Novela ‘Desigual’

En el capitulo anterior…

-No te preocupes, todo está bien. Solo cierra los ojos – me habló al oído. Sentía que por primera vez, estábamos en la misma sintonía. Me sentía bien. Pero de pronto, como para arruinar el momento. Me dio por pensar ¿Por qué yo? ¿Por qué conmigo? ¿Por qué yo? Y empecé a rodar esos pensamientos, la tranquilidad empezaba a irse poco a poco. Me tensé. Justin tal vez lo notó, y me besó la frente. ¿Por qué? No se. Pero esto estaba empezando a enredarme bastante. Y por más que el momento fuera mágico. Sentí algo frío caer en mi rostro. Mojado. ¿Lágrimas? ¿Justin estaba llorando? 

Capitulo 42.

Levanté mi rostro lentamente. Sólo para mirarle el suyo. Estaba humedecido, lo pude notar. Al ver que posé mi mirada en sus ojos, los cerró. Pasé mi dedo pulgar por sus lágrimas, secándolas. Y con mi otra mano le acaricie la mejilla opuesta. Él seguía con los ojos cerrados. El mundo alrededor de nosotros se había borrado, estábamos nosotros dos tan solo. La música seguía sonando, dulce melodía. Acerqué mis labios a los suyos, cuando estuve cerca, muy cerca, le besé la comisura. Aún él no abría los ojos. Me alejé despacio y vi sus grandes y deslumbrantes pupilas. Me miraban detenidamente, instintivamente di un paso hacia atrás pero sus manos me sujetaron la cintura, atrayendo mi cuerpo al suyo. Se acercó a mis labios, rozándolos. Puse mis manos encima de su cuello, para quedar más comoda al bailar, era mínimo el movimiento, pero en fin. 

Me puse nerviosa, mucho. No sabía por qué lo hacía. Tal vez que las personas puedan estar mirándonos me incomodaba. Le puse un dedo en los labios a Justin, a tiempo. 

-Aquí no… - le susurré. Sonrió a milímetros de mis labios. 

-¿Por qué no? 

-Las personas nos miran… 

-No me importa – levantó los hombros e intentó besarme de nuevo. 

-A mi si – le sonreí poniendo mi dedo de nuevo. Se rió y levantó una ceja. Me tomó la mano y me guió fuera de la pista. 

-¿Qué haces? –dije, no respondió. –Justin. – le dije de nuevo. Llegamos a un lugar apartado, estaba cerca de los baños, y la música se oía más suave. 

-¿Aquí nos ve alguien? -  me retó. 

-No… - murmuré. –Pero si nos buscan… -empujó levemente mi cuerpo hasta que chocara con la pared, fría. 

-No más escusas – me dijo mirándome directo a los ojos. –No puedo más. 

-¿Qué? – dije sin entender. 

-No puedo. No puedo resistirme. 

-Espera.

-Tienes algo que me vuelve loco – me besó el cuello suavemente. Pasé mis dedos por el cabello castaño de él. 

-No me lastimes, por favor – murmuré. – Y no me refiero a ahora…

-No puedo hacerlo 

Entonces clavó su mirada en la mía dejando mi mente en blanco. Besó mis labios, con ternura, lento. Era la mejor sensación del mundo. Sus labios eran tan perfectos. No era agresivo, le daba un toque especial a todo. Hacía que con cualquier acto cayera rendida a sus pies. Sentía sus manos en mi cintura, sujetarme fuertemente. Todo poco a poco se volvía mas intenso. 

Las manos de Justin empezaron a bajar hacia mi trasero. Besó mi cuello de nuevo , pero esta vez más fuerte. Bajé mis manos a sus pectorales y las pasé de arriba abajo. Escuché un suspiro. Tenía que parar esto. No quería perder el control. No quería que él perdiera el control. 

-Justin. – le hablé. Pareció hablarle al aire. –Justin –No quiero que esto salga de control. –insistí.

Él subió sus manos de nuevo a mi cintura, como al principio y las aferró. Me hizo un camino de besos desde mi mejilla a mi cuello, y de mi cuello a mi otra mejilla. Me reí y me cargó en el aire mientras me daba besos en la frente. 

-Lo siento. Me pasé del límite. 

-Está bien, los dos nos pasamos. –dije y quedamos en silencio. – Esto es muy incómodo 

Él se rió. -¿Bailamos? 

Fuimos a la pista de nuevo. No estaba la canción lenta de antes, pero había una mucho más movida. Justin me tomó la mano y empezamos a bailar. Movía mi cuerpo al ritmo de la música, creo que lo estaba haciendo bastante mal, y Justin bailaba como los dioses. Muchas chicas lo miraban y babeaban. 

Justin se acercó a mí, y empezamos a bailar muy juntos. La música sonaba fuerte, a diferencia de hoy. Parecía que el sonido de esa canción se hubiera metido en el cuerpo de Justin y lo había descontrolado. No pude despegar mi vista de él, era mi centro de atención. Mientras él sonreía y me dejaba tonta. 

