Capítulo 5
Abril del 2010
Ya han pasado meses desde que Harry se fue. Cualquiera diría que ha sido tiempo suficiente para olvidar, perdonar y borrar cicatrices… pero conmigo no es suficiente. Claro que he seguido con mi vida, he intentado avanzar, pero también hay días en que el solo hecho de recordar su sonrisa me derrumba por completo. ¿Por qué simplemente no lo olvidaba y ya? ¡Él se fue! ¡Debo aceptar de una vez que me olvidó y yo debo hacer lo mismo! ¡Y aceptar que no volverá! Era fácil decirlo, pero no muy fácil seguir ese discurso. 
Era viernes, me encontraba relajada en mi habitación viendo televisión. Había sido un día de escuela muy agotador, creo que los profesores estaban dispuestos a hacernos trabajar el doble ese fin de semana. Pero no me importaba estudiar demás, eso me mantenía ocupada y me dejaba menos tiempo para pensar en… en Harry.
Fui pasando canal tras canal, la verdad parecía no haber nada interesante en la televisión esa noche. Mi mirada estaba pegada en la pantalla y de pronto encontré el famoso reality del que todos hablaban entonces, “The X Factor”. Supuse que no encontraría algo mejor, así que lo dejé ahí. Pronto me arrepentí de haber dejado ese canal. Mis ojos no querían ver lo que veían y mis oídos no querían escuchar su voz. Era él. Era Harry. No podía creerlo, él estaba en ese programa, estaba dando la audición. Jamás creí volver a saber algo de él otra vez, quisiera no haber puesto el estúpido canal para no haberme encontrado con su hermosa mirada verdosa llena de nerviosismo que me hacía perder la cordura. 
El sonido de mi celular me interrumpió de pronto, contesté sin mirar de quien se trataba. Del otro lado de la línea logré escuchar a Leah, al pronunciar mi nombre pude notar su preocupación. Ella también lo había visto, estaba segura de eso.
–Sky… ¿T… tú también lo… lo estás viendo… verdad? –Ella sabía de sobra que sí, pero no podía contestar. Las palabras simplemente no me salían. -¿Estás bien amiga? –preguntó de nuevo Leah por el teléfono. 
–S…si si. Eso creo. –No era cierto. Durante estos 4 meses no había sabido nada de Harry, había logrado avanzar, poco, pero había avanzado sin él en mi vida. Y ahora, de pronto volver a verlo, fue como retroceder todo lo que había recorrido.
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Después de mucho cuestionamiento, decidí ir a probar suerte en el reality busca talentos “The X Factor”. Me costó decidirme, la verdad no quería que Sky se enterara, aunque era algo casi imposible si mi audición era transmitida en la televisión.
Ya han pasado 4 meses, durante los cuales no he hecho otra cosa más que pensar mucho en ella. Estar lejos de ella me estaba matando. Me muero por saber cómo está, por llamarla como lo hacía todas las mañanas. Daría lo que fuera por volver a ver sus ojos una vez más. Pero ya no podía, porque yo le hice una promesa. Ella seguramente ya estaba bien, seguramente se olvidó de que alguna vez conoció a alguien llamado Harry Styles.
Dar la audición fue un gran paso, es una de las cosas que siempre has querido hacer pero nunca pensaste en concretar realmente, ni en mis sueños más locos se me hubiera pasado por la mente presentarme a una audición para un reality musical. Si Gemma y mi madre no me hubieran convencido, no hubiera tenido el valor y coraje suficiente para asistir. Mi sueño es ser cantante, en serio quiero conseguirlo. Tal vez en “The X Factor” pueda surgir como tal. Me sentía emocionado, esto era algo tan importante para mí, estaba a pasos de conseguir mi mayor sueño, pero lamentablemente a la única persona que me gustaría contarle en estos minutos, no está conmigo. Estoy seguro que Sky estaría tan emocionada como yo y me hubiera apoyado hasta el fin del mundo con tal de poder cumplir mi meta. Ella me ayudó a creer en mi talento, me enseñó a no rendirme jamás sin intentarlo todo antes. Sin ella, tampoco hubiera llegada hasta aquí. Le debía demasiado, no podía olvidarme de eso.
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–¡Demonios! ¡Ese Styles no puede estarse llevando tu vida Sky! –Nicki estaba alterada, a mis amigas no les gustaba verme así, y me sentía mal por tenerlas preocupadas.
–Sky, no dejes que lo haga. –dijo Leah. –Harry ya no está, pero aun así está manejando tu vida, no dejes que lo haga. ¡Mírate! Creo que estás peor que al principio. –Las palabras de Leah se me clavaban en el corazón como estacas. 
–Yo no quería que las cosas fueran así, pero es imposible sentirme bien si el fantasma de Harry vaga por aquí aún. –dije a punto de llorar nuevamente.
–¡Hey, escúchame! Él no está más. Los fantasmas los traes tu misma de vuelta a tu vida. No dejes que vuelvan Sky, no arruines tu vida. –Me dijo Abby tomándome el mentón para obligarme a mirarla.
–Es que… es tan difícil… –No pude terminar la frase. La garganta se me cerró de golpe y las lágrimas salían sin control. Me sentía herida, odiaba sentirme así. Sabía que Harry y sus fantasmas no tenían el control de mi vida, pero yo me estaba perdiendo en su recuerdo y no hacía nada por evitarlo. Estaba aferrada al pasado.
–Lo sé Kyppy, lo sé. Entendemos que es doloroso, pero entiende tú que no puedes seguir así. Nos preocupa tu salud, tu integridad, nos preocupas tú, amiga. –Leah intentaba cesar mi llanto apretándome más contra ella, pero parecía algo de nunca parar.
–É… él dijo… que sería como si no lo hubiera conocido. –Tomé aire para seguir. –Dijo… dijo que sería como si nada hubiera sucedido. ¡Lo prometió! –A estas alturas, Harry había roto más de una promesa, sinceramente no podría jamás volver a confiar en él o en cualquier otra persona que dijera eso. No valía la pena creer en promesas. Y ahora que él no estaba, sus promesas podían irse al diablo.
–Así será. Tal vez no hoy, tal vez no mañana. Pero así será amiga. –dijo Abby acariciándome la espalda mientras me daba un abrazo. Luego todas lo hicieron. No pude pedir mejores amigas que ellas. La vida me había recompensado con amigas tan buenas como ellas. Y una familia que me amaba y quería verme bien. Se los debía a ellos, así que por ellos todo iba a cambiar desde ahora.
Adiós Harry Styles. Para siempre.