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CAPITULO 8
Era llamado el “Cuatro Manos que Derriten Músculos.”
Y era absolutamente divino: el mejor masaje que alguna vez me hubieran dado.
Está bien. Era el primer masaje que me hubieran dado. No podía creer que no lo hubiera incluido en mi lista de cosas para experimentar en el crucero.
Brooke había sugerido ir al spa para que nos consintieran un poco. Así que ahora me estaba preguntando cómo iba a ser posible que fuera a salir de la mesa cuando mi cuerpo se sentía líquido. La habitación tenía poca luz. La música de Enya1 se había hecho eco suavemente alrededor mío. Y dos masajistas habían trabajado en conjunto para fundir todos los músculos que tenía.
De ahí el título. Cuatro Manos que Derriten Músculos.
Cuando hubieron acabado, los masajistas se fueron para que me pudiera preparar para irme. Me tomó varios minutos tomar la energía suficiente para rodar de la mesa. Me pongo mi traje de baño, y la ropa gruesa y suave que el spa proporcionaba.
Salí de la habitación y fui al spa de burbujas de agua. Brooke ya estaba allá. De verdad no sabía si podía soportar estar más relajada.
Pero estaba dispuesta a darle una oportunidad.
Me quité la bata, la dejé en una silla cercana, bajé los escalones dentro de la cálida agua, y floté hasta donde estaba Brooke sentada.
—Podría quedarme aquí para siempre —digo lentamente—. Esto es definitivamente el cielo.
—La mejor manera de prepararte para bailar toda la noche. Y la mejor manera de quedar de ánimos para seducir.
¿Seducir? Suponía que si quería a un chico, ésa era la manera en la que debía pensar.
—Estaba pensado en perforarme el ombligo —admití.
—Hazlo. A los chicos les gusta.
— ¿En serio?
—Oh, sí. Hazte un pirsin en la lengua mientras estás en eso. —Ella sacó el suyo. No lo había notado antes, pero la suya estaba definitivamente perforada. Tenía un pequeño palo de metal negro en el centro—. Los chicos aman las perforaciones en la lengua.
— ¿Te dolió?
—Claro que sí. Pero valió la pena.
Estaba teniendo un momento algo difícil pensando que tal vez valdría la pena. Había visto a un chico en la televisión que se había perforado la lengua. Parecía ser realmente doloroso.
Negué con la cabeza.
—Creo que me haré sólo el del ombligo.
—Como sea. Probablemente encontremos un lugar en St. Thomas para que te lo hagas. También vamos a hacerte un tatuaje.
—Tal vez podría hacerme un tatuaje —dije dudando.
Ella ladeó la cabeza ligeramente.
—Se debe revelar la verdadera _______.
Pensé en su dragón, y estaba muy asustada de que sugiriera un conejito para mí. Algo manso y que dé pena.
—Una mariposa, tal vez —dijo ella—. Siento que estás envuelta.
— ¡Wow! Estoy impresionada. Éste definitivamente es un verano de cambio para mí.
Sonrió mientras se sentía muy satisfecha de sí misma.
La idea de hacerme un tatuaje era intrigante. Siempre y cuando fuera uno pequeño y en un lugar muy privado donde un tatuador viera más de mí de lo que me gustaría que viera. Tal vez en mi hombro, en mi cadera, o…
—Así que, ¿qué pasa con Justin? —me preguntó de repente.
Sacó mis pensamientos de mi cabeza como si alguien hubiera clavado una aguja dentro.
— ¿Qué quieres decir?
Se volteó dentro del agua para encararme.
—Quiero decir que tú dijiste que era el mejor hombre. ¿Lo conocías antes de la boda?
—No, lo conocí ayer en la noche, justo antes de la boda.
— ¿Y ya dormiste con él? ¡Eres una mujer salvaje! ¡Mi tipo de amiga! Nos vamos a llevar muy bien.
Sabía que debí haberle confesado que todo lo que hice fue dormir, pero ¿a quién iba a herir con que pensara en mí como en alguien un poco… salvaje?
Después de todo, tenía planes de ser justo eso.
— ¿Fue muy bueno? —preguntó.
Sí, me dejó dormir, no me apresuró en nada, pero creo que eso no era a lo que se refería.
—Claro, fue genial.
Levantó su ceja.
— ¿Y entonces, por qué lo dejaste cuando vino a la piscina?
¿Lo había dejado? Traté de no animarlo a quedarse a mi alrededor, porque limitaría demasiado mi coqueteo con otros chicos. ¿Había sido grosera?
—No tenemos mucho en común —le digo.
—Si hace el baile horizontal bien, ¿qué más se necesita?
Se hundió debajo de agua, y me pregunté en qué me había metido.
Salió, y se quitó el cabello mojado de sus ojos.
—Es genial si quieres ser toda misteriosa sobre él —dijo ella.
—No es eso. Es sólo que…
—Que no confías tus secretos.
—No. No es eso. Él fue genial. Es sólo que no hay nada más que decir.
De repente no estaba ni cerca de lo relajada que antes estuve, tendría que ir a hacerme un masaje.
—Necesito irme.
—Eso es genial —me dijo—. Igualmente, te veré esta noche.
—Claro.
Salí de la piscina, y me deslicé en la manta.
