Capítulo 2:
Fui lo más rápido que pude a casa de Jack, sin duda él debía saber algo, era el mejor amigo de Harry desde que eran pequeños. Él tenía que explicarme el por qué Harry se había esfumado sin despedirse siquiera. 
Cuando llegué, toqué a puerta con fuerza. Mi alma estaba siendo consumida por el dolor y la rabia que se mezclaban y me dejaba un sabor amargo en la boca. Jack abrió y al verme parada en el umbral de la puerta de su casa se quedó estático sin decir nada. Pude deducir por su mirada que él sabía exactamente por qué Harry había hecho lo que hizo.
–Sky yo...
–¿Tú... tú lo sabías... no es cierto? –dije entrecortadamente mientras intentaba no llorar de nuevo.
Jack se quedó mirándome en silencio. Un silencio que me confirmó todo. 
Nuevamente rompí en llanto, sentí como mis rodillas perdían fuerza y mis manos temblaban como nunca. Jack me tomó de los hombros y en silencio ahogó mi llanto en un abrazo, un reconfortable abrazo que necesitaba con urgencia en ese momento.
–Cálmate pequeña, vamos. Te daré un vaso de agua con azúcar. –me dijo mientras me hizo entrar a su casa y me sentó el en sofá de la sala de estar. Mi llanto no cesaba. Me sentía desesperada, perdida en un mundo paralelo. Necesitaba volver a la realidad, mi realidad, en donde esta con Harry y todo estaba bien. Ni siquiera quería ese vaso de agua, lo único que necesitaba era una explicación, lo necesitaba a él.
Cuando Jack ya se encontraba a mi lado y yo estaba un mejor, me tomé el agua con azúcar y al momento me sentí un poco mejor de salud, pero anímicamente cada vez me sentía peor.
–Lo siento mucho Sky, quería decírtelo, pero Harry dijo que era lo mejor.
¿'Harry dijo que era lo mejor'? ¿Lo mejor para quién? Debe haber sido para él, ya que para mí había sido una caída libre desde un risco.
–No... no lo… no entiendo nada -dije con la voz quebrada.
–Créeme que no fue fácil para él. Estuvo a punto de decírtelo muchas veces, pero no pudo hacerlo. 
–¿Por qué no?
–Porque no se atrevió a herirte.
–Pues que brillante, porque lo hizo de todas formas. –dije con algo de rencor. 
–Tú no lo entiendes Sky. –dijo Jack mirándome serio directo a los ojos.
–¿Qué no entiendo? ¿Qué Harry no pensó en lo que podía hacerme al irse sin avisar? ¿O el hecho de que nunca le importé y por eso simplemente se fue?
–Dijo que quería ahorrarte las despedidas dolorosas, que no hubiera soportado haberte visto con el corazón roto por su culpa, que no podía exponerte al dolor de decirte que no podían estar más juntos. –dijo Jack mientras se metía la mano al bolsillo de la chaqueta y sacaba un sobre color rojo con mi nombre en él. –Me pidió que te diera esto. –me dijo poniendo el sobre en mi mano. –Sky, no quiero que pienses que estoy de acuerdo con lo que hizo Harry, pero lo conozco desde que tenemos 3 años, es mi mejor amigo, y sé que irse de Holmes y dejarte a ti ha sido lo más difícil que ha tenido que hacer en su vida.
Fui directo a mi casa, no tenía ganas de hacer algo ni hablar con alguien. En el trayecto comenzó a llover, el cielo se volvió más oscuro y la lluvia no me dejaba ver con claridad. Era como si el clima representara mi estado de ánimo. Quería retroceder el tiempo a los días felices junto a él y luego congelar el tiempo ahí, quedarme perdida en su mirada verdosa, su sonrisa cálida como el sol. No quería estar aquí, ni estar sintiendo lo que siento en estos momentos. 
Recordé la carta que me había dado Jack. Esperaba poder encontrar las explicaciones que buscaba ahí, esperaba tranquilizarme un poco al saber, que al menos, Harry si había pensado en mí antes de irse o que tal vez si le importaba.
Tomé el sobre color rojo, me estremecí al ver la letra de Harry en el frente con mi nombre escrito. La estreché contra mi pecho y cerré los ojos. Casi pude sentir su perfume en el aire. Abrí el sobre con delicadeza y lentitud, cuando saqué la hoja blanca respiré hondo y la extendí. 
Querida Sky:
Supongo que ya sabes que me he ido y lo siento mucho. Siento haber sido tan cobarde como para no poder decirte que iba a mudarme, pero no tuve valor para decirlo, no sabía como. No sabes lo mucho que me destroza separarme de ti, lo difícil que fue verte alejarte de mi ayer. No quería que tuvieras que pasar por eso, no te mereces el sufrimiento que iba a causarte. Definitivamente, te mereces más que esto, y espero algún día lo encuentres en alguien más. Espero también, que algún día hagas a alguien tan feliz como me hiciste a mí. Te doy las gracias por entregarme lo mejor de ti, por haberme enseñado que nada tiene límites, por haberme hecho tocar el cielo sin dejar la tierra, por haberme convertido en una mejor persona a tu lado.
Tal vez pienses que soy de lo peor y no te culpo. Pero preferí irme y ahorrarte las largas y dolorosas despedidas antes de hacerte pasar por eso. Entenderé si me odias, entenderé que no quieras saber más de mí, pero ten por seguro que nunca más volveré a molestarte. Te prometo que será como si nada hubiera sucedido. Prometo que va a ser como si nunca me hubieras conocido. Prometo no olvidarte jamás, porque fuiste lo más importante en mi vida. 
Te amo Sky.
Harry.
Con dificultad terminé de leer la última frase, mis ojos estaban empañados y me era imposible dejar de llorar. Dijo que me amaba. Me amaba y sin embargo se fue. Lo peor de todo era que yo también lo amaba, lo amaba tanto que mi corazón se moría por gritarlo, pero nunca se lo dije y ahora ya era tarde. Jamás podría decírselo.