Shot: "Del odio al amor..."

Bueno, este es mi primer shot, para mi es re mocho pero bue... espero que les guste!
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-Lo mismo de siempre Betty- le dije con una sonrisa en la cara.

Ese día tenía mucha hambre, asi que esperaba con ansías que Betty trajera mi bandeja con la comida. Me era imposible dejar de pensar en los examenes que se venían, la universidad no era como yo pensaba, era peor.

Mientras estaba allí parada, esperando por mi comida, sentí que alguien se acerco a mi lado. No le di importancia. 

-¿Estas esperando?- me pregunto aquella persona.

-Si...- Le conteste con una sonrisa falsa en mi cara. Aproveche para darle un vistazo de abajo hacia arriba. Unos zapatos clásicos, unos jeans oscuros algo modernos y una camisa a cuadros abotonada hasta el cuello. Un estilo clásico pero muy cool. Segui en mi mundo, no le di importancia a aquella persona. Cuando Betty volvió con mi bandeja la tome y me marche a mi mesa con mi amiga, Ashley, para almorzar juntas como soliamos hacerlo. Al terminar de almorzar, ella se ofreció a devolver la bandeja a lo cual yo me impuse y lo hice yo mientras ella me esperaba. Al estar llegando al bufet, noté que aquel muchacho que me había hablado aún estaba allí. Cuando estaba cerca, el se volteó y derramó toda su comida sobre mi, asi quedando hecha un desastre. Pure de zapallo y jugo por toda mi camisa. Me hice hacia atrás y grité sorprendida al ver lo que había hecho. El solamente repetia "perdóname, perdóname, no te vi, perdóname". Levante la vista lo mire, tenía cara de perro mojado, aparentemente, el estaba muy preocupado y mal por esta situación.

-Sabes, no te voy a perdonar nada, mira lo que has hecho. AAARRGG!!- 

-Lo siento, realmente lo siento, no te vi.-

Me di vuelta y me fui de allí. Agrr! no podía verlo, me parecia un idiota de primera clase. Volví con Ashley quién obviamente me pregunto que me habia pasado, la ignore por completo y me fui al baño a tratar de limpiar el desastre en mi camisa. Como no salía, recorde que en mi casillero tenia la ropa de gimnasia, asi que me puse la remera y me fui a clase. Al entrar al salón, tome el primer banco de la clase y me puse a sacar los apuntes y demases.

-Bueno clase, debo informarles que tenemos un nuevo compañero en la clase, en realidad, en la Universidad. Liam, ven, acercate.- Dijo el profesor McKinley a la clase.

Senti que un muchacho paso por mi lado. Levante la vista para ver como sería el nuevo compañero y allí lo vi. Él. El idiota del bufet. 

-Liam, presentate.- 

-eeeh... Hola, soy Liam Payne eehh... hola.- Se lo notaba algo nervioso e incómodo. Lo mire con algo de odio y el me miro y me saludo con la mano y una sonrisa falsa, a lo cual conteste con mi dedo del medio y una sonrisa falsa de vuelta. El volvio a su asiento y comenzo la clase. Lo tendría que ver todas las class por el resto del año, perfecto.
Las horas, los días y meses corrieron. Habrían pasado unos dos meses aproximadamente y me tocó hacer un trabajo grupal con él, con Liam. No me gustaba la idea para nada. Hubo un día en el cual tuve que ir a su casa para hacer el trabajo.

- Hola Katie, pasa- Me abrió la puerta muy cordialmente. Era una casa muy linda, acojedora. Nos acomodamos en el living para hacer el trabajo. Me senté en el sillón blanco que se encontraba allí y el trajo jugo para beber. Apenas se sentó respiro hondo.

- Mira Katie, se que me odias o que no te caigo bien. Durante estos dos meses te eh pérdido perdón de muchas maneras, pero eres una muchacha muy díficil. Se que te eh hecho pasar un momento muy vergonzoso, pero, quiero empezar de cero. Soy nuevo aquí, no conozco a casi nadie, y no quiero tener enemigo. Asi que...¿qué dices?-

-Liam, tienes toda la razón, nunca me sentí tan avergonzada en la vida. Y si, soy rencorosa ¿y qué? Voy a hacer que el evento del bufet nunca paso, en realidad si, pero lo voy a olvidar, solo por estos días, por el trabajo. Pero después, volveras a ser mi enemigo.-

-Eeeh.. de acuerdo, como quieras. Con eso soy feiz.- Dijo y luego levanto los hombros. 

