Cap. 11 (1/3 maraton navideña)

________ le dio un beso de buenas noches a Naiara y se fue hacia a la cocina. Aún llevaba el vestido de cóctel puesto. Solo esperaba llegar a su habitación para quitárselo. Terminó de recoger unas cosas y fue hacia su cuarto. No llegaba a la cremallera del vestido, antes, Justin la había ayudado a subírselo. Y de qué manera… Sonrió.

- ¿Justin? – dijo quitándose los zapatos de tacón y dejándolos encima de esa moqueta color granate. Justin amaba el granate para adornar su habitación… matrimonial. Pero su color favorito era el Morado, siempre el Morado. Rió. ¿A que venían esos pensamientos? - ¿Justin? – no aparecía. – Niño, ¿Dónde estás?

Anduvo descalza, buscando en el baño, en el salón, bajando las escaleras de nuevo. Pero no lo encontraba.

- Donde se habrá metido… - suspiró, entrando de nuevo en la habitación y intentando desabrocharse el vestido, otra vez.

- ¿Con que niño eh? – sintió que alguien la cogía fuerte de las manos. Tuvo un escalofrío, al notar el duro cuerpo de Justin. Y como su torso, obviamente desnudo, rozaba su espalda descubierta. Una cachetada, dura, hizo que diera un respingo.

- ¡Justin! – se cabreó ella.

- Ah, ah… no se queje señorita. – Justin bajó la cremallera del vestido, sin dejar de cogerla, fuertemente por las muñecas.- Su novio me dijo que se ha portado mal… últimamente ha dicho muchas mentirillas… - sintió su aliento, próximo al cuello, y sus labios, rozándolo. – Por eso mandó al agente Justin a detenerla…

Tiró más de sus manos, hasta que _______ tuvo que arquearse un poco. Una vez estuvo el vestido en el suelo, Justin le tapó los ojos.

- No puede ver, ni tocar nada. Nada. Si no cumple, será castigada… - dijo Justin.
__________ esbozó una sonrisa. Era la primera vez que él y ella empleaban estos
juegos, pero… dios, como la había excitado. Justin la tumbó en la cama.

Alzó sus brazos por encima de su cabeza y __________ escuchó como algo se cerraba
alrededor de sus dos muñecas. Tiró, y escuchó como las cadenas se tensaban. Sin dejar que pudiera mover mucho sus brazos.

- ¿Me has atado?

- ¿No lo nota? - ________ se mordió el labio. Justin la trataba de usted, como si fueran dos completos desconocidos. Eso la puso mucho.

- Y tanto que lo noto. – sonrió. - ¿Con que quieres jugar eh?

- No hable. – se limitó a decir él. – si no, será castigada. – en esa última oración
sintió como a Justin se le escapaba la risa.

- ¿Y qué me harás, policía? – dijo, siguiéndole la diversión. Justin no era así, antes.

Pero de todas formas, la enamoraba. Siempre, desde siempre. El Justin del principio de su historia, frio y malévolo. Y el Justin de ahora. Romántico, pasional. Salvaje, siempre lo había sido.

Sintió el peso del cuerpo de Justin encima, y como algo frío rozaba su muslo. Algo tenso, duro, el tacto de cuero.

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FELICES FIESTAS :)