Capitulo 27 (4 de 5/maraton)

- Nena… - Justin se subió los bóxers, aun que su po.lla ya mojada por ________ y totalmente empalmada luchaba por salir. – No… no te cabrees… tu eres mucho mejor que cualquier modelo de PlayBoy.

___________ lo observaba. No estaba enfadada, intentaba aparentarlo, pero por dentro se reía a carcajadas. Justin no podía aguantar las ganas de tumbarla allí, encima de la encimera de la cocina y embestir su dulce sexo con fuerza… estaba tan excitado.
Y verla así aun lo ponía más cachondo.

- Dime algo… - murmuró Justin acercándose. Le acarició una mejilla.
__________ no lo rechazó esta vez.

- ¿Qué quieres que te diga?

- Todos hacemos eso, y más si me tienes con abstinencia todo el mes…

- ¿Todo el mes?

- Tres semanas. Da igual… con una novia como tu ¿Quién puede aguantar sin tener sexo durante tres jodidas semanas?

- ¿Y por eso tenías que usar la revista?

- Será que tú no te has puesto calentita con alguna peli porno o algo por el estilo. – dijo Justin alzando la barbilla y sonriendo picaro. __________ se sonrojó - ¿ves?

- Yo no hago eso.

- Lo que tu digas. – Justin alzó los brazos. – ahora ¿me perdonas?

__________ se rió, sin decir nada, y corrió hasta la habitación de invitados. Justin negó con la cabeza, sonriendo. Parecía una niña. Pero así la amaba. Se dirigió hacia esa habitación y apagó la luz, cerrando la puerta. Seguido, sintió las manos de __________, abrazandolo por detrás y recorriendo con sus finos dedos sus abdominales. Justin se estremeció.

- Un poco más abajo… - dijo Entrelazando sus dedos con la mano de ella. –
Tengo muchas ganas de ti, mi amor… - se giró y buscó su boca, deleitándose en su sabor único. – Vamos…

La cogió y la tumbó a la cama. Una carcajada se escapó de la boca de ___________.
Él se colocó encima suyo, bajó por su cuerpo y le mordió una nalga.

- Mmh… pero que culo… - Justin bajó el pequeño tanga y sintió lo humedad de
________. No pudo evitar hundir su boca en ella. Un gemido de sorpresa y ahogado se escapó de la boca de ella. Justin aceleró los movimientos de su lengua. Dios, sabía tan bien. Sentía como las caderas de ________ se movían incitándolo a que siguiera, que le gustaba. Y su humedad se expandía, junto con su delicioso olor que lo ponía más duro que una piedra. Se separó un poco. - ¿Te gusta, gatita?

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