Capitulo #17


*

— ¿Qué es eso?— dije casi en un grito al verla salir de la habitación
—Wow…— dijo sorprendida — ¿Sabes? No es lindo usar esa “expresión” cuando una chica se arregla solo para ti— hablaba indignada.
—Lo siento— me disculpé —Te vez hermosa— sonrió y acomodo su cabello ahora con grandes ondas. —Pero no me gusta que otros miren lo que es especial para mí— trate de hablar con mas tacto… pero no funciono.
—No me cambiaré— aclaró —Que no te pase ni por la mente.
—Entonces asegúrate de que nadie observe ese vestido rosa— sentencie señalándola con mi dedo índice. —Si no, no respondo por lo que le pueda hacer al que se atreva a mirarte. 

*

—Amo cómo se te ven los pantalones ajustados…— dije rompiendo el silencio con el que bajábamos las escaleras. Además estaba siendo sincera tenía una visa increíble desde donde iba. Escuche su risa por lo bajo y volteo a verme. Sonreí y subí los hombros. —También ten cuidado de quien te mira— pasó su mano por mi cintura y beso mi mejilla.
Llegamos al piso de abajo y me sorprendí con lo que me encontré… Más bien con quien. Al ver a la pelirroja frente a nosotros, volteé a ver a Harry pidiendo una respuesta. 
— ¿Nos vamos?— pregunto y sin dejarme responder siguió —Jennifer y Jared están en su habitación— La pelirroja me miro de arriba abajo despectivamente antes de subir las escaleras. Quería reír a carcajadas, pero Harry me mataría si lo hiciera. 

— ¿Por qué me odia?— pregunte una vez en el auto
—No lo sé.
—Tienes que saberlo Harry es tu “mejor amiga”— hice comillas con los dedos.
— ¿Por qué las comillas?— rió
—Porque solo tengo una teoría de su estúpido odio hacia mí y eso implica que ella no te ve como “mejor amigo”— volteo a verme y seguía riendo.
—Estás loca.
—Eso espero— sonreí —Espero estar loca e imaginar porque si es verdad le arranco cada uno de esos teñidos cabellos.
—Hey ya…— tomo mi mano —Ya dejaste claro que estás loca.
— ¡Harry!— le reclame.
—Es juego hermosa.

— ¿Qué se te perdió?
—Sigue caminando— no teníamos ni diez segundos y ya estaba a punto de golpear a alguien. 
—Te lo dije—me reclamo.
—Harry entonces deja de mirar a los demás y mírame a mi— lo abrace. 
—Otro imbécil— me fue imposible no reír. —Hazle saber que no por ser tu “mejor amigo” tiene derecho a mirarte— carcajeé. 
— ¿Por qué yo?
—Porque si lo hago yo será a mi manera y no quiero que estés detrás de mi reclamándome— sonrió hipócritamente y rápidamente quito la sonrisa reponiendo esa mirada de Mírame y te arranco los ojos.
—Celos innecesarios— pase mis brazos por su cuello. —Christian tiene novia y ninguno de los demás se me acercaría— bese sus labios —Si temían hacerlo cuando no estaba contigo, ahora con mayor razón se guardaran sus invitaciones.
—Eso espero— me acerque para besarlo pero unas llaves se interpusieron en mi camino.
—Para ustedes la habitación principal…—agito las llaves. Harry rodo los ojos al mismo tiempo que me soltaba y yo entre risas golpeé a Christian.
— ¡Feliz cumpleaños!— lo abrace efusivamente
—Gracias— respondió sonriente. —En el jardín hay más sillones y menos gente— me guiño un ojo —Ya vengo.
—No se lo dijiste…— hablo Harry en mi oído y reí.
—Vamos a fuera— tome su mano y lo guie hasta el jardín.