Paso el día y teniamos un cuarto del trabajo hecho. Liam se había comportado como un caballero, siempre ofreciendome más jugo o algo para comer. Y así pasaron los días, cada vez mejores. Liam comenzaba a caerme bien, era simpático. El jueves me quedé a cenar en su casa, ya que su madre insistió. Luego de la cena, me marché, pero Liam no dejó que volviera a mi casa sola, asi que me acompañó. Al llegar a mi casa me despedí de él con un beso en la mejilla y cuando estaba por abrir la puerta sentí que el se acercó luego de gritar mi nombre.

-¿Qué ocurre Liam?- Pregunté.

-No puedo más. Creo que es el momento perfecto para hacerlo.-

Quitó mi pelo de la cara, lo acomodo detrás de mi oreja, acarició mi mejilla y poco a poco se acercó a mi. Nuestros labios se unieron. Un beso totalmente tierno, romántico. Típico de pélicula, que toda niña y/o mujer quiere tener. Debía admitir que Liam me había empezado a gustar. Nos alejamos lentamente.

-Uhmm... ¿Qué fue eso?- dije algo confundida.

-Escucha Katie. Aquél día que te vi en el bufet, esperando por tu bandeja fue el momento en el que comenze a creer en el amor. Estabas allí parada, tan, tan... hermosa, tan tranquila. Sabía que debia sacar conversación y por eso te pregunte si estabas esperando. Cuando volteaste y me miraste, en ese minimo segundo, pude apreciar los hermosos ojos marrones tan profundos que tienes. Pero luego se derrumbó todo, con aquel evento del desastre. Estaba tan apenado. Todos esos "lo siento" que te dije durante los dos meses tenían una carga de culpa realmente grande. Gracias a Dios que nos unió en este trabajo, pues pude apreciarte más y afirmar que me gustas, más de lo que yo pienso. No podía resistime más Katie, debía besarte. Siento que comienzo a amarte. Amo esa peca en tu mejilla derecha, como te muerdes el labio inferior cuando no sabes que hacer o estas nerviosa, tu risa, tu sonrisa, como te brillan los ojos. La manera en la que te arreglas en cabello. Como caminas torpemente. Este beso fue la muestra de todo esto.- Dijo con la cabeza baja, mirando el suelo mientras jugaba con los dedos.

Levante su cabeza suavemente, lo mire a los ojos mientras sonreía como una idiota. Ese beso fue algo tan hermoso, tan tierno, y lo que acaba de decir tambien. Volví a besar sus labios. "Tu tambien me gustas, y eso que acabas de decir fue hermoso Liam"   le dije.

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-AARRGGG!! EL MONSTRUO TE ATRAPARAAAA!!!- gritaba el mientras corría detrás de ella. Corrian como locos por todos lados. Yo los observaba, apoyada sobre el marco de la puerta corrediza, sonriendo como una estúpida.

- AAAH! TE ATRAPÉ! AHORA TE VOY A HACER MUCHAS COSQUILLAS!-

- AAH! mami, ayudame!- dijo ella mientras se rebolcaba por el piso muriendo de la risa. Allí fui yo, a jugar con ellos. Era tan feliz. No podía pedir nada más. Un maravilloso esposo, Liam Payne, con quien estoy felizmente casada y enamorada desde hace más de 5 años, una hija hermosa, Lucy Payne, a quien me gustaba hacerla feliz, me gustaba verla despertar, verla jugar, verla caminar, correr. Tenía esos ojos marrones hermosos del padre, la misma ternura que él. Y aquí estoy yo, feliz, con una familia hermosa y esperando a otro integrante más que en tan sólo unos 4 o 3 meses llegaría. No podía pedir más. La vida me dio el regalo más hermoso: el amor. Increíble pensar que todo comenzo con una camisa llena de puré y muchos perdones. La vida me enseño que del odio al amor, hay un solo paso. Jamás cumplí con mi palabra, nunca más volvió a ser mi enemigo... Él es mi amigo, el mejor amigo que me dio la vida.