Runaway Love ♥ Capitulo # 1

Siempre imaginé  que mis padres serian una pareja perfecta y que estarían juntos hasta llegar a la vejez. Pero no fue así, cuando tenía 10 años mis padres se divorciaron y mi madre me llevo con ella a Tybee Island, Georgia, hasta que mi padre pidió mi custodia y el resto de mis días los pasé con él aquí en Louisville, Kentucky. Nunca me molesto eso en realidad, mi padre y yo teníamos una buena relación pero eso cambió el día que conoció a Lena! 

Ahora ella se había convertido en su prioridad. Cada vez su relación se iba poniendo mas seria hasta que mi padre me contó que le iba a proponer matrimonio, hice todo lo posible para que eso no sucediera, pero nada funcionó entonces me di por vencida y ahora volvemos aquí.

Tracy me llevó a la tienda de vestidos. En una semana era la boda de mi padre y tenia que probarme el vestido. Adentro era una locura, Lena no paraba de alardear su  vestido. Estuvo viendose al espejo unos veinte minutos, sin exagerar y todas sus amigas hablaban e iban de un lado a otro sin parar. Todos estaban emocionados por esta boda excepto yo. 

Me encontraba parada en frente de este espejo con una señora que trata de subir el cierre pero creo que no lo logrará porque a pesar de que Lena me pidió que haga dieta he ido todos los días a comer en McDonald’s. 

- A ver jovencita, respire hondo –
 
Hice lo que me pidió y en un dos por tres el cierre subió. Al principio no podía ni respirar pero luego me fui acostumbrando. Después de todo no me quedaba tan mal. Caminé hacia donde estaba Lena y todo mundo se quedo en silencio.

-Wow, pero si es idéntica a su madre – exclamó una de las amigas de Lena

-En todo sentido – dijo Lena en forma de burla

-Cuidado con lo que dices – le advertí

-Discúlpame linda, pero solo digo la verdad. Tú y tu madre le arruinaron la vida a tu padre, ella se embarazó a propósito para así amarrarlo a ella y tener todo su dinero pero ni eso le funciono a la pobre…-

-No te atrevas – le interrumpí

-¿Qué me vas a hacer? –

-No puedo creer que mi padre este tan ciego para casarse con una bruja como tu, pero lo entiendo, esta desesperado por encontrar a una mujer tan buena como mi mamá pero ya que no la encontró, se consuela con lo que queda –

-Con la estúpida de tu madre no me compares, niña maleducada – dijo alzando su mano para darme una cachetada. Yo alcancé a detenerla y la empujé, cuando la campanita de la tiendo sonó avisando que alguien había entrado. Y era nada más y nada menos que mi padre.

-Qué es lo que esta pasando aquí? – gritó mi padre.

Rápidamente  me levanté y le dije a mi padre que todo esto tenía una explicación pero él me mandó al auto y dijo que ahí hablaríamos. Luego se acercó a Lena a ver como se encontraba y ella comenzó a 
exagerar las cosas. Yo me cambié de ropa y salí de la tienda.

Mi papa subió al auto y nos fuimos a casa. Todo el camino estuvimos en silencio. Cuando llegamos yo fui a encerrarme en mi cuarto pero él me siguió.

-¿Qué es lo que pasa contigo, señorita? ¿Qué conducta es esa? –

-Papá ella me buscó, comenzó a insultarme a mi y a mi mamá, eso no se lo iba a permitir además ella casi me pega! Ni tu me has pegado –

-¿Cómo dices? –

-Si papá, todavía no entiendo como te puedes casar con ese monstruo –

-Monstruo y todo, yo la quiero Charlie. Y en una semana me voy a casar con ella, te guste o no. La decisión ya esta tomada –

-Bueno, te informó que yo no asistiré a ese matricidio –

-Que gran noticia, así evitaremos otro escenita de tu parte en ese día tan importante para ambos – dijo Lena que recién habia llegado. 

La fulminé con la mirada.

-Tu vas a ir, he dicho y no se habla más del tema – dijo mi padre cerrando la puerta.

