yo estuvimos juntos, ¿algún problema?! -gritó Mary.

Si el descubrimiento de la relación entre Laura y Harry había dejado atónita a Blanca, el escuchar que Niall y Mary estuvieron saliendo casi la dejó en estado de shock. ¿Era eso verdad? ¿Por qué Niall no se lo había dicho? ¿Se habría acabado completamente lo que había habido entre ellos? Las piernas empezaron a temblarle y temió que en cualquier momento iban a dejar de sostener el peso de su cuerpo.


_
En el próximo capitulo...
"-¡Dios, Niall, sabes que siempre la he querido! ¡Lo sabes!"

"Siguió caminando unos minutos, ignorando los gritos de llamada de Niall".


*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Puf, se va a liar una buena, ¿eh? Entre la bruja de Laura liando a Harry y que ahora Blanca se acaba de enterar de lo de Mary y Niall... ¿cómo reaccionará? ¿Se enfadará con nuestro pequeño Leprachaun? JOJO, os enteraréis en el próximo capítulo.

Por favor, sé que soy una pesada, pero es que cada vez me cuesta más llegar a los 30 comentarios. Tampoco pido tanto, ¿no? Sólo que si leéis, COMENTÉIS EN TWITPIC O ME MENCIONÉIS. Es muy muy importante para mí, prefiero que pongáis solo "siguiente" a que no me digáis nada.

30 COMENTARIOS PARA SUBIR EL PRÓXIMO.

Muchas gracias por todo, chicas, sois geniales, no sé cómo puedo quereros tanto.


AbstractLands.