Madness Of Love Capítulo 42♥


Narra Zayn.

Allí estaba yo; en la cama del hospital tumbado sin nadie con quien hablar. Encendí la televisión e hice un poco de zapping. A los minutos, la volví a apagar ya que no había nada interesante. Ahora mi mente no hacía nada más que pensar en ella; Laura. Solo imaginarme lo mal que lo pasó anoche por mí me entran ganas de salir corriendo de aquí y abrazarla. Por otra parte, me dolía, me dolía que no hubiese confiado en mí era su novio…o lo soy…no lo sé la verdad. La puerta de la habitación se abrió sacándome de mis pensamientos. Era una enfermera, bastante joven, me atrevo a decir que de unos 20 años. Se acercó a mi con unas vendas y  varios utensilios que no se muy bien identificar. Su pelo era largo y con reflejos rojizos, aun así su color predominante era marrón chocolate. Llevaba la típica bata blanca, un poco más corta que las demás enfermeras.

-Hola-La saludé amablemente
-Buenos días Zayn-Respondió con una sonrisa amable en su rostro.-Vengo a curar y desinfectar las heridas, puede que te duela un poco-Me advirtió
-Tranquila, soy un chico fuerte- Observé como preparaba los utensilios-Te llevarás un rato, tengo bastantes- Reí vagamente
-Lo sé, después del coche que tuviste no podrías salir ileso-
-¿Sabes que me pasó?- Pregunté confundido.
-Sí- Afirmó-Tengo que informarme sobre los pacientes antes de tratarlos- Abrió un bote de crema-Te voy a juntar esta crema por los hematomas, quítate la parte de arriba del pijama-
-Está bien- 

Le hice caso y me lo quité. Me daba algo de vergüenza la verdad, aunque mi cuerpo es digno para mostrarlo. En el pecho tenía varios hematomas y también varios arañados. Con sus dedos, esparció la crema sobre estos. No dolía aunque sí, estaba bastante fría como un helado. Al cabo de unos minutos, terminó de cubrir con crema los hematomas. Ahora toca las heridas. Comenzó por la que tenía en el hombro, he de reconocer que era bastante profunda. Con un algodón limpio el exterior y luego fue dando pequeños toques sobre esta. Esta vez, en comparación con la crema, sí que me quejé un poco. No sabéis lo que dolía y escocía eso.

-¿Ibas bebido cuando conducías?- Me preguntó. Creo que vio mi cara de dolor y lo hizo para despejarme un poco.
-No, no iba borracho-Negué levemente con la cabeza-Tuve una pelea con mi novia, me cabreé, y no miré por donde iba-
-Vaya, lo siento mucho-Hizo una mueca con sus labios mientras seguía curando las heridas-Seguro que todo se soluciona con esa chica-
-Yo no estoy tan seguro-Dije-Además, tampoco sé si quiero perdonarla-
-Pues entonces, veo que fue una pelea fuerte y ella es la causante ¿me equivoco?-
-No te equivocas-Nos quedamos varios segundos sin hablar-Pensó que estaba embarazada, se hizo el test y no confió en mi a la hora de contármelo-
-Joder…ahora te entiendo.-soltó una leve risita-Aunque al ser yo una chica y poniéndome en su lugar, entiendo por una parte que te lo ocultara. Ya sabes, hay muchos chicos que reaccionan mal cuando se enteran que su chica puede estar embarazada. No estoy diciendo que tú fueras uno de ellos-
-Pero podría haber confiado en mi, en una pareja la confianza es fundamental-Me interrumpió
-A veces, el miedo vence a la confianza y nos dejamos llevar, eso es lo que le ha ocurrida a esa chica.-Siguió curándome las heridas-Yo soy española, quizás me lo hayas podido notar un poco en mi acento y estoy aquí por amor.- La miré curioso esperando a que siguiera hablando-Mi novio, es de aquí pero estuvo estudiando en Barcelona en la misma universidad que yo. Cuando terminamos la carrera, él se marchó de allí y me propuso que me viniera con él aquí. Al principio me pareció una idea muy loca y llegó ese día en el que él se fue. Yo me quedé allí en Barcelona, los días pasaban y pasaban y cada vez me daba cuenta que lo necesitaba más que a nada. Puede parecer un poco superficial pero lo quería, lo quería mucho. Una mañana, hablé con mis padres y le dije que me iba a ir a Los Ángeles, mi madre se lo tomó mal pero mi padre me apoyó. Le dije que no hacía falta que me pagaran nada, que conseguiría un trabajo y me pagaría todo. Y mírame, aquí estoy con el chico al que quiero y todo porque arriesgue. Arriesgue todo y quien no arriesga no gana.-

Joder, vaya historia. Me quedé sin palabras, a lo que  tardé varios segundos en responder.