Lena y él se pusieron a discutir sobre lo que había pasado esta mañana. Le dijo que ella no tenía ningún derecho a pegarme pero ella comenzó con su lloriqueo y como siempre él le creyó. Estaba harta de esta situación y así sería el resto de mi vida si mi padre terminaba casándose con Lena, pero allá él, yo no tenía por qué soportarla más! 

Y tampoco iba a presenciar el error más grande de mi padre así que tuve la maravillosa idea de irme. Obviamente no podía decirle a mi padre porque nunca me dejaría hacerlo por eso me iba a escapar. 

Sabía a donde ir, solo tenía que comprar los boletos para medianoche y arreglar mis maletas. 

Cogí mi bicicleta y me fui hasta la casa de Tori, las dos fuimos en bicicleta hacia nuestro lugar favorito. Nos sentamos debajo del enorme árbol y le conté sobre mi plan.

Ella se puso muy triste al saber que me iba pero por otro lado estaba contenta de que vería a mi madre después de 3 largos años. Volvimos a su casa y me quede almorzando donde ella para después salir y comprar mi boleto de partida. 

Cuando lo tuve volví a casa, mi padre todavía no había regresado y Lena se había ido así que aproveche para arreglar mis maletas. Tomé una ducha y luego me puse a jugar con Claus el gato que mi madre y yo encontramos fuera de su casa justo en Navidad hace 3 años atrás - por eso su original nombre -. Era tan solo un bebé y desde entonces él ha sido mi fiel compañero. 

Bajé por algo de comer antes de que Lena y mi padre lleguen, no tenía ganas de merendar con ellos. Alimenté a Claus y regrese a mi habitación. Encendí mi laptop y me puse en contacto con Meredith - mi mejor amiga en Georgia - Le dije que pronto la visitaría. Cuando escuché el carro de mi padre entrando al garaje, la apagué y me eché a mi cama para fingir que dormía. 

Escuché cuando mi padre abrió la puerto, gritó mi nombre y no respondí así que subió a verme pero me encontró “dormida” entonces se acercó a darme un beso en la frente y se marchó.

-La niña duerme – informó mi padre a Lena 

-Parece que tendremos la noche solo para los dos – dijo con su asquerosa voz seductora. Escuche la risa picara de mi padre y preferí dormirme, pero ustedes se imaginan que pasó.

A la mañana siguiente el sol brillaba imponentemente y el calor reinaba en la ciudad. Por esta razón me pusé un vestido con estampado de flores multicolor y revuelos en la parte inferior. Me coloqué una diadema color piel con un lazo a un lado y mis zapatos de muñeca color morado. Cuando estuve lista, bajé a desayunar.

-Buenos días Charlie -  dijo mi padre abrazándome

-Buenos días papá – me senté en la mesa – ¿Qué tal dormiste anoche? -

Rayos, ¿Porqué pregunté eso? Sabía lo que habia pasado, no queria detalles.

-La mejor noche que hemos tenido – dijo Lena sentandose en las piernas de mi padre y luego besandolo.

-Que asco – fue inevitable decirlo ante esa horrible escena.

-Eso dices ahora Charlie pero cuando seas mayor dirás lo contrario – dijo Lena.

Tenía los ojos abiertos como plato. ¿Cómo esta mujer podía decía tantas estupideces?

-Quién sabe que gracias a lo de anoche, tengas un hermanito – dijo Lena emocionada

-Lena, no le digas eso a la niña todavía – luego me miró – Después hablaremos de eso Charlie –

En ese momento sentí que quería vomitar. Casi escupo todo el jugo de naranja. No, esto no podía estar pasando. Un monstruito en camino! Si mi vida era así de complicada, no me la quería imaginar cuando ese pequeño naciera. Pero luego recordé, yo no iba a estar aquí así que no tenia nada de que preocuparme. Para esa época Claus y yo estaríamos muy lejos de aquí.

-Iré a dar un paseo – dije levantándome de la mesa – Nos vemos luego.

Primeramente fui a casa de Tori. Como ella ya estaba enterada de mi “despedida” me ayudó a realizar las llamadas a nuestros amigos más cercanos para invitarlos hoy a mi casa.
Incluso habíamos invitado a Travis el chico que a Tori y a mi nos gustaba. Ya que era la última vez que lo iba a ver, sería bueno charlar un poco con él. 