Llegamos al jardín y estaban Chad, Ryan, Jake y Tamara platicando animadamente. 
— ¡Smith!— corearon los tres chicos al verme pero parecieron inseguros de acercarse al ver a Harry. Volteé a verlo y disimuladamente pregunte un “¿Puedo?”
—Como si fueras a obedecerme si te digo que no.

—Vamos
—N…
—No me gusta— lo interrumpí completando la oración que seguramente diría.
—Exacto— me apego aun más a él.
—No te gustan las fiestas, no te gusta bailar, no te gusta el color rosa— enumere con los dedos —No te gusta nada de lo que me gusta— reímos.
—Pero me gustas tú…— sonrió —Eso sobrepone lo anterior ¿no?
—Un poco— corte la poca distancia que había entre nosotros para unir nuestros labios.


Capitulo #18


—No tardes— pasó sus brazos por mi cuello atrayéndome hacia ella.
—No tardaré. — le confirme uniendo nuestros labios.
—Son unos dramáticos. — interrumpió Christian. Tamara rio. —Ira al baño por menos de dos minutos y se despiden como si no fueran a verse por días.
—No te metas— riendo lo golpeó una vez mas ________.
—Déjalos entrometido— dijo Tamara antes de llevárselo seguramente a la pista de baile improvisada. La cual ahora teníamos enfrente. Por más que me había negado ________ me había hecho entrar a la casa.
Atrape su labio inferior suavemente, mientras que ella hacía lo mismo con mi superior. Rosaba mi lengua con sus labios pidiéndole la autorización aun que claramente no la necesitaba. Entre abrió los labios permitiéndome que ambos miembros bucales se declararan una guerra. 
—Te acompaño— susurro entre besos. 
—No— reí —Aquí no— bufo con fastidio y volvió a cortar la distancia entre nosotros. —Vamos a casa— tres horas ahí ya había sido más que suficiente. Di que si, Di que si. Mordió su labio inferior y me miro risueña.
—Me despediré de Christian y te espero en el auto. — una vez más beso mis labios antes de perderse entre la multitud.
Subí corriendo las escaleras, corriendo entre comillas ya que era difícil subirlas con tanta gente en ellas. Caminaba tratando de recordar las indicaciones de Christian para llegar al baño hasta que finalmente lo encontré, mire hacia la ventanilla de arriba de la puerta y el foco estaba apagado. Entre. 

Termine de lavar mis manos y me di la media vuelta para secarme y justo cuando tome la toalla blanca la luz se apago. 
—Mierda— dije en un susurro al creer que la luz se había ido. Pero no era asi ya que la música seguía sonando fuertemente, al igual que las risas y gritos de los presentes.
Di dos pasos tratando de acercarme a la puerta o tan siquiera al lavabo y asi poder llegar a la puerta. Ya que era una oscuridad total. A lo mucho entraba poca luz por la ventana de arriba pero aun asi no lograba ver nada.
Toque la perilla de la puerta, pero un par de manos se posaron en mi abdomen. Estas subieron y bajaron lentamente, cosa que hizo que me relajara.
—Dijiste que me esperarías en el auto— no hubo respuesta por su parte más que un par de besos en mi cuello. Decidí seguirle un poco el juego. 
Comenzó a empujarme lentamente hasta que choque con el retrete, donde me hizo sentarme. Esperaba que se acercara, era tan molesto no poder verla. Estaba por pararme cuando el sonido de un zíper me hizo quedarme pegado al “asiento”. Sentí sus manos en mis hombros y seguido se sentó en mis piernas. Me integre al juego, puse mis manos en su cintura ahora desnuda y hundí mi rostro en su cuello. — ¿Cambiaste de perfume?— pregunte antes de hincar mis dientes sobre su piel. 
Sus manos se enterraron en mi cabello empujando mi cabeza hacia atrás, sentía sus besos sobre mis mejillas, frente, labios. Trate de alcanzarla para poder besarla pero bajo por mi mandíbula hasta mi cuello. El contacto de su lengua con mi piel me hacia erizarme por completo. Tironeaba de mi playera asi que decidí ayudarla alzando mis brazos. Recorría cada centímetro cuadrado de mi pecho, mientras seguía jugando conmigo, provocándome besaba la comisura de mis labios y justo cuando intentaba besarla se corría.
Finalmente la tome del cuello y la atraje hacia mi uniendo salvajemente nuestros labios. Rápidamente me separe de ella. Al sentir el sabor del alcohol… ¿Alcohol? -¡Joder Harry! ¡Hasta ahora te das cuenta!- Su sabor, su olor, sus besos incluso la textura de su piel, su tamaño y su peso ¡Todo era diferente! Mierda ella no era ___________.