-Es una historia muy bonita. Me alegro que hayas tomado ese vuelo, no soportaría que me tuviese que curar esa enfermera mayor con cara seria-
-Es mi jefa-soltó una leve risita-Parece que ya te he curado todas las heridas. Ha sido un placer hablar contigo Zayn. Solo quiero decirte que perdones a esa chica, todos nos merecemos segundas oportunidad, recuerda que solo se vive una vez- 
-Gracias, pero no me has dicho tu nombre- 
-Lucía, me llamo Lucía- Sonrió-Pronto pasará la enfermera con cara seria para darte el alta.-Ambos reímos ante su comentario-Ha sido un placer conocerte Zayn-
-Igualmente Lucía- Observé como salió de la habitación.

A los pocos minutos, efectivamente, entró la enfermera con cara seria. Cuando la miré, recordé la conversación con y me reí, ella me miró con su cara seria a lo que intenté borrar la sonrisa. Me hizo firmar unos papeles, y me dijo que me podía ir. Miré, en una de las bolsas para buscar la ropa que Kate me había traído. Tengo a la mejor hermana del mundo, se había preocupado por todo hasta el más mínimo detalle. Me levanté con cuidado, he de reconocer que al caminar me dolía un poco la pierna y el hombro, en este último es donde tenía la herida más profunda. Primero, me coloqué el pantalón y luego los zapatos. Fui a ponerme la camisa y alguien abrió la puerta. Apareció ella, al verme sonrió levemente al igual que yo. Había venido, y estaba ahí. Cerró la puerta con cuidado y se acercó levemente. El momento, se podía decir que era un poco incómodo. 

-Veo…-Susurró-Veo que ya estás mejor-Dijo ya con una voz algo más segura, aunque si la conoces como yo, sabes que está muy nerviosa. 
-Sí…-Dije.

Nos quedamos en silencio. No sabía que decir, al igual que ella. Me di la vuelta para coger mi camiseta que estaba en la cama apoyada. La verdad, es que no tenía ni puta idea de como ponerme la camiseta, el hombro no podía levantarlo mucho porque tenía la herida. Hice varios movimientos raros, y fueron en vano.  No podía ponerme la camiseta.

-¿Quieres…quieres que te ayude?- Me preguntó, supongo que al verme tan apurado.
-Si…-Respondí

Me giré hacia ella con la camiseta en mis manos. Me hizo un gesto para que me sentase en la cama y así lo hice. Supongo que para estar a mi altura, aunque Laura es bastante alta la verdad. Yo la estoy mirando a los ojos en cambio ella hace todo lo posible para huir de ellos, no quiere tener ningún contacto visual. Me quita la camiseta de las manos. Primero hace que meta un brazo, el que no tiene la herida, luego meto la cabeza por el hueco. Al sacarla pude ver como estaba llorando, metí con mucho más cuidado el otro brazo y ya tenía puesta la camiseta. Me quedé mirándola y no paraba de llorar, su mirada estaba en un punto fijo. Sin dudarlo dos veces, me levanté de la cama y la abracé. La envolví en mis brazos, cuánto la echaba de menos. Sus sollozos fueron disminuyendo a medida que pasaron los segundos.

-Sh…-Intenté calmarla y me separé cuidadosamente del abrazo-No llores por favor-
-Lo siento- Balbuceó-Siento que hayas pasado por todo esto, siento haberte ocultado lo del posible embarazo, siento que todo haya sido por mi culpa-
-No digas tonterías.- Le limpié las lágrimas con mis dedos pulgares y de paso dejé las manos en sus mejillas, ahora sí nuestros ojos estaban en contacto.-Olvida lo del embarazo es pasado, no te tienes culpar de nada ¿entiendes? El accidente pasó, pues bueno, tuvo que pasar pero lo que no voy a permitir es que te culpes de ello-
-Perdóname Zayn-Puso sus manos sobre las mías-No quiero perderte-Susurró
-Nunca lo has hecho- Dije, con una pequeña sonrisa-Olvídalo y vive el presente-
-Mi presente y futuro eres tú Zayn-

Dicho eso, me acerqué a ella y la besé. Deslicé suavemente mis labios sobre los suyos, de forma cariñosa y con amor. Enredé mis manos en su pelo y ella me agarraba de la cintura. Nuestras lenguas, juagaban al mismo compás y parecía que no se querían separar. Por falta del puto oxígeno, tuvimos que hacerlo para luego abrazarnos de nuevo.

