Capitulo #13


—Por qué no mejor regresa a su casa y mañana en la mañana le digo a ______ que vino a buscarla y ya que ella le llame— me paré a un lado de la puerta esperando a que saliera.
—Se que hablo muy claramente y puedes procesar lo que te estoy diciendo— articulo como si fuera un completo estúpido al que le hablaba -Respira, tranquilízate, respira. —Y no te conviene hacerme enojar, ella es menor de edad, fácilmente irías a prisión. — carcajee ante su estúpida amenaza.
—Mire— conté internamente hasta diez, ya que no dejaba de ser la madre de ______ —Yo no tengo aquí a nadie a la fuerza. Ella el día que quiera puede tomar sus maletas e irse con usted, pero dudo que eso suceda— dije burlonamente y su rostro se pinto de rojo. 
— ¡Escucha muy bien lo que te voy a decir! — dijo ya más que enojada señalándome con su dedo índice.
—…Ten mucho cuidado con lo que vas a decir— la voz de _______ venia desde las escaleras.
— ________ que bueno que estas aquí, trae tus maletas y vámonos.
— ¿Quién te dijo que estaba aquí? — dijo con una enorme frialdad. Era sorprendente lo duro que podía hablarle. Yo ni en sueños había sido capaz de hablarle asi a mi madre.
—Eso no importa—
— ¿Quién te dijo que estaba aquí? — repitió bajando las escaleras.
—Christian… pero ya hablaremos en la casa— mi cuerpo se tenso, ahora si me tocaría ajustar cuentas con el imbécil de Christian.
—No gracias, mira ya es tarde y hay niños dormidos que te parece si te visito un día de estos, claro si tienes tiempo— prácticamente la corrió. —Revisa tu agenda tal vez tengas algún espacio en algunos… ¿Dos meses?
— ¡_______! — dijo en un tono de impresión.
—Vete por favor. Deja de fingir que te intereso.
— ¡Claro que me interesas! Lo estoy haciendo por ti, esto es... Es ¡un error! Tú no puedes salir y mucho menos vivir con ¡él! — me señalo una vez más.
—Si puedo. Es mi novio y lo amo— esto sí que subía mi orgullo
—Pero el jamás...
—Basta— no la dejo terminar. La verdad quería que la dejara hablar quería saber lo que detestaba tanto de mi. Además de que tenía que mantener a mis hermanos, mi ausencia de padres, mi forma de vestir, mi vehículo y… está bien prácticamente me odia por completo.
—Piénsalo— acomodo su saco — ¿Que te puede ofrecer este? —eso si me ofendió. Yo podía ofrecerle mucho más que cualquiera.
—Cariño, aprecio... Un verdadero hogar— esta vez yo hablé —Tal vez no puedo darle muchos lujos— baje la mirada pero ________ tomo mi mano —Pero puedo asegurarle que aquí estará mejor que en cualquier lugar. 
—De amor no se vive niño tenlo bien presente— dijo con repulsión —Prepara tus maletas, no te quedaras por mucho aquí— salió de la casa y la puerta se cerró tras de ella.

—Perdóname, discúlpame, lo siento...— su voz era amortiguada ya que se hundió en mi pecho abrazándome.
— ¿Porque te disculpas? —reí
—Mi madre...
—Hey... Tranquila, nadie elige a su familia— soltó una pequeña risa. 
—Estúpido Christian— murmuro y concorde con ella.
—Ya me arreglare con el mañana— afine mi mirada y ________ ahogo un grito.
— ¡No! Déjamelo a mi yo me encargare del bocón ese.
—Ya veremos mañana, el primero que lo vea se arregla con el— tome su mano y la entrelace para después guiarla a las escaleras. Ella subía un escalón atrás de mi cuando pregunto
— ¿Un verdadero hogar?
—Para mi somos una familia, algo extraña... — me golpeo jugando —Solo bromeaba— me retracte y me detuve para que me alcanzara y pase un brazo por sus hombros.
—...Muchos hijos— dijo y valla que me sorprendí —Yo quiero tener muchos hijos— hablaba pensativa, seguramente imaginaba. 
— ¿A cuántos te refieres por muchos? — no me aterraba la idea de ser padre, ya que prácticamente desempeñaba ese papel con Jennifer y Jared. Lo que me aterraba era que ______ quisiera formar todo un ejército. ¡Y seguramente de niñas! No puedo ni imaginarme la cantidad de vestidos que tendría que comprar, habitaciones de rosa por pintar y novios a los cuales espantar. 
—Tres... Tal vez cuatro o hasta cinco— sonrió —Quiero la casa siempre llena y que cuando seamos viejitos— no había mas que ilusión en su rostro —Las cenas y reuniones sean grandes festejos, con nietos y hasta bisnietos— ella simplemente quiera una familia.
— ¿Te imaginas? A nosotros de viejos— carcajee.
—Peleando cada cinco minutos— ambos reímos.