Capitulo #19


Llegue al auto, deje la chaqueta de Harry en el techo y me recargue en la puerta ya que no le había quitado las llaves y tenia seguro.
— ¿________?— volta al escuchar mi nombre… Aaron.
—Hey— dije seria y regrese mi mirada hacia la puerta. Como si mirarla fijamente hiciera que Harry apareciera por ahí. 
— ¿Qué haces afuera?— busco entre las llaves el control de la alarma de su auto y lo presiono, seguido de eso el auto chillo dos veces.
—Ya nos vamos— hable en plural haciéndole entender que Harry estaba aquí. 
— ¿Tan temprano?— miro el reloj en su muñeca
—Si— hice una mueca —Estoy algo cansada.
—Que lastima— subió los hombros —Nos vemos lu…— su teléfono comenzó a sonar, me sonrió antes de darse la media vuelta para responder.
Ya habían pasado más de cinco minutos y Harry no llegaba. Tome la chaqueta y la colgué en mi brazo, entraría a buscarlo. Tal vez se había perdido la casa de Christian era lo bastante grande como para hacerlo.
Subí las escaleras para ir hacia el baño, llegue a este y mire hacia arriba la luz estaba apagada. Señal de que estaba desocupado. 
Abrí la puerta y encendí la luz. Al hacerlo me encontré con un par en una situación para nada cómoda, al menos para mí no. Rápido baje la cabeza.
—Lo siento lo siento— repetí y cubrí mis ojos —La luz estaba apagada y pensé que… — finalmente reaccione, finalmente mi cerebro proceso las imágenes que había visto, finalmente deseé no haberlo hecho, deseé no darme cuenta pero ya era muy tarde.
Cerré los ojos con todas mis fuerzas, rogando abrirlos y encontrarme con un baño vacio, o encontrarme a Casy Stoner sobre otro chico que no fuera mi novio… De nada sirvió.
—Debiste tocar la puerta.
—…Y tu mama debió haber abortado— Cruel… Lo sé. 
— ¡________! Yo…— Negué con la cabeza antes de darme la media vuelta para salir corriendo de la casa. 
Las lágrimas claramente no se hicieron esperar. No, no y no ¿Qué se supone que haría ahora? No podía ir a casa de Christian porque ahí seguía Harry, No podía ir a casa de Harry porque ahí vive Harry y simplemente no podía ir a casa de mi madre a escuchar un “Te lo dije”… Y lo principal ¿En qué mierda me iría?
Salí de la casa y cuando quise limpiar mis lágrimas recordé que aun traía su chaqueta, la cual no dude tirar en el suelo.
Con brusquedad limpie las lagrimas pero estas en segundos eran remplazadas por nuevas. No ponía atención por donde caminaba cuando choque con alguien quien casi me tira al piso.
—Lo siento…— le dije al momento de que me atrapo librándome de un fuerte golpe.
—No te preoc… ¿Qué te sucede?— vio mis lagrimas.
—Nada— intente liberarme de sus brazos pero no me dejo
— ¿Estás bien?— pregunto 
— ¿Lo parezco? — Pregunte irónica —Suéltame ya.
—Espera… ¿Puedo ayudarte en algo?
—No— me soltó. —Espera… si puedes.

