#MiniMaraton
#Capitulo6
“El encantamiento. Día dos”
La mañana siguiente se suponía que sería el comienzo de las mejores vacaciones que hubiera tenido, pero me levanté y me pregunté si podría ponerse en marcha con un peor comienzo. Mi memoria era difusa. Mi cabeza se sentía como si pesara unos 50 kilos. Mi cuerpo no quería moverse. No tenía la llave de mi habitación. Y estaba durmiendo con el padrino, un chico que apenas conocía.
Y para empeorar todo, tenía un vago recuerdo de revelar algunas de las cosas que quería lograr mientras estaba en este crucero. Casi gemí en voz alta, pero tenía miedo de que Justin se despertara. Y entonces, ¿qué debo hacer?
¿Hablar con él?
Buenos días, Justin.
¿Simplemente sonreír y encogerme de hombros?
Lo de anoche…
¿Reírme?
¡Bebí demasiado champán!
¿Parecer aburrida, levantarme e irme sin una sola palabra?
No fue como si pensara que despertar en la cama con un chico acabara con mi “estaba aquí, estaba hecho” porque nunca había estado allí, o hecho eso, hasta ahora.
Por supuesto que fue la razón de que la experiencia fuera escrita en mi lista de cosas por hacer. Aunque cuando escribí “dormir con un chico,” conservar mi ropa no era exactamente cómo había planeado hacerlo. Había decidido necesitar ser un poco más específica con mi lista. Pero para hacer eso, tenía que llegar a ella, y requería entrar en mi habitación.
Abrí lentamente mis ojos. La entrada del sol de la mañana fue facilitada a través de las cortinas que se separaban en la puerta del balcón. Podía ver a Justin con más claridad. La forma en que sus pestañas descansaban en sus mejillas. El indicio de barba de la mañana en su mentón.
Estábamos en nuestros lados, uno frente al otro. Su brazo cubría mi cintura, pesaba como si pareciera que le pertenecía a él. La palma de mi mano derecha se presionaba… bueno, se apretaba contra su pecho y pude sentir el latido constante de su corazón.
Incluso con su traje arrugado, la corbata colgando de su cuello, y un par de botones deshechos de su blanca camisa, Justin se veía caliente. Su pelo rubio le caía sobre la frente. Tuve que apretar mi mano para detener el alcance de cepillarlo y devolverlo a su lugar.
Me encontré a mí misma deseando que ambos no estuviéramos acostados allí con la ropa puesta. Sin embargo, con Justin, ese escenario era una receta para el desastre. Era el ahijado de Walter. Y yo estaba un poco avergonzada por mi virginal estado.
Quiero decir que probablemente era la última virgen de mi clase senior.
Julie me había confesado que su primera vez había sido incómoda, torpe y llena de… bueno, decepción, tal vez incluso un poco de remordimiento. Yo quería que mi primera vez fuera totalmente diferente. Un barco de crucero parecía un lugar perfecto para disfrutar de un momento único en la vida. Todo lo que tenía que hacer era encontrar al chico perfecto para una noche.
Si la experiencia resultaba ser tan maravillosa como esperaba que fuera, sería una noche memorable que llevaría conmigo siempre. Si fuese difícil, bueno, nunca tendría que volver a ver la cara del chico, por lo que cualquier vergüenza que pude haber sentido terminaría cuando me bajara del barco. El chico no estaría en mi vida para recordarme algunos de los errores que cometí.
Mi plan tenía sentido para mí incluso más ahora, que en realidad estaba despierta en la cama con un chico. Sin duda estaba deseando no volver a ver otra vez a Justin.
No es que eso fuera a suceder. ¿Por qué tenía que ser ahijado de Walter? ¿Por qué tenía que ir a la misma Universidad que planeaba asistir? ¿Por qué le había hablado de mi lista, y por qué, oh, por qué me había dormido en su cama?
Conteniendo la respiración quité el puño de su camisa y sosteniendo su muñeca la levanté mientras salía de debajo de su brazo. Entonces, bajé su mano en la cama.