A Lena le iba a dar un infarto cuando se entere de todo esto. Le pedí a Tracy, mi nana, que prepare algunos bocaditos para esta tarde. Invite a Tori a almorzar y después de eso nos pusimos a ver películas. 

Cuando escuchamos el timbre salimos corriendo. Los invitados ya habían llegado y traían con ellos unas javas de cerveza. Todos pasamos para el patio trasero y empezó la diversión. 

Mientras algunos chicos jugaban en la piscina Tori y yo aprovechábamos para broncearnos, Tracy mientras tanto repartía los bocaditos. Todo estaba saliendo a la perfección, la gente estaba muy alocada, parecía que la cerveza les había hecho efecto a algunos. 

Luego llegó la bruja de hielo a tratar de poner orden pero nadie le hizo caso y ella salió empapada y con el rímel regado por toda la cara. Ya cuando la “fiesta” terminó, subí a tomar una ducha de agua caliente.  Tracy me avisó que papá me esperaba en su estudio.

-Hola papá, ¿Qué ocurre? – 

-Charlotte, ¿Con que permiso hiciste esa fiesta? – 

Odiaba cuando me llamaba Charlotte pero así demostraba que estaba enojado.

-No fue ninguna fiesta papá. Además tú siempre has dicho que cuando quiera invitar a mis amigos, los invite, que son bienvenidos… ¿O no? –

-Si Charlie, pero lo que le hicieron a Lena no está bien – 

-Papá no fue mi culpa que se haya tropezado con una silla y caído a la piscina – dije riendo.

-Ay jovencita, últimamente estas muy cambiada, no sé que voy a hacer contigo – dijo mi padre muy serio.

-Yo sigo siendo la misma de siempre, al parecer el que ha cambiado eres tu papá y todos sabemos quien tiene la culpa. – dije levantándome – Si me permites, me iré a dormir.

Desde este momento daba inicio a mi plan. Esperé un rato y luego bajé a la cocina para llevarme algunas cosas de comer, fui al cuarto de mi padre y ambos dormían. Abrí la ventana de mi cuarto y arrojé a Claus por la ventana ya que no podía dejarlo en malas manos, luego bajé sigilosamente. La ciudad lucía muy hermosa durante la noche. Toda iluminada y limpia. Pasé por casa de Tori y me dio nostalgia, la iba a extrañar demasiado. 

Seguí mi camino a la terminal donde cogería el bus que me llevaría a Georgia. Colocaron mis maletas dentro de este y Claus y yo fuimos a nuestros asientos. Para no pasar aburrida las 5 horas de viaje, encendí mi iPod y “Leaving Town” de Dexter Freebish estaba sonando, esta canción describía como me sentía y no pude evitar llorar hasta que me dormí. 

Estaba lloviendo cuando llegué. Lo consideré un presagio ya que la mayor parte del tiempo aquí es soleado. Cogí mi maleta, metí a Claus en mi bolso para evitar que se moje y caminé debajo de la lluvia hasta llegar a casa. Toqué el timbre y mi madre abrió la puerta. 

-Charlie – exclamó sorprendida - ¿Qué haces aquí? Estas estilando… Oh hija! – dijo mi madre abrazándome

-Es una larga historia mamá, ¿Te parece si te la cuento adentro? – dije mientras temablaba del frío.

Finalmente entramos a la casa, me acercó una toalla y me cambié de ropa mientras ella preparaba un delicioso chocolate caliente. 

-Que alegría verte, después de tanto tiempo. – decía sin quitarme los ojos de encima - Pero aun no entiendo a que se debe esta grata visita –

-Bueno mamá… - suspiré - Papá esta a punto de casarse –

Mi madre me miró sorprendida, pude notar un poco de dolor en sus ojos ya que mientras mi padre había OJOOOO (rechacido) su vida, ella seguía viviendo de recuerdos. Le conté lo que últimamente había ocurrido con Lena y todos los problemas que llevábamos. Además le expresé la falta que me hacia el estar lejos de ella. Creo que ya estaba lo suficientemente grande para decidir con quien quería vivir, ya no era la niña de 10 años, estaba a punto de cumplir 17.

