Cap. 36 (2 de 2O/maraton)

- Y lo del nombre… fue por el gobierno. Están que no comen ni dejan comer con el caso perdido de la familia Nóvikov, y como provengo de una mafia y todo... no fue difícil cambiar mi identidad por algo mejor y fácil: Melani Richards.

- Debe ser difícil estar en tu situación – Murmuró __________. – Sabes que tienes mi apoyo en todo… - intentó comprenderla, a pesar que la ira que sentía Milena por su hermana… le daba pudor. Ella había sido la causante de esa muerte, y estaba claro que
Milena tenía sus motivos por enfadarse y buscar la persona que hizo eso. Milena la tomaba como a una amiga, y ________ creyó que si pasaba un tiempo y se conocían
mejor, después de todo, se lo contaría, y no pasaría nada malo.

El desayuno prosiguió. La verdad es que se llevaba bastante bien con Milena, era una persona agradable y divertida. Ella terminó de rebañar su taza de chocolate caliente con un trozo de croissant aún humeante, salido del horno. __________ dio un mordisco a un muffin de bizcocho. Milena la miró, ahora seria.

- ¿Algún problema? – le dijo __________, limpiándose la boca.

Milena se encendió un cigarro Marlboro Light con toda tranquilidad. Pero su mano,
nerviosa, la delató.

- ¿Puedo pedirte un favor?

___________ asintió.

- Ya sabes, lo que sea. Luego soy yo la que decide si hacerlo o no.

Milena le dedicó una sonrisa cómplice.

- Des de que volví de Rusia, hace unos meses, tengo problemas con la autoridad del gobierno… ¿Tú no podrías dejarme quedar unos días en tu casa? Te lo pido como amiga… eres en la única persona en la que puedo confiar…

__________ se quedó pensando por un rato. Tener a la sexy ex novia de Justin, de la cual había creído estar enamorado en su propia casa. Muy, pero que muy mala idea. ¿Pero que le iba a decir? No, soy una puta celosa, no acepto que tu relación con Justin terminó y por ese único motivo, no, no puedes quedarte ni un solo día en mi casa. Miró fijamente a
Milena. Sus ojos verdes fueron sinceros con __________. Era… Parecía una buena chica. Tanto ella como Justin habrían madurado, y estaba segura de que podrían mantener una relación de amistad. Confiaba en Justin, y al fin y al cabo, en Milena, en su sincera mirada, en su palabra. Y si por algún motivo pasaba algo, ella vivía el día a día en ese edificio, lo acabaría notando. Como lo de la revista. Apartó esos recuerdos de su mente y asintió a Milena.

- Claro, entiendo que es complicada tu situación, así que si necesitas un sitio en el que alojarte unas semanas, yo y Justin te acogemos. – sonrió. Milena le acarició la mano.
La tenía fría.

- Gracias, __________. Eres una tía de puta madre, no me extraña que Justin te ame tanto. Te merece.

A ___________ se le encogió el corazón. Si, definitivamente, Milena no parecía la típica víbora devora hombres que le habían descrito Kellen y Justin hace unos meses atrás.
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- RESPETEN LAS REGLAS PLEASEE!*