Despacio, despacio, muy despacio, poco a poco hice mi camino fuera de la cama. Me arrastré hasta el balcón, abrí la puerta, me deslicé afuera, y tomé mis sandalias. Me metí de nuevo en su habitación y me dirigí a la puerta. Mi mirada se posó en su mesita de noche. ¡Mi bolso! ¿Qué estaba haciendo mi bolso aquí?
Entonces, me acordé. Iba a llamar a la recepción. Debió de haber encontrado a Cindy, o ella podría haberlo… negué con la cabeza. No importaba. Mi bolso estaba aquí y venía con mi llave.
De puntillas fui a la mesita de noche y con cuidado levanté el bolso, y luego me arrastré hasta la puerta.
Miré por encima del hombro al chico acostado en la cama.
Sentí una punzada de arrepentimiento, decepción y tristeza que no podía explicar. Justin era guapo y agradable, pero no quería esta aventura de verano para estar con alguien, podría posiblemente más adelante.
Abrí la puerta y salí. Una vez en el pasillo busqué en mi bolso, recuperé la llave, y me fui a mi camarote. Se sentía bien estar en mi propio paraíso. Crucé la habitación hasta la mesa donde había dejado mi mochila. Saqué mi laptop donde guardaba mis listas y me dirigí a la última lista, la lista de cosas que quería hacer en este crucero.
Tenía que ser un poco más específica. Tan pronto como la corregí, me dirigí a la ducha. Ya era hora para empezar mi mejor verano.


#Capitulo7
Después de aplicarme la loción bronceadora, me acomodé en el sillón junto a una de las tres piscinas dispuestas en el barco. Ésta era sólo para adultos, así que pensé que sería mucho más tranquila que las otras dos, las cuales les permitían el uso a los niños. No tenía toboganes de agua encrespándose ni tampoco era semejante a un parque acuático en ninguna forma, lo cual es lo que quería en este momento. Tenía un ligero dolor de cabeza detrás de mis ojos, debido a la falta de sueño y demasiado champán.
Intentaba ignorar el malestar, lo cual no era demasiado fácil. Aunque estaba usando mis gafas de sol, aún podía ver el resplandor brillando sobre el agua azul. 
No pienses en él, me ordenaba a mí misma.
Estaba empezando a arrepentirme del hecho de haberme escapado de su camarote ya que ahora tenía que averiguar qué decirle cuando lo volviera a ver. No entendía por qué las relaciones entre hombres y mujeres no podían ser más fáciles. Tenía que ser sobre el asunto de Marte-Venus sobre el que había leído.
Me dije a mí misma que en realidad no tenía nada por lo que sentirme incómoda. Es evidente que me había visto mientras actuaba de la forma más tonta, pero él también había bebido demasiado. De manera que no podía recordarme charlando sobre mi lista. Habíamos dormido en la misma cama por una noche. Gran cosa.
Aunque Walter lo había invitado para que yo tuviera un amigo, me di cuenta que el que Justin estuviera saliendo conmigo alejaría seriamente a los demás chicos. Y nunca llegaría a mi meta de perder mi virginidad a bordo de este crucero. De manera que dejé libre a Justin y ahora él podría perseguir sus propios intereses.
Ajusté mi sombrero de ala ancha de manera que mis ojos quedaran con más sombra. Estaba pensando que podría necesitar invertir en unas súper poderosas gafas de sol. Cerré los ojos y dejé que la calidez del sol me relajara mientras el barco cruzaba las aguas hacia el Caribe.
Intenté bloquear el sonido de la gente que se encontraba en la piscina. Había estado bastante llena cuando llegué, pero la cacofonía de las voces se incrementaba a medida que los minutos transcurrían. No llegaríamos a nuestro primer puerto hasta mañana. Hoy sospechaba que habría más gente simplemente merodeando por el barco.
El sillón que estaba ubicado junto a mí chirrió mientras alguien se sentaba en él. Un sonido demasiado delicado para ser un chico. Eso, si el chirrido puede ser clasificado como delicado.
Escuché los movimientos de alguien ubicándose y pude percibir el aroma a coco del bronceador.