-Tranquila querida, puedes quedarte el tiempo que quieras – sonrió - Ésta también es tu casa y yo también soy tu familia -

Poco después hablamos sobre como nos había tratado la vida y me preguntó por Claus….
¡Claus! Había olvidado sacarlo de mi bolso, corrí hacia la sala y se lo llevé a mamá. Estaba tan contenta de verlo y no podía creer que yo estaba tan loca para haberlo traído hasta acá, pero como lo iba a dejar,el también era parte de la familia. 

Mas tarde recordé lo que había olvidado empacar, la comida de Claus. Pobre mi gato estaba muriendo de hambre.

-No te preocupes Charlie, apenas abran el super, iremos por algunas cosas de comer – dijo mientras enjuagaba las tazas –

Fui a explorar un poco de mi nuevo hogar. Subí las escaleras y ahí se encontraban las habitaciones. Primero estaba una que daba justo frente al mar, tenía una gran vista. En este se encontraban un montón de lienzos y pinturas. No recordaba que a mi madre le gustase pintar. A lado de esta, estaba la de mi mamá y la mía se encontraba al final del pasillo. 

Tenía dos ventanas en el tejado que permitía ver el cielo, debajo de estas se encontraba mi cama de hace casi 7 años. Las paredes seguían siendo turquesa y aquella frase que mi madre había escrito seguía ahí, incluso la casita que mamá y yo armamos para Claus seguía intacta. Nada en absoluto había cambiado. Me tendí en la cama y de la nada me dormí. No por mucho tiempo ya que había olvidado cerrar las persianas
y unos fastidiosos rayos de sol entraron y me despertaron. 

Tomé una ducha breve y me puse unos shorts rasgados con una camiseta morada que tenía escrito: “Hannah no es la capital de Montana". Yo era una amante de camisetas como esta y aproveche aquella vez que papá me llevo a viajar por la mayoría de estados a comprarlas. Claro que en esos tiempos Lena todavía no había entrado a nuestras vidas.

-¿Estas lista para irnos Charlie? – preguntó mi madre parada en la entrada de mi cuarto.

Até rápidamente los cordones de mis converses y fuimos a dar una vuelta al pueblo. Cuando llegamos al super cogí una canasta y empecé a agarrar las cosas que necesitabamos. Cuando terminé, mi mamá estaba conversando con una señora así que me adelanté a pagar. Cuando estaba en la caja esperando para pagar alguien se me acercó y gritó muy emocionada:

-Charlotte Brown, eres tú!!!  - 

Rayos, porque tenía que decir mi nombre completo. Cuando giré a ver quien era, fue inevitable no a abrazarla.

-Meredith Grey, tanto tiempo sin vernos!!! -  

-¿Que haces aquí? – preguntó sorprendida

-¿Te parece pasas por mi casa mas tarde y hablamos de eso? –

-No hay problema, entonces nos vemos luego – nos abrazamos una vez más y luego se marchó.

Me atendió un chico de cabellos castaños y ojos avellana, casi dorados con la luz del sol. Su tez era blanca y tenía una sonrisa muy linda. Estaba simpático el muchacho.

-¿Tienes tarjeta de descuento? – preguntó aquel chico. Negué con la cabeza.

-Descuida, te haré un descuento solo porque me gusta tu camiseta – sonrió

-Gracias – dije mientras miraba su tarjeta de identificación pero para mi mala suerte, la tenía al revés – ¿Cual es tu nombre?

-Justin – respondió – Y el tuyo sino me equivoco es Charlotte Brown – rió. 

Seguramente lo escuchó cuando Meredith lo gritó.

-Si, pero prefiero que me llamen Charlie – 

-A mi me parece que Charlotte es muy bonito – Me ruboricé al escuchar eso. 

-Hija, es hora de irnos – me avisó mi mamá

-Bueno Justin, gracias por tu ayuda – dije agarrando las compras

-Espero verte pronto Charlie – le sonreí.

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HOOLAA! Que tal les parecio? Esta es mi nueva novela espero que les guste
y sigan leyendo. Si no es mucha molestia porfavor recomiendenla y de RT p
ara que mas Beliebers la lean.. Gracias y no se olviden de comentar <3 Es 
importante saber que piensan mis lectoras <3 #MuchLove