—Oh, espera —me llamó Brooke. Rodó sus ojos—. Olvidé que tengo una comida esta noche con mis padres. Lo sé, es tonto…
—Está bien. Mi mamá quiere verme también.
Brooke me guiñó el ojo.
—Está bien, entonces, nos vemos en Cruisin’ a las ocho.
—Genial. —Le doy a Brooke un pequeño saludo—. Te veo esta noche.
Esta noche íbamos a divertirnos mucho. Casi no podía esperar.
Caminé a través del área del spa y el gimnasio. Era un lugar genial. De-suelo-a-techo. Las ventanas daban una vista panorámica del océano. En una esquina distante podía ver un montón de esteras de yoga. Me había metido a yoga en mi último año. Me ayudaba a relajarme antes de los exámenes finales. No tanto como Cuatro Manos que Derriten Músculos, pero era mejor que nada. Y disfrutaba caminar en las cintas de correr, yendo a ningún lado. En esta habitación, ir a ningún lado seguiría siendo interesante.
Me volteé. Las pesas gratis estaban en esa área.
También Justin.
Estaba en pantalones cortos y una camiseta sin mangas, que parecía que había fundido su cuerpo hacia abajo con el fin de servirse en ella. ¡Wow! No era de extrañar que se viera tan bien en un esmoquin.
Se sentó en el borde del banco, su codo en el muslo. Usando guantes estaba levantando una pesa, levantando su brazo y dejándolo caer. Totalmente concentrado en su lento movimiento de arriba-y-abajo.
Me pude haber ido, y nunca hubiera sabido que lo había visto. Pero me estaba sintiendo un poco mal por haberlo sacado de la piscina. Él no tenía que llevarme mi arete.
Si Brooke lo viera, probablemente se le lanzaría apresuradamente, y empezaría ese coqueteo irritante. Tal vez debería advertirle…
Me acerqué. De cerca podía ver la humedad de su camiseta, los músculos agrupados de sus brazos. Obviamente ésta no era la primera vez que él había usado pesas.
—Hola. —Gran línea de apertura, _______.
No hizo más que levantar sus ojos.
—Hola.
— ¿Haces mucho esto?
—Cuatro veces a la semana.
—Yo hago yoga.
—De verdad.
Lo dijo como una declaración que no acababa de creer. No como una pregunta.
—De verdad. Fortalece tu cuerpo y mente.
—Creo que tu mente se ha perdido algunas lecciones.
— ¿Perdón? —le dije. De verdad que estaba viendo un lado de él que no había visto antes. ¿Que pretendía con ese comentario?
— ¿Por qué estás saliendo con Sally Sleaze? —me preguntó.
—Su nombre es Brooke, y resulta que es muy simpática.
—Parece algo agresiva.
—Es entusiasta.
Soltó una exhalación, y bajó la pesa al piso.
—Si tú lo dices.
De verdad no quería entrar en una pelea sobre Brooke. Tenía muchas ganas de andar con ella. Me parecía que la chica llamaba a los chicos, así que podría beneficiarme de su experiencia, y encontrar al hombre perfecto para terminar el crucero.
Di un paso atrás.
—Bueno, sólo quería agradecerte por devolverme mi pendiente.
—No hay problema. ¿Por qué te fuiste sin despertarme esta mañana?
Me encogí de hombros y admití de mala gana.
—No estaba segura de qué decir cuando despertaras.
Me sonrió.
— ¿Buenos días?
De verdad desearía que no me mirara de esa manera. Me hacía sentir como una tonta por haberme ido. Pero bueno, todo lo de anoche me hacía sentir como una tonta. Intenté pensar en decir algo que alejara la conversación de que pasé la noche en su cama.
—Fue genial de parte de Walter el haberte traído solo.
Se reacomodó, se inclinó, recogió la pesa con su mano izquierda, y empezó a levantar su ante brazo.
—Él y mi padre han sido compañeros de trabajo por años. Walter como que me adoptó, tratándome como su hijo, ya que nunca tuvo los propios. Así que mi padre se queda en sus negocios, mientras yo me voy a un crucero.
—Con muchas chicas lindas alrededor.
Alzó sus cejas.
—Sí, me he dado cuenta.
— ¿Piensas que Brooke es linda?
—Está bien.
—Ella piensa que eres sexy.
— ¿Y tú qué piensas?
¿Cómo terminamos aquí? Regreso ingenioso, regreso ingenioso. ¿Dónde se escondía?
—Estás bien.
Me dio esa sonrisa torcida de nuevo.
—Gracias. No voy a dejar que mi cabeza se hinche por ese cumplido tan de corazón tuyo. —De repente, paró de levantar la pesa—. Sabes, es realmente difícil seguir la cuenta de las repeticiones cuando estoy hablando.
—Oh, lo siento. —Doy un paso atrás—. De todas maneras tengo que irme a arreglar para esta noche.
—Te veo luego —me dijo.
No si yo lo veo primero.
No podía entender por qué mi lengua estaba toda enredada y mi corazón latía tan ruidosamente que prácticamente no podía escuchar mis pensamientos cuando estaba cerca de ese chico.
Mi mejor plan de acción era asegurarme de no ver más su mirada.

#Hola
Hola chicas gracias por leer y ya saben las condiciones para que haga maraton asi que GO...GO a comentar :) gracias por leer las adoro xoxo ♥ siganme en esta cuenta @1DSecreto :)