Definitivamente no era un chico. Qué lástima.
—Lamento molestarte pero, ¿podrías ayudarme con la espalda?
Abrí los ojos. La chica sentada en la silla junto a la mía estaba sosteniendo una botella frente a mí. Ya estaba bastante bronceada. Llevaba el cabello oscuro y corto, y tenía algunas partes con pequeños destellos.
Sacudió la botella de loción frente a mí.
— ¿Te importa? Sé que es como una especie de intromisión, pero le tengo fobia al cáncer de piel.
No creía que su fobia fuera demasiado grande dado que su traje de baño dejaba expuesta la mayor parte de su piel. Estaba prácticamente desbordando por la parte superior de su bikini. Miré hacia mi pecho. Estaba bien oculto en su lugar. Desbordante no era una opción para mí.
Volví a mirarla. Hubiera pensado que alguien con una fobia como la que tenía se cubriría más. Sin embargo, entendí que, en lo que se refiere a untarse loción en la espalda, tienes que tomar cualquier ayuda que esté disponible.
—No, no me importa. —Tomé la botella y rápidamente apliqué la loción. Su traje de dos piezas era mucho más pequeño que el mío. Justo encima de una de las cuerdas atando la parte inferior en su cadera, había un tatuaje de una rosa roja. Tenía otros tatuajes, un dragón en su hombro izquierdo, y lo que parecía un delicado brazalete dibujado alrededor de su muñeca izquierda y tobillo.
Yo no tenía ningún tatuaje.
— ¿Duele hacerse un tatuaje? —pregunté.
Me miró por encima de su hombro.
—Seguro, pero valen la pena. Deberías hacerte uno.
—No sabría qué hacerme.
—Algo que refleje tu personalidad.
Supuse que podría hacer una lista en cuanto las ideas empezaran a aparecer, hasta que una me pareció bien, una rosa, un corazón, una luna y estrellas. No era una decisión que podría tomar a la carrera dado que una vez que el tatuaje estuviera ahí, se quedaba a menos que hiciera algo drástico como removerlo quirúrgicamente o rediseñarlo en algo más. No, aquí definitivamente no quería actuar de forma acelerada.
—Ya está. —Le regresé la botella de loción, y me volví a instalar en mi sillón.
—Gracias. Por cierto, soy Brooke Hastings.
—_______ Darnell.
— ¿Éste es tu primer crucero?
—Sí. ¿Soy tan obvia?
Se encogió de hombros.
—De hecho no. Es sólo que estás tan pálida.
Miré abajo hacia mis piernas, y luego a las de ella. Definitivamente pasaba mucho tiempo bajo el sol, con o sin fobia al cáncer de piel.
—Entonces, ¿por qué estás aquí sola? —preguntó.
—Soy hija única y no traje a ninguno de mis amigos.
—Así que, ¿viajas con tus padres?
Eso me hizo sonar como una niña.
—No exactamente. Mi mamá se casó anoche a bordo del barco.
— ¿No era la boda que se realizó, que tenía reservado el piso de arriba, y nos mantuvo en el puerto hasta la medianoche? ¿O sí?
—Esa misma.
—Wow. Alguien de tu familia debe estar emparentado con el presidente o algo así.
—O algo así. Mi nuevo padrastro. Tiene influencias. —Eso fue todo lo que pude decir. No quería alardear sobre Walter.
—Debe ser así. Él y tu mamá van a pasar bastante tiempo a solas.
—Estoy contando con ello. —Que mamá y Walter pasen más tiempo juntos me daría más tiempo para mí misma.
Ella se echó a reír.
—Mis padres están celebrando su vigésimo quinto aniversario de bodas. No puedo creer que hayan estado casados durante tanto tiempo. Tuve que prácticamente rogarles que me trajeran. Estuve a punto de pasar mí tiempo en casa, cuando podría estar en un crucero conociendo montones de chicos solteros.
—Entonces, ¿no tienes novio?
—Acabamos de terminar. Era genial en la cama, pero fuera de eso, era un completo perdedor. ¿Sabes lo que quiero decir?