-No me vuelvas a ocultar nada más por favor- Le dije, casi suplicándole
-Ten por seguro que no lo volveré a hacer- Ambos sonreímos-Bueno, y el médico te ha dicho algo de venir para cuidarte las heridas?-
-No, supongo que se curan fácilmente en casa, un poco de algodón, crema y agua oxigenada y todo estará curado.-
-Ah vale, pues entonces nos vamos de aquí. No soporto este sitio- Dijo ella-¿Estas bolsas son tuyas verdad?- Las señaló con su dedo
-Sí, me las trajo Kate antes-Dije-No las cojas, yo puedo con ellas- Caminé, un poco lento la verdad, hacia ella e intenté impedir que las cogiese.
-Zayn, no vas a llevar estas bolsas. Yo que no tengo ninguna herida las puedo coger, además que no son pesadas así que no me rechistas- Dicho esto, cogió las bolsas.

Miré la habitación, revisándola por si se me olvidaba algo. No, todo esta tal cual sin nada de mi propiedad. Salimos al pasillo. Laura, con la mano que  tenía libre entrelazó sus dedos con los míos. Íbamos poco a poco ya que no podía caminar muy rápido. La espalda me dolía notablemente, pero eso tiene solución. Un buen masaje y listo. Al pasar por recepción, vi a Lucía. La saludé con la mano y ella me sonrió y me guiñó un ojo. Supongo que lo hizo al ver a Laura agarrándome la mano. Caminamos hasta el coche de Laura, en el cuál nos montamos y fuimos a casa.

Narra Kate.

Al llegar sana y salva a casa, cosa que dudaba ya que no me fiaba mucho de Harry al volante en el nuevo coche, Harry subió al baño para darse una buena ducha. Yo en cambio, me había duchado esta mañana. Me senté en un gran sillón que había en el salón y continué leyendo “La última noche en Los Ángeles” era un libro muy bonito y la verdad es que me estaba gustando mucho. Al terminar un capítulo, paré de pasar hojas por un momento y pensé en las chicas, quizás nos hacía falta una noche de las nuestras. Se me pasó por la cabeza llamar a Laura y preguntarle que tal con Zayn pero no quería interrumpir ningún momento íntimo. Continué leyendo el próximo capítulo y al terminarlo escuché a Harry bajar las escaleras. Cerré el libro y lo dejé sobre la mesa y me incorporé un poco en el sillón ya que había cogido una postura de lo más extraña leyendo. Harry se acercó a mí y se sentó en mi mismo sillón. Era lo suficiente espacioso para los dos, apoyé mi espalda en el brazo del sillón y Harry se sentó derecho de forma que puse mis piernas sobre las suyas. Estaba demasiado sexy. Su pelo estaba ligeramente mojado y llevaba un jersey gris acompañado de unos pantalones negros. Sonreí al verlo.

-Estás muy guapo- Le piropee
-Gracias- Respondió con una sonrisa irresistible, sí, de esas que te entran ganas de comértelo a besos.
-El… el día que besaste a Niall…¿por qué no me lo dijiste?-

Vale, se supone que Harry confiaba en mí ¿por qué ha tenido que sacar el tema de nuevo? ¿A caso me mintió en el coche diciendo que confiaba en mí? 

Continuará!


Y hasta aquí el capítulo 42, espero que os haya gustado. Por fin la reconciliación de Laura y Zayn, eran demasiados adorables como para que estén separados. En fin, no me enrollo más, simplemente que si eres nueva lectora solo me lo tienes que decir ya sea por mención, MD o por aquí abajo. Gracias por TODOS los comentarios, sois increíbles. Recuerda que si no comentas, no te aviso y pronto haré limpión en mi lista de lectores! #ILoveMyReaders