#REPORTAJE Normativa referente a tenencia de animales
Recoger el desecho de su mascota
evita molestias a terceros

Como cualquier habitante de un sector residencial al este de Barquisimeto, luego de su jornada laboral cotidiana, Arturo Castillo desea desplazarse con absoluta tranquilidad entre el estacionamiento de su vehículo, el pasillo del edificio donde habita, su apartamento y viceversa. Contrario a lo que algunos piensan en torno a la “buena suerte” que provee el pisar heces fecales de perro, los excrementos de la mascota de un vecino, en cambio, provocan la impaciencia del señor Arturo en ese recorrido.
Asegura que, en reiteradas ocasiones, se ha dirigido de manera gentil al dueño de los dos perritos, los cuales hacen sus necesidades exactamente en el área de parqueo. Cuando Castillo sube o baja de su vehículo, las deposiciones de estas mascotas inundan las suelas de sus zapatos, hasta que finalmente ensucian la alfombra del carro o el piso de su residencia, un asunto que ya conocen en detalle la conserje y vecinos del edificio. Además, cataloga como ‘usual’ que los neumáticos se encuentren orinados.
Al igual que otras quejas relativas a la tenencia de animales, el caso descrito por este usuario ante la Unidad de Denuncias de la Prefectura de Iribarren es más usual de lo que muchos imaginan; y motiva, frecuentemente, la apertura de procedimientos de conformidad con lo previsto en el Artículo 51 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos (LOPA). 
Denuncias similares han llegado a otras instancias del Estado en las que se inculpa, por ejemplo, a determinados vecinos de la avenida Lara de sacar a sus mascotas, generalmente caninos, a pasear por esta arteria vial y permitir que estos acompañantes hagan sus necesidades en plena calle, así como en aceras, plazas, jardines y paradas del transporte colectivo; sin embargo, todos y en cualquier zona residencial o comercial estamos expuestos a este tipo de actos contrarios a la convivencia ciudadana. 
En este sentido, si su mascota decide defecar en el lugar menos conveniente, lo idóneo es disponer de un mecanismo (paleta y bolsa) para recolectar su excremento; de esta manera evitaremos molestias a terceros, como en el caso del señor Arturo Castillo.
Es contaminación ambiental
Según investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, la contaminación de los suelos con materia fecal canina es un problema de magnitud considerable en cualquier parte del mundo, incluso en países desarrollados. Además de generar molestia a los transeúntes por los olores y la suciedad de la vía, o la posibilidad de resbalar y caer, el pisar excremento de perro facilita la transmisión de zoonosis parasitaria, especialmente de nematodos intestinales del animal (toxocara canis), que en humanos produce los síndromes de larva migratoria visceral y ocular, además de ancylostoma caninum, causante del síndrome de larva migratoria cutánea, caracterizada por una picazón o ardor cuando ingresa a través de la piel.
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que un gramo de materia fecal de un cachorro puede contener hasta 15 mil huevos de toxocara, “que al ser evacuados en la vía pública, pueden ser disgregados por la acción del pisoteo, la lluvia o el viento”. 
La cubierta de las heces caninas es bastante gruesa y esto las hace resistentes ante las variaciones meteorológicas, por lo que pueden sobrevivir muchos años. De tal manera que la superficie del suelo puede estar infestada, pese a que el piso luzca limpio, a que la materia fecal se haya desintegrado o a que ya no existan malos olores. 
Según información aportada por la doctora Isis Fernández, directora de Control Sanitario en la entidad, aunque son pocos los casos de zoonosis parasitaria reportados o evidenciados por año en Lara, sí se sabe que la población indigente y los niños, estos últimos menores de ocho años, son los más vulnerables a los efectos dañinos de las heces fecales de perro, por estar más en contacto con la tierra contaminada y tener hábitos higiénicos dependientes o precarios. 
Leyes para todos
En ese sentido, las condiciones para el paseo de perros o animales domésticos son esgrimidas en el Artículo 32, del Capítulo V, de las infracciones relativas a la tenencia de perros y otros animales, en la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y Sanción de Infracciones Menores, por lo cual se anuncian sanciones y un grupo de recomendaciones. 
Sanción para los infractores: (…) "El propietario del perro o animal doméstico y, en forma subsidiaria, la persona que lo lleve, será responsable de los daños y desechos producidos por este en la vía pública.
Se prohíbe que los propietarios permitan que los animales domésticos realicen sus deposiciones sobre las aceras, zonas verdes o terrazas y restantes elementos de la vía pública destinados al paso o estancia de los ciudadanos.
Los propietarios tenedores de animales deberán recoger y retirar los excrementos, limpiando la vía pública que hubiesen ensuciado”.
Por ende, los excrementos deberán incluirse en las basuras por medio de la bolsa, de recogida habitual; depositarse sin envoltorio alguno en los lugares habilitados para los perros, si lo hubiese; y reunirse dentro de bolsas perfectamente cerradas en papeles y contenedores. Los infractores de esta norma serán sancionados con multas de cinco (5) unidades tributarias o la realización de uno de los trabajos comunitarios previstos en el Artículo 41, por un lapso de doce (12) horas.
Por su parte, la prefecta del municipio Iribarren, Mileyba Galavís, informó que el Artículo 77 de la Ley de Prevención y Seguridad Ciudadana del Estado Lara también estipula que “los infractores de esta norma serán sancionados con multa de diez (10) unidades tributarias, la reparación de los daños ocasionados por el animal y la realización de dos (2) de los trabajos comunitarios previstos en el artículo 87 por un periodo de veinte (20) horas”. 
Explicó que el objetivo de sancionar esta normativa es incrementar la responsabilidad de quienes tienen mascotas y evitar la contaminación del suelo por heces fecales de animales. "Se trata de un problema que se mantiene en el tiempo y, aunque muchísimas ciudades en el mundo cuentan con ordenanzas que sancionan estas conductas incívicas, sorprende que este comportamiento persista en Barquisimeto, debido a la ignorancia o inconciencia en materia de salubridad; de allí la importancia de divulgar este tipo de información al colectivo", acotó la prefecto Galavís.
Jorge Manuel Montes 
  Prensa/Prefectura del Municipio Iribarren