Intenté imitarlo. Quería bailar bien, por lo menos un poco. Sentirme bien por un momento. Así que empecé a hacer lo mismo que él. Me miraba con atención, y yo a él. 

-Me estás provocando – bromeó él. 

-Tu también – le devolví la broma y seguimos bailando. 

La musica seguía, ahora sonaba otra canción. Empecé a marearme. Sentía olor a cigarrillo. Me hace sentir mareos y náuseas. Miré hacia atrás y había un chico fumando sin parar. Giré a ver a Justin y tambaleé. 

-¿Qué sucede? 

-Estoy un poco mareada…

-Ven. 

Fuimos a sentarnos, estaba un poco mareada, no mucho, pero el estar en la pista, mientras millones de luces se movían me había hecho tambalear.

Él se sentó en una silla e hizo que me sentara en su falda. Cerré los ojos. Respiré hondo. No quería que este mareo me arruinara el momento. 

-¿Estás mejor? – me besó la mano. 

-Si. Un poco. 

-¿Quieres agua? 

-No, no. No te preocupes. Sólo fue un mareo. Vamos si quieres – hice un esfuerzo y me paré, jalándolo a la pista de nuevo. 

-Pero… ¿Por qué no mejor esperamos a que se te pase, Caro? 

Intenté ignorar mi mareo. No quería que sintiera lástima por mi, no quería arruinarlo. Empezamos a bailar de nuevo. Claro, pero el mareo aún no se iba, y con todas las luces moviendose en todos lados aumentaba cada vez más. Justin me sostenía, pero yo parecía borracha de tanto tambalear. 

-Caro, no estás bien, sentémonos mejor. – me dijo sosteniéndome del brazo. 

-No quiero arruinar tu noche – dije mirando al vacío. Las luces me nublaban. 

-Vamos – fuimos al mismo lugar. –Tu no arruinarías nada nunca, tu lo mejoras. – me dijo cuando me senté en su falda de nuevo. 

-Creo que no me valió por mucho la mentira – me toqué la frente. 

-No. – se rió. –A ver, respira hondo. – Me acarició la espalda. Así por unos minutos. 

-Me pones nerviosa. – Dije riendo. Mientras yo respiraba hondo Justin me miraba. 

-¿Por? 


-Me miras mucho. 

-¿Te incomoda? 

-Un poco… si. 

-Lo siento, no puedo evitarlo – sonrió. –Te traeré un poco de agua. – Hizo que yo me levantara primero para el luego hacerlo. Me senté. –No tardo. 

Lo vi irse. Veía dos Justins, o tres. Coloqué mis manos en mi rostro y respiré hondo de nuevo. Intentando sentirme mejor. No sabía porqué me había sentido asi tan solo por el olor a cigarrillo. Luego de unos minutos sentí que alguien se acercaba. 

-Ten – Justin me dio un vaso con agua. En la otra mano tenía una bandeja con dos sándwiches. 

-Gracias. – Tomé del agua. Y luego Justin me ofreció sándwiches. –No tengo hambre

-Anda, tal vez hace mucho que no comes, y por eso te mareaste 

-No pero…

-Come o te doy de comer – sonrió. Lo miré. 

-De verdad, no quiero… - hice pucherito. 

-Tu pucherito no me compra – sonrió. Tomó un sándwich y le partió un pequeño pedacito. –Abre –Negué con la cabeza- Abre – insistió él. –Abre – Seguramente esto no iba a acabar hasta que me comiera el sándwich asi que abrí la boca, Justin me soltó el pedaso de sándwich y me lo comí. 

Así hasta comerme el primer sándwich y la mitad del otro. 

-No más – me quejé. 

-Sólo un poquito más – me animó. 

-No, por favor. 

-Por mi. –No podía negarme a esa  sonrisa, sonreía como los dioses. 

-Sólo porque sonreiste – le advertí. 
´
Esta vez no me soltaba el pedacito en mi boca, sino que lo mantenia en su mano y yo la acercaba. Ya al casi ultimo noté que acortaba las distancias, y mucho. Cuando tomó el último lo puso a 5 o 6 milímetros de su boca. Sonreí y me acerqué lentamente como si fuera a caer. Cuando de pronto lo tomé con mi mano y me lo comí. Él se quedó observándome, inocente. 


-¿Qué pasa? – me hice la tonta.

-¿Te parece chistoso? – se puso serio. 

-¿Qué cosa? 

Él se rió y se acercó rápido. Me besó de nuevo. Era una adicción. Me podía hacer volar a la estratosfera y caer a la realidad en segundos. Era inexplicable. Sus labios jugaban con los mios, danzaban, eran uno. Justin se cae hacia mi cada vez más, está muy encima. Siento aplausos. Genial, irónicamente, claro. 

PERDONENME, NO SE QUE DECIR, SOY LA PEOR, PUEDEN INSULTARME SI QUIERENNN, LAS AMO.

SI QUIERES QUE TE AVISE COMENTA , SINO IGNORA