Capitulo #20


— ¿Me vas a contar que te pasa?— pregunto abriéndome la puerta del auto.
—No Aaron— rodé los ojos y subí al auto —Solo vámonos ya por favor.
—Como tú digas. — sonrió y rápidamente rodeo el auto para subir del lado del piloto.

— ¿Y Styles?— pregunto rompiendo el silencio. Una lágrima se deslizo pero rápidamente la limpie. 
—Te agradecería que dejaras de hacerme preguntas— dije sin siquiera voltear a verlo. Seguía con mi mirada hacia la ventana.
—Lo siento, solo que no te vez bien y el auto de él estaba afuera ¿Se enojaron? — rodé los ojos, estaba por decirle que me bajara ahí cuando mi celular vibró. La pantalla indicaba que era Harry quien llamaba. Incline la cabeza haciendo que mi cabello cubriera mi rostro ya que no podía resistir más y las lágrimas tomaban sus propias decisiones. Me debatía en desviar la llamada o solo no responder. Me decidí, solo no respondería. Guarde de nuevo el celular en mi bolso y disimuladamente limpie las lágrimas de mi rostro.
— ¿Que ha sido tan malo para que derrames lagrimas por él?— volteé a verlo sorprendida. No esperaba que se diera cuenta. —Te conozco muy bien ¿recuerdas? — tomo mi mano y la soltó dándome mi espacio, acción que agradecí inmensamente.
—No tiene importancia— susurré y una vez más regrese mi mirada hacia la ventana.
Afortunadamente no pregunto más y tampoco el celular vibro más.
—Aquí — le dije señalando.
— ¿Qué?— dijo más que sorprendido 
—Que aquí está bien, aquí déjame— aclaré. Ya que podía ser malinterpretada.
—No te dejare en este hotel de cuarta— dijo con repulsión. De hecho yo no estaba muy contenta pero digamos que no traía el efectivo suficiente para uno mejor y no traía mi cartera.
—No te estoy preguntando si me dejas quedarme o no…
—No sé qué mierda te hizo Styles, pero yo no te dejo aquí— me interrumpió y continúo conduciendo. —Tú casa o la de Styles— pero que magnificas opciones me dio.
—Regresa al hotel— dije cruzándome de brazos —No iré a ninguno de esos dos lugares.
— ¿Entonces?— exhalo con fastidio —Ni pienses que te dejare en uno de esos lugares—se refería al hotel, no respondí. —Bien ¿no elegirás alguno?— negué con la cabeza. —Perfecto. — rodo los ojos y volvió a mirar el camino.

—Gracias por nada Aaron— dije cerrando con fuerza la puerta del auto, odiaba que hiciera eso.
—Aun sigo detestando que hagas eso— dijo como si leyera mentes.
—Da lo mismo— acomode mi vestido antes de comenzar a caminar por la calle.
— ¿A dónde crees que vas?— pregunto retóricamente
—No voy a quedarme en tu casa, iré a buscar un hotel— seguí caminando y un fuerte viento me hizo temblar y enmaraño mi cabello. Maldije con ganas de tirarme al piso y llorar hasta quedar seca.
—No seas ridícula y entra ya— me gire y lo vi caminando hacia la puerta. ¿Qué más haría? No tenía a donde ir... una vez más. Tal vez no había sido del todo bueno vivir con Harry.