*

— ¿Eres estúpido o te haces?
— ¡Harry en qué quedamos! — reproche.
—Yo lo vi primero, yo me encargo de el— se saco la chaqueta y la lanzo en el césped, me puse en medio ya que casi se le lanza encima a Christian.
— ¡Yo lo vi primero! — Era verdad —Hasta te dije ahí está Christian yo me encargo.
—Si son adorables sus discusiones ¿Ya me puedo ir? — dijo Christian con ironía y fastidio.
— ¡No! — gritamos Harry y yo al unisonó haciéndolo sobresaltarse un poco. Ambos reímos como viles brabucones. Al menos Harry ya lo era.
—Llegare tarde a algebra— reclamo y obviamente no estaba en posición de hacerlo.
—No, ________ y yo llegaremos tarde a algebra… ¡Tú no! Con suerte y en una semana podrás volver a clases o al menos ponerte en pie.
— ¡Basta Harry!
— ¡Quiero que lo intentes idiota!
— ¡Christian cállate!
— ¿Que lo intente? ¡Já! mejor cállate si no quieres que te desfigure.
—Saben que asi no se puede— me dejé caer en el césped, crucé las piernas como indio y también cruce mis brazos. —Cuando terminen de decirse cosas me avisan.
Capitulo #14


Ambos se miraron a los ojos con total ira. Respire profundamente. 
— ¿Cómo se entero mi madre de que vivía en casa de Harry? — pregunté después de permanecer unos segundos en silencio.
—Yo le dije.
—Y quién demonios te pidió que lo hicieras— reclamo Harry. Yo solo lo ataque con la mirada y cerro la boca.
—Estaba preocupada, además pensaba llamar a la policía y reportarlo como secuestro— explicó.
— ¿Preocupada? — carcajeé.
— _______ lo siento ella sabía que yo tendría que saber dónde estabas viviendo no pude decirle que no. Además creí que era lo correcto. No solo para ti también le salve el pellejo a este y mira como agradece.
—Imbécil— dijo Harry dándose la media vuelta —Como si necesitara tu jodida ayuda.
— ¡Harry! — le llame de nuevo haciéndolo callar.
—Creo que deberías de regresar a tu casa...
—Tú crees muchas cosas eh— una vez más Harry con su “dulce” tono de hablar.
—Christian por favor no le des información de mi y mucho menos de Harry, tu sabes que a mí me pone mal vivir en esa casa. No es buena nuestra relación y lo sabes de sobra. De todos modos si no vivo con Harry buscaré un hotel o algún lugar— ambos palidecieron
—Ni lo pienses— dijeron al unísono, al menos tenían algo en común.
—Ya, Ya—repetí tranquilizándolo —Entonces por favor sea lo que sea que te pregunte mi madre no le respondas ¡nada!— lo señale —Ya vámonos o no nos dejaran entrar.
Afortunadamente aun no tocaba el timbre, Christian tomo su mochila antes de entrar al edificio. Espere a que Harry se acomodara la chaqueta. Gustosamente ya que me encantaba como le lucia.

Caminábamos por el pasillo cuando sentí la mano de Harry apoderarse de mi cintura, delicadamente pero a la vez firme.
—Mierda ________… no me gusta que traigas esos vestidos— su aliento en mi oído me provocó cosquillas y me retorcí levemente entre sus brazos.
—No shorts, no vestidos, no faldas— reclamé — ¡Eres peor que el reglamento del colegio!
—No sabes la impotencia que me da ver que te volteen a ver y no poderles partir la cara.
—Creo que tu solo te das cuenta de las cosas que te convienen... — tome su mano.
— ¿A qué te refieres? — pregunto sin entender.
—Mira a la derecha...
— ¿Qué hay? — susurro después de voltear y no encontrar nada sospechoso.
—Izquierda.
— ¿Qué? — dijo aun sin comprender
—Míralas... Todas susurran cuando pasamos— afino la mirada —No soy a la única que ven como un pedazo de carne— volteo hacia otro montón de chicas que secreteaban.
—No entiendo— ¿De verdad no se daba cuenta o fingía? Al pasar nos miraban y Harry había atraído más público femenino al salir conmigo. Era imposible que no se diera cuenta de las estúpidas esas que ahora babeaban por él. —Oh— formo una “o” con sus labios —Creo que entiendo— sonrió y levanto una ceja. 
— ¡Porque sonríes asi!— le reclame y lo golpeé en el estomago.
—Ves lo que se siente— carcajeo.
—Eres un idiota— me cruce de brazos.
—Hey— me abrazo por detrás pero yo seguía caminando, acomodo su cabeza sobre mi hombro —Sabes que a mí solo me interesas tu— mordí mi labio inferior. Me encantaba que dijera cosas asi —Pero aun asi no quiero esos vestidos.
—No empecemos— no quería iniciar una discusión. 