Teóricamente lo sabía. Pero no iba a admitir que nunca había tenido un “genial en la cama” o cualquier cosa con respecto a ese asunto. Hay algunas cosas que no compartes con extraños.
—Absolutamente —dije, esperando que aceptara mi respuesta y no preguntara más detalles.
— ¿Por qué son así los chicos? —preguntó—. ¿Por qué no pueden traer sus personalidades de la habitación con ellos cuando salen de la cama?
Me encogí de hombros.
—No tengo idea.
Y en verdad no la tenía. Mi única experiencia en cuanto a dormir con un chico había sido la noche anterior. Y eso ciertamente no me había enseñado nada. Excepto que los chicos roncaban.
— ¿No odias la forma en que acaparan la cama?
Justin exactamente no había acaparado la cama. Había estado acurrucado contra mí. De hecho había sido muy agradable. Cuidadoso. Protector. Reconfortante.
—Supongo que ésa es la razón por la que inventaron las camas matrimoniales —contesté.
Ésa no es realmente una respuesta, _______.
—Tienes razón. Sin embargo, no es divertido dormir solo. Pienso encontrar a un chico para olvidarme de él. O chicossss —dijo, haciendo hincapié en el plural, y en el proceso sonando un poco como una serpiente.
—Buena suerte —le dije.
— ¿Tienes novio? —preguntó.
—No.
—Entonces, ¿quieres que pasemos el rato juntas? Tal vez ambas encontremos a alguien.
Pasar el tiempo con alguien que no fuera Justin definitivamente tenía ventajas. No me iba a quedar por ahí como un solitario dedo adolorido.
—Seguro. Puedes apostarlo.
—Mañana llegaremos a la primera isla, St. Thomas. Planeo ir de compras hasta caerme.
Las Islas Vírgenes. Me parecía un poco irónico que yo fuera una virgen dirigiéndome a las Islas Vírgenes, deseando que para el momento en que dejara el barco mi estatus fuera completamente diferente.
—Se supone que tienen una joyería estupenda —le ofrecí.
—Eso es lo que escuché. También que la mayoría de los solteros a bordo pasan el rato en Cruisin’. ¿Quieres ir esta noche? ¿A echar un vistazo?
Cruisin’ era uno de los clubes en el barco que atendía a aquellos que tenían entre diecisiete y veinticuatro años de edad. Había leído acerca de él en un folleto, pero no había tenido la oportunidad de echarle un vistazo.
—Seguro, suena divertido.
—Genial. No hay nada peor que pasear en lugares solos sin compañía.
—Creí que ése era el punto.
—De ninguna manera. No quieres parecer desesperada. —Se inclinó hacia mí—. Incluso si lo estás.
¿Me veía desesperada? Ya había adivinado que éste era mi primer crucero. La siguiente cosa que sabía es que estaría anunciándole a todo el mundo que era virgen.
—No estoy…
—Oh, alerta de chico. —Brooke se detuvo ante que yo pudiera terminar de anunciar que no estaba desesperada. Aunque en una manera de hablar, supongo que lo estaba.
Con una amplia sonrisa se sentó un poco más erguida en su silla, sacudió su pecho, por lo que éste sobresalía un poco más. Aparentemente no iba a esperar hasta la noche para acarrear su primera captura.
Yo tenía muy poco con lo que sobresalir. Era prácticamente una tabla de madera en comparación con ella. Nunca había estado del todo consciente de mí misma sobre el hecho de no estar bien dotada, pero sentada junto a Brooke estaba empezando seriamente a considerar los beneficios de los implantes.
Miré en la dirección en la que estaba mirando, y mi aliento se detuvo. Justin estaba caminando hacia mí, y no parecía particularmente feliz.
Se dejó caer en el extremo de mi sillón. Su muslo cubierto por el traje de baño estaba contra mi pierna desnuda. Su camisa estaba desabotonada. Entre su pulgar y su dedo índice, justo frente a mi nariz, estaba sosteniendo uno de mis pendientes.
—Encontré esto en mi cama esta mañana después que te fuiste.
Sin haber estado antes en una situación como ésta, podría haber exagerado. Lo que hice fue arrebatárselo.