Tenía ya mucho tiempo de no entrar a la casa de Aaron, muchos recuerdos llegaron a mi mente haciéndome estremecer aun mas que el frio viento de afuera. 
—Dormirás en mi habitación— dijo mientras subíamos las escaleras —Toma de mi armario la ropa que necesites, yo estaré en la sala. — abrió la puerta y se hizo a un lado para que entrara.
— ¿No saldrás?— pregunte ya que apenas llego a la fiesta y lo hice regresar. 
—No— negó con la cabeza —Cámbiate y si tienes hambre baja.
—Quisiera ducharme…
—Pues hazlo— dijo obvio, me sonrió y salió de la habitación.
Apenas se cerró la puerta y me desplome en la cama, en automático las lágrimas brotaban como si no tuvieran fin. ¿Cómo podía haberme hecho eso? ¡Y con Casy! Tal vez yo me había equivocado en el pasado pero eso no le daba el derecho de acostarse con cualquiera… y mucho menos con mi peor enemiga. Me dolía el pecho. Era el mismo dolor que me había atormentado cuando Harry había dicho que no quería volver a verme. La herida que se había cerrado ahora se había abierto y peor que la última vez. ¿Por qué Harry?… era lo único que podía susurrar entre llanto. ¿Por qué siempre había algo? Siempre había algo o alguien impidiendo lo nuestro. ¿Por qué? ¡Joder!

Haciendo un gran esfuerzo me puse de pie y camine hacia el closet, tome una playera y un short. Lo deje en la cama antes de entrar al baño. 

Después de una larga ducha salí y coloque cada prenda en su lugar, solo batalle un poco con el short ya que lo ponía en su lugar pero parecía que este prefería estar en mis tobillos. Me los quite y busque otros que trajeran cintilla para poder ajustármelos. 

Termine de cepillar mi cabello, mire el reloj que estaba en la cómoda de al lado de la cama. Una de la madrugada. Dos golpes en la puerta me hicieron sobresaltarme. 
—Pasa— dije suponiendo que era Aaron.
—Traje pizza— dijo entrando con la caja —Pero tardaste mucho y ahora esta fría— rio haciendo una mueca graciosa.
—Es mejor fría— me senté en la cama.
— ¿Me invitas a cenar?— mordió su labio inferior con nerviosismo. 
— ¿De qué es la pizza?— lo mire con ojos finitos 
—Pepperoni y queso extra— sonrió confiado —Tu favorita.
—Entonces si puedes quedarte— ambos reímos.
Comenzamos a platicar, en momentos lograba distraerme lo suficiente haciéndome olvidar todo. Pero de un momento a otro la imagen del baño nublaba mis pensamientos, atiborrándome de unas inmensas ganas de llorar y llorar. ¿Aaron lo sabría? ¿Aaron sabría que su novia estaba desnuda sobre mi semidesnudo novio? 
—Aaron…
— ¿Si?
—Tú sigues con Casy ¿cierto?— me atreví a preguntar
—No
— ¿No?—
—No— respondió como si nada dando una mordida al trozo de pizza
—Y… ¿Se puede saber por qué?— pregunte disimuladamente
—________— suspiro —Me di cuenta de que ella solo me quiso por alejarme de ti— negó con la cabeza mirando hacia abajo —Y para ser sincero…— se acerco un poco a mi —…Jamás pude olvidarte— sentí mis mejillas arder, en estos momentos no tenía ni la menor idea de cómo reaccionar. —Te sonrojaste— dijo sorprendido y rio mientras acariciaba mi mejilla.
—Déjame— me cubrí riendo
—No sabes cuánto envidio a Styles— tomo mi barbilla para mirarme a los ojos -...saber que esos labios fueron míos— los delineo con suma delicadeza y mis ojos en automático se cerraron —...Y que deje que ahora otro se adueñara de ellos— sus caricias bajaron por mi mejilla hasta mi cuello y de un momento a otro sus labios estaban sobre los míos.
Lo hacía con inseguridad, con temor a mi reacción. Y por más que mi conciencia gritaba “Detente, Detenlo” mis brazos la ignoraron y pasaron por su cuello formando con mis manos un nudo en su nuca. 
Solo escuche el sonido de la caja de la pizza al caer en el suelo y sin separarme de sus labios me hinque en la cama para hacerlo recostarse y acomodarme sobre él.