Capitulo #15


Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, no podía soportar más. No era de humanos soportar tanto tiempo eso. -¡Resiste!- me gritaba mi voz interna pero no era posible. No podía más.
— ¡No!— grite cerrando mis ojos y los frote con el dorso de mi mano derecha. Un par de lágrimas rebeldes ante mis indicaciones se asomaron.
— ¡Te lo dije! — carcajeo Harry. — ¡Nadie me puede ganar!— Jennifer reía a carcajadas cubriéndose con sus pequeñas manos la boca y Jared se apretaba el estomago tratando de no reír mas.
— ¡Oh no! ¡Yo te ganaré!— insiste y frote una vez más mis ojos respiré profundamente y una vez más nos pusimos frente a frente. Sus ojos azules abiertos de par en par me miraban divertidamente. Un pequeño soplido me hizo parpadear. — ¡Eso es trampa!— grité indignada y todos volvieron a reír a carcajadas.
—Acéptalo— se recostó en mis piernas — ¡Te gane!
—Me soplaste por eso parpadeé— me defendí, pero era inútil él había logrado estar mucho más tiempo que yo sin parpadear. 
—Jueces… ¿Quién gano?
— ¡Tu!— anunciaron mi derrota al unisonó.
—Está bien—dije cabizbaja — ¡La respiración!— dije haciéndolo enderezarse, los tres una vez más rieron. —Jueces cuenten.
— ¡Uno, dos, tres!— al escuchar el “tres” tome todo el oxigeno posible para llenar mis pulmones y mis mejillas. Harry movía sus cejas tratando de hacerme reír lo estaba logrando, pero si mi competitividad no fuera tan grande lo hubiera logrado por completo.
— ¡________ pareces un tomate!— Jennifer dijo retorciéndose de la risa. No aguante más y solté todo el oxigeno y comencé a reír.
— ¡Dios!— enuncio Harry al mismo tiempo que respiraba agitadamente — ¡Y te volví a ganar!— fruncí mi ceño. Ni si quiera con Piedra, Papel o Tijeras había logrado ganarle — ¿Ahora quien sigue contra mí?— pregunto y de inmediato ambos niños saltaban por ser el siguiente competidor.
Pasamos toda la tarde entre juegos. A pesar de la forma dura de ser de Harry, dentro estaba la persona más juguetona y cariñosa del mundo.

Terminamos de cenar y Jennifer y Jared se levantaron dispuestos a ayudarme a levantar platos. Ya que Harry prácticamente había huido. Mire sobre mi hombro logrando ver el reloj de pared. Nueve de la noche.
—Yo me encargo— les dije —Suban, un baño y a la cama ya es tarde— ambos asintieron con la cabeza y se acercaron para despedirse de mí con un beso en la mejilla. Como siempre salieron corriendo por las escaleras. 
Tome los platos y los hice una pequeña torre, los lleve hasta la cocina tire en la basura los restos que habían en los platos y los puse en el lavabo. Una vuelta más y tome los vasos, y la mesa quedó como si nadie hubiese comido ahí.

Ya con todo en el lavaplatos ahora si comencé a enjabonar todo. Termine y abrí la llave para enjuagar todo cuando sentí que se apoderaban de mi cintura. Me estremecí levemente y escuche la risa de Harry. 
—Siempre te retuerces asi— susurro en mi odio. ¡Que romántico eh! 
—No me retuerzo, solo los gusanos lo hacen— ambos reímos. Se cambio a mi lado y comenzó a secar los platos que iba dejando en la barra. En menos de cinco minutos los platos y vasos ya estaban secos y en su respectivo lugar. 

Termine de acomodar el ultimo plato y una vez más sentí sus manos en mi cintura. Pero esta vez me giro rápidamente y me alzo para sentarme en la barra. Riendo velozmente pase mis brazos por su cuello. Tenía la cabeza hacia atrás para poder verme ya que había quedado unos cuantos centímetros más alta que el.
—Gracias ________— dijo minándome a los ojos en los cuales gustosamente me perdí. —Gracias por estar con nosotros— una de sus manos subió para acariciar mi mejilla.
— ¿Es broma?— reí y ahora yo acaricie su mejilla. —Gracias a ti por hacerme sentir como en una familia, por darme ese cariño.
—Te amo— susurro antes de unir nuestros labios de la manera más dulce existente en la Tierra. 
—Te amo más— dije separándome solo milímetros de sus labios —Y en eso si no me ganas…— sus manos se fijaron en mi cuello y me atrajeron una vez más a su boca

El beso iba tomando poder conforme los segundos pasaban, cosa que no me molestaba en lo absoluto. Me dedicaba a jugar con su nuca mientras que el acariciaba mi espalda por debajo de la blusa. 