—Gracias.
—No hay problema.
—Bueno, ¿no es éste un desarrollo interesante? —dijo Brooke—. ______, creo que me estabas ocultando algo.
Justin regresó su atención hacia ella.
— ¿Quién eres?
—La nueva mejor amiga de ______. Y tú eres…
Dejó la oración colgando, casi como una invitación. No quería que pensara que había algo entre Justin y yo, o que le había estado ocultando cosas.
—Justin fue el padrino de la boda de mi madre —expliqué.
—Si vas a tener a un hombre, quieres que sea el mejor —dijo Brooke.
Justin le dio una sonrisa torcida.
—Ése soy yo. El mejor.
—Puedo apostarlo —ronroneó ella.
No es que pudiera culparla. Justin era caliente. Y ella no estaba conectada a él gracias a Walter. Además, era obvio que no estaba interesado en mí. Seguro, me sonrió una o dos veces la noche anterior, pero nada como la forma en que le sonreía a Brooke en estos momentos.
No me gustó la forma en que se estaban conectando mientras seguía sentada justo entre ellos… y me estaba sintiendo un poco alejada.
—Gracias por regresarme el pendiente —dije, trayendo a todo el mundo a la razón original por la que Justin se había acercado.
—No hay problema.
Él sonrió, tiró del borde de mi sombrero, se levantó y se alejó. Sólo así. Se fue tan abruptamente como había llegado.
Dejándome aún más irritada. Tirar del sombrero era algo que un chico le haría a su hermana menor, para molestarla. Y su sonrisa no era nada como la que le había dado a Brooke. La que le dio, le enviaba señales como, “ven aquí y te mostraré lo que es pasarla bien”, señales de ese tipo.
— ¿Dormiste con ese galán? —demandó saber Brooke.
Desde luego no quería admitir que todo lo que había hecho era dormir con Justin. No cuando Brooke sabía todas las entradas y salidas de los hábitos de dormir con los chicos. De manera que enmarañé un poco la verdad.
—De verdad que no es la gran cosa. Sólo fue algo de una noche.
—Entonces, ¿ya no vas a seguir saliendo con él?
—No. No funcionó.
—Ésa es una sorpresa. Él sí que parecía que podría darle un buen rato a una chica.
—Cuando lo conocí pensé lo mismo. —Inmediatamente me sentí culpable por lo que había dicho. Justin me había dado un buen rato. Había estado atento durante la recepción. Había hablado y bailado conmigo. Pero era demasiado cercano a Walter como para estar cómoda.
—Me honra la territorialidad —dijo Brooke—. Pero si no estás interesada en él…
¿Qué? ¿Qué iba a hacer si ya no estábamos durmiendo juntos? ¿Ir detrás de él?
—No estoy interesada en él —dije, aunque las palabras no sonaban del todo bien. Bajo otras circunstancias, si no estuviera en la búsqueda de perder mi virginidad con un chico que nunca volvería a ver, pudiera haber estado interesada en él. No, definitivamente estaría interesada en él—. Pero sería incomodo…
— ¿Si él y yo estamos juntos? —Terminó la frase—. Eso está bien. Hay muchos otros chicos a bordo, y es divertido tener a alguien con quien pasar el rato.
Estaba increíblemente aliviada de escuchar eso. Realmente me sentiría más cómoda si Justin no estaba con nosotras, dado que podría sentirse obligado a hacer lo que Walter le pidiera, y cuidarme. Para nada quería que me estuvieran cuidando. Quería ser salvaje y tener algo de diversión desinhibida.
—Entonces, ¿tienes planes para el día? —le pregunté.
—Seguro que sí. Planeo encontrar algunos hombres para que sus manos vaguen sin control sobre mi cuerpo. ¿Quieres venir conmigo?

#Hola
Como ven acabo de subir una mini maraton para disculparme por la tardanza si quieren mas mini maratones tendran que pasar de los 100 comentarios :) las adoro gracias por leer xoxo ♥ recuerden leer the boy behind the posters http://www.twitpic.com/9p5xb8