Nuestros labios se movían a un perfecto compás, no había nada que me gustara más que esto, por nada del mundo cambiaria sus labios, por nada del mundo cambiaria estos momentos.

Capitulo #16


Sus manos subían y bajaban por mi espalda, haciéndome temblar bajo sus caricias. 
Yo seguía jugando con su cabello, pero también quería tocar su piel. Me separe de sus labios y resistí mi deseo de regresar a ellos ya que el grosor y el tono que se habían apoderado de ellos los hacían aún más deseables. Tome el borde de su playera y sin más ni menos la levante, en automático alzó los brazos dejándome sacar la en estos momentos estorbosa playera. Mis manos fueron a su pecho, sus manos a mi cintura y sus labios a los míos.
—Harry— jadeé entre besos. 
—Eu— dijo rápidamente para regresar a mis labios.
—Estamos en la cocina.
— ¿Y?
— ¡Harry! — El sabía perfectamente a que me refería. Reproche y el gruño. Pero no será una situación “cómoda” el que alguno de los niños bajara y nos encontrara... Bueno tan solo de pensarlo es terrible. —Mejor vamos arriba— cambie mi tono a uno cien por ciento seductor —Asi no corremos tanto riesgo de que nos interrumpan— los ojos de Harry brillaron de deseo y en dos segundos ya corría por las escaleras conmigo en brazos.

Su cuerpo se amoldo a la perfección con el mío al recostarme sobre la cama, me dedique a observar su rostro centímetro por centímetro. Era perfecto. Acaricio mi mejilla haciéndome reaccionar, ambos nos miramos y reímos.
—Eres hermosa— al parecer el también me observaba con detenimiento. Sentí mis mejillas arder. Pero pase mis manos velozmente por su cuello atrayéndolo a mis labios y evitar que se diera cuenta de lo que había provocado.

Dejaba un camino de besos, bajo por mi mandíbula hacia mi cuello, un hormigueo me recorrió por completo al sentir su lengua en contacto con mi piel, bajaba por mi clavícula hasta la loma de mis pechos, a estas alturas mi blusa junto con mi short y su pantalón ya estaban en algún lugar del piso. Sus besos seguían bajando y por ende mi espalda se curvo. Momento perfecto para deshacerse de mi última prenda.
Ahora solo una capa ligera de sudor cubría nuestros cuerpos haciendo más delirante el roce de piel contra piel.
Una de sus manos se deslizo por mi cadera hasta mi pierna, la tomo haciéndome levantarla y acomodarla sobre su espalda dándole un mejor acceso a mí.

Clavaba mis uñas en su espalda y mis dientes en su hombro señal de que estaba por terminar. Tal vez quedarían un par de marcas, pero era eso o que todos los vecinos nos escucharan.
—No seré el único marcado…— jadeo entrecortadamente al recostarse sobre mi pecho. Hundió su rostro en mi cuello dispuesto a dejar una enorme marca.

…

— ¡Por favor!— implore por enésima vez —Solo será un rato.
—Si tú quieres ir ve. — dijo serio, ¡Mierda! Como odiaba que se pusiera asi.
—Sabes que si tu no vas yo no iré— me giré, cruce los brazos y enfoque mi mirada al televisor. Levanto su brazo y lo paso por mis hombros pero rápidamente me hice a un lado, haciendo que su brazo callera.
—No te enojes— dijo riendo —Ya sabes que no me gustan esas cosas y ni siquiera me agrada Christian ni yo a él como para aparecer en su casa— no emití sonido alguno, seguía mirando la tv. —Ven— me tomo por la cintura y me atrajo a él.
—Sabes…— quite sus manos —Yo si iré— me puse de pie y solo me acerque para darle un beso en la mejilla. —Iré a arreglarme— sus ojos estaban a punto de salirse, no esperaba eso.
— ¿Iras?— se puso de pie 
—Si— sonreí —Dijiste que si quería ir fuera, no me voy a perder el cumpleaños de mi mejor amigo— Me di la media vuelta y corrí hacia las escaleras. En realidad iría, no faltaría solo porque Harry es un aburrido al que no le gustan las fiestas. 
— ¡Hey!— escuche que me llamaba y después sus pasos detrás de mí.
— ¿Si?— hacia todo lo posible por ocultar mi sonrisa victoriosa
—Iré— afino la mirada —Pero solo un rato ¿Queda claro?— sonreí enormemente y me lance a sus brazos.